¿Sabías que hacer la pregunta correcta puede ser más poderoso que dar la respuesta perfecta en cualquier conversación importante? Ya sea en un debate, una negociación o incluso una charla con amigos, hay algo que marca la diferencia entre simplemente hablar y realmente conectar: la capacidad de cuestionar con intención. Hoy hablaremos sobre el método socrático, una técnica con más de 2000 años de historia que nos enseña cómo usar preguntas estratégicas para argumentar con claridad y persuadir de manera efectiva.
Ahora sí, viene lo interesante. Empecemos explicando qué es el método socrático. Este método debe su nombre a Sócrates, un filósofo de la antigua Grecia conocido por “hablarlo todo”.
En lugar de dar respuestas directas, Sócrates hacía preguntas para guiar a sus interlocutores a descubrir la verdad por sí mismos. El método de Sócrates permite analizar ideas, cuestionar suposiciones y profundizar en conceptos, ayudando a las personas a desarrollar una comprensión más clara y lógica de los temas que se discuten. Este método se utiliza, por ejemplo, en educación para fomentar el pensamiento crítico, en debates para fortalecer argumentos y en mediación de conflictos para alcanzar acuerdos.
Es una pieza clásica de la comunicación. Hablemos ahora de tres principios clave en los que se fundamenta este método: 1. **Búsqueda de la verdad.
** Sócrates nos enseña que el conocimiento no se impone, se descubre. Esto implica cuestionar continuamente para llegar a la esencia de las ideas. 2.
**La mayéutica. ** Es una técnica que ayuda a las personas a descubrir sus propias respuestas a través de preguntas que fomentan el pensamiento crítico, guiando el razonamiento del interlocutor. 3.
**Coherencia y razonamiento lógico. ** Un buen argumento no solo debe ser persuasivo, sino también lógico, para garantizar que nuestros argumentos sean sólidos y resistan el escrutinio crítico. Perfectamente claro y entendido.
Bien, ahora que ya sabemos qué es el método socrático, revisemos cuatro técnicas que se utilizan para su aplicación: 1. **Definir conceptos. ** Asegúrate de que todos entiendan lo mismo antes de argumentar.
Preguntas como “¿Qué significa exactamente? ” ayudan a clarificar términos. Por ejemplo, “¿Qué entendemos por ser un buen líder?
” 2. **Cuestionar suposiciones. ** Analiza las ideas implícitas detrás de un argumento.
Si alguien dice “este plan siempre funciona”, podrías preguntar “¿Qué evidencia respalda esa afirmación? ” 3. **Guiar con preguntas.
** Usa preguntas para llevar a tu interlocutor a una conclusión lógica. Por ejemplo, “Si queremos reducir costos, ¿no deberíamos priorizar estas soluciones? ” 4.
**Identificar contradicciones. ** Detecta inconsistencias en un argumento. Si alguien dice querer ahorrar tiempo, pero propone un proceso más largo y tedioso, podrías preguntar “¿Cómo reconciliamos esta propuesta con tu objetivo inicial?
” Estas técnicas fomentan el pensamiento crítico y la lógica en las discusiones. Creo que es muy obvio que sí. Para entender mejor cómo funciona el método socrático, expliquemos todo lo anterior con un par de ejemplos.
Primero, imaginemos a un profesor de ética que aplica este método con sus estudiantes. El profesor inicia con una pregunta intrigante: “¿Es siempre correcto decir la verdad? ” Uno de sus estudiantes responde: “Yo creo que sí, porque decir la verdad es una cuestión de honestidad.
” Aquí, el profesor utiliza la técnica uno, “definir conceptos”, y pregunta: “Bien, pero antes de continuar, ¿qué entendemos exactamente por decir la verdad? ¿Implica siempre transparencia absoluta? ” Otro estudiante reflexiona y responde: “Creo que significa ser sincero, pero tal vez no siempre es necesario revelar todos los detalles.
” El profesor continúa aplicando la técnica dos, “cuestionar suposiciones”: “Interesante, ahora, ¿qué suposición hacemos al pensar que decir la verdad es siempre correcto? Podría haber casos donde esto cause daño. ” Otro estudiante interviene: “Tal vez en situaciones donde la verdad podría poner a alguien en peligro, como cuando un secreto personal afecta su seguridad.
” El profesor avanza con la técnica tres, “guiar con preguntas”: “Exacto. Entonces, si decimos la verdad en una situación crítica, ¿podríamos estar contribuyendo al daño? ” El primer estudiante responde: “Creo que sí, aunque no lo había considerado antes.
” Finalmente, el profesor aplica la técnica cuatro, “identificar contradicciones”: “¿Y si defendemos que la verdad es absoluta, cómo explicamos excepciones como la confidencialidad médica o legal? ” El segundo estudiante reflexiona: “Es cierto, eso demuestra que no siempre es tan simple. ” El profesor concluye: “Exactamente.
Reflexionar con preguntas nos ayuda a ver que la ética depende del contexto. ” Este es el poder del método socrático: cuestionar, analizar y construir un entendimiento más profundo. Técnicamente, no hay nada de malo.
No veamos otro ejemplo ahora. Dos amigos, Jorge y Miguel, llevan un debate sobre un tema político. En este caso, Miguel aplica el método socrático.
El tema de debate es: “¿Debería implementarse un impuesto adicional para combatir el cambio climático? ” Jorge dice: “Sí, es necesario implementar un impuesto adicional a las empresas contaminantes, porque así reducirían sus emisiones. ” Miguel, aplicando el método socrático, responde: “Entiendo tu postura, pero antes de continuar, ¿qué entendemos exactamente por empresas contaminantes?
¿Incluye solo a las grandes corporaciones o también a las pequeñas industrias? ” Técnica uno, “definir conceptos”. Jorge responde: “Me refiero a las grandes corporaciones que generan la mayor parte de las emisiones globales.
” Miguel dice: “Interesante. Ahora, ¿no estamos asumiendo que estas empresas pueden reducir emisiones únicamente aumentando sus costos? ¿Qué pasa si el impuesto no cambia su comportamiento?
” Técnica dos, “cuestionar suposiciones”. Jorge dice: “Supongo que existe ese riesgo, pero creo que las multas económicas las obligarían a actuar. ” Miguel replica: “Si eso es cierto, ¿qué pasaría si las empresas trasladan esos costos al consumidor final?
¿No podría eso perjudicar a las familias de bajos ingresos? ” Técnica tres, “guiar con preguntas”. Jorge dice: “Tienes razón, no había considerado esa posibilidad.
Pero entonces, ¿cómo más podríamos incentivar a las empresas a reducir sus emisiones? ” Miguel responde: “Esa es una excelente pregunta. Si imponemos impuestos, pero no regulamos el uso de esos fondos o brindamos incentivos claros, ¿no sería contradictorio al objetivo de proteger a la sociedad y al medio ambiente?
” Técnica cuatro, “identificar contradicciones”. Jorge afirma: “Es cierto. Quizás deberíamos considerar un sistema que combine impuestos con subsidios para tecnologías limpias.
” En este ejemplo, Miguel utiliza el método socrático. Para guiar la reflexión de Jorge, logrando que reconozca posibles problemas en su argumento y explore alternativas más equilibradas, de esta manera: hemos llegado al final de este video. Ahora, déjame hacerte una pregunta importante: si llegaste hasta aquí, ¿no crees que este video merece un like?
Y si te hizo reflexionar, ¿no sería lógico compartirlo con tus amigos para que también lo disfruten? Y por último, si ya estás aquí, ¿no sería razonable suscribirte a este canal para seguir aprendiendo juntos? Haz clic en esos botones y responde a estas preguntas con acciones.
Te aseguro que Sócrates estaría orgulloso, y por supuesto, nosotros también. [Risas] Te saluda en la locución Luis Enrique, tenem Maya, y en la elaboración del libreto, José Luis López. Te enviamos un fuerte abrazo desde Ecuador, mi Ecuador.
¡Hasta la próxima! Oh.