¡Hola! Tanto si hablas varios idiomas como si no, este video te interesa. Todos sabemos que hablar idiomas tiene ventajas para la comunicación, pero ¿podría tener otros beneficios también?
Por ejemplo, ¿podríamos por ser bilingües ser mejores en multitasking, o tener menos riesgo de sufrir demencia? Los científicos llevan más de una década debatiendo estos temas, sin ponerse totalmente de acuerdo, claro… Lo que sí saben seguro es que usar varios idiomas cambia un poco cómo son físicamente nuestros cerebros y cómo funcionan. Y de eso vamos a hablar en este video.
Lo que te adelanto desde ya, que es una buena noticia, es que no tienes que ser bilingüe de cuna, desde que eras un bebé, para que ese aprendizaje y esa gestión de varios idiomas deje una huella positiva en tu cerebro. Ahora vamos a ver por qué. Los cerebros de las personas bilingües son físicamente un poco distintos de los de las personas monolingües: hay ciertas parcelas del cerebro relacionadas con el lenguaje que son más robustas o que cambiaron en su forma de conexión con otras.
Y estos cambios físicos son una consecuencia del uso repetitivo de las herramientas que nuestro cerebro utiliza constantemente para interpretar todo lo que nos rodea, y que se llaman procesos cognitivos. Los cuatro básicos son la percepción, la memoria, la atención y la emoción. Pues al hablar o vivir en varios idiomas se ejercitan más esos procesos cognitivos y eso deja marcas físicas en nuestro cerebro.
Ahora, es muy importante matizar aquí que estas diferencias son pequeñas, y no quieren decir que el cerebro de un bilingüe sea en general mejor que el de un monolingüe. Los dos son igual de buenos para la vida. Para entenderlo imagínate si comparáramos, por ejemplo, los brazos de una tenista con los de una deportista general.
Las dos van a tener unos brazos musculosos y fibrosos igual de útiles para la vida cotidiana, pero es que la tenista además seguro que va a tener un brazo más fuerte que el otro, porque tendrá un brazo dominante que ejercita más. Pues con el cerebro pasa algo parecido. Los científicos han notado en el laboratorio algunas diferencias funcionales entre bilingües y monolingues, y en general hasta los más escépticos con respecto a las supuestas ventajas del bilingüismo aceptan que hay tres ámbitos cognitivos en los que los bilingües tienden a desempeñarse mejor.
Y para explorarlos hablamos con el neurocientífico español Jon Andoni Duñabeitia. El primero: los bilingües tienen una mayor capacidad de memoria operativa o memoria de trabajo. La memoria de trabajo es una habilidad del ser humano para mantener una serie de elementos y trabajar con ellos durante un tiempo muy corto en el cerebro.
Por ejemplo, en unas pruebas de laboratorio, todos los participantes tenían una capacidad parecida para memorizar una secuencia aleatoria de números. Pero cuando los científicos les pidieron que dijeran esos mismos números en el orden inverso, que es más complejo, los bilingües sí eran un poco mejores. Las personas bilingües, dado que se enfrentan a situaciones contextuales, conversacionales, un poquito más duras o difíciles que las personas monolingües, parece que desarrollan de una manera un poco mejor esta memoria operativa o memoria de trabajo, con lo cual son capaces de mantener en memoria operativa más elementos.
Y además el trabajo que realizan con estos elementos es significativamente mejor que el que realizan los monolingües. Vamos ahora con la segunda diferencia operativa: los bilingües muestran una mayor capacidad para tomar la perspectiva de otra persona. Ojo, no hablamos aquí de empatía, sino de una capacidad más situacional, de poder ver la realidad desde otros ángulos.
Tienen que ser seres sociales contextualmente muy ágiles para saber cual es la lengua dominante en este momento, cual es la lengua en la que la otra persona quiere comunicarse y cual es la lengua de las que yo tengo en mi repertorio que debería utilizar en este momento. Esto se llama procesos de toma de perspectiva y las personas multilingües han demostrado, desde los niños hasta las personas más mayores, ser capaces de tener mejor toma de perspectiva que las personas monolingües. Hay un matiz en todo esto y es que estas diferencias funcionales que se observan en laboratorio no necesariamente se traducen en ventajas para la vida general o para el trabajo.
Pero sí hay un ámbito en el que estas diferencias podrían tener un impacto concreto y positivo para todos. Y eso nos lleva a la tercera diferencia de un cerebro bilingüe, que tiene que ver con un área de investigación muy reciente. Y es que el cerebro bilingüe muestra una mayor reserva cognitiva.
En otras palabras, que tiende a envejecer mejor, porque puede compensar más el deterioro que ocurre naturalmente cuando nos hacemos mayores. Lo interesante aquí es que los científicos también están observando que las personas bilingües se enfrentan en mejores condiciones a las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson. Es decir, si la enfermedad va a llegarte, va a llegarte o un poco más tarde o sus síntomas puede que sean un poco menores.
Y esto se debe principalmente al incremento de la reserva cognitiva de las personas bilingües frente a las monolingües. En el caso de las demencias, por ejemplo, los resultados muestran de media unos 4 años y medio de diferencia en la aparición de los primeros síntomas. Ahora, si no creciste en un ambiente multilingüe, no te desanimes porque parece que no hay que ser “bilingüe de cuna”, desde que uno es bebé, para beneficiarse de cierto efecto protector frente al envejecimiento.
También se observó en personas que aprendieron un idioma después de otro. De hecho, según Duñabeitia, el esfuerzo mental de aprender una segunda lengua en la edad adulta, incluso en la tercera edad, cuando tu cerebro es monolingüe, es enorme. Y eso también podría tener un efecto positivo.
Ahora, los científicos también observaron en el laboratorio dos aspectos que podríamos considerar como microinconvenientes de ser bilingüe. El primero es que los bilingües pueden tardar unos milisegundos más que los monolingües en encontrar la palabra que buscan, es como si el cajón en el que tuvieran que buscar estuviera más lleno de cosas. Y la segunda, es que en términos generales, los bilingües tienden a manejar un vocabulario un poco más reducido en sus dos lenguas que los hablantes monolingües.
Pero lo que está claro, es que no hay ninguna desventaja cognitiva por hablar varios idiomas. Así que, ya sabes, nunca es tarde para ponerse con otro.