Cuando termines de ver este video, en todo el mundo se habrán bebido 8 millones de tazas de café. El café se consume desde hace más de mil quinientos años y algunos dicen que su impacto es tan grande que ayudó a impulsar la Ilustración, que dio lugar a algunas de las grandes ideas que sustentan el mundo tal como lo conocemos. El principal ingrediente activo del café es la cafeína, considerada la drogra psicoactiva más consumida en el planeta.
Pero, ¿de dónde viene el café y cuál es su efecto cuando lo bebemos? Primero te cuento que proviene del fruto de la planta Coffea arábica, originaria de Etiopía. Según una leyenda, un pastor del siglo IX llamado Kaldi notó que sus cabras tenían más energía después de comer bayas de café, así que también decidió probarlas Pero los registros históricos sugieren que fueron los sufíes de Yemen quienes tostaron la semilla de la baya del café para crear la bebida que conocemos hoy.
En el siglo XV, las primeras cafeterías comenzaron a aparecer en todo el Imperio Otomano. Y en los siglos siguientes se extendieron por toda Europa. Estos cafés europeos se convirtieron en un espacio para discutir negocios, política y nuevas ideas.
Y el filósofo Jurgen Habermas llegó a decir que sin café no habríamos tenido la Ilustración. Y fueron justamente las ideas de ese movimiento cultural e intelectual europeo, las que cambiaron radicalmente el mundo: llevaron al derrocamiento de monarcas, al crecimiento de la democracia y a grandes descubrimientos científicos. ¿ Y qué tuvo que ver el café con todo eso?
Aunque también el café tuvo un papel en la trata de esclavos. Los franceses utilizaron esclavos de África en las plantaciones de Haití y a principios del siglo XIX, Brasil producía un tercio del café del mundo con mano de obra esclava. Algunos incluso dicen que ayudó a impulsar el capitalismo.
Pero avancemos hasta el presente: actualmente se consumen 2 mil millones de tazas de café cada día. Es una industria que genera 90 mil millones de dólares al año. Y forma parte de la vida diaria de miles de millones de personas.
Pero, ¿cómo afecta el café a nuestro organismo? Cuando la cafeína ingresa al sistema digestivo, se absorbe a través del intestino e ingresa al torrente sanguíneo. Aunque sus efectos sólo comienzan a sentirse cuando llega al sistema nervioso.
La cafeína tiene una estructura química muy similar a una sustancia producida por nuestro propio cuerpo: la adenosina. La cafeína se une a los receptores de adenosina del cuerpo, que se pueden encontrar en la superficie de las células nerviosas. Es como una llave que abre una cerradura.
La adenosina es conocida por ralentizar el sistema nervioso simpático y, por tanto, reduce el ritmo cardíaco y genera un estado de somnolencia y relajación. Al bloquear estos receptores, la cafeína genera el efecto contrario. La presión arterial, por ejemplo, puede aumentar ligeramente, especialmente si no estás acostumbrado a tomar café con frecuencia.
Lo mismo ocurre con la actividad cerebral: la cafeína estimula el cerebro, reduce el hambre y ayuda a mantenerte alerta, para que puedas concentrarte por más tiempo. La cafeína puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo, inhibir la sensación de fatiga e incluso mejorar el rendimiento físico. Por eso muchos deportistas la utilizan como complemento.
Todos estos efectos pueden durar entre 15 minutos y 2 horas. El cuerpo elimina la cafeína entre 5 y 10 horas después de su consumo. Aunque sus efectos residuales pueden durar más.
Vale la pena recordar que la cafeína no solo se encuentra en el café, también está en la yerba mate, el té verde, el guaraná y el cacao, entre otras plantas. También se añade a bebidas energéticas, refrescos y medicamentos. Lo que cambia es la concentración en cada producto.
Por ejemplo, un expreso tiene cerca de 64 miligramos de cafeína mientras que un té verde tiene 28 miligramos. Ahora, el café requiere cierto cuidado al consumirlo. Para adultos sanos, el límite recomendado es 400 miligramos de cafeína por día, lo que equivale a unas cuatro o cinco tazas de café.
Superar este límite puede provocar algunos efectos secundarios como insomnio, irritación, ansiedad, taquicardia, malestar estomacal, náuseas y dolor de cabeza. Por supuesto, estos límites varían, especialmente porque algunas personas son genéticamente más sensibles a la cafeína. Pero cuando se disfruta con moderación, el café puede ser bueno para la salud.
Y disminuir el riesgo de diabetes, de algunas enfermedades cardiovasculares y hasta de Parkinson. Y estos beneficios para la salud no sólo están relacionados con la cafeína. El café tiene otras sustancias beneficiosas, como el ácido clorogénico, un poderoso antioxidante que puede reducir el riesgo de muchas enfermedades.