CANELO ENCUENTRA A SU MAESTRA DE LA INFANCIA VIVIENDO EN LA CALLE Y LO QUE HACE TE SORPRENDERÁ.

la brisa cálida de Guadalajara acariciaba su rostro mientras el automóvil avanzaba lentamente entre las calles bulliciosas para muchos era solo otro día en la ciudad pero para Saúl Canelo Álvarez significaba mucho más regresar a su tierra natal después de tantos años siempre removía algo dentro de él nostalgia gratitud y un recuerdo imborrable de dónde había comenzado todo los anuncios con su rostro cubrían espectaculares y paradas de autobuses el campeón indiscutido regresa para dar Esperanza decía uno de ellos esa noche un evento benéfico reuniría a cientos de personas muchas de ellas niños soñadores como lo había

sido él pero antes de sumergirse en el glamur del evento decidió caminar un poco quería sentir la ciudad recordar los días en que corría por esas calles con guantes desgastados y sueños inquebrantables se ajustó la gorra y caminó con las manos en los bolsillos el olor a tacos callejeros se mezclaba con el sonido de los vendedores ambulantes Llamando a los transeúntes sonrió al ver a un niño golpear con torpeza un costal de boxeo improvisado era un reflejo de sí mismo años atrás pero entonces algo cambió en el aire sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando

sus ojos se fijaron en una figura entre la multitud era una mujer de cabello gris y postura encorvada sentada en una esquina con la mirada perdida sus ropas estaban gastadas su piel surcada por los años y la dureza de la vida Canelo sintió un vuelco en el corazón Había algo en ella que le resultaba extrañamente familiar los latidos en su pecho se aceleraron mientras avanzaba con cautela cuando estuvo entemente cerca su respiración se cortó era ella doña Isabel la mujer que creyó en él cuando nadie más lo hizo los recuerdos lo golpearon Como un puño

en el rostro los días en que llegaba a la escuela con hambre pero con una voluntad inquebrantable las veces que ella lo defendió cuando otros se burlaban de sus sueños de ser boxeador sus palabras firmes pero llenas de calidez aún resonaban en su mente El Talento no es nada sin disciplina Saúl No dejes que nadie te diga que no puedes Si crees en ti ya ganaste la mitad de la pelea pero ahora su mirada estaba vacía la mujer que lo había inspirado a convertirse en el campeón que era hoy había perdido todo se le hizo

un nudo en la garganta Se acercó lentamente y con la voz entrecortada murmuró doña Isabel la anciana alzó la mirada con confusión por un momento sus ojos chocaron con los de él el mundo pareció detenerse pero lo que Canelo no esperaba era su reacción doña Isabel Lo miró sin reconocimiento y con voz áspera susurró Disculpe joven pero yo no conozco a ningún Saúl Canelo sintió Un golpe más fuerte que cualquier puñetazo en el ring la mujer que había sido su guía su luz ahora no lo recordaba O tal vez Había decidido olvidarlo Canelo se quedó

inmóvil el ruido de la ciudad se apagó en su mente mientras las palabras de doña Isabel resonaban como un eco vacío yo no conozco a ningún Saúl no podía ser cómo podía haber olvidado a su mejor alumno aquel niño que un día llegó a su clase con los nudillos raspados y los ojos encendidos de determinación doña Isabel Soy yo Saúl Saúl Álvarez dijo con voz entrecortada esperando que algo en su interior despertara Al escuchar su nombre completo la anciana Lo miró de nuevo esta vez con un brillo extraño en los ojos parecía reconocerlo pero al

mismo tiempo algo dentro de ella se resistía yo no conozco a ningún saul repitió con dureza desviando la mirada Canelo sintió una punzada en el pecho la mujer que lo había motivado a nunca Rendirse ahora parecía haber renunciado a todo años atrás cuando Saúl aún no era Canelo cuando era solo un niño de piel pecosa y cabellos rojos que corría descalzo por las calles de Guadalajara doña Isabel era una de las pocas personas que creían en él profe voy a ser boxeador le decía con una sonrisa llena de dientes caídos los otros niños se reían

un niño flacucho y pobre boxeador imposible pero doña Isabel No ella se inclinaba hasta su altura le alzaba el mentón y le decía si realmente lo quieres tendrás que entrenar más duro que nadie no basta con soñar Saúl hay que trabajar para hacerlo realidad y él lo hizo doña Isabel lo veía salir de la escuela directo al gimnasio practicar hasta que sus brazos temblaban y Volver al día siguiente con nuevas heridas de guerra en los puños No te cansas le preguntó un día no maestra si me canso pierdo ella sonrió con orgullo Canelo jamás olvidó

esa sonrisa ahora esa misma mujer estaba frente a él pero no como la recordaba sin su fuerza sin su orgullo sin su sonrisa algo en sus ojos le decía que s lo reconocía pero no quería aceptarlo por favor doña Isabel déjeme ayudarla suplicó su voz llena de emoción pero la anciana se puso de pie recogió su bolsa desgastada y lo miró con frialdad Yo no necesito tu lástima Saúl luego sin esperar respuesta se alejó lentamente arrastrando sus pasos por la calle Canelo sintió un nudo en la garganta la mujer que le enseñó a nunca Rendirse

ahora estaba derrotada algo terrible le había pasado a doña Isabel pero si había una sola pelea en la que Canelo no podía permitirse perder era esta Canelo se quedó viendo como doña Isabel se alejaba su figura frágil perdiéndose entre la multitud un nudo se formó en su garganta no podía entenderlo qué le había pasado para terminar así como alguien tan fuerte tan noble había caído en la calle sin hogar sin esperanza su mente giraba en círculos mientras recordaba los días de infancia en los que ella lo alentaba en los que lo defendía cuando los demás

se aban de su sueño doña Isabel había sido su faro en la oscuridad la primera persona fuera de su familia que le enseñó que valía la pena luchar no podía dejarla así respiró hondo Y tomó su teléfono hizo algunas llamadas habló con contactos en la ciudad preguntó en pequeños negocios y en los alrededores nadie sabía mucho solo algunos vecinos comentaron que hacía unos meses doña Isabel tenía una casa pero la perdió en circunstancias extrañas un anciano que vendía periódicos en la esquina lo reconoció y con voz pausada le dio un dato clave la maestra Isabel

era una buena mujer joven pero alguien le jugó sucio La engañaron la dejaron sin nada desde entonces anda de un lado a otro a veces duerme en la iglesia a veces en la terminal de autobuses se ha vuelto una sombra de lo que era Canelo apretó los puños con fuerza sabía lo que era pelear contra la adversidad Pero esto esto era distinto doña Isabel había sido traicionada Y si él No hacía algo terminaría consumida por la miseria caminó rápido con la mirada fija en el Horizonte no podía quedarse quieto buscó en las calles cercanas en

los mercados en los parques Y entonces la vio doña Isabel estaba sentada en el suelo en una esquina con la cabeza gacha y las manos entrelazadas en el regazo frente a ella un cartón con unas pocas monedas Canelo sintió un golpe en el estómago la mujer que le había enseñado sobre dignidad sobre esfuerzo ahora pedía limosna se acercó con cuidado sin saber qué decir su corazón l tía con fuerza Pero antes de que pudiera hablar vio algo que lo dejó sin aliento un grupo de adolescentes pasó frente a ella y uno de ellos con una

sonrisa burlona lanzó una moneda al suelo con desprecio para que comas viejita las risas de los muchachos retumbaron en el aire doña Isabel no reaccionó solo bajó la mirada como si la humillación ya no le doliera Canelo sintió un fuego arder dentro de él su instinto fue avanzar encararlos hacerles entender con un solo golpe que nadie se burlaba de ella pero no lo hizo tomó aire se arrodilló frente a doña Isabel y recogió la moneda del suelo se la entregó con suavidad mirándola a los ojos maestra déjeme ayudarla ella levantó la vista y por un

instante Canelo vio algo en su expresión un Destello una chispa de orgullo herido pero en lugar de aceptarlo cerró la mano con fuerza y murmuró vete saul yo ya no tengo medio las palabras de doña Isabel dolieron más que cualquier golpe recibido en el ring pero Canelo sabía que Rendirse no era una opción esta pelea apenas comenzaba Canelo se quedó allí arrodillado frente a doña Isabel con la moneda aún entre sus dedos la miró a los ojos esperando encontrar en ellos un atisbo de la mujer fuerte que recordaba pero todo lo que vio fue resignación

su pecho se oprimió no era posible que aquella maestra la misma que lo había impulsado a nunca Rendirse estuviera ahora derrotada maestra por favor insistió pero ella apartó la mirada apretando la mandíbula vete Saúl no necesito tu ayuda respondió con voz tensa tratando de contener algo dentro de sí él tragó Saliva No estaba acostumbrado a sentir impotencia en el ring cuando las cosas se complicaban siempre tenía una estrategia un plan b pero aquí frente a doña Isabel no sabía cómo ganar esta pelea se levantó lentamente y la observó con atención su ropa desgastada sus manos

temblorosas los ojos apagados y sin embargo su postura aún reflejaba algo de dignidad Esa era la clave no podía tratarla como una víctima no podía darle dinero ni una casa así como así tenía que devolverle algo más valioso su respeto su propósito inspiró profundo y asintió Está bien maestra no la voy a obligar a aceptar nada Pero al menos déjeme invitarla a comer ella no respondió de inmediato apretó la tela de su falda con los dedos huesudos como si la oferta la pusiera en un dilema luego con voz apenas audible dijo No quiero que me

vean contigo no quiero que piensen que que soy tu caridad Elo sintió una mezcla de tristeza y admiración a pesar de todo ella aún tenía orgullo no es caridad maestra solo quiero hablar como cuando era niño y usted me regañaba por mis malas calificaciones doña Isabel exhaló despacio y tras unos segundos de silencio murmuró solo Si no vamos a un lugar elegante Canelo sonrió vamos a donde usted quiera caminaron Juntos por calles estrechas hasta llegar a una pequeña de barrio era un lugar Modesto con mesas de madera y aroma a comida casera Canelo notó que

doña Isabel iba tensa incómoda con la situación pero no dijo nada Solo se sentaron en una mesa apartada y pidieron lo de siempre sopa caliente y tortillas recién hechas el primer bocado pareció romper algo dentro de ella cerró los ojos disfrutando el sabor y canelo se dio cuenta de que tal vez hacía días que no comía bien gracias susurró sin mirarlo No hay de qué maestra hubo un largo silencio finalmente Canelo dejó La cuchara sobre el plato y la miró con seriedad Qué pasó maestra Cómo llegó a esto doña Isabel se quedó quieta con la

mirada clavada en su sopa No quiero hablar de eso Saúl por favor necesito entender ella apretó los labios sus manos temblaban levemente sobre la mesa me quitaron todo dijo al fin con voz quebrada Canelo sintió un escalofrío quién doña Isabel levantó la vista con los ojos llenos de dolor y rabia contenida alguien en quien confié el estómago de Canelo se encogió no era solo la pobreza no era solo el destino cruel alguien le había arrebatado todo a doña Isabel Y ahora él haría lo imposible por recuperar lo que le pertenecía Canelo sintió como la rabia

se acumulaba en su pecho no era solo la tristeza de ver a doña Isabel en esa situación era la injusticia alguien le había quitado todo alguien se había aprovechado de su confianza su maestra la mujer que lo había formado ahora estaba en la calle porque alguien decidió destruir su vida Quién fue maestra preguntó con los puños cerrados sobre la mesa doña Isabel bajó la mirada no tiene sentido hablar de eso Saúl no puedes hacer nada déjeme intentarlo ella sonrió con amargura y sacudió la cabeza siempre fuiste terco murmuró revolviendo la sopa con La cuchara tomó

aire y soltó la verdad como si le doliera cada palabra era un hombre de confianza me convenció de invertir mis ahorros en un proyecto seguro me dijo que sería mi oportunidad para vivir tranquila en mis últimos años pero todo era una mentira se llevó mi dinero mi casa y cuando intenté reclamar me di cuenta de que no había nada a mi nombre no tenía pruebas no tenía nada Canelo sintió un ardor en el pecho sabía lo que era luchar contra el mundo Pero al menos él siempre tuvo sus puños doña Isabel no tenía nada con

qu defenderse dónde está ese hombre ahora ella rió con amargura sigue aquí en Guadalajara vive bien rodeado de lujos mientras yo se interrumpió y apretó los labios como si no quisiera mostrarse vulnerable Canelo respiró hondo tratando de contener su Furia golpear a ese tipo no era la solución esto no era una pelea en el ring necesitaba otro enfoque se recargó en la silla rápido no podía obligar a doña Isabel a aceptar dinero pero tal vez había otra forma de ayudarla maestra y si le consigo trabajo algo que le devuelva su independencia ella lo miró con

desconfianza trabajo quién contrataría a una vieja como yo yo lo haría respondió sin dudar pero sé que no aceptaría así que buscaré algo que le haga sentido algo que la haga sentir útil otra vez doña entrecerró los ojos no me vas a dejar en paz verdad no respondió con una sonrisa firme ella suspiró y bebió un poco de agua harás lo que quieras De todos modos siempre fuiste así Saúl Canelo tomó eso como un pequeño triunfo no dijo más se levantó y dejó pagada la comida antes de irse le dejó algo sobre la mesa una

libreta nueva y un bolígrafo tal vez lo necesite pronto maestra ella la miró con confusión pero no preguntó esa misma tarde Canelo hizo algunas llamadas movilizó a la gente adecuada no iba a darle limosna a doña Isabel pero sí una oportunidad Si ella había cambiado su vida con palabras ahora él haría lo mismo por ella dos días después la noticia estaba lista cuando volvió a verla llevaba en la mano una hoja impresa con una oferta de trabajo maestra encontré algo para usted ella lo miró con desconfianza pero cuando leyó el papel sus ojos Se abrieron

con sorpresa era una oferta para dar clases en un centro comunitario para niños de escasos recursos ellos necesitan a alguien como usted dijo Canelo con voz firme alguien que les enseñe a no Rendirse doña Isabel sostuvo la hoja con las manos temblorosas No sé si pueda cl que puede siempre pudo Solo que lo olvidó por un tiempo ella tragó saliva y bajó la mirada no dijo que sí pero tampoco lo rechazó Canelo sabía que esta pelea todavía no estaba ganada doña Isabel aún tenía que recuperar algo más importante que su hogar su confianza en sí

misma doña Isabel pasó los dedos sobre la hoja que Canelo le había entregado sus ojos recorrieron cada línea pero su mente parecía estar en otro lugar Había algo en su mirada que reflejaba más miedo que emoción No sé si pueda saul murmuró con la voz temblorosa Canelo apoyó los codos en la mesa y la observó con paciencia maestra usted me enseñó que uno nunca sabe lo fuerte que es hasta que no le queda otra opción ella soltó una risa apagada sin alegría eso se lo decía a un niño lleno de sueños no a una vieja

que lo perdió todo Canelo apretó los labios no quería presionarla pero tampoco podía dejarla seguir hundiéndose en la desesperanza los niños de ese centro necesitan a alguien que crea en ellos así como usted creyó en mí doña Isabel respiró hondo cerrando los ojos durante un instante pareció dudar como si en su interior hubiera una pequeña batalla entre el miedo y la esperanza finalmente exhaló con resignación y dobló la hoja con con cuidado lo pensaré dijo en voz baja Canelo supo que era lo más cercano a un sí que recibiría por ahora se despidió con una

sonrisa y salió del lugar con el corazón un poco más ligero sentía que poco a poco doña Isabel estaba comenzando a recuperar algo de su esencia Pero entonces la realidad lo golpeó con fuerza apenas dobló la esquina vio a un hombre alto y de traje caro de un lujoso restaurante caminaba con aire de superioridad riendo con arrogancia mientras hablaba por teléfono Canelo lo reconoció al instante era él el hombre que había estafado a doña Isabel su sangre hirvió ese era el tipo que había arruinado la vida de la mujer que le enseñó todo sin pensarlo

se dirigió hacia él con pasos firmes Oye su voz fue un golpe seco en el aire el hombre se giró con molestia y por un momento pareció no reconocerlo pero cuando sus ojos se encontraron con los de Canelo su expresión cambió vaya vaya el gran Canelo Álvarez dijo con una sonrisa falsa Qué honor Canelo lo fulminó con la mirada sé lo que hiciste el hombre inclinó la cabeza fingiendo confusión no sé de qué hablas Canelo sintió que le ardían los puños quería partirle la cara a ahí mismo pero se contuvo sabía que la violencia no

resolvería nada le quitaste todo a doña Isabel la dejaste en la calle el hombre soltó una risa burlona Ah la maestra Qué lástima pero qué puedo decir los negocios son negocios esa respuesta fue la gota que derramó el vaso Canelo lo agarró del cuello de la camisa y lo empujó contra la pared devuélvele lo que le robaste el hombre se tensó pero su arrogancia no desapareció y si no lo hago me vas a pegar se burló vamos Canelo sabes que no puedes golpearme sin consecuencias Canelo apretó la mandíbula sabía que tenía razón si lo golpeaba

todo el mundo hablaría de eso se convertiría en una noticia de Escándalo y al final doña Isabel no recuperaría nada lo soltó con un resoplido y dio Un paso atrás no necesito golpearte para hacerte caer el hombre arregló su camisa con calma buena suerte con eso campeón se giró y se alejó como si nada hubiera pasado Canelo se quedó allí sintiendo una Furia helada recorrer su cuerpo no podía pegarle pero sí podía derrotarlo solo necesitaba un plan esta no era una pelea de boxeo era una pelea por justicia y canelo estaba dispuesto a llegar hasta

el final Canelo respiró hondo mientras veía al estafador alejarse con la misma arrogancia con la que había destruido la vida de doña Isabel su instinto le pedía resolverlo con los puños Pero sabía que no podía no en esta pelea aquí el ring era otro se pasó la mano por la cara tratando de calmarse necesitaba actuar con inteligencia esa misma noche hizo un un par de llamadas movilizó contactos habló con abogados con gente que sabía Cómo destapar fraudes y recuperar lo que se había perdido si ese tipo había robado a doña Isabel lo más probable era

que no fuera su única víctima solo necesitaba la prueba al día siguiente regresó al pequeño comedor Donde había dejado a doña Isabel pero ella no estaba su estómago se encogió preguntó a los dueños del local a los comerciantes cercanos pero nadie la había visto desde la noche anterior sintió un escalofrío algo no estaba bien pasó horas recorriendo las calles buscándola en los lugares donde solía dormir fue a la iglesia a la terminal de autobuses a los parques donde otros indigentes se refugiaban del frío nada finalmente casi al anochecer la vio estaba sentada en una banca

de la plaza con los brazos cruzados y la mirada perdida parecía más frágil que nunca se acercó despacio sin hacer ruido maestra ella no reaccionó Canelo se sentó a su lado y esperó durante un largo rato ninguno de los dos dijo nada finalmente doña Isabel exhaló profundamente y habló en voz baja lo vi Canelo sintió un escalofrío A quién ella cerró los ojos a él al hombre que me quitó todo el corazón de de Canelo latió con fuerza Te dijo algo intentó hacerte daño doña Isabel negó con la cabeza no pero me vio me miró

como si yo fuera nada como si ni siquiera recordara lo que me hizo Canelo sintió una Furia fría recorrer su cuerpo él va a pagar por lo que hizo maestra se lo prometo ella se giró hacia él con una mirada triste Saúl yo ya no espero justicia no quiero venganza solo quiero desap las palabras lo golpearon Como un puño en el estómago No diga eso usted es más fuerte que esto Tal vez lo fui pero ahora ahora no sé quién soy Canelo cerró los ojos no podía permitir que se rindiera escúcheme maestra yo llegué a

donde estoy porque usted creyó en mí cuando nadie más lo hizo ahora me toca a mí devolverle esa fe usted no ha terminado su historia ella no respondió Canelo metió la mano en su chaqueta y sacó un sobre aquí hay algo que le ayudará a empezar de nuevo doña Isabel Lo miró con desconfianza si es dinero no lo quiero no es dinero se lo extendió y esperó lentamente ella lo tomó y lo abrió dentro había una copia del contrato de su antigua casa estoy trabajando en recuperarla dijo Canelo con firmeza y cuando eso pase quiero

que tenga un hogar al que volver los ojos de doña Isabel se llenaron de Lágrimas Por qué haces esto Saúl Canelo sonrió con tristeza porque usted hizo lo mismo por mí cuando yo no tenía nada doña Isabel apretó el sobre contra su pecho sus labios temblaron pero no dijo nada por primera vez en mucho tiempo había una pequeña chispa de esperanza en su mirada aún quedaba un último golpe por dar y canelo estaba listo para asegurarse de que la justicia ganara esta pelea Canelo sabía que esta pelea aún no estaba ganada conseguir la documentación era

solo el primer paso ahora Tenía que asegurarse de que doña Isabel recuperara su hogar y más importante aún su dignidad Durante los siguientes días usó su influencia para presionar a las personas adecuadas habló con abogados con periodistas con figuras de la comunidad sabía que el hombre que había estafado a doña Isabel no operaba solo había más víctimas más historias de abuso de confianza traicionada y canelo haría lo que estuviera en sus manos para que la verdad saliera a la luz la presión mediática comenzó a dar frutos las noticias hablaron de fraudes inmobiliarios de familias arruinadas

de ancianos que lo habían perdido todo doña Isabel no era la única el hombre que le antes tan Intocable comenzó a sentir el peso de sus acciones la policía abrió una investigación formal se revisaron documentos contratos movimientos bancarios las mentiras empezaron a derrumbarse unas semanas después Canelo Recibió la llamada que había estado esperando saul lo logramos los documentos prueban que su casa fue adquirida con fraude legalmente aú pertenece cerró los ojos dejando escapar una sonrisa de alivio cuando llegó a la pequeña habitación donde doña Isabel se estaba quedando temporalmente la encontró sentada junto a una

ventana viendo el atardecer su rostro se veía más sereno pero aún había sombras en su mirada maestra dijo con suavidad ella giró la cabeza y lo miró con curiosidad Canelo sacó del bolsillo un pequeño llavero y se lo tendió bienvenida de vuelta a casa los dedos de doña Isabel temblaron al tomar las llaves sus ojos se llenaron de lágrimas No puede ser susurró con la voz entrecortada es suya maestra como siempre debió ser las lágrimas rodaron por su rostro por primera vez en mucho tiempo no eran de tristeza sino de alivio se tapó la boca

con las manos sollozando y canelo sintió que el pecho se le oprimía Gracias Saúl gracias a usted maestra no hubo más palabras solo un largo abrazo entre dos almas que habían compartido más que recuerdos que habían luchado juntas cada una a su manera para salir adelante los días pasaron y doña Isabel volvió a su casa Pero algo más importante cambió dentro de ella poco a poco recuperó la seguridad en sí misma aceptó el trabajo en el centro comunitario volvió a enseñar volvió a inspirar y cuando Canelo la vio rodeada de niños que la escuchaban con

atención contando historias de esfuerzo y perseverancia supo que la victoria más grande no estaba en los títulos ni en la fama estaba en lo que dejamos en los demás al despedirse doña Isabel le tomó la mano con firmeza siempre supe que llegarías lejos Saúl pero ahora veo que tu mayor fuerza no está en los puños está aquí se llevó la mano al pecho y sonrío Canelo sintió un nudo en la garganta usted me enseñó eso maestra se abrazaron una última vez cuando Canelo salió de la casa respiró hondo y levantó la vista al cielo sabía

que esta no era la última pelea de su vida pero sí la más importante que había ganado