Jacobo greenberg conocido por su exploración de la conciencia y la conexión entre mente y realidad nos dejó una enseñanza fundamental lo que percibimos no es un reflejo fiel del mundo exterior sino una proyección de nuestro propio estado interno imagina entonces que la energía negativa que sentimos de los demás no es solo de ellos sino una activación de algo latente dentro de nosotros qué ocurre si dejamos de resistir la y en cambio la observamos como un espejo hoy exploraremos cómo esta visión no solo transforma nuestr relaciones sino que nos invita a profundizar en nuestra propia conciencia
y poder interior Alguna vez has sentido como la energía negativa de alguien más entra en tu espacio como si una nube pesada se apoderara de tu entorno es esa sensación de que aunque comenzaste el día en calma algo en el encuentro con otra persona lo cambia todo Tal vez fue un colega impaciente un amigo criticón o un familiar frustrado Antes de que lo notes su mal humor parece impregnarte perturbando tu tranquilidad y Desatando una cadena de pensamientos que no puedes detener Por qué sucede esto por qué la negatividad de los demás tiene tanto poder sobre
nuestro estado de ánimo la respuesta no se encuentra fuera de nosotros sino en nuestro propio interior es fácil creer que las emociones negativas nos invaden desde el exterior como un intruso inesperado pero la verdad es mucho más profunda la energía de otros solo puede afectarnos si encuentra algo dentro de nosotros que le de cabida quizás suena extraño incluso Injusto pero observa más de cerca Hay algo en nuestras reacciones un temor oculto una inseguridad tal vez una emoción no resuelta que se despierta con su actitud su frustración sin que ellos mismos lo sepan toca una cuerda
interna que muchas ve desconocemos que está ahí no estamos hablando de una coincidencia consciente no es que intencionalmente te alineas con su energía pero su negatividad actúa como un espejo reflejando aspectos internos que has mantenido ocultos enterrados en el ruido de la vida cotidiana tal vez se trate de un ligero enfado que llevabas tiempo ignorando una frustración que ni siquiera habías reconocido o una sensibilidad latente y así en lugar de mantenernos firmes en nuestra Paz nuestra reacción toma forma como resistencia nos empujamos contra su energía la rechazamos la enfrentamos pero en esa resistencia hay un
secreto no la disolvemos la amplificamos piensa en esos momentos en los que la actitud de alguien parece arruinar tu día quizás fue una palabra cortante un tono áspero o un gesto considerado en ese instante algo se activa dentro de ti algo que no estaba presente unos minutos antes por qué porque su energía despertó algo que ya estaba ahí esperando en las sombras es un ciclo que si no entendemos puede atraparnos en una lucha constante con las emociones de los demás y con las nuestras propias la solución Entonces no está en controlar el estado emocional de
otros no está en evitar a las personas negativas o en cambiar su comportamiento está en aprender a anclarnos en nuestra propia presencia en ese estado de ser que no se ve arrastrado por la turbulencia externa la presencia es como ser una roca firme en medio de un mar agitado las olas de emociones pueden golpearte incluso salpicarte pero no pueden mover tu núcleo este estado no llega Por casualidad requiere una práctica consciente un compromiso con la idea de que el poder para mantener tu Paz está siempre dentro de ti pero Cómo se cultiva esta presencia todo
comienza con una pausa en lugar de reaccionar automáticamente ante la negatividad detente respira profundamente en ese breve instante creas un espacio entre el estímulo y tu respuesta un espacio en el que puedes elegir Ese es el poder de la presencia te permite ser el observador de tu reacción no su prisionero Cuando alguien a tu alrededor está lleno de frustración o enojo no necesitas absorber su energía ni resistir la simplemente obsérvala como lo harías con una nube pasajera en el cielo la presencia no es un acto de indiferencia es un acto de conciencia plena es estar
completamente aquí plenamente conectado con lo que está sucediendo pero desde un lugar de estabilidad Cuando practicas esto algo mágico ocurre las emociones de los demás pierden su fuerza sobre ti no porque hayan cambiado sino porque has dejado de darles el poder de definir tu estado interno imagina ser Esa roca inamovible y tranquila las olas siguen llegando pero no pueden arrastrarte no es fácil al principio nuestra tendencia natural es resistir luchar empujar hacia afuera pero en esa lucha nos desgastamos En cambio cuando nos rendimos al momento presente descubrimos que no hay necesidad de luchar solo de
estar la práctica de la presencia transforma cómo experimentamos las emociones tanto nuestras como las de los demás nos permite verlas como lo que realmente son estados temporales que vienen y van como las mareas y cuando eliges la presencia cuando decides mantenerte anclado en tu propio ser descubres que ninguna tormenta externa puede alterar tu calma interior cuando nos enfrentamos a la negatividad de alguien más nuestra primera reacción suele ser cerrarnos o ponernos a la defensiva Pero qué pasaría si en lugar de verlo como una amen nos permiti observar esa energía desde un lugar de compasión este
enfoque no significa justificar comportamientos dañinos ni tolerar lo intolerable sino más bien reconocer que detrás de cada actitud negativa hay una lucha interna que no siempre somos capaces de ver pensemos en esa persona que nos habla con dureza o impaciencia es fácil percibirla como una fuente de conflicto pero qué tal si intentamos mirarla de otra manera Qué pasaría si por un momento nos permitimos considerar que su frustración proviene de un lugar de dolor de confusión o incluso de una desconexión consigo misma la compasión no significa absorber su energía ni permitir que nos arrastre sino verla
con ojos humanos entendiendo que su negatividad no es más que un reflejo de su estado interno no un ataque directo hacia nosotros es aquí donde ocurre un cambio significativo cuando elegimos responder con compasión en lugar de reaccionar con juicio alteramos la dinámica lo que antes era una interacción cargada de tensión se convierte en una oportunidad para mantenernos presentes y en calma no siempre será fácil porque nuestra mente a menudo quiere protegernos quiere tener la razón quiere pelear pero si dejamos que la compasión nos guíe descubriremos que podemos conectar con los demás sin permitir que su
tormenta interior se convierta en la nuestra sin embargo hay algo importante que Debemos entender compasión no significa sacrificar nuestra paz por la de otros no significa permitir comportamientos tóxicos sin establecer límites y aquí es donde entra en juego la aceptación aceptar que no podemos cambiar a los demás es uno de los pasos más liberadores que podemos tomar esto no significa resignarnos ni rendirnos sino reconocer que el control que deseamos tener sobre los estados emocionales de otras personas es una ilusión todos tenemos días en los que desearíamos que los demás fueran más amables más comprensivos o
simplemente menos intensos en sus emociones pero cargar con esa expectativa no solo es agotador sino que crea una resistencia constante en nuestro interior aceptar que las personas son como son con sus luchas y Sus emociones nos permite soltar ese peso este acto de aceptación abre la puerta para que establezcamos límites saludables límites que no buscan apartar a los demás sino proteger nuestra propia Paz imagina que estás rodeado de una burbuja de energía Clara y luminosa esa burbuja No aísla ni separa pero te protege te permite estar presente con los demás escuchar sus palabras sentir su
energía pero sin dejar que te afecte Más allá de lo que decides permitir los límites funcionan de la misma manera son un acto de respeto hacia uno mismo una afirmación de que nuestro bienestar emocional también importa a menudo personas que están atrapadas en su propia negatividad buscan una reacción tal vez lo hagan inconscientemente pero están buscando algo a lo que aferrarse un enfrentamiento una validación incluso tu simpatía sin embargo cuando no alimentamos esa energía algo cambia no significa que su negatividad desaparezca de inmediato pero sin una reacción que la refuerce pierde fuerza y con el
tiempo esta falta de retroalimentación puede llevarlos a reflexionar sobre su propio comportamiento pero lo más poderoso de todo esto no es el efecto que tiene en los demás sino en nosotros mismos cada vez que elegimos no reaccionar cada vez que elegimos la presencia la compasión y los límites fortalecemos nuestra paz interior descubrimos que el verdadero cambio no ocurre tratando de modificar a los demás sino transformándonos a nosotros mismos en lugar de ser Víctimas de las tormentas emocionales de otros nos convertimos en un puerto seguro un lugar de calma que no se tambalea ante los vientos
de la negatividad externa este proceso nos lleva a una verdad profunda nuestra Paz no depende de lo que ocurre a nuestro alrededor sino de cómo elegimos responder a ello y esta comprensión nos libera nos permite ver que incluso en medio del caos tenemos el poder de permanecer anclados y en ese anclaje encontramos no solo Paz sino también fuerza una fuerza que no necesita imponerse ni confrontar porque simplemente es al practicar esto algo maravilloso comienza a suceder no solo nos sentimos más ligeros menos afectados por los altibajos emocionales de los demás sino que también nos convertimos
en un ejemplo para ellos mostramos a través de nuestra propia serenidad que hay otra manera de estar en el mundo No necesitamos palabras para transmitirlo nuestra calma Habla por sí misma en última instancia cada encuentro con la negatividad de otros es una oportunidad para crecer nos reta a practicar la paciencia la compasión y la presencia Y aunque no siempre será fácil vale la pena aprovecho para enviar un agradecimiento especial a los nuevos miembros del Canal Sara Lidia y Edgar ierto Muchas gracias por su apoyo si llegaste hasta aquí recibe como siempre Un fuerte abrazo en
nombre de todo el equipo como siempre es un placer contar con tu compañía Un día más nos vemos pronto mantente despierto