✅ El mito de la caverna de Platón 😱☀️► Descubre sus 3 1 Significados! | Filosofía Antigua

Si quieres entender el mito de la caverna de Platón, o no quieres pero necesitas entenderlo para un examen o un trabajo, quédate a ver este vídeo porque te voy a explicar no sólo el mito en sí, sino sus cuatro significados principales. ¡Hola, filoadictos! Soy Enric, y esto es Adictos a la Filosofía, tu canal de referencia en cuestiones filosóficas, realizando en Youtube la misión ancestral de esta bella disciplina: corromper a las personas enseñándoles a pensar.

¿Qué tienen que ver entre sí películas como "Matrix", "El show de Truman" o "The Village"? Que son relecturas modernas de uno de los hits más exitosos de la historia de la filosofía: el mito de la caverna de Platón L: También conocido como la alegoría de la caverna de Aristocles, el de anchos hombros. Sí, "Platón" es un apodo que significa "el de anchos hombros", en realidad se llamaba Aristocles.

Perdón, por arruinarte la infancia. ¿Qué es el mito de la caverna? Es un relato que el filósofo Platón desarrolla en su diálogo "La República", en concreto al comienzo del libro VII.

Platón pide que nos imaginemos la siguiente escena: en lo más hondo de una caverna, hay un grupo de personas que llevan allí desde niños atados por las piernas y el cuello de manera que sólo pueden mirar la pared que tienen enfrente. Detrás del muro que los aprisiona hay un camino por el que transitan múltiples hombres transportando todo tipo de objetos fabricados o estatuas. Un poco más allá y en un lugar elevado hay una potente hoguera, de modo que la luz del fuego proyecta en la pared que miran los prisioneros las sombras de todos estos objetos que van pasando.

¿Tienes la imagen ya en la cabeza? L: Hmmmm. .

. Sí, como veis yo tengo más cadenas porque a mí con una sola no se me podría retener. Como tú quieras.

Ahora pensad lo siguiente: estos prisioneros lo único que han visto en toda su vida son esas sombras de la pared. En consecuencia, las sombras son para ellos toda la realidad, la única realidad. Discuten entre sí sobre las sombras, hacen conjeturas acerca de sus cambios y movimientos, y tienen incluso sus concursos y premios para los más sagaces a la hora de interpretar y predecir su comportamiento.

Pero nunca nunca se les ocurre pensar que puede haber algo más que eso a lo que llevan toda la vida acostumbrados. Imaginad ahora que uno de esos prisioneros, por algún motivo misterioso, es liberado y alejado de su lugar de confinamiento. L: ¿Por algún motivo misterioso?

¡Porque yo lo valgo! "¡NANI! " E: Bueno, como tú quieras, eres tú quien se lo está imaginando.

¿Cómo creéis que se va a quedar al ver a los hombres y los objetos que pasean por detrás del muro y descubrir que toda su vida ha vivido en la ignorancia y el engaño? Quizás se va a quedar un poquito así: Ua-ua-uadafaca, uat is dis xit. Ai don anderstanda [AuronPlay].

Sea como sea, el prisionero irá ascendiendo poco a poco con mucho esfuerzo por el escarpado camino hasta la salida de la cueva. Algo duro y brillante le golpea con una violencia hiriente los ojos acostumbrados a la oscuridad y tiene que llevarse las manos a la cara. Al principio pensará quizás que se ha quedado ciego, pero poco a poco su vista se irá acostumbrando a la luz.

Si antes su visión del mundo ha quedado trastocada al descubrir lo que había detrás del muro, ahora está a punto de resquebrajarse por completo. Primero, nos cuenta Platón, podrá distinguir las sombras y los reflejos de las cosas en el agua. En segundo lugar, será capaz de ver las cosas directamente.

Y, por último, estará en condiciones de mirar y contemplar el mismísimo sol en su propio dominio. L: Y esta es, en efecto, la historia de mi vida. E: ¿Tú qué crees, Leónidas?

¿Que este prisionero, cuando recuerde su vida de antes, del interior de la caverna, va a sentir nostalgia? L: ¡En absoluto! E: ¿Va a echar de menos las sombras y los honores que los prisioneros y disputaban entre sí?

L: Ni una pizca. E: Y si volviera a bajar a la caverna para contarles a todos aquello que ha descubierto, ¿crees que se le daría bien desenvolverse en ese mundo subterráneo? L: Hombre, yo creo que habiéndose acostumbrado a la luz, se habría vuelto muy torpe en las tinieblas.

Si antes quizás era un experto en el arte de adivinar el comportamiento de las sombras, ahora dudo siquiera que las pudiera distinguir correctamente. E: ¡Exacto! Hay que tener en cuenta que uno no pierde la visión solamente al pasar de la oscuridad a la luz, sino también al pasar de la luz a la oscuridad.

Y esa adquirida torpeza, nos cuenta Platón, lo convertirá en el hazmerreír de sus antiguos compañeros de cadenas, lo cual provocará que nadie le crea cuando les hable de otra realidad, más bella, más perfecta, más real, que esa que ellos pueden ver y experimentar directamente. ¿Cómo va éste a haber descubierto una nueva realidad si ni siquiera es capaz de desenvolverse en este mundo en el que vivimos? , pensarán.

L: Serán imbéciles. Perdón, es que me apasiono. E: ¿Y qué crees que podría pasar si nuestro protagonista insiste y trata de liberarlos y arrastrarlos hasta fuera de la caverna para que hagan el mismo proceso que ha hecho él?

L: Creo que se opondrían con todas sus fuerzas. Es más, me parece que, si pudieran, lo matarían. E: Eso es, en efecto, lo que dice Platón.

Ahora es un buen momento para comentar que estos fabulosos dibujos son obra de mi gran amigo Jeremías. Os voy a dejar en el comentario destacado un enlace a su instagram. Por favor, seguidlo y dadle las gracias y animadlo a que continúe dibujando mucho más.

L: Aún la entiendo porque no querías que pusiésemos mis dibujos. . .

E: A ver, Leónidas, si quieres enseño uno de ellos y que la gente compare. . .

L: Por supuesto, ¡adelante! No tengo ningún miedo. L: Bueno.

. . Ahora que lo veo, quizás tenías razón.

Esta es, pues, la alegoría de la caverna de Platón. ¿Qué os sugiere? Qué os despierta?

¿Creéis que la podéis relacionar con algo de vuestra vida en concreto? ¡Decídmelo en los comentarios! Preguntémonos ahora.

. . "¿Qué sentido tiene esto?

". (1) El significado ontológico. Recordemos que Platón divide la realidad en dos mundos: el mundo sensible (material, temporal, mutable e imperfecto) y el mundo inteligible o mundo de las ideas (inmaterial, eterno, inmutable y perfecto).

que el mundo de las sombras de la caverna representa el mundo sensible en el que vivimos y nos movemos, mientras que el exterior representa el mundo de las Ideas. Todos, para platón, en tanto que vivimos en este mundo y creemos que este mundo sensible es el único que existe, vivimos en la ignorancia más absoluta. Creemos que el mundo que nos revelan los sentidos es todo lo que hay y, en consecuencia, centramos nuestra vida en conseguir bienes materiales, placeres corpóreos, riquezas, honores pasajeros, etcétera.

Somos tan desgraciados como esos prisioneros de la alegoría, que toda su vida han vivido encadenados en la oscuridad y creen que no hay más realidad que esas sombras, cuando en verdad hay todo un mundo lleno de color ahí fuera. El prisionero que sale de la caverna es, pues, como el filósofo, que asciende la escarpada pendiente del conocimiento, alejándose anímica y afectivamente de los sentidos y lo mutable, y alcanzando la intuición intelectual de lo supremo. Este dualismo se conecta con otros dos: el dualismo epistemológico entre los sentidos y la razón y el dualismo antropológico entre el cuerpo y el alma.

De nuevo, la caverna es el reino de lo sensible y de lo material-corpóreo y el exterior de la caverna es el reino de lo inteligible y lo inmaterial o anímico. (Si quieres profundizar mucho más en todas estas nociones, dale click aquí porque te dejo la lista de reproducción con TODOS los vídeos de Platón del canal). También está representado el hecho de que, incluso para el que alcanza con la razón el mundo de las Ideas, también hay un proceso de conocimiento escalonado, que va de lo menos perfecto a lo más perfecto.

Recordad que el prisionero primero ve sombras y reflejos, luego los objetos en sí y por último puede contemplar directamente el sol. El sol representa la Idea Suprema, que para Platón, en el diálogo de "La República" es la Idea de Bien. Igual que el sol es la causa de que todas las cosas sean visibles, la Idea de Bien, dice Platón, es la causa de que todas las cosas sean inteligibles, e incluso llega a decir que es la causa no sólo de su inteligibilidad, sino también de su ser.

L: ¿Y eso cómo? E: Muy buena pregunta, ¿cómo puede ser la Idea de Bien causa del ser y la realidad de todas las cosas? Pues esto lo vamos a ver cuando tratemos del diálogo Timeo.

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El segundo significado del mito tiene que ver con su dimensión epistemológica, es decir, con aquello que nos dice acerca de los niveles de conocimiento. Y aquí podemos distinguir dos niveles principales: la opinión o dóxa y la ciencia o el conocimiento, la epistéme. La dóxa corresponde a la caverna y la epistéme corresponde a la salida a la caverna y el mundo exterior.

Dóxa y epistéme pueden, a su vez, ser subdivididas en dos grupos, de manera que, en definitiva, vamos a tener cuatro niveles de conocimiento, de menos perfecto a más perfecto. Así, la opinión se subdivide en imaginación o eikasía y en creencia o pistis. La eikasía es el grado más bajo de conocimiento, es el conocimiento que los prisioneros tienen de las sombras, que son como copias de copias, reflejos de reflejos, es decir tienen la menor consistencia ontológica.

Por encima, como hemos dicho, está la creencia o pistis, cuyo objeto son las cosas que producen las sombras o imágenes anteriores. Este grado de conocimiento en el mito está representado por la visión de los objetos fabricados o las estatuas que producen las sombras en la pared. Hemos ascendido, pues, no sólo un grado en la escala del conocimiento, sino también en la escala del ser, pues ya no conocemos la copia de la copia, sino sencillamente la copia, pues esos objetos son representaciones de las cosas que nos encontramos fuera de la caverna.

Como dice el mito, hay que salir al exterior para poder ver los objetos reales, y también este proceso se divide en dos: por un lado, el pensamiento discursivo o diánoia, y por el otro, la intelección o nóesis. La diánoia, que correspondería a la ascensión hasta la salida de la caverna, la encontramos en disciplinas como la aritmética en la geometría, que, nos dice Platón, aunque versan sobre lo inteligible, sencillamente suponen la existencia de sus objetos de manera hipotética, pero no la pueden demostrar. La nóesis, en cambio, corresponde al momento en el que el prisionero ya ha salido de la caverna y contempla los objetos reales con sus propios ojos.

En este último grado, que es la culminación de todo el saber, el alma alcanza a contemplar directamente, intuitivamente, las ideas, los objetos inteligibles que en la diánoia meramente suponía. Hay mucho más que se podría decir de esta cuádruple subdivisión de los grados del conocimiento, de este proceso escalonado desde la ignorancia hasta el conocimiento pleno, y Platón lo desarrolla mucho más en "La República". En el canal hemos profundizado a saco en ello en este vídeo de aquí, en el que hablamos del símil de la línea o la analogía de la línea de Platón, que sale justo antes del mito de la caverna, en el libro anterior, al final del libro VI.

L: ¡Ves a verlo cuando acabes este vídeo! Total, no tienes nada mejor que hacer. .

. (3) El significado práctico. En tercer lugar, el mito de la caverna esconde un significado práctico con tres dimensiones: pedagógica, ética y política.

Pedagógica porque está describiendo básicamente el itinerario que tiene que hacer el discípulo, el alumno, de la mano del maestro para pasar de la ignorancia al conocimiento, para abandonar lo que cree que es verdadero y descubrir lo que realmente es verdadero. En el texto original del mito, de hecho, el prisionero no se libera solo, ni hace todo el camino solo. Esto es algo que no se suele explicar en Youtube, pero Platón da a entender que alguien, alguien misterioso, no dice quién, libera al prisionero y se lo lleva de la caverna a la fuerza, a rastras, peleando con él casi a cada rato para evitar que vuelva a bajar.

Sacar al prisionero de la caverna, es decir, educar al que no sabe, es la misión del maestro o del filósofo, es decir, el que sabe. Y para ello tiene que arrancarlo si hace falta de su ignorancia, sacarlos de las tinieblas y llevarlos casi de la mano hasta la luz. Lo cual no es nada fácil porque a ninguno de nosotros nos gusta que nos saquen de la ignorancia, sobre todo si ignoramos ser ignorantes, es decir, si creemos saberlo ya todo.

En segundo lugar, el mito de la caverna tiene una dimensión ética, porque implica que el que sabe, el filósofo, el que ha conseguido salir de la caverna y descubrir la verdadera realidad, tiene la obligación moral de volver a entrar en la caverna, bajar al lodo y tratar de sacar de ahí a todos los demás. Platón nos está intentando decir que si uno realmente llega a contemplar la belleza de la verdad, llega a tocar con el intelecto la Idea de Bien, no se quedará tranquilo hasta que no haya compartido este conocimiento con todo el mundo. Y si alguien no siente en sus carnes esta llamada, esta obligación, entonces es que no ha conocido realmente la Idea de Bien.

El verdadero filósofo, por tanto, no es el que se queda en su torre de cristal disfrutando del Sol o de las Ideas. El verdadero filósofo es el que vuelve a bajar otra vez a las tinieblas y al barro para darles a los demás el don que él ha descubierto, y que muchas veces ha recibido de otra persona. L: Y ojito porque ya me sé la excusa de algunos filósofos vagos.

. . No sirve gritar desde fuera de la caverna para que suban, no, no, no.

Hay que bajar y arrancarlos de la ignorancia, a palos, si hace falta. E: No, hombre, no. Sin violencia y con amabilidad; a palos, a palos, no.

L: Quería decir a palos con la lógica, la razón y los argumentos. En tercer lugar, la dimensión política. Y es que todo esto implica, para Platón, que el filósofo no tiene solamente una obligación pedagógica y moral, sino también una obligación política.

Si es él el que sabe cómo es de verdad la realidad, es él el que tendría que ponerse al mando de la sociedad, al mando del resto de hombres que moran en la caverna, para dirigirlos hacia el exterior, hacia lo bueno. El filósofo, pues, el que ha salido de la caverna, tiene una misión gubernativa, tiene que gobernar, y si no gobierna el filósofo está todo condenado a ir mal. Es la tesis del filósofo-rey, que os expliqué en este vídeo de aquí.

L: Esto es lo que más me gusta de Platón, porque implica que absolutamente todos vosotros tenéis que doblegaros a mi gobierno, pues sólo así podré guiarnos hacia el conocimiento de la verdad. ¿Tú crees que si me presentara las elecciones con este programa ganaría? E: No, creo que no, dudo que consiguieras un solo voto.

L: Hmmm. . .

Hay algo que está mal con la democracia. (4) El significado histórico. Y terminamos con el último significado de la alegoría, lo que podríamos llamar su significado histórico, y es que el mito de la caverna puede leerse también como una representación de la vida del mismo Sócrates, el maestro de Platón.

A ojos de Platón, es Sócrates ese prisionero que, después de descubrir el mundo exterior, regresa corriendo al interior de la caverna para compartir con todo su hallazgo. ¿Y cómo lo recompensaron los ciudadanos de Atenas? Pues con desinterés, burlas y, en último término, la muerte.

Por si os interesa, os expliqué todo el tema del juicio de Sócrates en este vídeo de aquí. Platón, con este mito, está reivindicando la figura de su maestro, les está diciendo los atenienses: "Mirad, esta persona que vosotros matasteis, que vosotros asesinasteis, os estaba intentando ayudar. Pero vosotros preferisteis continuar con vuestras sombras, con vuestras tinieblas, con vuestras miserias, con vuestra ignorancia, antes que salir afuera y contemplar la luz del sol".

¡Y hasta aquí el vídeo de hoy! Dime en los comentarios si te ha gustado y si querrías más vídeos de Platón y, por favor, dale clic aquí y suscríbete y activa la campanita porque así afianzas tu salida de la caverna, y aquí te voy a dejar otro vídeo que te va a introducir aún más en este fascinante mundo de la filosofía. ¡Agur, amigos!

Toc, toc.