Nico caminaba descalzo por las calles desiertas del barrio que había aprendido a llamar hogar la noche era fría y oscura y la única luz provenía de los lejanos postes de la avenida principal parpadeando intermitentemente como si también ellas estuvieran cansadas Nico con apenas 10 años se había acostumbrado a la soledad de esas calles el silencio de la noche que para otros Sería inquietante para él era un alivio significaba que las peleas los gritos y las discusiones del día habían cesado llevaba días sin comer más que las obras que encontraba en la basura o lo poco
que algunos vecinos movidos por la compasión le daban esta noche no parecía ser diferente pero Nico impulsado por el hambre decidió revisar nuevamente los contenedores de un callejón que había visitado antes sabía que probablemente no encontraría nada pero la necesidad lo empujaba a intentarlo de todos modos al acercarse al final del callejón escuchó un sonido débil casi imperceptible como un pequeño gemido se detuvo aguzando el oído y tras un par de segundos lo oyó nuevamente curioso y un poco preocupado Nico siguió el sonido hasta un rincón donde la oscuridad era más profunda al principio no
vio nada pero entonces sus ojos acostumbrados a la penumbra captaron una figura temblorosa entre las sombras un cachorro diminuto sucio y Flaco acurrucado sobre unos cartones húmedos Nico se agachó lentamente extendiendo la mano hacia el animal El Cachorro un bultito de pelo enmarañado y sucio alzó la cabeza y lo miró con ojos llenos de miedo y desconfianza tenía el aspecto de quien no espera nada bueno de la vida igual que Nico el niño sintió un pinchazo en el pecho un reconocimiento mutuo Entre Dos seres que habían conocido más sufrimiento que alegría Hola pequeñín susurró Nico
intentando sonar amable Aunque su voz estaba teñida de tristeza El Cachorro temblando visiblemente no se movió pero tampoco huyó Nico supo que no podía dejarlo allí solo y desamparado era como verse a sí mismo en un espejo y ese reflejo lo ó más de lo que esperaba con movimientos lentos para no asustarlo sacó de su bolsillo un trozo de pan duro que había guardado para su cena lo partió en dos dejando un pedazo para sí mismo y ofreciendo el otro al cachorro no es mucho pero es todo lo que tengo dijo mientras acercaba el pan
al hocico del animal el cachorro olfateo con cautela y tras unos segundos de duda comenzó a mordisquear el pan con avidez Nico sonrió por primera vez en días ver al pequeño comer le dio una extraña sensación de satisfacción como si por una vez hubiese hecho algo realmente bueno se sentó en el suelo frío junto al cachorro Y juntos en silencio compartieron lo poco que había mientras el cachorro comía Nico observó su frágil cuerpo las costillas se le marcaban bajo la piel y su pelaje que debía haber sido blanco alguna vez estaba cubierto de barro y
mbre sin embargo Había algo en sus ojos que llamó la atención de Nico a pesar de todo esos ojos aún brillaban con una chispa de vida una chispa que Nico reconoció como la misma que ardía en su propio corazón aunque a veces le costara sentirla te llamaré estrella dijo de repente sorprendiéndose a sí mismo con la certeza de sus palabras porque en esta oscuridad Eres lo único que brilla El Cachorro ahora nom estrella levantó la mirada como si entendiera lo que Nico había dicho Por un instante pareció que el frío de la noche y la
dureza de la vida se desvanecían y todo lo que quedaba era un niño y su nuevo amigo unidos por un vínculo invisible pero inquebrantable esa noche Nico decidió no regresar al Refugio improvisado que llamaba casa en cambio se acurrucó junto a Estrella en el mismo Rincón donde lo había encontrado ió al cachorro con su chaqueta desgastada el único abrigo que poseía y se tumbó a su lado sintiendo el calor del Pequeño cuerpo contra el suyo arriba las estrellas brillaban en un cielo claro indiferentes al sufrimiento que ocurría Bajo su luz pero para Nico esa noche
las estrellas no eran solo luces lejanas eran testigos de un encuentro que sin que él lo supiera aún cambiaría el curso de su vida mientras el sueño lo vencía Nico acarició suavemente a Estrella prometiéndole nunca dejaría que el pequeño cachorro volviera a sentir frío o hambre y así bajo un manto de estrellas comenzó la historia de una amistad que desafiara la pobreza el abandono y el destino mismo el amanecer se filtraba por las grietas de los edificios ruinosos tiniendo el cielo de un gris pálido que anunciaba otro día frío Nico despertó con el primer rayo
de sol sintiendo el calor de estrella acurrucada junto a su pecho El pequeño cachorro aún dormía con su respiración suave y rítmica ajeno al mundo que lo rodeaba Por un instante Nico se permitió disfrutar de la tranquilidad de ese momento sabiendo que pronto la realidad reclamaría su atención el niño se levantó con cuidado tratando de no despertar a estrella ía que tenían que moverse pronto las calles de madrugada eran más seguras pero pronto se llenarían de personas y problemas que Nico prefería evitar el estómago le gruñó recordándole la tarea urgente de conseguir algo para comer
sus propios deseos de un desayuno caliente se vieron opacados por la preocupación de alimentar a Estrella la prioridad de Nico había cambiado ahora había alguien que dependía de él y eso le daba una nueva razón para enfrentar el día juntos empezaron a caminar por las calles aún vacías Nico conocía bien los rincones del barrio donde podría encontrar algún trabajo temporal pasaron por una panadería donde a veces le dejaban limpiar las ventanas a cambio de un pan duro o por el taller de autos donde recogía tornillos y chatarra que después vendía por unos pocos centavos con
estrella a su lado cada tarea parecía menos difícil como si el cach llevara un pedazo de su carga emocional esa mañana llegaron a la plaza principal donde un grupo de hombres se reunía Esperando ser contratados para trabajos de construcción Nico con su estatura pequeña y mirada determinada se acercó a uno de los capataces que lo conocía Buenos días Nico el hombre Lo miró con simpatía hoy no hay mucho trabajo pero si quieres puedes ayudarme a limpiar las herramientas y te haré algo para comer Nico asintió aliviado era mejor que nada mientras trabajaba estrella corría alrededor
jugueteando con los objetos que encontraba en el suelo a pesar del frío y el hambre ver al cachorro feliz le daba a Nico un consuelo inesperado cuando terminó su tarea el capataz Le entregó una pequeña bolsa con restos de pan y un par de manzanas Cuídate chico y cuida de ese cachorro dijo el hombre con una sonrisa antes de Volver al trabajo Nico agradeció con una inclinación de cabeza y se alejó con estrella a su lado El pequeño tesoro de comida bien guardado en su bolsa se dirigieron a un rincón tranquilo de la plaza donde
compartieron el pan y las Manzanas estrella devoró su parte con entusiasmo mientras Nico comía más despacio saboreando cada bocado era poco pero era siente y eso ya era algo por lo que sentirse agradecido los días se sucedieron con una rutina que aunque dura se hacía llevadera gracias a la compañía de estrella la vida en las calles era implacable pero Nico y su pequeño compañero enfrentaban cada desafío con una determinación que crecía con cada día que pasaba cuando el frío se volvía insoportable Nico buscaba refugio en los edificios abandonados o en las estaciones de trenes donde
donde podían descansar sin ser molestados estrella siempre se acurrucaba junto a él brindándole Un calor que era más emocional que físico a medida que pasaban más tiempo juntos Nico comenzó a notar cambios sutiles en su propio ánimo antes de encontrar a Estrella los días eran una serie de momentos grises uno tras otro sin fin Pero ahora Había algo más en cada día la expectativa de ver a Estrella correr y Mostrar esa alegría pura que solo los animales parecen conocer era una chispa de luz en medio de la oscuridad y Nico se aferraba a ella con
todo su ser una tarde mientras caminaban por el barrio Nico vio a un grupo de niños jugando al fútbol en un terreno baldío recordó los días en que él también jugaba antes de que las circunstancias lo arrastraran a la vida que ahora llevaba estrella al ver la pelota comenzó a ladrar y correr en círculos como si quisiera unirse al juego Nico no pudo evitar sonreír ante la energía del cachorro vamos estrella no tenemos tiempo para jugar dijo con un tono suave Aunque sus propios pies le dolían por querer unirse al partido los niños lo miraron
de reojo algunos con curiosidad otros con desdén era el chico de la calle el que siempre estaba solo pero ahora Tenía estrella y eso le daba una pequeña sensación de pertenencia algo que no había sentido en mucho tiempo esa noche mientras dormían bajo un puente Nico reflexionó sobre todo lo que había cambiado desde que encontró a Estrella su vida seguía siendo dura Pero había dejado de ser desesperada ahora Tenía una razón para levantarse cada mañana alguien que lo necesitaba tanto como él Necesitaba a estrella y eso pensó mientras acariciaba suavemente al cachorro que dormía a
su lado era lo que hacía que cada día valiera la pena el hambre el frío la incertidumbre del mañana todo seguía allí pero ahora Nico enfrentaba estos desafíos con una fuerza nueva una que venía del simple hecho de no estar solo estrella había traído consigo no solo compañía sino una pequeña chispa de esperanza y con esa Esperanza Nico comenzó a creer por primera vez en mucho tiempo que tal vez solo tal vez las cosas podrían mejorar juntos sobrevivían juntos encontraban en lo cotidiano una razón para seguir adelante y juntos comenzaron a construir algo que ni
la pobreza ni el abandono podrían quitarles una amistad que iluminaba incluso los días más oscuros el sol se elevaba lentamente en el cielo llenando el parque de una cálida luz matutina era un raro día de invierno en el que el frío no mordía tan ferozmente permitiendo a Nico y a Estrella disfrutar de un momento de calma en la naturaleza para ellos el parque era un refugio un lugar donde podían escapar Aunque solo por un rato de las duras realidades de la calle Nico se sentó en un banco de madera desvencijado observando a Estrella corretear entre
los árboles El Cachorro parecía más feliz que nunca moviendo la cola con entusiasmo mientras perseguía hojas Caídas que el viento levantaba en el aire verla así le daba a Nico una sensación de paz en esos momentos se sentía como cualquier otro niño en el parque no como El huérfano sin hogar que realmente era mientras observaba a Estrella jugar su mente vagaba pensando en lo que el día podría deparar había hecho planes para buscar trabajo en un mercado cercano esperando encontrar algo que les permitiera sobrevivir un poco más cómodamente a pesar de su dura situación Nico
se había vuelto experto en encontrar pequeñas oportunidades en ver posibilidades donde otros solo veían desesperanza y aunque cada día era una lucha la presencia de estrella había cambiado su perspectiva ahora se sentía responsable de alguien más y eso le daba una fuerza inesperada de repente estrella Ella dejó de jugar y comenzó a olfatear con insistencia un arbusto cercano Nico se levantó con curiosidad y se acercó para ver que había captado la atención del cachorro al llegar vio que estrella estaba medio enterrada en el follaje con la cabeza completamente oculta entre las ramas Nico se agachó
Para apartar las hojas y descubrió para su sorpresa una billetera de cuero negro bastante desgastada pero aún intacta qué has encontrado estrella murmuró tomando la billetera con manos temblorosas Nico abrió la billetera con cautela lo primero que vio fue un fajo de billetes más dinero del que había visto en su vida sus ojos se agrandaron al contar los billetes rápidamente había suficiente como para cambiar su situación por completo al menos por un tiempo debajo del dinero encontró una identificación el dueño de la billetera era un hombre llamado Ernesto Ramírez Nico se quedó quieto sintiendo que
el mundo a su alrededor se ralentizan sabía que ese dinero podría hacer una gran diferencia para él y para Estrella podrían comprar comida decente ropa nueva tal vez incluso alquilar un pequeño cuarto donde pasar las noches frías en lugar de dormir en la calle durante unos momentos Nico dejó que su mente se perdiera en esos sueños pero la realidad lo golpeó con la misma rapidez ese dinero no era suyo le pertenecía a alguien más sentado en el suelo con la billetera en las manos Nico sintió el peso del dilema moral que tenía ante Sí si
se quedaba con el dinero podría resolver sus problemas inmediatos pero sabía en lo más profundo de su corazón que no sería lo correcto Había algo en su interior una pequeña voz que le decía que no se trataba solo de sobrevivir se trataba de hacerlo con integridad de mantener su humanidad a pesar de las dificultades estrella que había estado observando a Nico l deó la cabeza como si también estuviera esperando una decisión El Cachorro era un recordatorio constante de la bondad que aún existía en el mundo de como un pequeño acto de compasión como el de
cuidar a un cachorro abandonado podía traer luz a la oscuridad Nico cerró la billetera lentamente apretándola contra su pecho mientras miraba a Estrella podríamos usar este dinero estrella su voz era un susurro cargado de emoción podríamos cambiar nuestras vidas al menos por un tiempo estrella movió la cola como si comprendiera el conflicto que Nico enfrentaba para ella la vida era simple vivía en el presente disfrutando de cada momento junto a Nico sin preocupar el futuro pero para Nico la elección no era tan sencilla sabía que no podría vivir consigo mismo si tomaba lo que no
le pertenecía recordó algo que su madre le había enseñado antes de que la vida se tornara tan difícil siempre haz lo correcto incluso Cuando nadie te esté mirando esas palabras resonaron en su mente dándole Claridad en medio de la confusión finalmente ni se puso de pie Tom la decisión que sabía que era la correcta aunque no fuera la más fácil volvió a meter el dinero en la billetera y se guardó esta en el bolsillo interior de su chaqueta vamos estrella dijo acariciando la cabeza del cachorro tenemos que encontrar al dueño de esta billetera la resolución
en su voz era firme pero en su interior Nico sentía una mezcla de alivio y resignación había elegido la honestidad sobre la ación sabiendo que aunque su situación no cambiaría de inmediato al menos podría mirarse en el espejo o en los ojos de estrella y saber que había hecho lo correcto mientras se alejaban del parque Nico miró el cielo que ahora estaba completamente despejado el sol brillaba con fuerza como si el universo mismo aprobara su decisión y aunque el camino por delante seguía siendo incierto Nico sentía que había dado un paso importante hacia algo más
grande que la mera supervivencia había optado por la integridad y en ese acto había descubierto un nuevo tipo de fortaleza dentro de sí mismo con estrella a su lado caminaron por las calles de la ciudad en busca de Ernesto Ramírez sin saber que ese sencillo acto de honestidad estaba a punto de cambiar sus vidas de una manera que ni siquiera podían imaginar Nico caminaba por las calles de la ciudad con la billetera en su bolsillo sintiendo el peso de la responsabilidad que Había decidido asumir a su lado estrella trotaba alegremente ajena a las preocupaciones que
llenaban la mente de su joven dueño El Cachorro se detenía ocasionalmente para olfatear algo interesante o para mirar con curiosidad a los transeúntes pero siempre volvía a la vera de Nico como si supiera que estaban en una misión importante la búsqueda de Don Ernesto No fue fácil Nico no tenía más que un nombre y una dirección parcial escrita en un viejo carnet de identidad caminó durante horas preguntando a los dueños de tiendas y a los vecinos y conocían al hombre la mayoría de las respuestas fueron negativas o simplemente indiferentes pero nik no se desanimó la
determinación que había sentido en el parque seguía viva impulsándolo a continuar finalmente tras casi un día entero de caminatas y preguntas un anciano que barría la acera frente a una pequeña tienda de abarrotes Lo miró con interés cuando Nico mencionó el nombre de Ernesto Ramírez dices que estás buscando a Don Ernesto preguntó el anciano apoyándose en su escoba Sí señor encontré algo que le pertenece Y quiero devolvérselo respondió Nico con una seriedad que superaba su edad el hombre lo observó por un momento como si estuviera evaluando su sinceridad y luego asintió lentamente Don Ernesto vive
al final de esta calle en una casa pequeña con un jardín lleno de flores es un hombre amable Pero ha estado solo desde que su esposa falleció rara vez sale así que puede que lo encuentres en casa Nico sintió un alivio inmenso por fin después de tanto Buscar estaba cerca de cumplir con su deber agradeció al anciano y se dirigió hacia la dirección indicada con estrell siguiéndolo de cerca cuando llegó a la casa supo de inmediato que estaba en el lugar correcto a pesar del aire frío del Invierno El pequeño jardín estaba lleno de flores
de colores brillantes un contraste con el gris de las calles circundantes la casa Aunque Modesta estaba bien cuidada reflejando el carácter de su dueño Nico se acercó a la puerta y respiró hondo antes de tocar pasaron unos segundos antes de que escuchara pasos lentos y firmes acercándose desde el interior la puerta se abrió con un chirrido suave revelando a un hombre mayor de cabello blanco y rostro arrugado pero con ojos que aún conservaban un brillo vivaz puedo ayudarte en algo muchacho preguntó el hombre con una voz suave pero firme Nico tragó saliva sintiendo de repente
la enormidad del momento con manos temblorosas sacó la billetera de su bolsillo y la extendió hacia el hombre creo que esto le pertenece señor la encontré en un parque y pensé que debería devolvérsela Don Ernesto miró la billetera y luego a Nico claramente sorprendido tomó la billetera con manos Igualmente temblorosas como si no pudiera creer lo que estaba viendo la abrió con cuidado revisando el contenido y cuando le levantó la vista nuevamente sus ojos estaban llenos de una mezcla de incredulidad y gratitud Cómo cómo Encontraste mi billetera preguntó todavía intentando procesar lo que estaba sucediendo
mi perro estrella la encontró entre unos arbustos Nico sonrió tímidamente y señaló al cachorro que observaba la escena desde la puerta al principio Pensé en quedarme con el dinero pero sabía que no era lo correcto Así que decidí buscarlo las palabras de Nico resonaron en el silencio que siguió Don Ernesto se quedó Mirando al niño conmovido por su honestidad y La pureza de su acto había perdido la billetera hacía unos días y ya había asumido que nunca la recuperaría la mayoría de la gente no habría dudado en quedarse con el dinero especialmente alguien en la
situación de Nico pero este niño a pesar de sus evidentes dificultades había elegido hacer lo correcto no sé qué decir dijo Don Ernesto finalmente con la voz temblorosa es un acto de bondad que no esperaba ven muchacho entra tienes que contarme más sobre ti Nico dudó por un momento pero la amabilidad en los ojos de Don Ernesto lo convenció de que no había peligro entró en la casa sintiendo el calor que emanaba de las paredes y el aire perfumado con el aroma de flores secas y café recién hecho estrella entró Detrás de él moviendo la
cola y explorando el lugar con curiosidad Don Ernesto lo condujo a una pequeña sala de estar donde ambos se sentaron en viejos pero cómodos sillones el hombre preparó una taza de té para Nico y sirvió agua fresca para Estrella a lo largo de la conversación Nico contó su historia como había terminado viviendo en la calle como encontró a estrella y como a pesar de todas las adversidades Había decidido devolver la billetera a medida que Nico hablaba Don Ernesto lo escuchaba Atentamente sin interrumpir asintiendo de vez en cuando cuando Nico terminó el anciano se quedó en
silencio por un momento procesando todo lo que había escuchado finalmente se inclinó hacia delante con una expresión de profunda empatía en su rostro lo que has hecho hoy Nico demuestra un carácter que muchos adultos no tienen es fácil tomar lo que no es nuestro cuando estamos desesperados Pero tú has elegido el camino difícil y eso hijo dice mucho sobre el tipo de persona que eres Nico bajó la mirada sintiendo un mudo en la garganta las palabras de Don Ernesto le recordaron a su madre a quien había perdido hacía años que ella habría estado orgullosa de
él en ese momento quiero agradecerte Nico continuó Don Ernesto no solo por devolverme mi billetera sino por recordarme que aún existe la bondad en el mundo hizo una pausa y luego sonrió sabes creo que esto es una señal de que ambos estábamos destinados a encontrarnos no tengo familia y desde que mi esposa falleció he estado muy solo Pero hoy me has mostrado que no estamos tan solos como pensamos el anciano se levantó y con una decisión repentina agregó me gustaría ofrecerte algo a cambio de tu honestidad algo que no es dinero quiero que tú y
estrella se queden aquí conmigo esta casa es grande y tengo espacio de sobra no sé cuánto tiempo me queda en este mundo pero sé que no quiero pasarlo solo y creo que tú tampoco deberías estar solo Nico se quedó sin palabras sorprendido por la oferta inesperada nunca había imaginado que su decisión de devolver la billetera podría llevar a algo tan grande tan transformador miró a estrella que se había acurrucado en el suelo completamente a gusto en su nuevo entorno y sintió que por primera vez en mucho tiempo el futuro no parecía tan incierto Qué dices
Nico preguntó Don Ernesto con una sonrisa cálida te gustaría tener un hogar un verdadero hogar aquí conmigo Nico asintió lentamente sin poder contener las lágrimas que comenzaron a brotar de sus ojos la gratitud y el alivio lo envolvieron como una manta cálida borrando las penurias de los últimos meses estrella como si comprendiera la importancia del momento se levantó y se acercó a Nico lamiendo suavemente su mano sí Señor me encantaría quedarme aquí con usted respondió Nico con la voz quebrada por la emoción y así en esa pequeña casa con un jardín lleno de flores una
nueva vida comenzó para Nico y estrella habían encontrado mucho más que un refugio habían encontrado una familia un lugar donde la bondad y la honestidad habían sido recompensadas con amor y esperanza la decisión correcta había llevado a un destino que Nico nunca había imaginado y en ese destino finalmente encontró el hogar que tanto había anhelado el tiempo había pasado pero el sentimiento de asombro y gratitud que Nico sentía cada día no había disminuido cada amanecer Al despertar en su cama cómoda y Vera estrella acurrucada a su lado le recordaba lo lejos que había llegado desde
aquellos días en que vagaban por las calles sin rumbo con el estómago vacío y el corazón lleno de incertidumbre el jardín que compartía con Don Ernesto se había convertido en su santuario las flores que habían plantado juntos ahora florecían en un vibrante estallido de colores cada una de ellas un símbolo de crecimiento y renacimiento para Nico esas flores representaban algo más que simples plantas eran una metáfora de su propio viaje había sido un niño perdido una semilla arrojada al viento sin dirección Pero había encontrado un suelo fértil donde echar raíz y ahora como las flores
estaba floreciendo estrella con su energía inagotable y su amor incondicional también había cambiado El pequeño cachorro hambriento y tembloroso que Nico había encontrado entre la basura ahora era un perro fuerte y saludable con un pelaje brillante y ojos llenos de alegría estrella se había convertido en la compañera inseparable de Nico su confidente y su constante recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros siempre hay lugar para la luz y la esperanza una tarde mientras el sol se ponía y bañaba el jardín en tonos dorados Nico se sentó en el banco de madera que don
Ernesto había colocado bajo el gran roble estrella se recostó a su lado su cabeza descansando en las piernas de Nico mientras este acariciaba su pelaje suave en ese momento de calma Nico dejó que su mente viajara hacia el pasado recordando todo lo que había vivido En tan poco tiempo recordó el frío de las noches en la calle el hambre que mordía su estómago y la soledad que se sentía como un peso insoportable recordó el instante en que encontró a Estrella una criatura tan vulnerable como él y como se habían convertido en un equipo Sobreviviendo juntos
contra todo pronóstico y luego recordó El dilema que enfrentó cuando encontraron la billetera en el parque la tentación de usar ese dinero para escapar de la pobreza había sido grande pero algo en su interior le había dicho que lo correcto era devolverlo esa decisión aunque difícil lo había llevado a Don Ernesto y en última instancia a la vida que ahora conocía Nico miró a estrella que lo observaba con ojos llenos de devoción y sintió un nudo de emoción en la garganta había aprendido que la verdadera riqueza no se encontraba en el dinero o en las
posesiones materiales sin en las relaciones que formamos y en los actos de bondad que ofrecemos a los demás la honestidad la amistad y la generosidad eran los verdaderos tesoros y esos eran los que ahora atesoraba más que cualquier otra cosa hemos recorrido un largo camino verdad estrella dijo Nico su voz suave mientras continuaba acariciando a su amiga Y todo empezó cuando decidí compartir mi comida contigo en ese momento no tenía ni idea de que ese pequeño gesto cambiaría nuestras vidas para siempre estrella respondió con un suave ladrido como si entendiera cada palabra que Nico decía
para el niño el vínculo con su cachorro era algo más allá de lo que las palabras podían expresar era una conexión profunda y pura forjada en los momentos más difíciles y reforzada por cada acto de amor y lealtad que compartían justo en ese momento Don Ernesto apareció en la puerta del jardín observando a Nico y a estrella con una sonrisa había visto como el niño que una vez Estaba perdido y asustado se había transformado en alguien lleno de esperanza y determinación para Don Ernesto el verdadero placer no estaba solo en haberles dado un hogar sino
en ver como ese hogar les había permitido florecer Nico dijo Don Ernesto acercándose con calma hay algo que quiero compartir contigo ó la vista y asintió curioso Don Ernesto se sentó junto a él en el banco su mirada suave y llena de afecto he estado pensando mucho en estos últimos meses viendo cómo te has adaptado a tu nueva vida y quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti tu bondad y tu honestidad son cualidades raras y preciosas estoy seguro de que sin importar lo que el futuro te depare seguirás siendo un joven noble y
con un corazón grande Nico se sonrojó ligeramente bajando la mirada mientras procesaba las palabras de Don Ernesto Gracias Don Ernesto murmuró Nico sintiendo que las emociones lo abrumaba no sé qué habría hecho sin usted me ha dado mucho más de lo que jamás podría haber imaginado Don Ernesto negó con la cabeza sonriendo tú me has dado más de lo que crees Me has recordado poder de la generosidad y la importancia de las pequeñas decisiones que tomamos en la vida ver la alegría en tus ojos y en los de estrella me ha llenado el corazón de
una manera que no había sentido en mucho tiempo se quedaron en silencio por un momento ambos disfrutando de la compañía mutua y de la paz que los rodeaba luego Don Ernesto continuó con una voz más seria pero llena de cariño Nico quiero que sigas recordando siempre lo que realmente importa en la vida no son las cosas materiales ni el dinero lo que nos Define sino la forma en que tratamos a los demás la honestidad con la que vivimos y el amor que compartimos Ese es el verdadero tesoro que todos deberíamos Buscar Nico asintió comprendiendo completamente
las palabras de Don Ernesto sabía que había encontrado ese tesoro No en la billetera que estrella había descubierto sino en el corazón de quienes lo rodeaban en el amor incondicional de su cachorro y en la generosidad de Don Ernesto el sol se ocultaba lentamente en el Horizonte tiniendo el cielo de un suave tono anaranjado Nico estrella y Don Ernesto se quedaron allí en el jardín saboreando la tranquilidad del momento para Nico ya no había dudas ni temores sabía que sin importarlo que el futuro le deparará tenía algo que muchas personas nunca encontraban en toda su
vida una familia y un hogar lleno de amor Mientras las estrellas comenzaban a aparecer en el cielo Nico sintió una paz profunda sabiendo que había encontrado su lugar en el mundo y con esa Paz vino la certeza de que juntos él y estrella podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara porque el verdadero tesoro lo llevaban dentro en sus corazones