Me llamo Carlos y soy de un pueblo pequeño en México de esos donde no pasa mucho y la vida va lento no les voy a mentir yo no soy alguien que se la pase contando historias ni creo en cosas raras pero lo que me pasó hace unos años cruzando la frontera me marcó para siempre yo era un tipo normal con mis problemas como todos pero la falta de trabajo me obligó a tomar decisiones que nunca pensé que tendría que tomar lo que les voy a contar No sé si fue cosa del miedo del cansancio o
algo más pero todavía me da escalofríos todo comenzó cuando decidí cruzar no lo hice porque quisiera sino porque no tenía otra opción en mi pueblo ya no había trabajo y después de varios meses sin poder sostener a mi familia me animé un amigo me recomendó a un coyote decía que era confiable que conocía rutas seguras y que no cobraba tanto a Así que junté el dinero y me lancé Éramos un grupo pequeño unas ocho personas incluyendo al Coyote había una pareja con su hijo un joven que no hablaba mucho y un par de señores mayores
que se veían igual de nerviosos que yo todo iba bien al principio caminamos varias horas por senderos escondidos sin hablar mucho siempre siguiendo al Coyote que nos decía cuándo agacharnos o quedarnos quietos de de vez en cuando veíamos las luces de las patrullas lejos pero nunca se acercaron la cosa empezó a ponerse rara Cuando llegamos al río era de noche y aunque había luna el agua apenas si reflejaba algo de luz El Coyote nos dijo que cruzábamos como si fluyera más rápido de lo que debería al principio no le di importancia estaba concentrado en No
resbalarme porque las piedras estaban resbalosas Fue entonces cuando uno de los señores el más viejo se detuvo en Seco nos dijo que escuchaba algo un sonido raro los demás nos quedamos callados tratando de oír y ahí fue cuando lo escuchamos era un lamento como si alguien estuviera llorando pero no se escuchaba cerca sino como si viniera del agua misma algunos dijeron que era el viento pero yo sabía que no nunca había escuchado algo así El Coyote nos apuró dijo que no perdiéramos tiempo con tonterías pero el Señor mayor estaba visiblemente asustado nos dijo que había
algo en el agua que sentía como si alguien lo estuviera viendo nadie le hizo caso y Seguimos avanzando pero yo no podía dejar de escuchar ese sonido cada vez más claro como si alguien estuviera llorando a unos pasos de nosotros todo iba más o menos bien hasta que uno de los jóvenes gritó que algo lo había agarrado del pie nos detuvimos y apuntamos las linternas hacia el agua pero no vimos nada El Coyote empezó a molestarse y le dijo que dejara de hacer drama pero el muchacho jurab que algo lo había jalado yo traté de
no pensar en eso y seguí caminando pero el río empezaba a sentirse más profundo se suponía que el agua no nos llegaría más arriba de las rodillas pero ahora me mojaba casi hasta los muslos El Coyote también se veía confundido aunque no lo decía nos apuró aún más y la pareja con el niño empezó a rezar en voz baja cuando por fin llegamos al otro lado El Coyote nos hizo apresurarnos para alejarnos del río Fue entonces cuando alguien se dio cuenta de que faltaban dos personas nadie se había dado cuenta en el momento porque todos
estábamos concentrados en salir rápido pero ahora no estaban uno era el señor mayor y el otro el joven que había dicho que algo lo jaló El Coyote se puso nervioso dijo que no podíamos regresar a buscarlos porque era demasiado peligroso mientras discutía qué hacer escuchamos de nuevo el Lamento esta vez era más fuerte y claro y parecía venir justo del centro del río al voltear vimos dos figuras paradas en el agua no se movían solo estaban ahí inmóviles mirándonos el niño empezó a llorar y la madre lo abrazó Mientras rezaba más fuerte el coyote que
hasta ese momento parecía tan seguro de todo estaba pálido nos dijo que siguiéramos caminando que no miráramos hacia atrás pero yo no podía dejar de mirar las figuras seguían ahí y aunque estaban demasiado lejos para ver sus caras juraría que eran los que faltaban caminamos toda la noche Hasta que amaneció llegamos a un pequeño Refugio donde nos dejaron descansar un par de horas antes de continuar ahí El Coyote nos contó algo que no había mencionado antes nos dijo que ese río tenía fama entre los que cruzan que muchos han desaparecido ahí sin dejar rastro y
que los pocos que han vuelto dicen haber escuchado los mismos lamentos según él las almas de los migrantes que murieron ahogados o que no lograron cruzar se quedan ahí atrapadas Buscando compañía no sé si lo que vimos fue real o si el miedo nos jugó una mala pasada lo único que sé es que dos personas desaparecieron esa noche y nunca volvimos a saber de ellas hasta hoy cada vez que pienso en ese río escucho los lamentos en mi cabeza Y aunque trato de buscarle una explicación no puedo evitar preguntarme si algo o alguien estaba ahí
con nosotros esa noche continuamos me llamo Ramón y soy de un pueblo en Chiapas desde que tenía memoria siempre soñé con cruzar al norte no porque Quisiera dejar mi casa sino porque allá no hay mucho que hacer trabajé en lo que pude Pero llegó un momento en que el dinero ya no alcanzaba después de pensarlo mucho junté lo que pude y me animé a intentarlo lo que les voy a contar es lo que pasó en ese cruce algo que no Le deseó a nadie vivir Éramos un grupo de ocho personas contando al Coyote había dos
señoras mayores un hombre joven que no dejaba de hablar por los nervios y tres hombres que parecían estar igual de asustados que yo El Coyote nos explicó el plan íbamos a seguir las vías del tren porque según él era la forma más rápida y segura de llegar al siguiente punto nos dijo que el tren Solo pasaba una vez al día y que si teníamos cuidado no habría problema pero también nos advirtió algo que en ese momento no entendí bien nos dijo que si llegábamos a un túnel pasáramos rápido y nunca nos detuviéramos sin importar lo
que escucháramos o sintiéramos la primera parte del cruce fue pesada pero nada fuera de lo común caminamos varias horas con el frío pegándole [Música] hasta que llegamos al primer túnel desde lejos se veía como un agujero enorme en la montaña completamente negro El Coyote nos dijo que nos eco de nuestros pasos resonaba en las paredes y eso hacía que todo se sintiera más Solitario no llevábamos ni 5 minutos caminando cuando escuché algo al principio pensé que eran nuestros propios pasos rebotando en el túnel pero no era otro ritmo más rápido como si alguien estuviera corriendo
detrás de nosotros y acercándose rápidamente yo miré hacia atrás pero no vi nada me me quedé callado porque no quería asustar a los demás pero vi que la señora mayor que iba detrás de mí también volteó nuestros ojos se encontraron y supe que ella también lo había escuchado El Coyote nos gritó que siguiéramos avanzando que no perdiéramos tiempo dijo que los túneles siempre hacían ruidos raros pero que no nos detuviéramos por nada yo intenté hacerle caso pero el sonido de esos pasos no se iba era como si alguien o algo estuviera yendo el ritmo del
grupo pero siempre un poco detrás a mitad del túnel las cosas empeoraron uno de los hombres que iba al frente gritó que alguien lo Había tocado todos nos detuvimos en seco y El Coyote se puso furioso nos dijo que no podíamos quedarnos ahí que siguiéramos caminando sin mirar atrás pero la tensión ya estaba ahí la señora que iba detrás de mí empezó a rezar y uno de los hombres más jóvenes encendió una linterna para iluminar hacia atrás no se veía nada Solo el túnel vacío seguimos caminando pero ahora todos íbamos más rápido los pasos detrás
de nosotros también parecían ir más rápido como si no quisieran que nos fuéramos de vez en cuando veías sombras moverse por las paredes como si alguien estuviera corriendo junto a nosotros pero nunca lograba verlas bien sentía que el túnel se hacía más largo como si no fuéramos a salir nunca finalmente vimos la salida un pequeño círculo de luz al final del túnel El Coyote nos gritó que nos el hombre joven que había estado encendiendo su linterna no estaba con nosotros nadie lo había visto quedarse atrás pero tampoco lo habíamos visto salir El Coyote dijo que
teníamos que seguir que no podíamos regresar por él pero algunos del grupo insistieron en esperarlo nos quedamos ahí unos minutos en silencio mirando hacia la salida del túnel Y de pronto lo vimos estaba parado en la entrada inmóvil al principio pensé que estaba bien pero algo no cuadraba su postura era rígida Y aunque su cuerpo estaba ahí su expresión era no sé como si estuviera vacío tenía los ojos abiertos pero no decía nada El Coyote intentó hablarle pero no respondió Cuando dio un paso hacia delante todos retrocedimos algo no estaba bien Fue entonces cuando El
Coyote nos gritó que nos fuéramos dijo que ya no podíamos hacer nada por él seguimos caminando y aunque nadie quería decirlo todos sabíamos que lo que habíamos visto no era normal esa noche cuando finalmente llegamos a un lugar seguro para descansar alguien le preguntó al Coyote Qué era lo que pasaba en esos túneles él se quedó callado un momento antes de decirnos que esas vías eran conocidas por las desapariciones según él muchos migrantes habían muerto en esos túneles ya sea por el tren por accidentes o simplemente porque nunca lograron salir dijo que algunas personas creen
que sus almas quedan atrapadas ahí caminando por las vías esperando a que alguien más se detenga para llevárselo con ellos no sé qué fue lo que pasó esa noche pero cada vez que pienso en esos pasos o en el hombre parado en la entrada del túnel se me eriza la piel Tal vez fue el miedo el cansancio O tal vez Hay cosas en este mundo que simplemente no podemos explicar lo único que sé es que nunca quiero volver a cruzar por esas vías continuamos me llamo Josué y soy de un pequeño pueblo de Honduras mi
vida siempre fue sencilla trabajando en el campo pero con el tiempo las cosas se pusieron más difíciles apenas alcanzaba para comer y después de un tiempo decidí que no podía seguir así mi esposa y mis hijos merecían algo mejor así que tomé la decisión de irme al norte No fue fácil pero conseguí algo de dinero y contacté a un coyote que me recomendaron no era la primera vez que alguien de mi pueblo cruzaba pero yo nunca había salido de mi tierra pensé que lo peor que me iba a pasar era cansarme o asustarme con los
retenes pero estaba totalmente equivocado Éramos un grupo pequeño unas siete personas contando al Coyote había dos mujeres mayores un hombre joven y un señor que apenas podía caminar bien pero que se veía determinado todos estábamos nerviosos pero nadie decía mucho El Coyote nos dio las instrucciones caminarías de noche y descansaría de día siempre en silencio siempre juntos a mí me parecía lógico pues no quería arriesgarme a que nos descubrieran el primer día Todo fue tranquilo caminamos por caminos polvorientos y después por un tramo de tierra que se sentía interminable la noche cayó rápido y el
frío fue lo primero que me sorprendió Siempre pensé que el desierto era Caliente pero cuando oscurece se siente como si te apagara el calor de golpe caminábamos en fila uno detrás del otro con El Coyote al frente marcando el ritmo todo iba normal hasta que escuché el primer ruido eran pasos al principio pensé que era alguien del grupo que había pisado mal o alguna piedra que cayó pero no era un sonido constante como si alguien más estuviera caminando detrás de nosotros miré hacia atrás pero no vi nada pensé que tal vez el cansancio me estaba
haciendo Escuchar cosas así que seguí caminando un rato después las dos mujeres que iban atrás empezaron a susurrar algo como si se quejaran El Coyote se detuvo y les dijo que guardaran silencio cuando una de ellas intentó explicarle lo que estaba pasando él simplemente negó con la cabeza y nos apuró pero pude notar que algo en su cara cambió en ese momento no sé cómo explicarlo pero parecía más ad que molesto Seguimos avanzando y los pasos no se detuvieron sabíamos que no eran los nuestros eran más siempre detrás de nosotros como si alguien estuviera siguiendo
el ritmo del grupo uno de los hombres un joven que parecía muy confiado al principio encendió su linterna para iluminar hacia atrás no había nada Solo arena y piedras eso me puso más nervioso por porque yo también escuchaba los pasos El Coyote nos hizo caminar más rápido dijo que no nos detuviéramos y que no miráramos hacia atrás Yo traté de concentrarme en avanzar pero era imposible ignorar esos sonidos lo peor fue cuando nos detuvimos para tomar agua estábamos en silencio absoluto y ahí fue cuando se escucharon claramente como si alguien se acercara pasos lentos casi
arrastrados pero que venían directamente hacia nosotros el señor mayor que apenas podía caminar bien se levantó de golpe y dijo que había visto algo todos volteamos hacia donde señalaba pero no había nada El Coyote visiblemente molesto nos dijo que no perdiéramos el tiempo y que siguiéramos adelante nos aseguró que era el viento moviendo la arena o los eos de nuestros propios pasos pero nadie le creyó yo vi su cara él también sabía que eso no era normal lo más extraño pasó cuando notamos las huellas mientras caminábamos uno de los hombres que iba más atrás nos
llamó y nos mostró algo en la arena eran huellas de pies descalzos perfectamente marcadas Pero no eran nuestras estaban demasiado cerca de las nuestras como si alguien hubiera estado caminando justo detrás pero no había nadie no sé si fue el miedo o la desesperación Pero el grupo comenzó a caminar más rápido nadie decía nada el ambiente era muy pesado como si todos supiéramos que algo no estaba bien los pasos seguían constantes y cada vez más cerca hubo un momento en el que pensé que podía sentir la respiración de alguien detrás de mí el joven encendió
su linterna otra vez y gritó dijo que había visto una figura una sombra que se movió entre las piedras nadie más la vio pero nadie lo contradijo El Coyote nos apuró nos dijo que quedaba poco para llegar al límite del desierto y que ahí estaríamos a salvo pero mientras avanzábamos los pasos empezaron a sonar más fuertes como si fueran muchas personas detrás de nosotros por nada del mundo nos detuvimos y nadie quería mirar atrás cuando por fin llegamos al límite del desierto todo se detuvo de golpe los pasos el ruido todo nos quedamos parados por
un momento tratando de entender qué había pasado fue Entonces cuando uno de los hombres señaló algo al final del camino y allá en el fondo vimos varias sombras paradas en la distancia no se movían solo estaban ahí como si nos estuvieran mirando nos vimos obligados a ignorarlo nadie dijo nada y seguimos caminando hasta que dejamos el desierto atrás Cuando llegamos a un refugio El Coyote nos contó algo que no había mencionado antes dijo que esa parte del desierto era conocida como la senda de los perdidos según él muchos migrantes que intentaron cruzar solos murieron en
esa ruta y sus almas nunca encontraron descanso dijo que algunos creen que si siguen caminando Buscando compañía y que a veces se unen a los grupos para no sentirse tan solos no sé si lo que escuchamos o vimos fue real pero todavía tengo pesadillas con esos pasos cada vez que pienso en el desierto me acuerdo de esa noche a veces prefiero pensar que fue el cansancio o nuestra imaginación pero en el fondo sé que hay cosas en ese lugar que no tienen explicación Dale me gusta y suscríbete si lo estás disfrutando continuamos me llamo Pedro
y soy de un pueblo chico en el sur como muchos me cansé de la vida Allá apenas alcanzaba para lo básico y con hijos pequeños que mantener tuve que tomar una decisión difícil decidí cruzar al norte nunca pensé que sería fácil pero tampoco imaginé que pasaría algo tan extraño en en ese viaje algo que todavía me tiene perturbado cuando contacté al Coyote me explicó que el cruce iba a ser complicado pero seguro dijo que éramos pocos y que con cuidado llegaríamos sin problemas en el grupo éramos siete tres hombres Dos mujeres y un joven que
apenas ya hablaba caminamos varios días por el desierto tratando de evitar patrullas y cualquier cosa que pudiera meternos en problemas al principio todo iba bien El Coyote parecía saber lo que hacía y aunque el calor era insoportable de día y el frío nos calaba de noche avanzábamos después de un par de días de caminar sin descanso El Coyote nos dijo que haríamos una parada en un lugar donde podríamos dormir unas horas y recuperar fuerzas yo no tenía idea de qué hablaba pero nos guió hasta una casa vieja como abandonada que estaba en medio de la
nada parecía que nadie había estado ahí en años las ventanas estaban rotas la pintura descascarada y la puerta apenas se sostenía no sé por qué pero desde que la vi Sentí algo raro el lugar me incomodaba pero estaba tan cansado que no dije nada entramos y por dentro era igual de descuidado había muebles viejos como si alguien los hubiera dejado ahí hace décadas Todo estaba cubierto de polvo y el aire tenía ese olor AC serrado como Cuando entras a un lugar que ha estado sellado mucho tiempo El Coyote nos dijo que nos acomodáramos donde quisiéramos
y que descansábamos pero el ambiente era raro había un silencio muy notorio y la energía que se sentía en la casa Era muy pesada al principio pensé que era el cansancio pero entonces uno de los hombres el más joven se levantó y empezó a caminar por la casa pues dijo que escuchaba algo en el pasillo nos miramos entre nosotros pero nadie quiso decirle nada Yo lo seguí con la mirada y vi como desaparecía al fondo donde había un par de habitaciones después de unos minutos volvió con una cara que no puedo olvidar nos dijo que
las puertas que estaban abiertas cuando entramos ahora estaban cerradas todos pensamos que estaba exagerando pero la verdad es que todos habíamos notado algo raro desde que llegamos las dos mujeres que estaban sentadas cerca de una ventana dijeron que escuchaban pasos en el techo pero el Coyote les dijo que eran animales que no hicieran caso la noche avanzaba y yo no podía dormir todo el mundo parecía incómodo moviéndose de un lado a otro sin poder descansar Fue entonces cuando cuando uno de los hombres un señor que parecía tener experiencia dijo que había algo raro con las
ventanas según él estaban selladas me acerqué a una para revisarla y tenía razón las ventanas no se podían abrir era como Si estuvieran atoradas o como si algo las hubiera bloqueado desde afuera y eso me empezó a poner más nervioso luego alguien encontró una Puerta cerrada con un candado viejo el joven que todavía parecía molesto por lo que había visto antes insistió en abrirla el Coyote no quería pero al final con un poco de fuerza lograron romper el candado adentro había una habitación pequeña con paredes cubiertas de fotos viejas Lo raro fue que no eran
fotos normales eran imágenes de grupos de personas como si fueran otros migrantes todos posando frente a esa misma casa lo que nos hizo temblar fue que en una de las fotos reconocimos a un hombre que estaba con nosotros no podía ser él porque la foto parecía de hace años pero era idéntico el mismo se quedó helado sin poder hablar El Coyote nos dijo que teníamos que salir de ahí intentamos abrir la puerta principal pero no se abría forzamos las ventanas y nada funcionó algo oscuro dentro de esa casa no quería dejarnos salir uno de los
hombres empezó a rezar en voz alta y eso pareció hacer que algo cambiara escuchamos un ruido fuerte Como si algo pesado se hubiera caído y de repente las puertas y ventanas parecieron abrirse solas nadie dijo nada salimos de ahí lo más rápido que pudimos y caminamos hasta que empezó a amanecer Cuando llegamos a un punto más seguro El Coyote nos contó algo que no dejó pensando dijo que esa casa Era conocida por los que cruzaban no sabía exactamente qué pasaba ahí pero decía que tenía fama de atrapar a los que estaban a punto de Rendirse
según él muchos grupos habían reportado cosas raras en ese lugar desde sombras hasta voces y siempre Había algo que los retenía no sé qué fue lo que pasó esa noche pero nunca la olvidaré esa casa sigue siendo un misterio como si tuviera vida propia a veces cuando hablo con otros que también han cruzado me pregunto si alguien más ha pasado por ahí Y qué fue lo que vivieron lo único que sé es que ese lugar no era un refugio era algo más algo que no quería dejarnos ir tan fácilmente desde entonces cada vez que pienso
en esa casa me pregunto si realmente escapamos o si algo de nosotros se quedó Atrapado ahí ahí para siempre continuamos me llamo Miguel y soy de un pueblo en Oaxaca desde que tengo memoria la vida siempre ha sido difícil en mi tierra trabajaba en el campo pero lo que ganaba no alcanzaba para sostener a mi familia después de mucho pensarlo tomé la decisión de irme al norte No fue fácil juntar el dinero pero lo hice contacté a un coyote que me recomendaron unos vecinos Y aunque tenía miedo no veía otra salida este viaje cambió mi
vida no solo por lo que viví al cruzar sino por algo que hasta hoy no puedo explicarme Éramos un grupo de ocho personas cinco hombres dos mujeres y El Coyote todo empezó normal caminamos durante horas por el desierto escondiéndonos de las patrullas y cuidándonos unos a otros la primera noche no fue tan mala El Coyote parecía saber lo que hacía y aunque estábamos cansados Seguimos avanzando la segunda noche fue más difícil el frío era intenso y algunos comenzaron a mostrar señales de agotamiento no había tiempo para quejas y solo podíamos seguir caminando llegamos a un
punto donde todo parecía igual puro desierto ni una roca ni un árbol nada a lo lejos solo veíamos oscuridad fue en la tercera noche Cuando comenzó lo extraño mientras caminábamos en silencio escuché al hombre que iba delante de mí murmurar algo lo ignoré al principio pensando que hablaba solo por el cansancio pero luego vi que señalaba al Horizonte cuando levanté la mirada ahí estaba una luz era como un Destello blanco que flotaba a lo lejos al principio pensé que era un helicóptero o una patrulla pero no se movía como algo normal parecía flotar a veces
alejándose y otras acercándose siempre a la misma altura El Coyote nos detuvo y nos dijo que no nos preocuparos que era solo el desierto jugando con nosotros no sé si lo decía para calmarnos o porque realmente lo creía pero en su voz había un tono nervioso que no había escuchado Antes nos ordenó seguir caminando y que no miráramos más la luz Aunque intenté no pensar en eso la luz seguía ahí no desaparecía cada vez que volteaba hacia delante o al suelo la veía con el rabillo del ojo lo peor fue cuando noté que algunos en
el grupo también la estaban mirando Aunque nadie decía nada era como si estuviera llamándonos como si quisiera que nos acercáramos uno de los hombres un joven que parecía fuerte y decidido al al principio del viaje fue el primero en hablar dijo que la luz podía ser algo bueno tal vez ayuda o una señal de que nos acercábamos a algún lugar seguro El Coyote se enojó y le gritó que no fuera ingenuo que la luz no era nada bueno que en el desierto las cosas no siempre tienen explicación y que lo mejor era ignorarla pero el
joven no escuchó dijo que estaba harto del frío del cansancio y del miedo y comenzó a cam hacia la luz le gritamos que no fuera que volviera pero no hizo caso lo último que vimos fue su silueta desapareciendo en la oscuridad acercándose a la luz que seguía ahí quieta entonces escuchamos El grito un grito que se me quedó grabado fue corto como si algo o alguien lo hubiera silenciado de golpe todos nos quedamos paralizados nadie dijo nada por unos segundos Hasta que el Coyote nos apuró a seguir a partir de ahí el ambiente cambió la
luz no desapareció pero ahora parecía más cerca como si nos estuviera siguiendo cada vez que miraba hacia atrás la veía flotando en el mismo lugar donde el joven había desaparecido no sé si era el cansancio o el miedo pero sentía que la luz se movía cada vez que parpadeaba como si estuviera viva seguimos caminando y aunque El Coyote intentaba mantenernos juntos la tensión era evidente una de las mujeres empezó a llorar en silencio y uno de los hombres rezaba en voz baja yo trataba de concentrarme en avanzar pero no podía ignorar esa sensación de que
algo Nos estaba observando no era solo la luz Había algo más en el aire como si el mismo desierto estuviera en nuestra contra en un momento la luz desapareció por completo como si se hubiera apagado todos soltamos un suspiro de alivio pensando que tal vez había terminado pero el Coyote no parecía tan convencido nos dijo que no bajáramos la guardia que siguiéramos caminando sin detenernos hasta que amaneciera lo que pasó después todavía me cuesta entenderlo mientras avanzábamos escuché un susurro era débil apenas audible pero estaba ahí pensé que era mi imaginación pero luego vi que
otros del grupo también lo notaron la mujer que lloraba empezó a temblar y dijo que escuchaba su nombre Eso fue lo que me asustó más porque yo también escuché mi nombre como si alguien lo hubiera dicho justo detrás de mí finalmente después de lo que pareció una eternidad vimos las primeras luces del amanecer llegamos a un pequeño refugio improvisado y El Coyote nos dejó descansar todos estábamos exhaustos pero ninguno podía dormir nos quedamos en silencio cada uno lidiando con lo que había pasado antes de partir nuevamente El Coyote nos dijo algo que nunca voy a
olvidar dijo que esa luz no era nueva que muchos que cruzan por esa ruta la han visto y que siempre pasa lo mismo se lleva a los que ya no tienen fuerzas o Esperanza según él no es algo humano ni del todo natural es algo que simplemente está ahí como parte del desierto hasta el día de hoy no sé qué fue lo que vimos tal vez era el cansancio el miedo o algo más pero cada vez que pienso en esa luz siento el mismo escalofrío que sentí esa noche y aunque logré cruzar y estoy aquí
para contarlo una parte de mi y siempre se pregunta qué habría pasado si yo también hubiera caminado hacia la luz