era el año 1995 cuando por cuestiones del destino me había asignado como conductor de un autobús de ruta en Oaxaca no era el trabajo que había soñado pero necesitaba el dinero y no estaba en posición de rechazarlo mis días transcurrían sin mayor novedad conduciendo a través de caminos Solitarios y montañas envueltas en niebla sin embargo una noche una en particular cambió mi vida para siempre esa noche el aire se sentía más frío de lo normal el cielo estaba cubierto por nubes densas que apenas dejaban filtrar la luz de la luna el autobús iba casi vacío
solo una anciana en la parte trasera dormitaba con la cabeza apoyada en la ventanilla me gustaba la soledad o eso creía porque me permitía pensar Pero esa noche un extraño presentimiento me invadía Había algo en el ambiente algo que me hacía querer acelerar el paso y llegar cuanto antes a mi destino conducía por un tramo del camino conocido por los locales como el camino de las Sombras un hombre que había escuchado varias veces siempre en tonos usurante como si mencionarlo en voz alta pudiera atraer malas energías era un tramo apartado rodeado de árboles enormes cuyas
ramas se entrelazaban sobre la carretera formando un túnel oscuro y opresivo a los pocos minutos de entrar en ese camino la radio del autobús empezó a hacer un ruido extraño como si estuviera sintonizando con una frecuencia distorsionada intenté ajustarla pero de repente se apagó por completo dejando un Silencio sepulcral en el vehículo aceler un poco más deseando salir de ese lugar Cuando la vi a la distancia había una figura parada a un costado del camino una mujer vestida completamente de blanco con el rostro cubierto por su largo cabello negro de inmediato mi corazón dio un
vuelco recordando las historias que había oído en la terminal sobre las apariciones en ese tramo pero algo en mí tal vez la curiosidad O tal vez la necesidad de no dejar que el miedo me venciera me impulsó a frenar la mujer no levantó la vista cuando me acerqué simplemente permanecía de pie inmóvil con las manos cruzadas sobre su regazo bajé la ventanilla y le pregunté si necesitaba ayuda su voz era apenas un murmullo un susurro que se perdió en el viento pero logré entender que buscaba a su hijo decidí abrirle la puerta algo dentro de
mí una extraña compasión O tal vez el deseo de no estar solo en ese camino Maldito me llevó a hacerlo subió al autobús sin decir una palabra más al verla de cerca Noté que sus pies estaban descalzos y su vestido Aunque blanco parecía haber visto mejores días se sentó en el primer asiento justo detrás de mí y me dio la espalda continué conduciendo tratando de no pensar demasiado en lo que acababa de ocurrir los minutos pasaban pero sentía su presencia intensamente el aire se había vuelto más denso más frío y un ligero olor a tierra
húmeda comenzaba a impregnar el autobús intenté romper el silencio preguntándole más sobre su hijo pero no obtuve respuesta fue Entonces cuando en el retrovisor noté algo extraño Aunque ella estaba sentada en el asiento detrás de mí su reflejo no aparecía en el espejo solo el asiento vacío y la sombra de la noche detrás un escalofrío recorrió mi espina dorsal y mi mente se llenó de todas las historias que había escuchado sobre ese camino dicen que el alma de una madre que perdió a su hijo vaga por aquí Buscando Consuelo buscando justicia O tal vez solo
buscando al niño que nunca volverá recordé que me había dicho un viejo conductor en la terminal muchos la han visto pero pocos han vivido para contarlo seguí conduciendo mis manos temblaban levemente en el volante decidí no mirar más el retrovisor y me concentré en la carretera la niebla se hacía más espesa y los árboles parecían cerrarse cada vez más sobre nosotros de repente sentí un susurro Detrás de mi oreja un sonido apenas audible Pero lo lo suficientemente claro como para helar mi sangre lo has visto preguntó la voz de la mujer tan cerca que pude
sentir su aliento frío en mi cuello giré bruscamente la cabeza hacia ella pero el asiento estaba vacío frené el autobús de golpe haciendo que la anciana en la parte trasera se despertara sobresaltada y me gritara algo que no logré entender volví a mirar al frente y ahí estaba de nuevo sentada en el mismo asiento pero ahora su rostro est visible era pálido casi traslúcido y sus ojos esos ojos vacíos y llenos de desesperación me miraban fijamente el terror me consumía pero no podía quedarme allí pisé el acelerador y seguí conduciendo con la esperanza de que
La pesadilla terminara pronto la mujer no dejó de mirarme durante todo el trayecto y cada vez que cruzábamos un tramo particularmente oscuro podía oír sus sosos Un lamento que resonaba en cada Rincón del autobús finalmente después de lo que parecieron horas vi las luces del pueblo a lo lejos nunca antes había sentido tanto alivio al ver ese pequeño Destello de civilización pero cuando giré nuevamente para ver si la mujer seguía allí el asiento estaba vacío solo quedaba el rastro de humedad Donde había estado sentada llegué a la terminal donde la anciana bajó apresurada murmurando algo
sobre espíritus y rezando en voz baja yo me quedé en el autobús intentando procesar lo que había vivido al día siguiente le conté lo sucedido a uno de mis colegas más veteranos un hombre de rostro arrugado y mirada cansada Al escuchar mi relato asintió lentamente como si ya lo hubiera escuchado antes ella es conocida en estos caminos me dijo en voz baja hace muchos años hubo un accidente terrible en ese tramo un autobús se salió de la carretera y cayó al bar murieron muchas personas incluyendo una mujer y su hijo se dice que ella aún
lo busca que no acepta la realidad de su muerte y Sigue esperando encontrarlo vagando por esas carreteras cada noche desde entonces cada vez que paso por ese tramo del camino siento su presencia ya no la veo pero puedo escuchar sus sosos en la distancia como un eco perdido en la oscuridad el camino de las Sombras nunca volvió a ser el mismo para mí cada vez que lo recorro rezo para no encontrarme con ella nuevamente Aunque sé que su espíritu nunca abandonará ese lugar las semanas que siguieron a esa noche fueron un tormento para mí no
podía dormir bien cada vez que cerraba los ojos veía su rostro escuchaba su voz preguntándome si había visto a su hijo era como si una parte de su angustia se hubiera quedado conmigo atormentándote noches insomnes comencé a evitar esa ruta desviándose [Música] de la soledad era abrumador mientras conducía sentí una presión en el pecho un mal presentimiento que me hacía querer dar media vuelta y huir pero no podía tenía que seguir adelante justo cuando estaba en la parte más densa del camino donde los árboles formaban un túnel casi impenetrable el motor del autobús comenzó a
fallar sentí como la velocidad disminuía y finalmente el vehículo se detuvo por completo intenté encenderlo de nuevo pero el motor solo emitía un quejido débil como si se negara a seguir adelante el silencio era total ni siquiera Los Grillos se escuchaban salí del autobús con la esperanza de encontrar algún problema mecánico simple Pero en cuanto mis pies tocaron el suelo sentí un escalofrío recorrerme de pies a cabeza no estaba solo de repente escuché el crujido de ramas a mis espaldas me giré rápidamente Y ahí estaba ella la mujer de blanco de pie en medio del
camino mirándome con esos ojos vacíos Pero esta vez no estaba sola a su lado una figura pequeña la de un niño la miraba con la misma intensidad sus ojos eran pozos oscuros llenos de tristeza y desesperación Mi corazón se detuvo Por un segundo era él el hijo que ella tanto había buscado Había algo en su mirada algo que me hizo entender que él sabía que estaban Muertos pero ella no ella seguía buscándolo incapaz de aceptar la verdad por favor ayúdame susurró ella extendiendo su mano hacia mí no podía moverme no podía pensar todo lo que
podía hacer era mirar fijamente a esas dos almas perdidas atrapadas en un ciclo interminable de búsqueda y dolor la tristeza que emanaba de ellos era tan intensa que casi me hizo caer de rodillas Pero entonces en un acto de pura supervivencia Me obligué a dar Un paso atrás luego otro hasta que finalmente pude darme la vuelta y correr hacia el autobús subí cerré la puerta con un golpe y volví a intentar encender el motor esta vez el autobús rugió a la vida como si entendiera la urgencia de la situación aceler dejando atrás esas figuras que
en el espejo retrovisor vi desvanecer lentamente en la niebla llegué a la terminal esa noche con el corazón latiendo desbocado nadie entendió mi estado de pánico a nadie le conté lo que vi no quería saber más renuncié al trabajo al día siguiente y me fui de Oaxaca jurando nunca volver a ese maldito lugar la hacienda era el año cuando mi familia decidió mudarse a Jalisco después de mucho tiempo buscando mis padres finalmente encontraron lo que creían ser el lugar perfecto una Antigua hacienda que se levantaba imponente en medio de un vasto campo recuerdo la primera
vez que la vi las paredes de adobe estaban desgastadas por el tiempo y la yedra había invadido gran parte de la fachada mis padres la vieron como un proyecto emocionante una oportunidad para restaurar un pedazo de historia sin embargo para mí Había algo profundamente inquietante en esa casa desde el momento en que cruzamos el umbral una sensación extraña se apoderó de mí Era como si el aire dentro de la casa estuviera cargado con algo más que polvo y humedad el silencio era absoluto roto solo por el ocasional crujido de las vigas de madera que parecían
lamentarse bajo el peso de los años mi abuelo quien había venido con nosotros para supervisar la restauración nos advirtió casi de inmediato esta Hacienda tiene historia nos dijo con voz grave aquí se enterraron muchos cuerpos durante la Guerra Cristera sus almas dicen aún vagan sin descanso pero en nuestra emoción Por el Nuevo Hogar nadie le prestó demasiada atención las primeras semanas en la hacienda pasaron sin incidentes mayores durante el día la casa parecía ser solo una vieja estructura que necesitaba reparaciones pero cuando caía la noche todo cambiaba la primera vez que lo escuché estaba en
la cama tratando de dormir eran alrededor de las 2 de la madrugada cuando un sonido me despertó era un llanto suave casi un gemido que provenía de algún lugar en el pasillo me quedé congelado en la cama tratando de convencerme de que era mi imaginación tal vez el viento colándose por las grietas de las paredes o algún animal nocturno pero el sonido persistía decidí armarme de valor y salir de mi habitación el pasillo estaba sumido en una oscuridad casi palpable la única luz provenía de la luna que se colaba débilmente por las ventanas avancé con
cautela cada paso resonando en el suelo de madera a medida que me acercaba a la Fuente del sonido el llanto se hizo más claro más angustiante provenía de la antigua capilla de la Hacienda cuando abrí la puerta Me encontré con una escena que me heló la sangre la capilla estaba vacía pero el llanto resonaba en cada esquina parecía emanar de las paredes mismas sentí un escalofrío recorrer mi espalda y sin pensarlo dos veces salí corriendo de allí regresando a mi habitación donde me envolví en las mantas tratando de alejar ese sonido de mi mente a
la mañana siguiente decidí no decir nada a mis padres no quería preocuparlos y parte de mí todavía quería creer que todo había sido un sueño pero cuando mi abuelo me vio supo que algo no estaba bien escuchaste algo anoche verdad me preguntó en voz baja asentí incapaz de articular una respuesta no eres el primero en oírlo continuó dicen que en esa capilla se llevaron a cabo ejecuciones durante la Guerra se cuenta que los que murieron aquí no Encontraron la paz a partir de esa noche los extraños sucesos se hicieron más frecuentes no era solo el
llanto a menudo escuchábamos pasos en los pasillos como si alguien caminara descalso en la oscuridad puertas que habíamos dejado cerradas aparecían abiertas al amanecer y objetos que habíamos colocado en un lugar se movían inexplicablemente mi madre trató de explicar estos fenómenos como efectos de la casa vieja y las corrientes de aire pero la verdad era que todos estábamos empezando a sentir el peso de la Hacienda sobre nosotros una noche mientras intentaba conciliar el sueño escuché algo diferente no eran los pasos ni el llanto era un susurro casi imperceptible que provenía de algún Rincón oscuro de
mi habitación mi corazón comenzó a latir con fuerza y me quedé completamente quieto tratando de discernir las palabras pero lo único que escuché fue una respiración entrecortada como si alguien estuviera luchando por hablar desesperado encendí la lámpara junto a mi cama esperando que la luz disipara el horror que sentía pero lo que vi fue peor de lo que podría haber imaginado en la pared frente a mi cama una sombra se movía tomando una forma humana no era la mía y no había nadie más en la habitación la figura parecía agitarse luchando por salir de la
pared misma sus contornos eran borrosos pero lo suficientemente claros como para que pudiera un rostro distorsionado por el dolor el miedo me paralizó solo pude mirar mientras esa sombra continuaba su lucha silenciosa hasta que finalmente con un grito mudo desapareció desvaneciéndose en la oscuridad salté de la cama y corrí hacia la habitación de mis padres incapaz de articular lo que había visto Pero sabiendo que no podía estar solo a la mañana siguiente mientras tomábamos el desayuno en un silencio incómodo mi abuelo habló tenemos que hacer algo dijo en un tono que no admitía discusión la
hacienda está esos espíritus no nos dejarán en paz hasta que hagamos algo para apaciguar losos mis padres Aunque escépticos finalmente aceptaron que algo estaba terriblemente mal contactamos a un sacerdote local un hombre mayor con una reputación de ser capaz de tratar con cosas fuera de lo normal cuando llegó a la hacienda su rostro se ensombreció recorrió la casa en silencio deteniéndose especialmente en la capilla aquí ha ocurrido mucho dolor dijo finalmente las almas que quedaron atrapadas aquí están sufriendo necesitamos ofrecerles descanso lo que siguió fue una ceremonia que parecía salida de otra época el sacerdote
preparó un altar improvisado en la capilla y comenzó a rezar en latín entonando oraciones que parecían resonar con el mismo ritmo que el latido de la Tierra mi familia y yo observábamos en silencio con la esperanza de que esto Finalmente nos trajera la paz pero mientras el sacerdote continuaba con su ritual algo extraño comenzó a suceder las paredes de la capilla empezaron a vibrar ligeramente como si la misma estructura estuviera reaccionando a las palabras del sacerdote Y entonces el llanto comenzó de nuevo Pero esta vez no era un sonido distante era un Lamento que llenaba
la capilla resonando en nuos oídos hasta que sentí que mi cabeza iba a estallar el sacerdote alzó la voz gritando las palabras de su rezo como si estuviera tratando de ahogar El sonido del llanto las velas en el altar parpadear violentamente y por un momento pensé que se apagaría Pero entonces con un último grito el llanto cesó el silencio que siguió fue ensordecedor era como si la misma Hacienda estuviera conteniendo la respiración después de lo que pareció una eternidad el sacerdote terminó su oración y bajó los brazos estaba empapado en sudor y su rostro reflejaba
una mezcla de agotamiento y alivio creo que hemos hecho lo suficiente dijo pero su voz no tenía la certeza que esperaba esa noche la casa estuvo en silencio por primera vez en semanas no hubo pasos ni llantos ni susurros mis padres creyeron que todo había terminado que los Espíritus habían sido apaciguador había salido de la Hacienda con pasos rápidos y sin mirar atrás que me inquietaba y mis peores temores se confirmaron en las semanas que siguieron aunque los fenómenos habían disminuido no habían desaparecido del todo de vez en cuando aún sentía una presencia en mi
habitación una sombra que se movía fuera del alcance de mi vista a veces cuando pasaba por la capilla sentía un frío que me atravesaba los huesos como si el aire mismo estuviera saturado de dolor mi familia desesperada finalmente decidió abandonar la hacienda mis padres la vendieron a un precio mucho menor del que habían pagado dispuestos a perder dinero con tal de dejar atrás ese lugar maldito nos mudamos a una casa más pequeña en el centro de jalisco donde intentamos recuperar una vida normal pero algo de la Hacienda se quedó conmigo a veces en medio de
la noche aún me despierto escuchando aquel llanto o sintiendo la presencia de esa sombra en la esquina de mi habitación mis padres insisten en que todo fue una ilusión que el estrés de la mudanza y la restauración de la Hacienda nos hizo imaginar cosas que no estaban allí pero yo sé la verdad la hacienda de Jalisco no era solo una casa vieja era un lugar maldito donde las almas de los muertos segan vagando atrapadas entre este mundo y el siguiente buscando desesperadamente la paz que les fue negada en vida y aunque la hemos dejado atrás
siento que una parte de mí siempre estará conectada a ese lugar como si las sombras que habitan en él hubieran encontrado una forma de seguirme de recordarme que hay cosas en este mundo que no se pueden escapar escribo esto no solo como un relato de lo que experimenté sino como una advertencia Si alguna vez escuchas de una vieja haciend en Jalisco una que parece demasiado buena para ser verdad Piénsalo dos veces antes de entrar hay lugares en este mundo donde la muerte no es el final y donde el sufrimiento puede persistir mucho Después de que
la vida se haya extinguido y algunos de nosotros aquellos lo suficientemente desafortunados como para cruzar su umbral nunca podremos dejar esos lugares atrás no completamente [Música] el silencio del Lago recuerdo la noche en que mi vida cambió para siempre aún no puedo olvidar esos recuerdos que acechan en los rincones más oscuros de mi mente esos que se despiertan cuando cierro los ojos cuando el silencio de la noche se convierte en un eco inquietante fue en los lagos de Chapultepec un lugar que durante el día parecía tan inocente tan lleno de vida y alegría Pero como
me di cuenta esa noche el día es una cosa y la noche la noche es algo completamente diferente era una tarde cálida de octubre de esas en las que el aire huele a hojas secas y a nostalgia mis amigos y yo adolescentes con más curiosidad que sentido común decidimos que sería divertido pasar la noche en los lagos de Chapultepec habíamos oído las historias Claro pero las desestimamos como cuentos para asustar a los niños éramos jóvenes invencibles y no creíamos en fasmas ni en maldiciones Así que armamos un pequeño campamento en una de las orillas con
una fogata que chisporrotea débilmente mientras el sol se desvanecía detrás de los árboles el ambiente comenzó a cambiar cuando el último rayo de sol se hundió en el Horizonte el lago que antes brillaba con los reflejos dorados del Atardecer se transformó en un espejo negro inquietante en su quietud la brisa que había sido refrescante durante el día ahora se tornaba helada cortante cargada de un aroma metálico como si algo se descompon era cerca pero no pudimos identificar Qué era la conversación entre nosotros disminuyó a medida que la oscuridad se cernía sobre el lago no lo
mencionamos pero todos lo sentíamos una presencia una presión en el aire como si algo o alguien estuviera observándonos desde la penumbra Fue entonces cuando la escuchamos por primera vez Un lamento lejano desgarrador que ía provenir de las profundidades del Bosque mi piel se erizó al instante y Noté que no era el único los rostros de mis amigos estaban pálidos los ojos bien abiertos en un pánico silencioso no puede ser susurró uno de ellos pero todos sabíamos lo que estábamos pensando La leyenda de la llorona La mujer que vagaba buscando a sus hijos perdidos llorando su
desgracia eterna nos habíamos burlado de esa historia tantas veces pero ahora ahora en la oscuridad con ese grito resonando en el aire ya no parecía tan graciosa decidimos acercarnos al lago no sé qué nos impulsó a hacerlo quizás fue la arrogancia juvenil O tal vez el deseo de enfrentar nuestros miedos más profundos me acerqué al agua el corazón latiendo con fuerza en mi pecho el lago estaba inmóvil como un cristal oscuro que reflejaba las Estrellas y la luna llena que acababa de asomarse entre las nubes me inclin tratando de ver algo más allá de la
superficie Y entonces la vi era un reflejo nada más que un reflejo pero era tan real tan vívido que por un momento pensé que estaba allí detrás de mí una figura vestida de blanco con el cabello largo y enmarañado cayendo sobre su rostro su piel era pálida casi translúcida y sus ojos sus ojos eran pozos oscuros vacíos llenos de un dolor que no podría escribir con palabras giré sobre mis talones esperando encontrarme cara a cara con esa aparición pero no había nadie solo El vacío la oscuridad mis amigos estaban a unos metros de mí paralizados
observándome con el mismo terror reflejado en sus rostros no dije nada no podía el miedo había sellado mis labios la noche continuó cada minuto más denso y más opresivo que el anterior la la fogata se apagó sofocada por un viento que parecía susurrar palabras que no podíamos entender el Lamento volvió esta vez más cerca más agudo como si la Fuente del dolor estuviera justo al lado de nosotros sentí un escalofrío recorriendo mi espalda una sensación de que algo terrible estaba a punto de suceder y sucedió uno de mis amigos Raúl decidió ir a explorar el
bosque que bordeaba el lago no sé si fue la operación por huir de la atmósfera asfixiante del campamento o si algo lo había llamado desde la oscuridad todos intentamos detenerlo Pero él estaba decidido con una determinación en los ojos que no habíamos visto Antes nos prometió que volvería pronto pero la manera en que lo dijo como si supiera que no lo haría me dejó intranquilo lo vimos desaparecer entre los árboles y en ese momento supe que algo estaba mal el Lamento volvió Pero esta vez acompaña de un sonido más profundo un susurro grave que no
reconocí minutos después escuchamos un grito un grito de terror puro desgarrador que se cortó de repente como si alguien le hubiera arrebatado la voz corrimos hacia donde lo habíamos visto por última vez pero no encontramos nada ni siquiera sus huellas en la tierra el bosque parecía haberse tragado a Raúl y con él la última pisca de cordura que nos quedaba volvimos campamento esperando que regresara pero la espera fue en vano la noche avanzaba lenta como una herida que no dejaba de sangrar el lamento continuaba incesante y el miedo comenzó a dar paso a la desesperación
finalmente el amanecer rompió la noche y con él la niebla que se levantaba del Lago en la claridad del día el lugar parecía tan diferente tan normal que casi nos convencimos de que todo había sido una pesadilla Pero entonces Vimos a Raúl estaba allí en la orilla del lago de pie mirando fijamente el agua lo llamamos pero no respondió nos acercamos lentamente con el corazón en la garganta y cuando finalmente estuvimos lo suficientemente cerca comprendimos que algo terrible le había ocurrido sus ojos estaban vacíos su rostro inexpresivo como si toda emoción hubiera sido drenada de
su cuerpo intentamos hablar con él pero no decía nada Solo repetía una y otra vez en un murmullo casi inaudible ella me encontró nos llevó hora a sacarlo de allí parecía estar en un trance como si una parte de su mente hubiera quedado atrapada en la noche con esa figura espectral que había visto en el agua nunca recuperó sus recuerdos de lo que sucedió en el bosque Y hasta el día de hoy cada vez que le mencionamos esa noche se pone pálido y comienza a temblar incontrolablemente los días siguientes fueron una mezcla de confusión y
terror intentamos seguir adelante dejar atrás lo que habíamos experimentado pero algo se había quebrado en todos nosotros las pesadillas comenzaron casi de inmediato cada noche revivía ese momento junto al lago veía el reflejo de La Llorona en el agua y escuchaba su grito resonando en mi mente era como si estuviera llamándome invitándome a unirme a su eterno Lamento mis amigos también comenzaron a cambiar nos distanciamos como si el horror que habíamos vivido hubiera creado un abismo insalvable entre nosotros uno de ellos se mudó a otra ciudad incapaz de soportar la presión de estar cerca del
Lago otro se hundió en la depresión incapaz de borrar los gritos de su mente yo yo intenté encontrar respuestas leí todo lo que pude sobre la llorona sobre los lagos de Chapultepec y las leyendas que los rodeaban encontré historias similares relatos de personas que habían oído su grito y visto su figura pero ninguno tan aterrador como el nuestro nadie había hablado de ser encontrado por ella como lo había dicho Raúl pero a pesar de toda mi investigación nunca encontré una explicación que pudiera darme Paz la única conclusión a la que llegué Es que hay lugares
en este mundo que no están destinados a ser entendidos por la mente humana lugares donde la línea entre el mundo de los vivos y el de los muertos es más delgada y donde las almas perdidas pueden cruzar a nuestro lado finalmente dejé de Buscar respuestas comprendí que algunas cosas están destinadas a permanecer en la oscuridad que algunas puertas nunca deben abrirse y que algunas experiencias por mucho que nos atormenten deben quedarse enterradas en el pasado Pero a veces en las noches más silenciosas cuando el viento susurra a través de los árboles y la luna llena
brilla sobre el lago escucho El eco de un ento en la distancia y sé que ella sigue allí buscando Llamando a aquellos que se atrevan a desafiar su maldición Desde esa noche no he vuelto a los lagos de Chapultepec no podría Aunque lo intentara Hay algo en ese lugar que me dejó marcado que se llevó una parte de mí que nunca recuperaré pero aún así a veces siento su llamada siento el lago llamándome de nuevo nunca desaparece del todo y entonces recuerdo las palabras de Raúl susurradas con el último rastro de cordura que le quedaba
ella me encontró y es en esos momentos cuando me doy cuenta de que aunque haya escapado esa noche una parte de mí Siempre estará en ese lugar atrapada en el silencio del Lago donde la línea entre el miedo y la realidad se difumina para siempre el el pozo de las almas era el año 2005 cuando trabajé en la construcción de una casa en las afueras de Aguascalientes recuerdo el calor abrasador del sol que se negaba a ceder incluso al caer la tarde Un calor que parecía penetrar en los huesos y que traía consigo una extraña
sensación de inquietud el terreno en el que trabajábamos Estaba rodeado de un aire denso y sofocante como si el mismo lugar ocultara secretos que preferiría no revelar el sitio en cuestión había estado vacío durante décadas era un Note grande rodeado de maleza crecida y árboles que se inclinaban hacia un lado como si estuvieran tratando de escapar de lugar lo que más llamaba la atención sin embargo era un pozo antiguo en el centro del terreno su borde estaba cubierto de musgo y la piedra que lo conformaba estaba desgastada como si hubiera estado ahí desde tiempos inmemoriales
los planos de la nueva casa indicaban que ese pozo tenía que ser sellado Así que no perdimos tiempo y comenzamos a trabajar en ello a medida que levantábamos las piedras para cubrir la abertura una sensación de desasosiego comenzó a apoderarse de mí no era miedo exactamente sino una creciente incomodidad como si estuviéramos cometiendo un grave error pero en ese momento lo atribuí al cansancio y Al Calor implacable una vez que el pozo estuvo sellado fue cuando todo comenzó la primera noche después de haber cubierto la boca del pozo Soñé con un hombre que me observaba
desde la oscuridad no podía verle el rostro con Claridad pero sus ojos brillaban con una desesperación que me helaba la sangre en mi sueño Estaba Atrapado dentro del pozo arañando las paredes con uñas ensangrentadas intentando salir desperté sudando frío con la sensación de que alguien me observaba desde el rincón más oscuro de la habitación Pero no había nadie allí lo atribuí a una simple pesadilla Aunque una parte de mí se preguntaba si había sido algo más los días siguientes no fueron mejores comencé a ver sombras en el rabillo del ojo figuras que desaparecían en cuanto
volteaba a mirar en ocasiones cuando estábamos en la obra creía Escuchar voces susurrando mi nombre apenas audibles como si vinieran de lo profundo de la tierra traté de ignorarlo pero las visiones y los murmullos se hicieron más frecuentes y una tarde mientras trabajábamos en la fundación escuché lo que parecía un gemido proveniente del suelo me detuve en Seco Mirando a mis compañeros pero ninguno de ellos pareció haber oído nada sin embargo cuando uno de ellos se acercó al pozo sellado para dejar sus herramientas tropezó y cayó al suelo con un grito corrió hacia nosotros pálido
y temblando asegurando que algo lo había empujado esa misma noche el el sueño volvió Pero esta vez fue más vívido estaba dentro del pozo Atrapado en la oscuridad podía oír los gritos de otros a mi alrededor lamentos que suplicaban por ayuda sentí que algo me agarraba los tobillos tirando de mí hacia abajo desperté con el grito atorado en la garganta el corazón golpeando frenéticamente contra mi pecho los días se convirtieron en un tormento constante ya no podía dormir temiendo lo que vería y cerraba los ojos mis compañeros también comenzaron a mostrar signos de agotamiento y
nerviosismo nadie hablaba de ello pero todos sabíamos que algo estaba mal algo se había liberado cuando sellamos ese pozo unos días después un anciano del pueblo se acercó a la obra nos observó en silencio por un rato antes de preguntar que estábamos construyendo cuando le mencionamos el pozo y como lo habíamos sellado su rostro se oscureció con voz baja nos contó una historia que me heló la sangre durante la Revolución Mexicana aquel pozo había sido utilizado para deshacerse de los cuerpos de los caídos soldados Rebeldes civiles inocentes todos habían sido arrojados a ese Abismo Sin
nombre no había distinción solo muerte Los cuerpos habían sido olvidados sepultados bajo años de silencio el pozo nos dijo el anciano estaba mal Tito las almas de los muertos estaban atrapadas allí y al sellarlo habíamos sellado también su única conexión con el mundo exterior condenándolos a una eternidad de sufrimiento la revelación me dejó paralizado ahora todo tenía sentido las visiones los susurros las pesadillas Pero lo que más me aterrorizaba era la certeza de que ahora esas almas estaban buscando venganza esa noche el sueño fue peor que nunca esta vez no era solo un espectador estaba
dentro del pozo hundiéndome en un mar de cuerpos descompuestos las manos me agarraban los rostros desencajados y llenos de desesperación me miraban pidiendo ayuda que no podía darles podía sentir el olor a muerte a tierra húmeda y podrida traté de gritar pero mi voz no salía cuando desperté ya no podía soportarlo más tenía que hacer algo convencí a mis compañeros para que volviéramos al pozo era casi medianoche Cuando llegamos al lugar la luna estaba oculta tras nubes pesadas y el aire Era frío mucho más de lo que debería ser en esa época del año quitamos
las piedras con manos temblorosas Y al hacerlo el aire se llenó de un hedor indescriptible un olor a muerte que parecía emanar de las profundidades miré dentro del pozo esperando ver algo cualquier cosa pero solo había oscuridad una oscuridad tan densa que parecía absorber la luz de nuestras linternas Sin embargo a medida que el hedor aumentaba también lo hizo el sonido eran gemidos gritos ahogados que venían desde lo profundo llenos de un dolor inimaginable de repente algo Se movió en la oscuridad retrocedí sintiendo un frío helado recorrer mi espalda Fue entonces cuando lo vi una
figura emergiendo del pozo era un hombre o lo que quedaba de él su carne estaba putrefacta Colgando de sus huesos en girones sus ojos vacíos y llenos de dolor se clavaron en mí Detrás de él otras figuras comenzaron a aparecer subiendo desde las profundidades del pozo como si el mismo infierno Los hubiera vomitado corrimos no sé cómo logramos salir de allí sin perder la razón pero lo hicimos esa fue la última vez que puse un pie en ese lugar abandonamos la obra al día siguiente dejando todo atrás nadie habló de lo que sucedió como si
al hacerlo Confirmamos la realidad de lo que habíamos visto sin embargo los sueños no se detuvieron siguen hasta el día de hoy recordándome lo que vi lo que desat a veces en las noches más oscuras creo escuchar los susurros nuevamente llamándome desde la profundidad Y entonces sé con una certeza que me consume que esas almas jamás encontrarán Paz he tratado de olvidar de seguir adelante con mi vida pero el peso de lo que ocurrió me sigue a donde quiera que voy en momentos de silencio siento su presencia una sombra constante en los rincones de mi
mente sé que de alguna manera estoy marcado por ese pozo maldito condenado a llevar conmigo el recuerdo de esas almas perdidas algunas noches cuando la oscuridad se cierne sobre mi hogar y el viento sopla con un gemido casi humano me pregunto si algún día lograrán encontrarme si algún día esas manos que sentí en mis sueños finalmente se cerrarán alrededor de mi cuello arrastrándome hacia la oscuridad eterna que habita en ese pozo Y entonces en el silencio absoluto de la noche sé que no hay escape No para mí no para ellos Solo queda esperar con el
miedo siempre presente a que la almas que sellamos ese día decidan que ya es hora de que me una a ellos porque en el fondo creo que siempre lo han sabido ese pozo Nunca debió haber sido sellado y ahora todo lo que puedo hacer es esperar el momento en que vengan a reclamar lo que es suyo el hospital de la muerte Mi nombre es Luis y hace unos años acepté un trabajo como guardia de seguridad en un hospital abandonado en Tijuana había escuchado historias sobre el lugar murmullos en los pasillos luces que se encendían y
apagaban sin motivo y la visión inquietante de una niña que vagaba por los corredores oscuros sin embargo siempre fui escéptico de esos cuentos nunca había creído en fantasmas ni en lo sobrenatural pero lo que experimenté en ese lugar cambió para siempre mi percepción de la realidad el hospital un edificio gris y se alzaba en las afueras de la ciudad un gigante olvidado que albergaba los recuerdos de los que allí habían sufrido y muerto cerrado Desde hacía décadas su estructura mostraba el desgaste del tiempo ventanas rotas paredes desconchadas y grafitis que cubrían lo que alguna vez
fue un lugar de sanación acepté el trabajo porque pagaban bien y no exigían demasiado solo debía hacer rondas nocturnas asegurarme de que no hubiera intrusos y reportar cualquier actividad inusual mi primera noche fue tranquila demasiado Tranquila el viento soplaba a través de las ventanas rotas creando silvidos que se mezclaban con los crujidos del edificio mis pasos resonaban en los pasillos vacíos y las sombras danzaban en las esquinas movidas por la débil luz de mi linterna durante esas primeras horas nada parecía fuera de lo común no vi nada extraño ni escuché nada más allá de los
ruidos normales de una estructura envejecida sin embargo Todo cambió durante mi tercera noche eran cerca de las 3 de la mañana la hora en la que el silencio se vuelve tan denso que parece absorber todos los sonidos estaba en el segundo piso revisando las alas de lo que alguna vez fue el área de pediatría el aire allí era diferente más frío y tenía un ligero olor a desinfectante como si alguien hubiera limpiado recientemente Aunque sabía que eso era imposible de repente escuché el sonido de pasos pequeños como los de un niño corriendo por el pasillo
detrás de mí me giré de inmediato mi linterna apuntando hacia la dirección del ruido pero no vi nada el corredor estaba vacío mi corazón comenzó a latir más rápido pero Me obligué a mantener la calma pensé que tal vez había sido un animal un gato o un perro callejero que se había colado por alguna ventana rota seguí caminando Pero esta vez con más cautela atento a cualquier sonido llegué a la última habitación del pasillo y al abrir la puerta sentí un escalofrío recorrer mi espalda la habitación estaba vacía excepto por una pequeña cama en el
centro cubierta por una sábana blanca polvorienta en la esquina de la habitación había una vieja Muñeca de trapo con una sonrisa pintada en su rostro desgastado algo en ese lugar me inquietaba profundamente pero no podía decir qué era mientras examinaba la habitación escuché un suave susurro como si alguien estuviera hablando muy cerca de mi oído vete decía la voz casi imperceptible Mi corazón se aceleró y la adrenalina inundó mi cuerpo miré alrededor pero no había nadie decidí salir de la habitación rápidamente cerrando la puerta trás de mí Con un fuerte golpe mientras caminaba de vuelta
por el pasillo me di cuenta de que estaba sudando a pesar del frío que sentía mis manos temblaban pero traté de convencerme de que todo tenía una explicación lógica al llegar al final del pasillo vi algo que hizo que mi corazón se detuviera Por un instante al fondo cerca de las escaleras estaba una figura pequeña la silueta de una niña parecía estar de pie mirándome sus ojos eran dos pozos oscuros en medio de su rostro pálido tragué saliva Y di un paso hacia ella pensando que tal vez era una invasora una niña que se había
colado en el edificio por curiosidad estás bien pregunté mi voz apenas un susurro Pero antes de que pudiera dar otro paso la figura desapareció no se desvaneció lentamente simplemente dejó de estar allí como si nunca hubiera existido me quedé paralizado por unos segundos sin saber qué hacer sentí una presencia a mi alrededor como si alguien o algo me estuviera observando esperando intenté racionalizar lo que había visto podía haber sido mi mente jugándome una mala pasada el cansancio acumulado o el ambiente lúgubre del hospital afectándole a casa cerré todas las ventanas y puertas y dejé las
luces encendidas pero el rostro de la niña seguía apareciendo en mi mente cada vez que cerraba los ojos al día siguiente intenté Investigar sobre el hospital buscando respuestas que pudieran calmar mi mente encontré historias de pacientes que habían muerto en circunstancias extrañas de doctores que realizaban experimentos poco éticos y de una niña que había muerto trágicamente en el área de pediatría la misma área Donde había visto la figura los días siguientes se convirtieron en una prueba de mi cordura cada noche en el hospital era peor que la anterior las luces parpadeaban sin razón puertas que
sabía que había cerrado aparecían abiertas y los murmullos se volvían más frecuentes más cercanos escuchaba risas infantiles seguidas de llantos desconsolados a veces sentía que alguien caminaba detrás de mí pero cuando me giraba no había nada lo peor de todo era la sensación constante de que algo me estaba observando acechando esperando el momento adecuado para mostrarse una noche mientras realizaba mi ronda habitual decidí enfrentar mi miedo volví al área de pediatría al pasillo Donde había visto a la niña por primera vez no quería ser un cobarde no quería dejar que mi mente me jugara malas
pasadas Caminé lentamente por el pasillo mi linterna iluminando cada Rincón cada sombra al llegar a la última habitación la misma Donde había escuchado el susurro me detuve la puerta estaba entreabierta Aunque recordaba haberla cerrado empujé la puerta con cautela y vi que la habitación estaba igual que la última vez con la cama en el centro y la muñeca en la esquina Pero esta vez Había algo diferente en la pared alguien había escrito con lo que parecía ser tiza ayúdame las letras eran torcidas infantiles y debajo de ellas había huellas pequeñas como si una niña hubiera
caminado descalsa sobre el polvo del suelo el miedo se apoderó de mí pero algo dentro de mí también sentía una extraña compasión era posible que esta niña esta entidad estuviera atrapada en este lugar incapaz de encontrar la paz decidí que tenía que hacer algo aunque no sabía exactamente qué cerré los ojos y con voz temblorosa dije qu necesitas Cómo puedo ayudarte el silencio que siguió fue insoportable un vacío que parecía absorber todo el sonido del mundo Entonces escuché un susurro más claro que antes el sótano el sótano del hospital era un lugar que nunca había
visitado siempre lo había evitado principalmente porque estaba sellado sabía que allí se almacenaban los suministros médicos y que era un lugar oscuro y húmedo pero no tenía razón para bajar sin embargo esa noche sentí que no tenía otra opción si quería respuestas debía enfrentar lo que fuera que estaba en ese sótano encontré las llaves en la oficina del guardia anterior un hombre que había dejado el trabajo abruptamente sin explicación con la llave en mano me dirigí al sótano sintiendo como mi corazón latía con fuerza en mi pecho las escaleras que llevaban al sótano eran estrechas
y empinadas y el aire se volvía más denso a medida que descendía la oscuridad era casi total y mi linterna apenas iluminaba los escalones delante de mí al llegar al fondo Me encontré con una puerta pesada de metal con manos temblorosas insert la llave y giré el pomo el sótano estaba en un estado deplorable el olor a mov y descomposición era abrumador Y las paredes estaban cubiertas de manchas de humedad Caminé por el Estrecho pasillo pasando por filas de estantes oxidados llenos de cajas viejas y equipo médico en desuso finalmente llegué a una puerta al
final del pasillo no estaba cerrada con llave y al abrirla sentí una Ráfaga de aire frío que me golpeó como un puñetazo dentro de la habitación había una camilla en el centro rodeada de lo que parecían ser antiguos equipos de cirugía pero lo que realmente llamó mi atención fue una pequeña caja de madera en una esquina era vieja y estaba cubierta de polvo pero algo en ella me instó a acercarme al abrirla encontré lo que parecían ser objetos personales un pequeño vestido de niña un par de zapatos desgastados y un mechón de cabello envuelto en
una cinta bajo estos objetos había una fotografía en blanco y negro de una niña sonriente la misma niña que había visto en los pasillos sentí una oleada de tristeza al mirar la foto esta niña había muerto en este hospital y de alguna manera su espíritu estaba Atrapado aquí incapaz de descansar mientras sostenía la foto escuché nuevamente el susurro esta vez más claro y más cerca Devuélveme a casa no sabía exactamente qué significaba eso pero intuía que debía sacar esa caja de ese lugar con la caja en mano Subí las escaleras de vuelta al nivel principal
sintiendo como la atmósfera opresiva del hospital comenzaba a desvanecerse al llegar a a la salida miré hacia atrás una última vez y por un momento creí ver a la niña de pie en la puerta del sótano mirándome con una expresión de agradecimiento Esa fue la última noche que trabajé en el hospital renuncié Al día siguiente incapaz de continuar sin embargo antes de irme llevé la caja a un pequeño cementerio en las afueras de la ciudad donde sabía que la niña había sido enterrada colocarla en su tumba me trajo una extraña Paz Como si finalmente hubiera
hecho lo correcto desde entonces no he vuelto a experimentar nada parecido pero cada vez que paso por ese hospital abandonado siento una presencia amigable como si alguien estuviera Agradecido por lo que hice No sé si alguna vez comprenderé completamente lo que ocurrió en ese lugar pero sé que lo que vi y sentí era real La posada Mi nombre es Carla hace algunos años trabajé como recepcionista en una antigua posada en el corazón de Querétaro un lugar que albergaba más historia de la que cualquiera de nosotros podría haber imaginado La posada construida en el siglo XVII
conservaba mucho de su estructura original gruesos muros de piedra techos altos de madera y un patio central que parecía ser El guardián de los secretos más oscuros del pasado desde el primer primer día sentí una presencia inquietante en el lugar pero como tantas otras veces decidí ignorarla a fin de cuentas los viejos edificios suelen tener su propia personalidad O al menos eso era lo que me repetía para calmar mis nervios las historias sobre la posada comenzaron a acumularse rápidamente los huéspedes se quejaban de extrañas sombras que pasaban por sus habitaciones de susurros en la noche
y de la inexplicable sensación de ser observados al principio atribuye estas quejas al cansancio o a la sugestión de estar en un edificio tan antiguo sin embargo con el tiempo esos relatos Se volvieron imposibles de ignorar recuerdo una noche en particular cuando una pareja salió aterrada de su habitación asegurando que alguien había intentado abrir la puerta mientras dormía al revisarla no encontré signos de forcejeo ni huellas que pudieran indicar que alguien estuvo allí pero lo que realmente me perturbó fue que según sus descripciones el intruso no parecía ser alguien del presente hablaban de una figura
sombría vestida con ropas anticuadas que desapareció Tan pronto como encendieron la luz a partir de entonces empecé a escuchar historias similares de otros huéspedes todos describiendo a una mujer en particular la describían como una figura femenina vestida de blanco con un peinado y atuendo que correspondían a la época colonial siempre caminaba en silencio deslizándose por el patio y los pasillos como si estuviera en trance algunos dijeron que la vieron llorar pero cuando intentaron acercarse ella se desvaneció ante sus ojos una noche me quedé tarde en la posada ocupándome de unas tareas administrativas que habían quedado
pendientes La posada estaba en silencio y el único sonido era el crujir ocasional de la madera bajo mis pies me dirigí al patio para tomar un poco de aire fresco antes de cerrar el lugar la luna iluminaba las paredes de piedra y los arbustos que rodeaban la Fuente central Fue entonces cuando la vi al principio pensé que era una ilusión un juego de luces y Sombras Pero cuando la figura comenzó a moverse Supe que era real era la mujer que todos describían su vestido blanco flotaba con una ligereza imposible y su cabello oscuro caía en
ondas suaves sobre sus hombros caminaba lentamente como si cada paso la asumiera en un dolor que solo ella podía entender mi corazón comenzó a latir con fuerza pero Me obligué a permanecer quieta observándola la mujer cruzó el patio y sin pensarlo la seguí la curiosidad superaba al miedo Aunque una parte de mí sabía que esto no terminaría bien cuando se detuvo junto a la Fuente finalmente me armé de valor y le hablé está usted bien pregunté con la voz recortada no obtuve respuesta ella simplemente se giró para mirarme y en ese momento sentí como si
el aire se escapara de mis pulmones sus ojos vacíos y sin vida me atravesaron con una tristeza infinita quise retroceder correr lejos de ella pero mis piernas no respondían todo mi cuerpo estaba paralizado como si estuviera atrapada en un sueño del que no podía despertar y entonces des apareció no fue una desaparición abrupta sino lenta casi como si se desvaneciera en el aire un escalofrío recorrió mi espalda cuando comprendí que lo que había visto no era de este mundo regresé al interior de la posada con el corazón aún acelerado y me dirigí al escritorio de
la recepción donde guardábamos algunos registros antiguos sentí la necesidad de saber más de entender Quién era aquella mujer y por qué seguía vagando por la posada después de un rato de buscar entre los polvorientos archivos encontré un viejo libro de registros que databa de más de un siglo atrás el nombre de Ana María aparecía varias veces en esos registros siempre anotado junto a las palabras homicidio y desaparición según lo que pude reconstruir Ana María había sido una joven de familia acomodada que había llegado a la posada en 1857 estaba comprometida con un hombre influyente de
la región Pero había desaparecido ido poco antes de su boda los rumores de la época decían que había sido asesinada por un pretendiente celoso Aunque su cuerpo nunca fue encontrado la historia era tan oscura como la presencia que había sentido en el patio esa noche los detalles de su desaparición eran vagos envueltos en el misterio y el caso nunca fue resuelto sin embargo los registros indicaban que muchos creían que su espíritu no había encontrado descanso y que seguía buscando justicia O tal vez simplemente un final para su dolor después de esa noche La posada se
convirtió en un lugar aún más perturbador para mí aunque continué trabajando allí mi percepción de lugar había cambiado para siempre ya no podía ignorar los murmullos de los huéspedes ni las sombras que parecían moverse en los rincones oscuros sabía que no estaba sola que Ana María o lo que quedaba de ella seguía presente con el tiempo la actividad paranormal en la posada aumentó más huéspedes comenzaron a reportar incidentes extraños puertas que se cerraban solas espejos que se empañaba sin motivo y el persistente sonido de pasos en los pasillos Cuando nadie más estaba allí Aunque intentábamos
mantener la calma el miedo era palpable entre los empleados algunos decidieron renunciar incapaces de soportar la creciente tensión pero yo por alguna razón que aún no comprendo del todo decidí quedarme mis noches en la posada Se volvieron cada vez más inquietantes a menudo mientras revisaba los libros de registros o atendía a los pocos huéspedes que se atrevían a quedarse sentía una presencia a mi lado una presión en el aire un frío inexplicable que hacía que mi piel se erizara y siempre esa sensación de estar siendo observada recuerdo una noche particularmente aterradora me encontraba sola como
de costumbre revisando el en el pequeño cuarto de suministros al fondo de la posada era pasada la medianoche y el silencio era tan denso que cada pequeño ruido se amplific haciéndome saltar con cada crujido de la madera de repente las luces parpadear y se apagaron dejándome en la más absoluta oscuridad mi primer instinto fue Buscar la linterna en el estante más cercano pero mientras lo hacía escuché un susurro era un murmullo bajo casi inaudible pero clar femenino No entendí lo que decía pero la voz transmitía una urgencia que me hizo estremecer encendí la linterna con
manos temblorosas y apunté hacia la puerta del cuarto de suministros no había nada Solo la oscuridad del pasillo que se extendía más allá sin embargo el susurro continuaba más claro Ahora como si alguien estuviera justo detrás de mí sentí una presencia helada a mis espaldas un frío que no era natural giré lentamente con el corazón latiendo desbocado y allí estaba Ana María o lo que quedaba de ella estaba parada frente a mí su figura apenas visible en la débil luz de la linterna su rostro estaba cubierto por un velo y sus manos pálidas y delgadas
se extendían hacia mí como si quisiera decirme algo como si estuviera buscando ayuda el pánico me invadió y retrocedí hasta chocar con la pared mis pies no respondían y mi voz se ahogaba en mi garganta no podía apartar la mirada de aquellos ojos vacíos llenos de una tristeza infinita sentí que el tiempo se detenía Mientras ella se acercaba lentamente hasta que la linterna parpadeó y se apagó sumé me en la oscuridad Total no sé cuánto tiempo pasó hasta que las luces volvieron cuando lo hicieron estaba sola nuevamente en el cuarto de suministros con la linterna
apagada en mis manos y el frío aún impregnando el aire salí corriendo del cuarto con el corazón latiendo frenéticamente y me detuve en el patio para intentar calmarme el aire fresco de la noche no Fue suficiente para disipar el terror que había sentido después de esa noche decidí que ya no podía seguir trabajando en la posada las experiencias que había vivido allí habían dejado una marca en mi que no podía ignorar presenté mi renuncia aunque fue una decisión difícil ya que la posada había sido como un segundo hogar durante muchos años sin embargo sabía que
debía alejarme de ese lugar antes de que algo peor sucediera mi último día en la posada fue agridulce mientras recogía mis cosas sentí una mezcla de alivio y tristeza sabía que estaba dejando atrás una parte importante de mi vida pero también era consciente de que debía hacerlo por mi propio bienestar las profundidades de Chiapas Era una noche de luna menguante en el año 2008 cuando me encontraba conduciendo por la asosa carretera que conecta San Cristóbal de las Casas con Palenque en el corazón de Chiapas la humedad de la selva se colaba a través de las
ventanas ligeramente abiertas del coche y el sonido lejano de los animales nocturnos parecía rodearme mientras me adentraba cada vez más en la espesura había escuchado rumores de los lugareños sobre un espectro que se manifestaba en ese tramo de la carretera cuentos viejos pensaba historias para asustar a los turistas o para mantener a la gente alejada de ciertos lugares Mi razón me decía que no había de qué preocuparse pero una parte más primitiva de mi cerebro no dejaba de mandar señales de alerta algo en el aire en la misma vibración de la tierra bajo las ruedas
me decía que no estaba solo conducía con la mirada fija en el camino iluminado solo por los faros de mi vehículo la carretera era estrecha bordeada por árboles gigantescos cuyas copas parecían querer devorar la luz de la luna no había otro coche en kilómetros ni siquiera un Destello en la distancia que indicara la presencia de otro ser humano era como si hubiese cruzado a otro mundo un lugar olvidado por el tiempo donde las leyes de la lógica y la razón ya no aplicaban pasó un buen rato hasta que de repente lo vi a la orilla
de de la carretera casi fuera del alcance de la luz una figura tambaleante emergió de entre los árboles mi corazón dio un vuelco y por un instante mis manos dudaron al volante era un hombre cubierto de sangre con el rostro desfigurado y la ropa hecha girones extendía una mano suplicante hacia mí sus ojos reflejaban un dolor indescriptible sin tiempo para pensar desacelero junto a él bajé la ventana y pregunté si necesitaba ayuda el hombre sin decir una palabra simplemente abrió la puerta del coche y se dejó caer en el asiento trasero su respiración era pesada
entrecortada y un hilo de sangre se deslizaba por su mentón aquel instante quedó grabado en mi memoria como una fotografía borrosa teñida De rojo te llevaré al hospital más cercano dije con la voz quebrada por los nervios pero él no respondió miré por el retrovisor y por un momento me pareció que sus ojos no estaban enfocados en nada como si mirara a través de mí Más allá del espejo hacia un lugar donde la vida ya no existía aceler el coche intentando mantener la calma cada kilómetro que recorría me hacía sentir más Atrapado como si la
carretera se alargar interminablemente el Aide dentro del coche se volvió denso casi irrespirable mi pecho comenzó a oprimir y un sudor frío Empezó a correr por mi espalda algo estaba terriblemente mal pero no podía detenerme miré de nuevo por el retrovisor y el hombre seguía allí pero su figura comenzaba a desvanecerse su piel antes pálida ahora parecía translúcida y sus ropas ensangrentadas se fundían con la oscuridad mis pensamientos se arremolinar en una espiral de confusión y terror estaba perdiendo la razón era el cansancio el estrés pero no podía negar lo que veía el hombre se
estaba desvaneciendo ante mis ojos como si nunca hubiera estado allí finalmente llegué al pueblo más cercano una pequeña comunidad enclavada en las montañas con casas dispersas y calles mal iluminadas detuve el coche frente a lo que parecía ser un centro comunitario donde un par de ancianos charlaban en voz baja salí del coche casi corriendo y grité pidiendo ayuda señalando hacia el asiento trasero pero cuando los ancianos se acercaron no encontraron a nadie el asiento estaba vacío ni rastro de sangre ni siquiera la marca de un cuerpo era como si hubiera imaginado todo mi corazón lía
con fuerza y una sensación de irrealidad me invadió intenté explicarlo pero las palabras se me atoraba en la garganta los ancianos se miraron entre sí y uno de ellos con voz grave y cansada dijo has visto al hombre que murió aquí hace años lo asaltaron en esta carretera lo dejaron agonizando en la cuneta y nadie vino a ayudarlo desde entonces su espíritu no encuentra Paz No eres el primero en verlo ni serás el último esas palabras Me atravesaron Como un cuchillo frío no quería creerlo pero todo tenía sentido en una lógica oscura y retorcida que
escapaba a la comprensión humana el hombre al que había ent ayudar no estaba vivo había sido un espectro una sombra de una tragedia pasada Atrapado en un ciclo eterno de sufrimiento intenté recomponerme agradecer a los ancianos por la explicación pero las palabras no salían de mi boca me alejé de ellos sintiendo el peso de sus miradas en mi espalda y volví al coche pero el ambiente en el vehículo ya no era el mismo sentía su presencia aunque no pudiera verlo cada sombra en la carretera cada movimiento en la periferia de mi visión era una advertencia
de que no había escapado decidí no detenerme hasta llegar a Palenque conducía como un autómata sin recordar los detalles del camino solo recuerdo las luces del coche reflejándose en el asfalto mojado el sonido de las llantas sobre los charcos y la creciente sensación de que algo me seguía algo que no pertenecía a este mundo llegué a Palenque al amanecer el sol empezaba a despuntar en el Horizonte tiniendo el cielo de un pálido azul aparqué en el hotel donde me hospedar y me desploma en la cama sin siquiera quitarme los zapatos la fatiga me arrastró a
un sueño intranquilo lleno de imágenes fragmentadas el rostro ensangrentado del hombre sus ojos vacíos la carretera interminable que se extendía Más allá de la realidad desperté al mediodía con el cuerpo entumecido y la mente confusa me duché intent tando borrar la sensación de suciedad y miedo que se había impregnado en mi piel el agua caliente alivió mis músculos pero no pudo limpiar la oscuridad que sentía en mi interior pasé el día recorriendo las ruinas de Palenque tratando de distraerme de perderme en la historia y la majestuosidad del lugar pero la experiencia de la noche anterior
me perseguía y no podía sacudirme la sensación de que algo estaba profundamente mal esa noche mientras cenaba en un pequeño restaurante local escuché a un par de turistas hablando sobre la carretera entre San Cristóbal y Palenque mencionaron los rumores de un espectro un hombre que aparecía a los conductores pidiendo ayuda sentí un escalofrío recorrerme la espalda uno de los turistas un hombre mayor con acento extranjero dijo algo que me dejó helado dicen que si lo ves No puedes escapar de su maldición siempre estará contigo hasta que tú también mueras en esa mi apetito desapareció por
completo dejé el plato a medio comer y salí del restaurante sintiendo que el aire nocturno se había vuelto opresivo cargado de una energía que no podía ver pero que percibía con cada fibra de mi ser regresé al hotel intentando convencerme de que todo había sido una serie de coincidencias una alucinación producto del cansancio y el estrés del viaje pero en el fondo sabía que no era así Había algo en esa carera algo que iba Más allá de lo racional algo que había roto la fina Barrera entre la vida y la muerte las noches siguientes fueron
una tortura cada vez que cerraba los ojos veía al hombre en el asiento trasero de mi coche mirándome con esos ojos vacíos acusadores mi mente jugaba trucos crueles haciéndome escuchar su respiración en la oscuridad sentir su presencia en la habitación el miedo se convirtió en mi compañero constante una sombra que no podía sacudirme unos días después ya no podía soportarlo más decidí que debía volver a San Cristóbal enfrentarme a la carretera una vez más tenía la esperanza de que al completar el viaje en sentido contrario pudiera cerrar el ciclo dejar atrás al espectro y recuperar
la paz esa noche preparé mi maleta y salí antes del amanecer la carretera se desplegaba ante mí como un desafío un enemigo silencioso que esperaba devorarme a medida que avanzaba la selva a mi alrededor parecía cerrarse las sombras se alargaban y la niebla comenzaba a deslizarse entre los árboles como un velo espectral estaba a mitad de camino cuando lo vi nuevamente el hombre de pie en el mismo lugar su cuerpo maltrecho iluminado por los faros de mi coche pero esta vez no se movió no pidió ayuda simplemente me observó con una expresión que no podía
descifrar aceler intentando no mirarlo pero en el último segundo nuestros ojos se encontraron a través del retrovisor y en ese momento supe que nunca podría escapar de él el coche comenzó a fallar los faros parpadear y el motor se ahogó obligándome a detenerme en la orilla de la carretera sentí su presencia más cerca que nunca como si el aire a mi alrededor se hubiera vuelto sólido aplastante no pude evitarlo giré la cabeza hacia el asiento trasero y allí estaba él pero no como un hombre su figura se había deformado su rostro era una máscara de
horror indescriptible su boca se abrió pero no emitió ningún sonido una sensación de terror absoluto me invadió paralizando me no podía moverme no podía respirar la última cosa que recuerdo fue el sonido de un susurro apenas audible que parecía venir de todas partes y de ninguna luego todo se volvió negro cuando recobren estaba de vuelta en mi coche en un hospital en San Cristóbal me dijeron que me habían encontrado inconsciente en la carretera sin signos de heridas físicas pero en estado de soc profundo los médicos no podían explicar lo que me había pasado pero sus
miradas decían lo que no se atrevían a pronunciar desde entonces vivo con la certeza de que algo de m quedó Atrapado en esa car junto al espíritu del hombre que murió allí he intentado seguir adelante olvidar pero cada noche en la oscuridad siento su presencia sé que nunca me dejará que su maldición me seguirá donde quiera que vaya si te gustaron los relatos Nos gustaría que nos apoyar con un like o un comentario ya que eso nos ayudaría bastante y si no estás suscrito o suscrita te invito a que lo hagas para que no te
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