CONSUMISMO | Zygmunt Bauman

qué va a pasar cuando nuestras necesidades básicas sean satisfechas que vamos a buscar bueno el futuro llegó hace rato la sociedad ha evolucionado y ya no alcanza con saciar las exigencias inalienables de nuestro organismo sino que promueve la búsqueda de satisfacción de los deseos que ella misma crea y estimula para mantenerse en funcionamiento cuántas cámaras le hacen falta a tu próximo teléfono cuánto afecta a un nuevo esquina el rendimiento de tu juego gratuito tantas faltas te hacía comprarte una pc de la nasa si se te siguen cayendo los streams hoy vamos a hablar de la

incansable búsqueda de la felicidad y la sociedad de consumo creatividad marketing de los licenciados michigan y la publicidad en venderle a alguien que realmente no necesita usted está de acuerdo con esa definición podría hacerse de manera que usted en la universidad aprende a cómo chuparle a alguien que en realidad no necesita haciéndole creer que de esa manera va a ser más feliz [Música] el marketing nos bombardea con promesas de una vida más feliz la satisfacción máxima de todos nuestros deseos pero a su vez necesita afrontar sistemáticamente ese cumplimiento para garantizar un deseo de constante movimiento

en las montañas del deseo el instante antes de adquirir aquello que tanto deseamos representa la cumbre y después es cuesta abajo podemos estar más o menos de acuerdo pero busca en el fondo de tu corazón y confirma me si al final no fueron mucho más grandes las expectativas de tener el producto en tus manos las críticas al consumismo nacieron durante el siglo pasado pero no fue hasta hace muy poco que empezaron a percibir realmente una de sus características más decisivas la sociedad de trabajadores que se empoderó e infectó todas las esquinas del siglo 20 fue

suplantada por la modernidad líquida y su sociedad de consumidores hasta la instauración total de su distopía por medio de las redes sociales en el vídeo de hoy vamos a hablar y analizar los textos de sigmund ado manso en la sociedad de consumo y cómo nos convertimos en lo que consumimos [Música] analicemos un día cualquiera de nuestra vida y un día cualquiera de la gente que nos rodea vamos a notar que el querer el desear es la bisagra principal de nuestra sociedad anda preguntarle a tu abuelo si no cree que las cosas antes estaban hechas para

durar que existían para desear una necesidad y nada más ahora todo parece descartable y se programa para durar menos que un lustro acompañemos los nuevos lanzamientos con presentaciones espectaculares que casi nunca justifican cambiar el mismo producto que nos vendieron el año pasado o comprar el mismo juego con un nombre diferente o elegir como artista del año una persona que si no pudiese diferenciar por su voz te será imposible reconocer entre otros artistas que llenan la lista de los 100 más escuchados y que tampoco puedes reconocer del millón que le siguen después hay algo que tenemos

que entender el consumismo no es un atributo del individuo sino de una sociedad mediante la cual se nos extrae todo nuestro deseo todo nuestro querer y se transforma en una fuerza externa que sirve para impulsar el funcionamiento de las operaciones de la sociedad si logramos a llenar sus deseos individuales y transformarlos en una fuerza externa vamos a poder fijar un rumbo para todos los individuos que componen este recorte de la sociedad su efectividad radica en la característica que lo vuelve invisible esta separación del deseo no se consigue mediante la cuestión sino mediante la estimulación multiplicación

y seducción de nuestros apetitos y deseos ante la oferta constante de productos que nos prometen la satisfacción plena un mecanismo que está tan arraigado que nos hace creer que la elección es nuestra y no que fue instalada en nosotros a través de sus sofisticados instrumentos publicitarios desde una hamburguesa que no se parece a la del cartel pasando por la figura humana retocada digitalmente hasta la imagen del producto es puramente ilustrativa estas promesas resultan ser ilusiones construidas que jamás realizan plenamente lo que prometen creemos que cada instante en el tiempo contiene una posibilidad de otro big-bang

sin importar qué haya sucedido en los anteriores y pese a que esta experiencia demuestre que la mayoría de las oportunidades suele ser erróneamente anticipadas o postergadas mientras que la mayoría de los puntos resulten estériles y cuando no nacen muertos pese a la frustración posterior ante lo exagerado y lo engañoso de la publicidad no aprendemos nada tras las múltiples experiencias de error sino que recabemos en un olvido sistemático olvido garantizado por nuevas oportunidades de felicidad la constante persecución y la costumbre desechar rápidamente aquello que nos empieza a resultar frustrante u obsoleto porque esa felicidad para descartar

el desprecio de lo viejo por lo nuevo el recambio facilita el salto hacia un nuevo objetivo de consumo por qué deberíamos aplazar la satisfacción de un big-bang este conjunto de aspectos es imprescindible para mantener la circulación al siglo de consumos y desechos para que no se paralice por una satisfacción plena o definitiva la sociedad de consumo necesita mantener esta contradicción para sostenerse en la vida de sus miembros eleva la importancia y la economía tanto que promueve la desafección disminuye la confianza y hace más grande el sentimiento de inseguridad mientras que promete la felicidad debe mantener

el deseo de falta y mantener al sujeto en su perpetua infelicidad nada nos sacia y terminamos siendo esclavos de ellos el secreto mejor guardado de la sociedad de consumo es recompensar la participación con la inclusión social otorgándole al pagar el precio más caro de todos transformarlos a ellos mismos en un producto consumismo hay que entender este como un término que escapa en los lugares donde tradicionalmente lo utilizamos y descartamos por una definición un poco más abarcativa así la inclusión social es la oportunidad de participar de manera plena en la vida social para poder pertenecer y

no ser excluido de la sociedad vigente el individuo se ve forzado a volverse a él mismo en un muy buen producto status quo lo que en nuestro caso representa volverse en un buen producto de consumo en medio de una inmensa oferta existente y consumir aquellos que puedan trasladar sus propios valores adquiridos de este modo la sociedad evalúa constantemente a los individuos en base a sus reconocimientos consumistas y su cualidad de ser objetos deseados de consumo recompensa incluyendo los gradualmente en los estratos sociales ascendentes y castiga excluyendo a aquellos que no cumplen estos estándares los gadgets

que portamos la ropa que vestimos los autos que manejamos la comida que comemos o la bebida que tomamos se vuelven emblemas que indican a quienes están atrapados dentro de este ciclo el extracto social al que pertenecemos la sociedad de consumidores implica un tipo de sociedad que promueve alienta o refuerza la elección de un estilo o una estrategia de vida consumista y que desaprueba toda opción cultural alternativa una sociedad en la cual amoldarse a los preconceptos de la cultura del consumo enseñarse estrictamente en ellos es a todos los efectos prácticos la única elección unánime aprobada una

opción viable y por lo tanto plausible y un requisito de pertenencia este modelo es viable en un escenario de exhibición donde el construido y en soy se presenta en nueva sociedad para la aprobación implícita de como un choque es alguien las redes sociales robots izaron este sabor dotándolo de un alcance global y los instrumentos que antes eran exclusivos del marketing son inducidos en los individuos que se ven obligados a desplegar los en la tarea titánica de saber venderse nos convertimos a nosotros mismos en algo sorprendente en objetos de deseo de seducción ahora la satisfacción del

deseo propio no es suficiente tarea cotidiana exponer la versión más vendible de nuestras vidas privadas este deseo de aprobación es tan fuerte porque se aferra a uno de los miedos más profundos de la humanidad el miedo a la exclusión porque si somos seres sociables que sólo persisten gracias a enmarañado sistemas de cooperación social el exilio es sinónimo de muerte antes literal hoy emocional la mayoría de nosotros en el mundo contemporáneo tenemos miedo a ser abandonados de que nos dejen solos de perder el contacto con la vida que nos rodea es el miedo más importante que

tienen las personas está en nuestras peores pesadillas aunque no lo digamos abiertamente estoy solo me han expulsado [Música] de esta forma podemos entender las bases fundamentales en las cuales se aferra la sociedad de consumo que más que satisfacer el consumo en sí satisfacer nuestros deseos primitivos de supervivencia mediante la pertenencia somos lo que consumimos y es lo que consumimos aquello que nos dota de la identidad porque si podemos desprender el individuo de sus deseos si le presentamos una identidad que puede adoptar y llenar ese vacío y esta identidad la construimos a base de instrumentos de

consumo que sofisticados mediante la repetición de aquellas características que probablemente funcionan en ese mismo vacío que el marketing género estamos sembrando las semillas para que el individuo se desarrolle en un sujeto que se ajusta a lo que nosotros queremos vender en vez de lo que los productos deban ajustarse a las necesidades infinitas de las individualidades humanas entonces si cada persona es un mundo entenderíamos por de un producto no siempre cumple con el 100% de las expectativas pero sin embargo hay un único producto o una visión dietética o sin azúcar de este resumen buena manera lo

que bauman considera finalmente como uno de los principales daños colaterales de la sociedad en la que vivimos la vida de consumo establece y asegura la transformación total y absoluta de la vida humana en un bien de cambio mi punto es que las técnicas de humillación utilizada por los nazis para ejercer el control sobre los prisioneros están siendo implementadas de manera inversa hoy por la industria de la publicidad y la televisión que confabulados con los centros de poder debilitan dominan y abusan del resto de los integrantes la sociedad