¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas parecen atraer la prosperidad tan fácilmente mientras que otras luchan constantemente para pagar sus deudas? ¿Y si te dijera que la respuesta a esa pregunta está oculta en las páginas de la Biblia? En este video, revelaremos cinco hábitos sorprendentes que, según las Sagradas Escrituras, pueden impulsar tu prosperidad financiera.
Quédate conmigo hasta el final, porque sin estos cinco hábitos, es improbable que te vuelvas rico. El hábito número tres y el número cinco son los mejores, así que no salgas de este video, ya que seguramente te agregarán mucho valor. Vamos a empezar.
¿Alguna vez has pensado en qué diferencia a las personas que alcanzan el éxito financiero de aquellas que no lo hacen? ¿Te has preguntado por qué algunas personas logran hacer crecer su dinero mientras que otras siempre están luchando para pagar las cuentas y sienten que su situación financiera está estancada, sin avances? Muchos creen que la prosperidad, o la falta de ella, es consecuencia del sistema en el que vivimos o de cómo se distribuye el dinero en la sociedad.
Estos factores ciertamente juegan un papel, pero no son los únicos culpables. Según un estudio realizado por Flux, alrededor del sesenta por ciento de los milmillonarios construyeron su propia riqueza mediante trabajo duro y dedicación. Esto nos lleva a la pregunta central: ¿qué hace a alguien rico?
¿Cuál es el secreto para volverse próspero? Es importante notar que los resultados financieros que alcanzamos son el fruto de nuestros hábitos relacionados con el dinero. Para acumular riqueza, es esencial desarrollar hábitos que fomenten nuestra prosperidad.
Nuestros hábitos financieros son la expresión directa de las decisiones que tomamos a diario. Creas o no, la Biblia, que muchos consideran una guía espiritual, también ofrece valiosas orientaciones sobre cómo manejar nuestras finanzas para lograr el éxito. Las Sagradas Escrituras contienen enseñanzas sobre comportamientos y prácticas que pueden llevarnos al progreso económico, y es precisamente sobre estos hábitos que hablaremos en este video, mostrando cómo adoptarlos puede transformar tu vida financiera.
Comencemos con una observación importante: la Biblia no garantiza riqueza material a nadie, ni siquiera a los cristianos más devotos. Esto significa que no debemos esperar ni exigir riquezas de Dios solo por seguir los enseñanzas bíblicas. Sin embargo, no podemos ignorar que aquellos que aplican los principios financieros descritos en las Escrituras tienden a disfrutar de una mayor prosperidad, no solo espiritualmente, sino también en sus vidas familiares y financieras.
Al adoptar los consejos bíblicos, estarás posicionándote de manera que facilita la prosperidad financiera. Sin embargo, es esencial entender que esto no debe ser visto como un trato con Dios. No debemos exigir nada a cambio de nuestra obediencia a los principios divinos, sino seguirlos creyendo que son sabios y correctos.
Con esto claro, profundicemos en los cinco hábitos que la Biblia sugiere para alcanzar la prosperidad. Estos hábitos no solo tienen el potencial de transformar tu vida financiera, sino que también pueden traer beneficios a tu vida espiritual y armonía en tu hogar. Con el tiempo, al adoptar estas prácticas como parte de tu rutina, verás que están basadas en sabiduría ancestral y tienen un impacto positivo en diversas áreas de tu vida.
Por lo tanto, mantén una mente abierta y un corazón dispuesto al cambio. Estos hábitos son más que simples consejos financieros; son principios de vida que pueden guiarte hacia un futuro más próspero y equilibrado. Vamos a explorar estos hábitos enriquecedores que la Biblia nos ofrece.
Comencemos hablando sobre el primer hábito crucial para prosperar: vivir por debajo de tus medios. Este hábito esencial implica gastar consistentemente menos de lo que ganas. En otras palabras, significa no destinar todo tu salario o ingreso al consumo, siempre dejando una parte reservada.
Esta práctica prudente es ampliamente recomendada en la Biblia. ¿Recuerdas la historia de José en Egipto? Durante los siete años de abundancia, José aconsejó al faraón almacenar una parte de la cosecha anticipando los siete años de escasez que vendrían.
Esta estrategia de vivir con menos de lo recibido permitió a Egipto enfrentar la escasez y prosperar sorprendentemente durante un período de crisis. Este ejemplo bíblico refleja la importancia de mantener una reserva financiera para tiempos difíciles. Además, hay otra valiosa lección en Proverbios, capítulo veintiuno, versículo veinte, que dice: "En la casa del sabio hay tesoros preciosos y aceite, pero el insensato todo lo derrocha".
Este versículo enfatiza la prudencia de ahorrar y no gastar todo de una vez. Los sabios son aquellos que acumulan recursos esenciales, mientras que los insensatos gastan imprudentemente sin pensar en el futuro. Muchas personas hoy en día no tienen el hábito de vivir por debajo de sus medios.
Terminan gastando todo lo que ganan o incluso más, a través de deudas y compras a plazos. Este comportamiento impide la formación de una reserva financiera y dificulta alcanzar la prosperidad. Para revertir esta situación y comenzar a pavimentar el camino hacia el éxito financiero, es crucial adoptar el hábito de vivir por debajo de tus medios.
Por lo tanto, comienza evaluando tus gastos e identificando dónde puedes recortar costos innecesarios. Establece un presupuesto que te permita ahorrar regularmente una parte de tus ingresos. Con disciplina y persistencia, verás que es posible construir una base sólida para tu futuro financiero.
Adoptar este hábito no solo te ayudará a evitar crisis, sino también a aprovechar mejor las oportunidades que surjan a lo largo de la vida. Si te gustó el consejo número uno, seguramente apreciarás los otros cuatro. Comenta de esta manera: "El secreto de la prosperidad está en la Biblia".
Cuando vea tu comentario, te daré un corazón. Ahora que has comentado, continuemos con el hábito número dos. Hábito número dos: Tener más de una fuente de ingresos.
El segundo hábito que trae riqueza es tener múltiples formas de ganar dinero, como dice el antiguo dicho: "No pongas todos tus huevos en una sola canasta". ¿Por qué? No debemos hacerlo porque si esa canasta se cae, perderemos todos los huevos que pusimos en ella.
La forma más obvia de reducir riesgos es poner los huevos en diferentes canastas. Estoy seguro de que ya has escuchado esto antes, después de todo, casi todo el mundo conoce este dicho. Pero saber algo no es lo mismo que ser sabio, y saber no es lo mismo que actuar.
Insisto en esto porque, desafortunadamente, pocos realmente lo ponen en práctica en sus vidas. Depender de una única fuente de ingresos es como poner todos tus huevos en una sola canasta. No importa si has tenido un trabajo estable durante muchos años o si eres bien remunerado como empleado.
No importa si tienes un negocio que ha estado funcionando muy bien durante mucho tiempo. Dependiendo de una única fuente de ingresos es muy arriesgado. ¿Por qué?
Porque los trabajos no duran para siempre, los negocios pueden fracasar, los salarios pueden perder valor, incluso los de los empleados públicos, y los imprevistos seguramente ocurrirán tarde o temprano. Hablando de eso, observa lo que dice el Libro de Eclesiastés, capítulo once, versículo seis: Siembra tu semilla por la mañana y por la tarde no dejes descansar tus manos, porque no sabes cuál prosperará; si esta o aquella, o si ambas serán igualmente buenas. " Reflexiona sobre mi consejo, desarrolla el hábito de tener múltiples fuentes de ingreso.
Como cualquier hábito, este se construye con el tiempo y la práctica. Tengo amigos que siguen este hábito; siempre que paso tiempo con ellos, aprendo mucho sobre esta práctica. Continuamente hablan sobre cómo crear nuevas fuentes de ingreso.
Recuerdo un día en un restaurante con uno de esos amigos: estábamos almorzando y discutiendo cómo el lugar podría ser más rentable y financieramente seguro. Miramos hacia la caja registradora y comentamos que deberían vender postres, chocolates y dulces a los clientes que acababan de comer. Observamos cómo se comportaban los clientes y rápidamente surgieron ideas sobre qué podrían ofrecer en el restaurante para aumentar los beneficios.
Honestamente, aquellos que tienen el hábito de crear fuentes de ingreso siempre están buscando nuevas oportunidades. Haz de esto también un hábito y verás cómo tu vida financiera puede diversificarse y crecer. Hábito número tres: tener una reserva financiera.
Sin duda, el tercer hábito es tener una reserva financiera. Esta reserva implica separar una cierta cantidad de dinero para utilizar solo en situaciones de emergencia. Estas emergencias pueden ser tanto positivas, como una increíble oportunidad de estudiar en el extranjero o una oferta de negocio demasiado buena para ignorar, como negativas, como perder un trabajo o enfrentar problemas de salud.
Honestamente, me sorprende que muchas personas aún no entiendan la importancia vital de tener una reserva financiera. Creo que si todos supieran cuán beneficioso es tener ese dinero guardado, todos lo harían. Piensa un poco en lo que la Biblia nos enseña: en Egipto, durante los siete años de abundancia, crearon una reserva financiera que les otorgó un enorme poder económico, como sabemos por los registros y descubrimientos arqueológicos.
Este poder no surgió de la nada, sino en gran parte gracias a la reserva financiera que José ayudó a crear. Muchas personas se preguntan si deberían ahorrar dinero solo cuando están seguras de que enfrentarán tiempos difíciles. Pero, por favor, presta atención: los tiempos difíciles son inevitables.
La Biblia, en Eclesiastés, capítulo nueve, versículo uno, dice: "Me volví y vi debajo del sol que no es de los rápidos la carrera, ni de los fuertes la batalla, ni de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los entendidos el favor; pero todo depende del tiempo y del azar. " Esto nos muestra que, independientemente de nuestra condición espiritual, todos enfrentamos desafíos inesperados. Por lo tanto, es una actitud sabia estar preparado.
Una manera efectiva de prepararse es creando una reserva financiera. Como se dice, el dinero puede ser una verdadera protección en tiempos de dificultad. Esto se confirma una vez más en la Biblia, en Eclesiastés, capítulo siete, versículo doce: "Porque el dinero es una defensa, y las ventajas del conocimiento son defensivas; pero la excelencia del conocimiento es que la sabiduría da vida a su poseedor.
" Además del fuerte potencial de protección que ofrece una reserva financiera, también es un hábito enriquecedor. Imagina a un joven que acaba de casarse y pierde su empleo. Para muchos, perder un trabajo en esa situación podría ser desastroso, pero muchos ya conocen la importancia de tener una reserva financiera, como enseña la Biblia.
Hablo por experiencia propia: perdí mi empleo en un momento inesperado, pero tenía una reserva ahorrada que me sostuvo durante más de un año. Fue esa reserva la que me permitió seguir mi sueño de dedicarme completamente a transformar vidas, enseñando principios bíblicos sobre finanzas, sin necesidad de un empleo fijo y evitando el complicado tráfico diario de mi ciudad. Con esa tranquilidad financiera, pude enfocarme en mi misión de vida.
Esto destaca la enorme diferencia que un fondo de emergencia puede hacer, no solo como una red de seguridad, sino también como una base para futuras oportunidades. Hábito número cuatro: hacer inversiones. Recuerda que los hábitos que te ayudan a enriquecer, como vivir dentro de tus medios financieros, tienen un propósito importante: permitirte invertir.
No hay duda de que desarrollar el hábito de invertir en acciones, bonos, bienes raíces, negocios y otros productos proporcionará una vida financiera mucho más cómoda y exitosa. La Biblia nos ofrece varios ejemplos y consejos sobre la importancia de la inversión. Un ejemplo significativo es la parábola de los talentos contada por Jesús en Mateo, capítulo veinticinco.
En resumen, esta parábola habla de un hombre rico que confió sus bienes a sus siervos, dando a cada uno una suma de dinero según sus habilidades. Algunos de esos siervos usaron el dinero recibido para invertir y lograron multiplicar lo que tenían. Sin embargo, uno de los siervos simplemente guardó el dinero recibido sin invertirlo.
Cuando el amo regresó, confrontó a este siervo y le dijo: "Debiste haber dado mi dinero a los banqueros, y yo, al regresar, habría recibido lo mío con intereses. Mateo, capítulo veinticinco, versículo veintisiete dice: "Por tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al volver yo, recibiría lo que es mío con interés. " Todo lo que tenemos proviene de Dios, y él desea que hagamos crecer estos recursos.
Esto incluye nuestros recursos espirituales, familiares y, por supuesto, financieros. Por lo tanto, si realmente deseas una vida financiera más próspera, necesitas aprender a invertir. Invertir es una elección que te permite hacer que el dinero trabaje para ti, en lugar de trabajar solo por dinero.
Es el camino hacia alcanzar la libertad financiera. Admito que al principio, el hábito de invertir puede parecer complicado e incluso intimidante, especialmente cuando se trata del mercado financiero y sus productos. Puede resultar intimidante abrir una cuenta en una corredora, transferir dinero a esa cuenta y decidir en qué productos financieros invertir, ya sea en renta fija o variable.
Pero aquí está mi consejo: no dejes que el miedo te paralice. Con el tiempo, a medida que aprendas y ganes experiencia, te sentirás más confiado y los resultados comenzarán a aparecer. Sobre la importancia de invertir, imagina que cada real invertido es como una pequeña semilla plantada.
Con el tiempo, esta semilla crece, se convierte en un árbol fuerte y puede dar muchos frutos. Comienza con pequeñas cantidades, ganando experiencia y conocimiento gradualmente. Hoy en día, hay innumerables recursos disponibles para aquellos que desean aprender más sobre inversiones: libros, cursos, videos y la ayuda de profesionales en el campo.
Muchos comienzan con inversiones en renta fija, como el Tesoro Directo o los CDB, que generalmente ofrecen más seguridad. A medida que se sienten más seguros, comienzan a diversificar su cartera incluyendo opciones de mayor riesgo y potencialmente mayor retorno, como acciones y fondos inmobiliarios. Además, invertir no se trata solo de dinero.
Cuando inviertes en conocimiento, habilidades y relaciones, estás aumentando tus posibilidades de éxito en todas las áreas de la vida. Cuando la Biblia habla sobre multiplicar nuestros talentos, nos está animando a administrar bien todo lo que recibimos, multiplicándolo y haciendo un buen uso de esos recursos. Finalmente, recuerda que invertir es una jornada a largo plazo, y los frutos de este hábito vendrán con paciencia y perseverancia.
No esperes resultados inmediatos; piensa en las inversiones como algo para cosechar en el futuro. Así, cuando enfrentes adversidades o desees un poco más de libertad y comodidad, tus inversiones estarán ahí para apoyarte. El quinto hábito enriquecedor, según la Biblia, es buscar la sabiduría.
En Proverbios se dice: "Bienaventurado el hombre que halla sabiduría, y el hombre que obtiene inteligencia; porque es mejor su ganancia que la ganancia de la plata, y su fruto que el oro fino. " Para alcanzar la prosperidad financiera, inevitablemente el camino pasa por buscar la sabiduría. Pero, ¿qué es la sabiduría?
Una de las mejores definiciones de sabiduría es que es conocimiento puesto en práctica. Presta mucha atención a esto. La sabiduría es saber cómo hacer algo, es convertir el conocimiento en acción.
Necesito enfatizar este punto porque tener conocimiento y no aplicarlo tiene poco valor. Lo que realmente importa es el conocimiento en acción. Por ejemplo, muchas personas saben que ahorrar dinero es importante, pero pocas son lo suficientemente sabias para realmente hacerlo.
Al escuchar lo que dijiste sobre la importancia de vivir por debajo de tus medios, desafortunadamente solo un pequeño número de personas tendrá la sabiduría para ponerlo en práctica. Mira lo que dice Proverbios, capítulo trece, versículo dieciséis: "Todo hombre prudente obra con conocimiento, pero el necio divulga su necedad. " Esto significa que necesitas adquirir conocimiento y, cuando se trata de finanzas personales, necesitas aprender sobre formas inteligentes de ganar dinero, entender ingresos pasivos, la importancia de un fondo de emergencia, aprender sobre inversiones, acciones locales y extranjeras, fondos de inversión, renta fija, entre otros.
Pero además de obtener este conocimiento, necesitas adquirir sabiduría, es decir, poner en práctica lo que has aprendido. Aquí están los cinco hábitos que enriquecen: vivir por debajo de tus medios, tener múltiples fuentes de ingreso, crear un fondo de emergencia, invertir y buscar sabiduría. Tengo dos noticias para ti, una buena y otra que puede no ser tan emocionante.
La buena noticia es que cada uno de estos hábitos tiene el potencial de transformar completamente tu vida. Hablo desde mi experiencia personal, ya que he visto una mejora significativa en mi vida al adoptar y practicar cada uno de estos hábitos. Cuando comencé a vivir más económicamente, mi vida mejoró significativamente.
Lo mismo sucedió cuando busqué más de una fuente de ingreso. Del mismo modo, cuando creé mi fondo de emergencia, me sentí mucho más seguro. Cuando comencé mis inversiones y, lo que es más importante, cuando comencé a buscar incansablemente sabiduría financiera, vi cambios positivos suceder.
La noticia no tan buena es que adquirir estos hábitos no es una tarea fácil y no ocurrirá de la noche a la mañana. Si te gustó este vídeo, por favor, dale like y suscríbete al canal para no perderte ninguno de nuestros futuros vídeos. Y para demostrar que eres persistente y viste hasta el final, cuando vea tu comentario, te daré un corazón.