Transcriptor: Adriana Fernandez Revisor: Sebastian Betti A ver si a alguien le suena eso de “odio los lunes” o lo de “por fin es viernes” o incluso eso de “¿ay ya se acabó el fin de semana? ” “Qué rápido se me ha pasado, mañana volver a trabajar”. ¿A alguien le suena?
Es bastante habitual y normalmente cuando pensamos en este tipo de pensamientos, de frases, normalmente siempre los asociamos con alguien. Con un emprendedor o con un empleado. ¿A quién le suena?
¿Con un emprendedor, con un empleado? Normalmente, es con empleados. Normalmente es así.
Siempre es con un empleado. Alguien que normalmente trabaja para otra persona y que a través de esos mensajes en realidad nos está enviando señales. ¿Qué señales nos envía?
Probablemente cierto grado de frustración. ¿Cuál es esa frustración que sienten? De hecho, el 70 % de los empleados, el 70 % tienen cierto grado de frustración.
Hay diferentes grados, pero el 70 % no están completamente satisfechos con su trabajo. ¿Y por qué? ¿Qué es lo que quiere un empleado que es tan diferente?
Pues un empleado a lo mejor lo que quiere es ¿tener un mayor ingreso? Probablemente sí, a lo mejor quiere un mejor ambiente laboral, a lo mejor quiere más calidad de vida para él y para los suyos. Y si no, pues si no me lo dan en esta empresa pues probablemente me voy a otra.
¿Y qué es lo que quiere el empresario que es tan diferente? El empresario, claro, es que solo quiere ingresos, más beneficios y solo piensa en eso. Ahora los empresarios también piensan “Ay, no quiero que se me vayan los empleados porque se me van muy seguido”.
En definitiva, tenemos como dos tribus que están peleadas los empleados y los empresarios, y parece que son diferentes. No pensamos igual. Pero ahondemos un poco más en ese asunto.
Pensemos en las personas que admiramos más hoy en día. Antes, a lo mejor las personas que más admirábamos eran las estrellas del rock o los grandes actores. Hoy en día las personas más admiradas son los empresarios.
Admiramos a Steve Jobs, admiramos a Elon Musk y vemos esas personas que tienen millones de seguidores y además están creando cosas que cambian el mundo. Crean productos, crean servicios, dirigen empresas, toman grandes decisiones que nosotros admiramos. Parece que tuvieran un gen diferente, un gen emprendedor que los demás no tenemos.
Y claro, por eso toman ese tipo de decisiones, por eso parece que nunca tienen miedo y parece que todo les sale bien. “Y ahora invierto 40 mil millones en una empresa y lo hago y me sale bien”. Eso es lo que pensamos de estas personas que admiramos y lo pensamos tanto los empleados como también los emprendedores y los empresarios.
En general todo el mundo admira este tipo de personas. Probablemente sea por ese perfil emprendedor, por ese gen emprendedor, por ese cromosoma que a lo mejor es diferente que tienen. Y claro, igual que los admiramos, también nos comparamos y empezamos a compararnos con ellos.
Decir, pues es que claro, él dirige empresas multimillonarias y toma grandes decisiones y yo no. Y en nuestra mente empezamos a marcar diferencias, igual que teníamos la diferencia del empleado y el emprendedor o el empresario, también tenemos en nuestra mente una diferencia. Marcamos esa diferencia del gen emprendedor.
Pensamos que hay personas que tienen ese gen emprendedor, que son emprendedores, que son empresarios o que son trabajadores autónomos que no tienen jefe. Y por otro lado tenemos personas que son empleados. No tengo ese gen emprendedor, me tengo que conformar con ser empleado.
Y frustrarme. ¿Por qué? Porque me gustaría ser aquello, pero no lo puedo ser.
Entonces siempre tenemos esa dicotomía de pensar. Hay dos tipos de personas, los que tienen el gen emprendedor y los que no, y somos diferentes, ¿pero realmente somos diferentes? ¿Realmente son diferentes estas personas, los empleados de los emprendedores?
En el mundo, más o menos y así contado rápido y con los dedos, hay unos 3 mil 300 millones de empleados en todo el planeta. 3300 millones de empleados. ¿Cuántos emprendedores?
¿Cuántos empresarios hay? Unos 300 millones. 3,300 contra 300.
Si lo viéramos. Si dibujáramos un mapa del mundo para verlo con más claridad, el 10 % de la población activa son emprendedores. Y nos quedaría algo así: De 100 personas, si este fuera el planeta y fuéramos solo 100 personas, 100 profesionales serían 90 profesionales que son empleados.
Y esos diez del final, serían los emprendedores, los empresarios o los profesionales independientes. El 10 % nada más. Entonces, claro, parece que este dato nos confirma que efectivamente somos diferentes, ¿no?
Parece que unos sí tengan el gen emprendedor, pero pensemos que aquellos 90 no solo son empleados, sino que también admiran a los que son emprendedores y los que son empresarios. Y los otros van haciendo. Y nos podemos comparar a muchos otros niveles.
Es que yo trabajo las mismas horas que él y mira él que es tan exitoso y yo no. Totalmente de acuerdo, todos trabajamos lo mismo, pero siempre vemos al emprendedor como la persona que ha llegado a conseguirlo, que se siente diferente, que se siente victorioso. De hecho, mucha gente que es empleado y pasa a ser emprendedor o empresario, siente esa pasión de decir “es que yo lo hago y me siento libre por fin”.
O sea, siempre queremos ser emprendedores y muchas veces no llegamos a serlo por miedo, por muchas razones, probablemente porque nos falta ese gen emprendedor. De lo que vamos a hablar hoy es de algo que creo, espero, va a ser una buena noticia para todos. Y es que eso del gen emprendedor, eso de que solo un 10 % de la población lo tiene, es totalmente falso.
Todos tenemos y eso es una gran noticia. Todos aquí tenemos el gen emprendedor, todos, el 100 % de nosotros. Lo que sí es cierto es que hay algunos que no lo tienen activado.
Eso es totalmente cierto. Entonces, lo que quiero explicar muy rápidamente hoy, unas pinceladas que creo que les pueden servir. Ojalá y así sea.
Es cómo podemos activar nuestro gen emprendedor, que todos lo tenemos. Todos tenemos el gen emprendedor. El gen emprendedor lo podemos activar con solo dos cositas, la primera, con un cambio de mentalidad y luego con un cambio de habilidades.
Mentalidad más habilidades es lo único que necesitamos para desarrollar nuestro gen emprendedor. El cambio de mentalidad es muy sencillo. Mucha gente dice “yo no voy a ser emprendedor nunca porque nunca voy a tener una empresa”.
Y siempre ponemos la vara de medir como “voy a tener una empresa, voy a ser autónomo, voy a generar mis propios ingresos”. Pero lo cierto es que si todos somos emprendedores es por una razón y es porque todos, todos tenemos empresa. Todos tenemos una empresa que se llama Yo S.
A. Esa S. A.
puede ser de otras formas, hay muchas formatos de empresa, pero todos tenemos una empresa. Seas emprendedor, empresario, tu empresa se puede llamar Google o Facebook o se puede llamar Yo S. A.
Todos somos emprendedores, todos tenemos esa empresa. Y ese Yo S. A.
es una empresa que todos tenemos que trabajar sí o sí. Y la buena noticia es que lo podemos hacer; claro, mucha gente aquí va a decir vale, ya me metiste un gol, me estás diciendo que yo soy empresario porque tengo una empresa que se llama Yo S. A.
¡No te creo! Os voy a demostrar ahora mismo que todos somos empresarios, que todos somos emprendedores, que todos tenemos una empresa Yo S. A.
La forma más fácil, vamos a compararlo. Un empresario, ¿qué es lo que quiere un empresario con su empresa? Un empresario con su empresa lo que va a querer es más ingresos, más beneficios, mayor calidad de vida para él y para los suyos.
Y supongo que con sus productos o servicios que les sume a sus clientes, que le sirva a sus clientes. Eso es lo que quiere un empresario tradicional. ¿Qué es lo que quiere un empleado con su Yo S.
A. ? ¿Qué es lo que quiere?
, ¿quiere más ingresos? Sí. ¿Quiere más beneficios?
, seguro que sí. ¿Quiere mayor calidad de vida para los suyos? Sí o sí.
Al final seas empleado con una Yo S. A. o seas emprendedor o empresa, da igual cómo se llame tu empresa.
Estamos hablando de lo mismo. Y cuando hablábamos de ser diferentes, La respuesta es NO. No somos diferentes.
No somos nada diferentes. Y si volviéramos a aquel mapa a aquel mapa que teníamos del mundo en el que había 90 % que no eran emprendedores y un 10 % que sí lo eran. Resulta que nos encontramos que todos somos emprendedores.
El 100 % somos emprendedores. Entonces lo primero que quiero hacer hoy es felicitar aquí a todo el mundo presente muy amablemente, porque de repente ha habido una avalancha de nuevos emprendedores muy grande. Ya todos somos emprendedores.
Felicidades por ser emprendedores. Pero, siempre hay un pero. Pero ser emprendedor no es una etiqueta.
No es algo que tú te pongas y te vas por la vida presumiendo que eres emprendedor. Aunque haya mucha gente que lo hace. Ser emprendedor, como diría el tío de Spiderman, es que con un gran poder llega una gran responsabilidad.
Pues cuando nosotros nos convertimos en emprendedores de nuestra propia vida, eso es un poder muy grande, pero sobre todo, es una responsabilidad aún más grande. Cuando hablamos de responsabilidad, hablamos de que tú, desde hace unos segundos tienes tu propia empresa que se llama Yo S. A.
¿Y qué es lo que tiene que hacer un empresario con su empresa? Tiene que invertir en su empresa. ¿Los empresarios invierten en su empresa?
Sí ¿Qué invierten? , pues a lo mejor en maquinaria, a lo mejor en personal, a lo mejor en software, lo que sea que inviertan, pero invierten en su empresa. ¿Si tú eres el dueño de Yo S.
A. tienes que invertir en tu empresa? Sí, hay que invertir, sí “sorry”, hay que invertir en tu empresa, pero invertir en tu empresa puede ser algo muy edificante porque aumenta el valor de tu empresa.
Cada vez que yo invierto en mi Yo S. A. mi valor va a aumentar.
¿Cómo aumenta? Mirad, yo tengo una plataforma de contenidos que se llama Libros para Emprendedores. Desde hace muchos años genero contenidos para emprendedores, para gente que quiere serlo también.
Y yo tengo la manía de hacer encuestas de vez en cuando y cuando les hago encuestas a la gente que me sigue, me contestan. Tiene la buena virtud de contestarme y me tienen paciencia. En los últimos cuatro años hemos recibido unas 16 000 contestaciones a una serie de preguntas que tienen que ver con el emprendimiento y eso nos ha permitido ver que hay toda una serie de necesidades que los emprendedores y los empresarios tienen pero también los empresarios Yo S.
A. Todos tenemos unas necesidades. Y esas necesidades que muchas veces tienen que ver con cosas que no hemos recibido en la escuela.
Pero eso es para otra charla. Hemos recibido en la escuela una cierta formación, pero nos faltan muchas cosas. Nos faltan habilidades.
En la ecuación que decíamos antes, os decía tener el gen emprendedor activado significa cambio de mentalidad y habilidades, y eso es lo que un emprendedor necesita hoy en día. Habilidades. ¿Qué habilidades necesita?
Lo que hemos hecho es tomar todas esas necesidades, convertirlas en habilidades que pueden saciarlas y las hemos clasificado. Las habilidades que un emprendedor necesita para tener una empresa de éxito, un Yo S. A.
de éxito son tres categorías de habilidades. Esas tres categorías son: tener una mejor empresa, una mejor marca y un mejor tú. ¿Qué es tener una mejor empresa?
Mejor empresa evidentemente lo entendemos como tener mejores resultados, tener más ingresos, más beneficios. Eso en una empresa se entiende así normalmente. En el Yo S.
A. también se debe entender así. Si yo soy un empleado y quiero invertir en mi Yo S.
A. ¿Qué es lo que tengo que hacer? Invertir en mis habilidades.
Habilidades como liderazgo, como comunicación, como hablar en público, como negociación. Todo ese tipo de habilidades que me permiten generar resultados diferentes para mi empresa. Evidentemente yo me beneficio.
Sí, aprendo cosas, crezco, pero también genero mayor valor a mi empresa. Si yo soy muy bueno negociando, eso le va a generar mayores beneficios a mi empresa. Mi Yo S.
A. aumenta. Si yo soy muy bueno liderando equipos, por ejemplo, yo puedo liderar a un equipo y ese equipo va a generar mejores resultados y eso me va a generar muchos más beneficios para mi empresa.
Mi Yo S. A. sube.
Entonces, cuando nosotros hablamos siempre de cuidar nuestra empresa, tenemos que buscar qué habilidades yo puedo aportar a la empresa y si no las tengo a lo mejor suplirlas. Nosotros hemos encontrado más de 30 habilidades que una persona puede desarrollar en su Yo S. A.
Pero no hemos acabado aquí hablamos de mejor empresa, mejor marca y mejor tú. ¿Qué es una mejor marca? ¿Qué es desarrollar una mejor marca?
Hoy en día es indispensable que cualquier persona desarrolle su marca personal. ¿Y qué es la marca personal? Es la relevancia que tú tienes para el público, para el mercado en el que te mueves, es decir, convertirte en una voz que sea escuchada y respetada.
Esa marca personal hace que, por ejemplo las marcas personales hoy en día sean más potentes que las propias empresas. Elon Musk que lo mencionábamos, Elon Musk es una persona que tiene más de 100 millones de seguidores en Twitter, mientras que su empresa estrella tiene poco más de 10 millones de seguidores. Las marcas personales son más poderosas.
¿Y cómo se desarrolla una marca personal? Cuatro habilidades muy básicas que tenéis que desarrollar sí o sí. La primera, tener una comunicación efectiva, saber comunicarse, es de lógica.
Pero hay que saber comunicarse bien, porque lo que estamos haciendo es comunicarnos, vendernos. Pero también tenemos que ser capaces de generar contenidos, generar contenidos, transmitir nuestro conocimiento a través de contenidos nos posiciona. Pero no solo eso, tener la capacidad de atraer a gente a una comunidad y nutrir esa comunidad.
Y para terminar, la 4. ª habilidad para una marca personal es el “networking”. Tener una red de contactos poderosa es absolutamente necesario para apalancarte en ella.
Eso es una mejor marca. Decíamos mejor empresa, mejor marca, mejor tú, ¿qué es un mejor tú? Es de lógica, es construir una mejor versión de nosotros mismos.
No hay empresa que no se construya sobre pilares humanos. Tenemos, por lo tanto, que construir y desarrollar nuestra mejor versión. ¿Y cuál es nuestra mejor versión?
¿Nuestro mejor tú? Aquel que nos permita estar más empoderados. Ser esa mejor versión a lo mejor para algunos puede ser incorporar la productividad a nuestra vida.
Esa es una de las habilidades. O la gestión del tiempo, que es otra de las habilidades. O quizás a lo mejor algo más, más subjetivo, como la detección de problemas, lo que llamamos el hack mental.
De “hackearnos” la mente para saber que cuando estamos dudando de nosotros mismos, cuando hay síndromes del impostor por ahí sobrevolando, los podemos cazar al vuelo y eliminarlos. O cosas tan simples para hacer un mejor yo como decir pues yo quiero aprender de finanzas personales, porque eso me permite gestionar mejor mi efectivo. O saber invertir, que es otra habilidad.
O saber gestionar mis impuestos, que es otra habilidad. En definitiva, puedo construir una mejor versión de mí y eso va a beneficiar no solo a mí, sino también a mi Yo S. A.
y a mi empresa y a mi marca. Cuando nosotros hablamos entonces de que somos diferentes, de que el viernes “ay que no llega nunca”, “ay el lunes que estoy deseando que desaparezca de mi vida porque odio los lunes”. Lo que estamos perdiendo es la oportunidad de invertir en nuestro propio Yo S.
A. Escudarnos en decir “yo no soy emprendedor”, para decir “no voy a hacer nada por mí”. Si eres emprendedor y hemos quedado y espero haberlos convencido de que todos aquí somos emprendedores, todos tenemos responsabilidad.
No hay diferencia entre un empleado y un empresario. Todos invierten en su empresa para que su empresa crezca y tenga mejores resultados. Si nosotros queremos ser parte de esa nación de emprendedores que somos, tenemos que trabajar por ello.
Todos podemos hacerlo, pero está muy bien escuchar charlas que yo creo que son súper nutritivas, como podemos hacer aquí. Pero si no las ponemos en práctica ¿qué sucede? Nada, coleccionamos conocimiento.
Lo más importante de todo esto, al final, es que pases a la acción. Pasar a la acción es tomar un conocimiento, una idea, de las muchas que puedas haber recibido, tomar una idea y ponerla en práctica. Pasar a la acción es obtener resultados diferentes haciendo cosas diferentes.
Estáis a solo tres pasos de conseguir tener una mejor empresa, de conseguir tener una empresa de éxito. Pero esos tres pasos los tiene que dar cada uno, invirtiendo en su propia empresa invirtiendo en esos tres pasos que os separan, que es: tener una mejor empresa, una mejor marca y un mejor tú. Muchas gracias.