Debemos aprender cómo "usar" la Sangre de Cristo en el día de hoy. Tal como aprendimos que el Nombre de Jesús nos fue dado para utilizarlo, vemos ahora que ocurre lo mismo con la Sangre y debemos aprender a utilizarla. Tener una cosa no produce ningún beneficio a menos que se sepa cómo utilizarla con propiedad.
Si yo tuviera un automóvil en mi garaje pero no supiera conducir, no me llevaría a donde necesito ir. Si tuviera una estufa en mi cocina pero no sé cómo usarla no me sería útil para preparar mis alimentos y los de mi familia. Si tuviera un sistema de alarma en la casa pero no supiera cómo usarlo, no me proporcionaría mucha protección contra los ladrones.
Los creyentes tienen la Sangre de Jesús pero solo unos pocos comprenden su valor. Pocos saben cómo usarla en su vida cotidiana para obtener provisión, para protegerse a sí mismos y proteger lo que les pertenece. Para comprender plenamente el rol y la función de la Sangre en nuestra vida diaria, demos una mirada al antiguo Testamento.
En los tiempos de Moisés antes de salir de Egipto, Dios ordenó que cada familia tomará un cordero, con el cual celebrarían la pascua y la sangre deberían rociarla sobre el dintel de la puerta como señal de protección, para que cuando llegara el ángel de la muerte, pasara de largo por éstos lugares marcados con la sangre y no muriera el primogénito de esa familia. En ese sentido hoy vamos a usar la preciosa sangre de Jesús, pues hay poder en ella para librarnos de la muerte, de la enfermedad, miseria y pobreza. Para ello acerquémonos a la cruz de Cristo y tomemos de esa sangre poderosa con la cual podemos limpiar nuestra vida y ser libres de todo ataque del enemigo.
Acompáñame en esta oración y preséntale a Dios el área de tu vida que necesita de esa protección y de forma simbólica toma de la sangre poderosa de Jesús y aplícala diciendo con tus palabras y expresando lo que necesitas liberar, cambiar o purificar en tu vida. Vamos a hablarle al Padre lo que hay en tu corazón y hasta el momento te ha quitado la paz. Y dile en oración: Amado Dios, hoy presento mi casa delante de ti, mi hogar necesita ser tocado por tu Presencia, hoy tomo la sangre de Jesús y la pongo sobre cada pared, puerta y ventana de mi lugar de vivienda, mi casa es protegida de todo robo, o daño que el enemigo quiera traer sobre mi vida y hogar.
Cubro con la sangre de Cristo a cada miembro de mi familia y declaro protección sobre ellos de todo accidente o mal que quiera sobrevenir a sus vidas. Cubro con la sangre de Jesús, mi vida, y por ello me declaro libre de toda opresión y todo pensamiento que me quiera robar la paz, mi mente es llena de la mente de Cristo y toda mentalidad de desierto que no me deja avanzar, es transformada por una nueva visión y que me permite creer en tus promesas mi Dios y esperar el cumplimiento de cada una de ellas en mi vida. Limpio mi lugar de trabajo de toda envidia, rivalidad o competencia desleal, que el enemigo quiera poner para frustrar mi avance, a la hora de ver cumplidas mis metas laborales.
La sangre de Cristo que tiene poder, es aplicada sobre mi cuerpo y allí tú elevas mis defensas y anticuerpos, la aplico sobre cada órgano, logrando que mi salud cada día sea mejor y pueda dar testimonio de la sanidad que solo encuentro en tus manos mi Jesús. Hoy pongo la sangre de Jesús sobre mi corazón, y me enseñas a perdonar, toda raíz de amargura es sacada de mi vida, toda traición es perdonada y mi corazón es sano de la de perdón, me haces libre del dolor, de la humillación y traición. Y ahora mi autoestima es restaurada, y cualquier menosprecio del pasado es borrado de mi vida y traes sanidad emocional sobre mí, pues la sangre de Cristo ha contrarrestado todo lo que el enemigo ha querido traer para afectar mis emociones.
Hoy recibo aceptación en Cristo Jesús y hay sanidad en mi autoestima, ahora tengo la seguridad que como hijo de Dios tú tomaste mi lugar Señor y la sangre que brotó de ti la pongo sobre mi vida y soy libre de todo menosprecio, heridas y humillación a la que haya sido sometido. Esa sangre que brotó de tus heridas, la pongo sobre la presión que sufre mi corazón a diario, y declaró que te llevas todo estrés, angustia y preocupación, declaró que hay poder en tu sangre Jesús, y te llevas toda ansiedad y falta de paz en mi vida. Me declaro libre porque la sangre de Jesús obra poderosamente dando libertad y paz en medio de la tormenta.
Hoy tomo la sangre de Cristo y la aplico sobre mis manos y acudo a su poder para desarrollar en mi todo talento y don que Dios me ha regalado, hoy soy más productivo y aumentas mi proyección profesional llevándome a la conquista de mis sueños, pues tú adiestras mis manos para la batalla y me das la victoria en todo oportunidad que tú presentas a mi vida. Hoy decido seguir en tus caminos mi Jesús y vivir de acuerdo en tu dirección y seguir tus enseñanzas, buscando cada día vivir para agradarte. Hoy hecho fuera de mi vida todo lo que no me deja relacionarme libremente con mi Padre celestial y toda rebeldía es erradicada de mí, no quiero seguir poniendo a prueba tu paciencia Padre, quiero ser radical y romper con todo lo que me ata al pecado y la desobediencia a ti mi Señor.
Y si estás sufriendo por cualquier atadura que oprime a tus hijos dile al Señor: Hoy vengo porque he creído la identidad que he recibido como hijo de Dios, creo que hay poder en la sangre de Jesús y puedes cambiar toda rebeldía de mi hijo, tú pagaste el precio por dar libertad a mi hijo, tu poder se hace presente y todo lo que lo domina es sometido a ti Jesús y es tu sangre lavando, liberándolo de toda adicción que esclaviza, oprime y que daña su vida. Hoy obras cambiando toda agresividad de mi hijo, tú lo transformas y me permites gozar de tu paz, al ver como mi hijo es renovado por ti, Dios. Perdón Señor, porque hasta el momento había menospreciado la preciosa y poderosa sangre de Jesús, he puesto mi confianza en seres humanos o cosas que creían podían protegerme y ser mi ayuda, pero hoy tú has hablado claramente a través de tu Palabra y me has quitado la venda, descubriendo delante de mis ojos la gran protección que tengo cuando te busco, estudio tu Palabra y me apropio de ella.
Y hoy declaro con total seguridad que hay poder en tu sangre Jesús. Gracias porque por tu sangre Jesús, hoy declaro que disfruto de libertad, sanidad, restauración, perdón y protección sobre mi casa, mi pareja, mis hijos y puedo disfrutar del gozo de la salvación y vivir una vida bajo tu protección. Señor mio y Dios mío, te abro mi corazón.
Señor, son tantas las cosas por las cuales me siento aturdido y preocupado que frente a las situaciones no sé qué hacer, cómo reaccionar o actuar. Empápame de la presencia de tu Espíritu para saber enfrentar los problemas. Tú que nunca nos dejas, que jamás nos abandonas, llénanos de Ti.
Hoy quiero ofrecerte mi vida, lo que tengo y lo que soy. Tú sabes, Señor, por qué crisis estoy pasando. Tú conoces mis sentimientos: toma mi vida, toma todo lo que decida emprender.
Guíame y oriéntame a vivir en comunión contigo; necesito de Ti, confío en que vas ayudarme a seguir adelante, confío en que Tú tienes el control de la situación, que te glorificas ante los problemas y me muestras cuan grande es tu poder. Bendito y alabado seas, Señor, gloria a tu nombre porque fijas tu mirada de amor en tus hijos. Lo declaro en el nombre poderoso de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.