las confesiones de San Agustín libro un capítulo primero grande eres Señor e inmensamente digno de alabanza grande es tu poder y tu inteligencia no tiene límites y ahora hay aquí un hombre que te quiere alabar un hombre que es parte de tu creación y que como todos lleva siempre consigo por todas partes su mortalidad y el testimonio de su pecado el testimonio de que tú siempre te resistes a la soberbia humana así pues no obstante su miseria ese hombre te quiere alabar y tú lo estimulas Para que encuentre deleite en tu alabanza nos creaste para
ti y nuestro corazón andará siempre inquieto mientras no descanse en ti y ahora señor concédeme saber qué es primero si invocarte o alabarte o si antes de invocarte es todavía preciso conoc pues quién te podría invocar cuando no te conoce Si no te conoce bien Podría invocar a alguien que no eres tú o será caso que nadie te puede conocer si no te invoca primero más por otra parte cómo te podría invocar quien todavía no cree en ti Y cómo podría creer en ti si nadie te predica alabarán al Señor quienes lo buscan Pues si
lo buscan lo habrán de encontrar y si lo lo encuentran lo habrán de alabar Haz pues señor que yo te busque y te invoque y que te invoque creyendo en ti pues ya he escuchado tu predicación te invoca mi fe esa fe que tú me has dado que infunde en mi alma por la humanidad de tu hijo por el Ministerio de aquel que tú nos enviaste para que nos hablara de ti capítulo 2 y cómo habré de invocar a mi Dios y señor porque si lo invoco será ciertamente para que venga a mí pero qué
lugar hay en mí para que venga Dios ese Dios que hizo el cielo y la tierra señor Santo cómo es posible que haya en mí algo capaz de ti porque a ti no pueden contenerte ni el Cielo ni la tierra que tú creaste y yo en ella me encuentro Porque en ella me creaste acaso porque sin ti no existiría nada de cuanto existe resulta posible que lo que existe contenga y yo existo por eso deseo que vengas a mí pues sin ti Yo no existiría yo no estoy en los abismos Pero tú estás también allí
y yo no sería absolutamente no podría ser si tú no estuvieras en mí o para decirlo mejor yo no existiría Si no existiera en ti de quien todo procede por el cual y en el cual existe Todo Así es señor así es Y cómo Entonces invocarte si estoy en ti y Cómo podrías tú venir si ya estás en mí Cómo podría salirme yo del cielo y de la tierra para que viniera a mí mi señor Pues él dijo yo lleno los cielos y la tierra capítulo 3 entonces señor te contienen el cielo y la tierra
Porque tú los llenas o los llenas pero queda algo de ti que no cabe en ellos y en dónde pones lo que he llenados el cielo y la tierra sobra de ti o más bien tú no necesitas que nada te contenga porque tú lo contienes todo porque lo que tú llenas lo llenas conteniéndolos porque los vasos que están llenos de ti no te dan tu estabilidad Aunque ellos se rompieran tú no te derramaría y cuando te derramas en nosotros no te rebajas sino que nos levantas no te desparramar sino que nos recoges Pero tú que
todo lo llenas lo llenas con la totalidad de ti las cosas no te pueden contener todo entero diremos que solo captan una parte de ti y que todas toman esa misma parte o que una cosa Tom una parte de ti y otra otra una es una parte mayor y otra es una menor habría que decir entonces que tú tienes partes y unas mayores que otras pero esto no puede ser tú estás en todas las cosas estás en ellas de una manera total y la creación entera no te puede abarcar capítulo 4ro quién eres pues tú
Dios mío Y a quién dirijo mis ruego sino a mi Dios y señor y qué otro Dios fuera del Señor nuestro Dios tú eres sumo y óptimo y tu poder no tiene límites infinitamente misericordioso y justo al mismo tiempo inaccesibles secreto y vivamente presente de inmensa fuerza y hermosura estable incomprensible un inmutable que todo lo mueve nunca nuevo nunca viejo todo lo renuevas pero haces envejecer a los soberbios sin que ellos se den cuenta siempre activo pero siempre quieto todo lo recoges pero nada te hace falta Todo lo creas lo sustentas y lo llevas a
perfección eres un Dios que busca pero nada necesita ardes amor pero no te quemas eres celoso pero también seguro cuando de algo te arrepientes no te duele te enojas Pero siempre estás tranquilo cambias lo que haces fuera de ti pero no cambias consejo nunca eres pobre pero te alegra lo que de nosotros ganas no eres avaro pero buscas ganancias nos haces darte más de lo que nos mandas para convertir en deudor nuestro Pero quién tiene algo que no sea tuyo y nos pagas tus deudas cuando nada nos debes y nos perdonas lo que te debemos
sin perder lo que nos perdonas qué diremos pues de ti Dios mío vida mía y Santa dulzura Aunque bien poco es en realidad lo que dice quien de ti habla pero hay de aquellos que callan de ti porque teniendo el don de la palabra se han vuelto mudos capítulo 5 quién me dará reposar en ti que vengas a mi corazón y lo embriagues hasta hacerme olvidar mis males y abrazarme a ti mi único bien qué eres tú para mí Hazme la misericordia de que pueda decirlo Y quién soy yo para ti pues me mandas que
te ame y si no lo hago te irritas contra mí y me amenazas con grandes miserias Pero qué no es ya muchísima miseria simplemente el no amarte Dime pues señor por tu misericordia Quién eres tú para mí dile a mi alma yo soy tu salud y Dímelo en forma que te oiga Ábreme los oídos del corazón y dime yo soy tu salud y corra yo detrás de esa voz hasta alcanzarte no escondas de mí tu rostro y muera yo si es preciso para no morir y contemplarlo angosta morada es mi alma ensch mela para que
puedas venir a ella está en ruinas repáralo Confieso que tienes cosas que ofenden tus ojos a quién más que a ti puedo clamar para que me la limpie límpiame señor de mis pecados ocultos y líbrame de las culpas ajenas creo y por eso hablo tú señor lo sabes bien ya te he confesado mis culpas señor y tú me las perdonaste no voy a entrar en pleito contigo que eres la verdad no quiero engañarme para que mi iniquidad no se mienta a sí misma No entraré pues en contienda contigo Pues si te pones a observar nuestros
pecados quién podrá resistir capítulo 6 Permíteme sin embargo hablar antes tu misericordia a mí que soy polb y ceniza déjame hablar pues hablo a tu misericordia y no un hombre que pueda mofarse de mí quizás aparezco risible ante tus ojos pero tú te volverás hacia mí lleno de misericordia qué es lo que pretendo decir Dios y señor mío sin no que ignoro Cómo vine a dar a esta que no sé si llamar vida mortal o muerte vital y me recibieron los consuelos de tu misericordia según lo oí de los que me engendraron en la carne
esta carne en la cual tú me formaste en el tiempo recibiéramos eras tú quien por ellas me dabas el alimento de la infancia según el orden y las riquezas que pusiste en el fondo de las cosas Don tuyo era también el que yo no deseara más de lo que me dabas y que las que me nutrían quisieran darme lo que les dabas A ellas porque lo que me daban me lo estaban llevadas del afecto natural en que tú las hacías abundar el bien que me daban lo consideraban su propio bien bien que me venían no
de ellas sino por ellas ya que todo bien procede de ti mi Dios y toda mi salud todo esto lo entendí más tarde por la voz con que me hablabas por dentro y por fuera de mí a través de las cosas buenas que me concedía Porque en ese entonces yo no sabía otra cosa que mamar dejarme ir en los deleites y llorar con las molestias de mi Carne no sabía otra cosa más tarde comencé a reír primero mientras dormía y luego estando despierto así me lo han contado y lo creo por lo que vemos de
ordinario en los niños pues de lo mío nada recuerdo poco a poco comencé a sentir En dónde estaba y a querer manifestar mis deseos a quienes me los podían cumplir Pero no me era posible Pues mis deseos los tenía yo dentro y ellos estaban afuera y no podían penetrar en mí entonces agitaba mis miembros y daba voces para significar mis deseos los pocos que podía expresar y que no resultaban fáciles de comprender y cuando no me daban lo que yo quería o por no haberme entendido o para que no me hiciera daño me indignaba de
que mis mayores no me sometieran y de que los Libres no me sirvieran y llorando me vengaba de ellos más tarde llega a saber que así son los niños y mejor me lo enseñaron ellos que no lo sabían que no mis mayores que si lo sabían y así esta infancia mía hace tiempo que ya murió y yo sigo viviendo Pero tú señor siempre vives y no hay en ti Nada que muera porque tú existes desde antes del comienzo de los tiempos antes de que se pudiera decir antes y eres Dios y Señor de cuanto todo
creaste en ti está la razón de todas las cosas inestables en ti El origen inmutable de todas las cosas mudables y el porqué de las cosas temporales y racionales dime señor misericordioso a mí tu siervo que te lo suplica si mi infancia sucedió otra edad más anterior sería el tiempo que pase en el seno de mi madre pues de ella se me han dicho muchas cosas y he visto también mujeres preñadas Qué fue de mí Dios y dulzura mía antes de eso fui alguien y estuve en alguna parte porque esto no me lo pueden decir
ni mi padre ni mi madre ni la experiencia de otros ni mi propio recuerdo acaso te sonríes de que te pregunte tales cosas tú que me mandas reconocer lo que sé y alabarte por ello te lo confieso pues señor del cielo y de la tierra y te rindo tributo de alabanza por los tiempos de mi infancia que yo no recuerdo y porque has concedido a los hombres que puedan deducir de lo que ven y hasta creer muchas cosas de sí mismos por lo que dicen mujeres iletradas existía yo pues y vivía en ese tiempo y
hacia el fin de mi infancia buscaba el modo de hacer con aprender a otros lo que sentía Y de quién si no de ti podía proceder un viviente así no puede venirnos de afuera una sola vena por la que corre en nosotros la vida y nadie puede ser artífice de su propio cuerpo todo nos viene de ti señor en quien ser y vivir Son la misma cosa pues el supremo existir es supremo vivir sumo eres y no admites mutación por ti no pasan los días y sin embargo pasan en ti porque tú contienes todas las
cosas con todos sus cambios y porque tus años no pasan tú vives en un eterno día en un eterno hoy cuántos días de los nuestros y de nuestros padres han pasado Ya por este hoy tuyo del que recibieron su sed y su modo y cuántos habrán de pasar todavía y recibir de él la existencia tú eres siempre el mismo y todo lo que está por venir en el más hondo futuro y lo que ya pasó hasta en la remota distancia hoy lo harás hoy lo hiciste Y qué más da si alguno no lo entiende alégrese
cuando pregunta qué es esto porque más le vale encontrarte sin haber resuelto tus enigmas que resolverlo si no encontrarte capítulo 7 señor hay del hombre y de sus pecados cuando alguno admite esto tú te apadas de él porque tú lo hiciste a él pero no sus pecados quién me recordará los pecados de mi infancia porque nadie está libre de pecado ante tus ojos ni siquiera el niño que ha vivido un solo día quién pues me los recordará posiblemente un pequeñuelo en el que veo lo que de mí no recuerdo pero cuáles podían ser mis pecados
acaso que buscaba con ansia y con llanto el pecho de mi madre porque si ahora buscase con el mismo deseo No ya la leche materna sino los alimentos que convienen a mi edad sería ciertamente reprendido y con justicia yo hacía pues entonces cosas dignas de reprensión pero como no podía entender a quién me reprenda no me reprendía nadie ni le hubiera consentido la razón defectos son estos que desaparecen con el paso del tiempo ni he visto a nadie tampoco cuando está limpiando algo desechar advertid lo que está bueno es posible que en aquella temprana edad
no estuviera tan mal el que yo pidiese llorando cosas que me dañarían Si me las dieran ni que me indignar contra aquellas personas maduras y prudentes y contra mis propios padres porque no se doblegan al imperio de mi voluntad y esto hasta el punto de quererlas yo golpear y dañar según mis débiles Fer por no rendirme una obediencia que me habría perjudicado Por lo cual puede pensarse que un niño es siempre inocente si se considera la debilidad de sus fuerzas pero no necesariamente si se mira la condición de su ánimo tengo la experiencia de un
niño que conocí no podía aún hablar pero se ponía pálido y miraba con torvos ojos a un hermano de leche todos tenemos alguna experiencia de estas a veces madres yodas pretenden que esto se pueda corregir con no sé qué remedios pero miradas las cosas en Sí no hay inocencia en excluir de la Fuente abundante y generosa a otro niño mucho más necesitado y que no cuenta para sobrevivir sino con ese alimento de vida y con todo esto cosas tales se les pasan fácilmente a los niños no porque se piense que son pequeñeces sin importancia sino
más bien porque estiman que son defectos que pasan con el tiempo esto no parece fuera de razón pero lo cierto Es que cosas tales no se le permiten a un niño más crecido así pues tú señor que al darle a un niño la vida lo probes con el cuerpo que le vemos dotado de sentidos y de graciosa figura y con miembros organizados en disposición y con fuerza conveniente me mandas ahora que te alabe por esto que te confiese y cante en honor de tu nombre porque eres un Dios omnipotente y bueno Y también lo serías
aún cuando no hubieras hecho otras cosas fuera de estas pues cosas tales no las puede hacer nadie sino tú el único de quien procede el mundo todo el Hermosísimo que da forma a todos los seres y con sus leyes los ordena pero trabajo me cuesta señor considerar como parte de la vida que ahora vivo ni siquiera como principio de ella ha infancia mía de la que no tengo recuerdos y de la que algo sé por lo que otros me han dicho y por lo que veo en otros niños porque el olvido de mi primera infancia
es tan tenebroso como el tiempo que viví en el seno de mi madre y si fui concebido en la iniquidad y en el pecado me nutrió mi madre cuándo y dónde señor te lo suplico cuándo y dónde fui yo inocente Pasaré Pues por alto ese tiempo qué tengo que ver con él pues no me queda de él vestigio alguno capítulo 8o de la infancia pasé Pues a la niñez o por mejor decir la niñez vino a mí sucediendo la infancia y sin embargo la infancia no desapareció A dónde se habría ido pero yo no era
ya un Infante incapaz de hablar sino un niño que hablaba esto lo recuerdo bien así como advertí más tarde el modo como había aprendido a hablar mis mayores no me enseñaban proponiéndome ordenadamente las cosas como después aprendí las letras sino que con la mente que me diste señor y mediante voces y gemidos y con movimientos varí trataba yo de expresar mi voluntad no podía yo expresar todo lo que quería ni a todos aquellos a quienes lo quería expresar cuando ellos mentaban alguna cosa y con algún movimiento la señalaban yo imprimía con fuerza las voces en
mi memoria seguro de que correspondían a lo que ellos con sus movimientos habían señalado lo que ellos querían me lo daban a entender sus movimientos la expresión de su rostro las mociones de los ojos y de otros miembros del cuerpo el sonido de la voz al pedir o rechazar o hacer algo son como un lenguaje natural en todos los pueblos indicativo de los estados de ánimo así las palabras ocupando su lugar en las frases y frecuentemente repetidas en relación con las cosas me hacían colegir poco a poco el significado de cada una y por medio
de ellas una vez acostumbrada mi boca a pronunciarlas me hacía comprender de este modo aprendí a comunicarme por signos con los que me rodeaban Y entré a la tormentosa edad de la vida humana sometido a la autoridad de mis padres y al querer de las gentes mayores capítulo 9 Cuántas miserias y humillaciones pasé Dios mío en aquella edad en la que se me proponía como única manera de ser bueno sujetarme a mis preceptores se pretendía con ello que yo floreciera en este mundo por la Excelencia de las artes del decir con que se consigue la
estimación de los hombres y se está al servicio de falsas riquezas fui enviado a la escuela para aprender las letras cuya utilidad Pobre de mí ignoraba yo entonces y sin embargo me golpeaban cuando me veían perezoso Porque muchos que vivieron antes que nosotros nos prepararon estos duros caminos por los que nos forzaban a caminar pobres hijos de Adán Con mucho trabajo y dolor Entonces conocí algunas personas que te invocaban de ellas aprendía a sentir en la medida de mi pequeñez que tú eras alguien que eres muy grande y que nos puedes escuchar y socorrer sin
que te percibamos con los sentidos siendo pues niño comencé a invocarte como mi auxilio y mi refugio y en este rogar iba yo Rompiendo las ataduras de mi lengua pequeño era yo pero con aí con nada pequeño te pedía que no me azotar en la escuela y cuando no me escuchabas aú Cuando nadie podía tener por necia mi petición las gentes mayores se reían y aún mis padres mismos que nada malo querían para mí en eso consistieron mis mayores sufrimientos de aquellos días existe acaso señor un alma tan grande y tan unida a ti por
el amor que en la fuerza de esta afectuosa Unión contigo haga lo que en ocasiones se hace por pura demencia despreciar los tormentos del potro de los ganchos de hierro y otros varios porque de tormentos Tales quiere la gente verse libre y por todo el mundo te lo suplican llenos de temor habrá pues quienes por puro amor a ti Los desprecien y tengan en poco a quienes sienten terror ante el tormento a la manera como nuestros padres se reían de lo que nuestros maestros nos hacían sufrir y sin embargo pecán exigía lo que nos faltaba
no era ni la memoria ni el Ingenio Pues nos lo diste suficiente para aquella edad pero nos gustaba jugar y esto nos lo castigaban quienes jugaban lo mismo que nosotros Porque los juegos con que se divierten los adultos se llaman solemnemente negocios y lo que para los niños son verdaderos negocios ellos lo castigan como juegos y nadie compadece a los niños ni a los otros A menos que algún buen árbitro de las cosas tenga por bueno el que yo recibiera castigos Por jugar a la pelota verdad es que este juego me impedía aprender con rapidez
las letras pero las letras me permitieron más tarde juegos mucho más inadmisibles porque en el fondo no hacía otra cosa que el mismo que por jugar me pegaba cuando en alguna discusión era vencido Por alguno de sus colegas profesores la envidia y la bilis lo atormentaba más de lo que a mí me afectaba perder un juego de pelota capítulo 10 y sin embargo pecaba yo Oh Dios que eres el creador y ordenador de todas las cosas naturales con la excepción del pecado del cual no eres creador sino nada más ordenador pecaba obrando contra El querer
de mis padres y de aquellos maestros pero pude más tarde hacer buen uso de aquellas letras que ellos no sé con qué intención querían que yo aprendiese si yo desobedecía no era por haber elegido algo mejor sino simplemente por la atracción del juego gozándome para sus hijos y sin embargo no llevan a mal el que se los maltrate por el tiempo que pierden viendo esos juegos ya que el estudio les permitiría montarlos ellos mismos más tarde considera señor con misericordia estas cosas y líbranos a nosotros los que ya te invocamos y Libra también a los
que no te invocan todavía para que lleguen a invocarte y lo salves capítulo 11 todavía había siendo niño había yo oído hablar de vida eterna que nos tienes prometida por tu hijo Nuestro Señor cuya humildad descendió hasta nuestra soberbia ya me signa con el signo de su cruz y me sazona con su sal ya desde el vientre de mi madre que tan grande Esperanza tenía puesta en ti y tú sabes que ciertos días me atacaron violentos dolores de vientre con mucha fiebre y que me vi de muerte y Viste también por que ya entonces serás
mi Guardián Con cuánta fe y ardor pedí el bautismo de tu Cristo Dios y señor mío a mi madre y a la madre de todos que es tu iglesia y mi madre del cuerpo que consternada en su corazón casto y lleno de fe quería engendrar para la vida eterna se agitaba para que yo fuera iniciado en los sacramentos de la salvación y confiándonos recibiera la remisión de mi pecado y así hubiera sido sin la pronta recuperación que tuve se difirió pues mi purificación como si fuera necesario seguir viviendo una vida manchada ya que una recaída
en el mal comportamiento después del baño bautismal habría sido peor y mucho más peligrosa yo era Ya pues un creyente y lo eran también mi madre y todos los de la casa con la excepción de mi padre quien a pesar de que no creía tampoco estorbaba los esfuerzos de mi piadosa madre para firmarme en la Fe en Cristo porque ella quería que no él sino tú fueras mi padre y tú la ayudabas a sobreponerse a quien bien servía siendo ella mejor pues al servirlo a él por tu mandato a ti te servía Me gustaría saber
señor Por qué razón se difirió mi bautismo si fue Bueno para mí que se aflojara las riendas para seguir pecando o si hubiera sido mejor que no se me aflojar por qué oímos todos los días decir deja este que haga su voluntad al cabo no está bautizado todavía cuando de la salud del cuerpo nunca decimos deja lo que se trastorn más al cabo no está un curado cuánto Mejor hubiera sido que yo sanara más pronto y que de tal manera obrara yo LL obrarán conmigo que quedarán seguro bajo tu protección la salud del alma que
de ti me viene pero bien sabía mi madre Cuántas y cuán grandes oleadas de tentación habrían de seguir a mi infancia pensó que tales batallas contribuirían a formarme y no quiso exponer a ellas la efigie tuya que se nos da En el bautismo capítulo 12 durante mi niñez que era menos de temer que mi adolescencia no me gustaba estudiar ni soportaba que me urgieron a ello pero me urgía Y eso era bueno para mí y yo me portaba mal pues no aprendía nada como no fuera obligado y digo que me conducía mal porque nadie obra
tan bien cuando solo forzado hace las cosas aún cuando lo que hace sea bueno en sí tampoco hacían bien los que en tal forma me obligaban pero de ti Dios mío me venía todo bien los que me forzaban a estudiar no veían otra finalidad que la de ponerme en condiciones de sacan insaciables apetit en una miserable abundancia e ignominiosa Gloria pero tú que tienes contados todos nuestros cabellos aprovechaba para mi bien el error de quienes me forzaban a estudiar y el error mío de no querer aprender lo usabas como un castigo que yo niño de
corta edad pero ya gran pecador ciertamente merecía de este modo sacabas tu provecho para mí de gentes que no obraban bien Y a mí me dab retrib por mi pecado es así como tienes ordenadas y dispuestas las cosas que todo desorden en los afectos lleve en sí mismo su pena capítulo 13 nunca he llegado a saber a qué obedecía mi aborrecimiento por la lengua griega que me forzaban a aprender Pero en cambio me gustaba mucho la lengua latina no Por cierto la de la primera enseñanza en la que se aprende a leer escribir y contar
ya que esta mea tan odiosa como el aprendizaje del griego pero sí la enseñanza de los llamados gramáticos Pero de dónde venía esto sino del pecado y la vanidad de la vida porque yo era carne y espíritu que camina sin Volver atrás ciertamente eran mejores por más ciertas aquellas primeras letras a las que debo el poder leer algo y escribir lo que quiero que no aquellas otras que me hacían considerar con emoción las andanzas de as con olvido de mis propias malas andanzas llorar ha didido muerta y su muerte de amor Mientras veía yo pasar
sin lágrimas mi propia muerte una muerte que moría yo lejos de ti que eres mi Dios y mi vida Pues no hay nada más lamentable que la condición de un miserable que no tiene compasión de su miseria quién tan desdichado como uno que lloraba la muerte de Dido por el amor de neas pero no es a otra muerte propia muerte terrible que consiste en no Amarte a ti oh Dios luz de mi corazón y pan de mi alma fuerza que fecunda mi ser y los senos de mi pensamiento yo no te amaba entonces y me
entregaba Lejos de ti a fornicarios amores pues no otra cosa que fornicación es la amistad del mundo Lejos de ti pero por todos lados oía yo continuas alabanzas de mi fornicación bien muy bien gritaban los que me veían fornicar también es que cierto decimos bien muy bien cuando el elogio es evidentemente inmerecido y queremos con él humillar a la gente pero nada de esto me hacía llorar sino que lloraba yo por la muerte violenta de Dido tierra que vuelva a la Tierra y me iba la zaga de lo peor que hay en tu creación y
cuando se me impedía seguir con esas lecturas me llenaba de dolor porque no me dejaban leer lo que me dolía esta demencia era tenida por más honorable disciplina que las letras con las que aprendí a leer y escribir pero Clama tú ahora dentro de mi alma Dios mío y que tu verdad me diga que no es así que no es así sino que mejor cosa es aquella primera enseñanza Pues ahora estoy más que preparado para olvidar las andanzas de neas y otras cosas parecidas y no lo estoy para olvidarme de leer y escribir Es cierto
que a las puertas de las escuelas de gramática se cuelgan cortinas pero no es tanto para significar el presagio de una ciencia secreta cuanto para disimular el error y que no clamen contra mí esas gentes a quienes ya no temo ahora que confieso delante de ti lo que desea mi alma y consiento en que se me reprenda de mis malos caminos para que pueda yo amar los buenos tuyos que nada me reclamen los vendedores y compradores de gramática Pues si les pregunto si fue verdad que neas haya estado alguna vez en Cartago los más indoctos
me dirán que no lo saben y los más prudentes lo negarán en absoluto pero si les pregunto Con qué letr se escribe el nombre de neas todos responderán bien pues conocen lo que según el convenio de los hombres significan esas letras más aún si les pregunto qué causaría mayor daño en esta vida si olvidarnos de leer y escribir u olvidar todas esas poéticas ficciones quién dudará de la respuesta si es que no ha perdido la razón pecaba yo pues entonces siendo niño cuando prefería las ficciones a las letras útiles que tenía en aborrecimiento ya que
el que un + un sean dos y dos + dos sumen cuatro era para m fastidiosa canción y mucho mejor quería contemplar los dulces espectáculos de vanidad como aquel caballo de madera lleno de hombres armados como el incendio de Troya y la sombra de creusa capítulo 14 Por qué pues aborrecía yo la literatura griega que tan bellas cosas cantaba porque Homero tan perito en urdir precisas fábulas es dulce pero vano y esta vana dulzura era amarga para mí cuando yo era niño de seguro también lo es Virgilio para los niños griegos si los obligan al
estudio como a mí me obligaban es muy duro estudiar obligados y así la dificultad de batallar con una lengua extraña amargaba como hiel la suavidad de aquellas fabulosas narraciones griegas la lengua yo no la conocía y sin embargo se me amenazaba con penas y rigores como si bien la conociera tampoco conocía yo en mi infancia la lengua latina pero con la sola atención la fui conociendo sin miedo ni fatiga y hasta con alagos de parte de mis nodrizas y con afectuosas burlas y juegos alegres que inspiraban mi ignorancia la aprendí pues impresiones movido solamente por
la urgencia que yo mismo sentía de hacerme comprender iba poco a poco aprendiendo las palabras no de quien me las enseñara sino de quienes hablaban delante de mí y yo por mi parte ardía por hacerles conocer mis pensamientos por donde se ve que para aprender mayor eficacia tiene la natural curiosidad que no una temerosa coacción Pero tú señor tienes establecido una ley la de que semejantes coacciones pongan un freno beneficioso al libre flujo de la espontaneidad desde la férula de los maestros hasta las pruebas Terribles Del martirio es tu ley que todo se vea mezclado
de saludables amarguras con las que nos llamas hacia ti en expiación de de Las pestilentes alegrías que de ti nos alejan capítulo 15 escucha señor mi Súplica para que mi alma no se quiebre bajo tu disciplina ni desmaye en confesar las misericordias con las que me sacaste de mis pésimos caminos seas tú siempre para mí una dulzura más fuerte que todas las mundanas seducciones que antes me arrastraban Haz que te ame con Hondura y apriete tu mano con todas las fuerzas de mi corazón y si me vea Libre hasta el fin de todas las tentaciones
sírvete pues Dios y señor mío cuánto de útil aprendí siendo niño y sírvete cuando hablo escribo Leo o pongo en números porque cuando aprendía yo vanidades tú me dabas disciplina y me perdonabas el pecaminoso placer que en ellas tenía Es cierto que en ellas aprendí muchas cosas que me han sido de utilidad pero eran cosas que también pueden prenderse sin vanidad alguna este camino es el mejor y ojalá todos los niños caminaran por esta Senda segura capítulo 16 Maldito seas Oh río de las costumbres humanas Pues nadie te puede resistir cuándo te secará hasta cuándo
seguirás arrastrando a los pobres hijos de Eva hacia mares inmensos y tormentosos en los que apenas pueden Navegar los que se suben a un leño no he leído yo acaso en ti que Júpiter truena en el cielo pero es adultero sobre la Tierra ambas cosas son incompatibles Pero él las hizo y con la alcahuetería de truenos falsos dio autoridad a quienes lo imitaran en un adulterio verdadero y cuál de aquellos maestros más insignes soportaría sin impaciencia que un hombre de su misma condición dijese que comeron sus ficciones transfería a los dioses los vicios humanos en
vez de traspasar a los hombres cualidades divinas Aunque mayor verdad habría de decir que él en sus ficciones atribuía cualidades divinas a hombres viciosos con lo cual los vicios quedaban conon estados y quien los tuviera podía pensar que imitaba no a hombres depravados sino a celestes deidades y sin embargo Oh río infernal en tus ondas se revuelven los hijos de los hombres en Pos de la ganancia y en muchos tiene el que las leyendas homéricas se representen en el foro bajo el amparo de leyes que les conceden crecidos estipendios y haces Oh río sonar tus
piedras diciendo aquí se aprende el arte de la palabra aquí se adquiere la elocuencia tan necesaria para explicar las cosas y persuadir los ánimos en efecto no conoceríamos palabras tales como lluvia de oro regazo engaño y templos del cielo si no fuera porque terencio las usa cuando nos presenta un joven disoluto que quiere cometer un estupro siguiendo El ejemplo de Júpiter porque vio en una pared una pintura sobre el tema de cómo cierta vez Júpiter embarazó a la doncella Danae penetrando en su seno bajo la forma de una lluvia de oro y hay que ver
cómo se excita la concupiscencia de ese joven con semejante ejemplo que le viene de un Dios Y qué Dios se pregun Pues nada menos que aquel que hace retem blar con sus truenos los templos del cielo y se dice no voy yo simple hombre hacer lo que veo en un Dios Claro que sí y ya lo he hecho Y con toda mi voluntad y no es que con estas selectas palabras se exprese mejor semejantes torpezas sino más bien que bajo el amparo de esas palabras las torpezas se cometen con más desahogo no tengo objeciones contra
las palabras mismas que son como vasos Escogidos y preciosos pero sí las tengo contra el vino de error que en Ellos nos daban a beber maestros ebrios que todavía nos amenazaban si nos negándole mí encontraba en ellas placer por eso decían de mí que era un niño que mucho prometía para el futuro capítulo 17 Permíteme señor decir algo sobre mi Ingenio dádiva tuya y de los devaneos con los que lo desperdiciaba me proponían algo que mucho me inquietaba el alma querían que por amor a la alabanza y miedo a ser enfrentado y golpeado repitiera las
palabras de juno iracunda y dolida de que no podía alejar de Italia al rey de los teucros pues nunca había oído que juno hubiese dicho tales cosas pero nos forzaban a seguir como vagabundos los vestigios de aquellas ficciones poéticas y a decir en prosa suelta lo que los poetas decían en verso y el que lo hacía mejor entre nosotros y era más alabado era el que según la dignidad del personaje que fingía con mayor vehemencia y propiedad de lenguaje expresaba el dolor o la cólera de su personaje pero de qué me servía todo aquello yo
Dios mío y vida mía y por qué era yo cuando recitaba más alabado que otros coetáneos míos y compañeros de estudios no había por Ventura otros temas en que se pudiera ejercitar mi lengua y mi Ingenio lo sabía tus alabanzas señor tus alabanzas como están en la santa escritura habrían sostenido el gajo débil de mi corazón y no habría yo quedado como presa innoble de los pájaros de rapiña en medio de aquellas vanidades capítulo 18 no es pues maravilla si llevado por tanta vanidad me descarria yo lejos de ti mi Dios para mi Norma y
gobierno se me proponían hombres que eran reprendidos por decir con algún barbarismo o solecismo algún hecho suyo no malo pero eran alabados y glorificados cuando ponían en palabras adecuadas y con buena ornamentación sus peores concupiscencias Y tú señor ves todo esto y te callas tú que eres veraz generoso y muy misericordioso pero no vas a seguir por siempre callado ahora mismo has sacado del Terrible Abismo a un alma que te busca y tiene sed de deleitarse en ti Un alma que te dice he buscado señor tu rostro y lo habré siempre de Buscar porque yo
anduve lejos de tu rostro llevado por una tenebrosa pasión porque nadie se aleja de ti o retorna a ti con pasos corporales Por los caminos del mundo acaso aquel hijo menor tuyo cuyo de ti para disipar en una región lejana cuánto le habías dado tuvo en el momento de partir necesidad de caballos o carros o naves necesito acaso alas para volar o presurosas rodillas tú fuiste para él un dulce padre cuando le diste lo que te pidió para poder marcharse pero mucho más dulce todavía cuando su regreso lo recibiste pobre y derrumbado el que vive
en un afecto deshonesto vive en las tinieblas lejos de tu rostro Mira pues señor con paciencia lo que tienes ante los ojos con cuánto cuidado observan los hijos de los hombres las reglas que sobre el sonido de letras y sílabas recibieron de sus maestros al paso que descuidan las leyes que tú les pones para su eterna salvación así sucede que quien es conocedor de las leyes de la gramática no soportará que alguien diga hombre sin h por hombre con h suprimiendo la aspiración de la primera sílaba Pero en cambio tendrá por cosa ligera de nada
si siendo hombre el mismo odia a los demás hombres contra tu mandamiento como si le fuera posible a alguien causarle a otro un daño mayor que el que se causa a sí mismo con el odio que le tiene como si pudiera causarle a otro una devastación mayor que la que así mismo se causa siendo su enemigo Y por cierto no hay cultura literaria que no sea más íntima que la conciencia misma en la cual llevamos escrito que no se debe hacer a otro lo que nosotros mismos no queremos padecer cuán distinto eres tú oh Dios
inmenso y único que habitas en el silencio de las alturas y con inmutables decretos impones cegueras para castigar ilícitos deseos Cuando alguien busca la fama de la elocuencia atacando con odio un enemigo en presencia de un juez y de un auditorio pone sumo cuidado para no desprestigiar con un error de lenguaje no dirá por ejemplo entre las hombres Pero en cambio nada se le da en la violencia de su odio si intenta arrancar a otro hombre de la sociedad de sus semejantes capítulo 19 al umbral de semejantes costumbres y hacía yo infeliz mientras fui niño
y tal era la lucha en esa palestra que más temía yo cometer un barbarismo que envidiar a los que lo cometían ahora Admito y confieso En tu presencia aquellas pequeñeces por las cuales recibía yo alabanza de parte de personas para mí tan importantes que agradarles me parecía la suma del buen vivir no caía yo en la cuenta de la vorágine de torpezas que me arrastraba ante tus ojos podían ellos ver entonces algo más detestable que yo pues los ofendí engañando con incontables mentiras a mi pedagogo a mis maestros y a mis padres y todo por
la pasión de jugar y por el deseo de contemplar espectáculos vanos para luego divertirme en imitarlos cometí muchos hurtos de la mesa y la dispensa de mis padres en parte movido por la Gula y en parte también para tener algo que dar a otros muchachos que me vendían su juego truque en el cual ellos y yo en entrábamos gusto pero también en esos juegos me vencía con frecuencia la vanidad de sobresalir y me las arreglaba para conseguir victorias fraudulentas y no había cosa que mayor fastidio me diera que el sorprenderlos en alguna de aquellas trampas
que yo mismo les hacía ellos y cuando en alguna me pillaban prefería pelear A conceder qué clase de inocencia infantil era esta no lo era señor no lo era permíteme que te lo diga por est misma pasión que en la edad escolar tiene por objeto nueces pelotas y pajaritos en Las edades posteriores para prefectos y Reyes es ambición de oro de tierras y de esclavos con el paso del tiempo se pasa de lo chico a lo grande así como de la férula de los maestros se pasa más tarde a los suplicios mayores fue pues la
humildad lo que tú Rey Señor nuestro aprobaste en la pequeñez de los niños cuando dijiste que de los que son como ellos es el reino de los cielos capítulo 20 y sin embargo señor excelentísimo y óptimo creador de cuanto existe Gracias te daría si hubieses dispuesto que yo no pasara de la niñez porque yo existía y vivía veía y sentía y cuidaba de mi conservación vestigio secreto de aquella unidad de la que procedo un instinto muy interior me movía a cuidar la integridad de mis sentidos y aún en las cosas más pequeñas me deleitaba en
la verdad de mis pensamientos no me gustaba equivocarme mi memoria era Excelente mi habla ya estaba formada me gozaba en la amistad huía del dolor del desprecio y de la ignorancia Qué hay en un ser así que no sea admirable y digno de lor pero todo esto me venía de mi Dios pues yo no me di a mí mismo semejantes dones cosas buenas eran y todas ellas erán mi yo bueno es Entonces el que me hizo Él es mi bien y en su presencia me lleno de exulta libro 2 capítulo 1 quiero ahora recordar las
fealdades de mi vida pasada las corrupciones carnales de mi alma no porque en ellas me complazca sino porque te amo a ti mi Dios lo hago por amor de tu amor recordando en la amargura de una revivida memoria mis perversos caminos y malas andanzas para que me seas dulce tú dulzura no falaz dulzura cierta y feliz para que me recojas de la dispersión en la que anduve como despedazado mientras Lejos de ti vivía en la vanidad durante algún tiempo de mi adolescencia ardía en el deseo de saciar los más bajos apetitos y me hice como
una selva de sombríos amores se marchitó mi hermos ura y aparecía ante tus ojos como un ser podrido y solo atento a complacerse a sí mismo y agradar a los demás capítulo 2 nada me deleitaba entonces fuera de amar y ser amado pero no guardábamos compostura y pasábamos más allá de los límites luminosos de la verdadera amistad que va de un Alma a la otra de mí se exhalaban nubes de fangosa concupiscencia carnal en el hervidero de mi pubertad y de de tal manera omniabarcante esta era la pena con que castigaba la soberbia de mi
alma cada vez me iba más lejos de ti y tú lo permití era yo empujado de aquí para allá me derramaba y desperdiciaba en la bullición de las pasiones y tú guardabas silencio Oh mis pasos tardíos tú callabas entonces y yo me alejaba de ti más y más desparramando en dolores estériles pero soberbio en mi embellecimiento y sin sosiego en mi cansancio Ojalá hubiera yo tenido entonces quien pusiera medida mi agitación quien me hubiera enseñado a usar con provecho la belleza fugitiva de las cosas nuevas marcándola si tal hubiera sido el herboso ímpetu de mi
juventud se habría ido moderando rumbo al matrimonio y a falta de poder conseguir la plena serenidad me habría contentado con procrear hijos como lo mandas tú que eres poderoso para sacar renuevos de nuestra carne mortal Y sabes tratarnos con mano suave para templar la dureza de las espinas excluidas de tu paraíso porque tu Providencia está siempre cerca a cuando nosotros andemos lejos no tuve quien me ayudara a poner atención a tu palabra que del cielo nos baja por la boca de tu apóstol cuando dijo estos tendrán la tribulación de la carne pero yo os perdono
y también buenos para el hombre no tocar a la mujer y luego el que no tiene mujer se ocupa de las cosas de Dios y de cómo agradarle pero el que está Unido en matrimonio se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su mujer si hubiera yo escuchado con más atención estas voces habría yo castigado Mi carne por amor del reino de los cielos y con Más felicidad habría esperado tu abrazo pero mísero de de mí te abandoné por dejarme llevar de mis impetuosos ardores me excedí en todo más allá de
lo que tú me permití y no me escapé de tus castigos pues quién lo podría entre todos los mortales tú me estabas siempre presente con cruel misericordia y amargaba mis ilegítimas y amargaba mis ilegítimas alegrías para que así aprendiera a buscar goces que no te ofendan Y dónde podía yo conseguir esto si no en ti señor qué finges poner dolor en tus preceptos nos hieres para sanarnos y nos matas para que no nos muramos Lejos de ti por dónde andaba yo lejos de Las Delicias de tu casa en ese año 16o de mi edad carnal
cuando le concedía el cetro a la lujuria y con todas mis fuerzas me entregué a ella en una licencia que era indecorosa ante los hombres y prohibida por tu ley los míos para nada pensaron en frenar mi caída con el medio del matrimonio lo que les importaba era solamente que yo aprendiera lo mejor posible el arte de hablar y de convencer con la palabra capítulo 3 aquel año se vieron interrumpidos mis estudios me llamaron de la vecina ciudad de madaura a donde había ido yo para estudiar la literatura y la elocuencia con el propósito de
enviarme a la más distante ciudad de Cartago mi padre ciudadano de escasos recursos ent gaste con más Ánimo que dinero preparaba los gastos de mi viaje pero a quién le cuento yo todas estas cosas no a ti ciertamente señor sino en presencia tuya a todos mis hermanos del mundo a aquellos por lo menos en cuyas manos puedan caer estas letras mías y con qué objeto pues para que yo y quienes esto leyen meditemos en la posibilidad y la necesidad deamar a ti desde los más hondos abismos porque nada puede haber que más vecino sea De
tu oído que un corazón que te confiesa y una vida de fe a mi padre no había quien no lo alabara por ir más allá de sus fuerzas para dar a su hijo cuanto había menester para ese viaje en busca de buenos estudios cuando ciudadanos opulentos no hacían por sus hijos nada semejante pero este mismo padre que tanto por mí se preocupaba no pensaba para nada en Cómo podía yo crecer para ti ni hasta dónde podía yo mantenerme casto le bastaba con que aprendiera a disertar Aunque desertar de ti y de tus cuidados Dios mío
tú que eres uno verdadero y bueno y dueño de este campo tuyo que es mi corazón en ese año 16to de mi vida forzado por las necesidades familiares abandonar la escuela viví con mis padres y se formó en mi cabeza un matorral de concupiscencias que nadie podía arrancar sucedió Pues que aquel hombre que fue mi padre me vio un día en los baños yp Uber y en inquieta adolescencia muy orondo fue a contárselo a mi madre feliz como si ya tuviera nietos de mí embriagado con un vino invisible el de su propia voluntad perversa e
inclinada a lo más bajo la embriaguez presuntuosa de un mundo olvidado de su Creador y todo vuelto hacia las criaturas Pero tú ya habías empezado a echar en el pecho de mi madre Los cimientos del templo Santo en que ibas a habitar mi padre era todavía catecúmeno y de poco tiempo Entonces al oírlo ella se estremeció de piadoso temor aunque yo no me contaba aú entre los fieles ella temió que me fuera por los desviados caminos por donde van los que no te dan la cara sino que te vuelven la espalda Ay me atreveré a
decir que tú permanecí callado mientras yo más y más me alejaba de ti podré decir que no me hablabas pero de quién sio tuya seran aquellas palabras que con voz de mi madre fiel sierva tuya me cantabas al oído ninguna de ellas sin embargo me llegó al corazón para ponerlas en práctica ella no quería que yo cometiera fornicación y recuerdo cóm me amonestó en secreto con gran vehemencia insistiendo sobre todo en que no debía yo tocar la mujer ajena pero Sus consejos me parecían debilidades de mujer que no podía yo tomar en cuenta sin avergonzarme
mas Sus consejos no eran suyos sino tuyos y yo no lo sabía Pensaba yo que tú callabas cuando por su voz me hablabas y al despreciarla a ella sierva tuya te despreciaba a ti siendo Yo también Tu siervo pero yo nada sabía iba desbocado con una ceguera tal que no podía soportar que me superaran en malas acciones aquellos compañeros que se jactaban de sus fechorías tanto más cuanto peores eran con ello pecaba yo no solo con la lujuria de los actos sino también con la lujuria de las alabanzas hay algo que sea realmente digno de
vitupera fuera del vicio pero yo para evitar el vituperio me fingía más vicioso y cuando no tenía un pecado real con el cual pudiera competir con aquellos perdidos inventaba uno que no había hecho no queriendo parecer menos abo que ellos ni ser tenido por tonto cuando era más casto con tales compañeros corría yo las calles y plazas de Babilonia y me revolcaba en su cieno como en perfumes y ungüentos preciosos y un enemigo invisible me hacía presión para tenerme bien fijo en el barro yo era seducido y él me seducía ni siquiera mi madre aquella
mujer que había huido ya de Babilonia pero andaba aún con lentos pasos por sus arrabales tomó providencias para hacerme conseguir aquella pureza Que ella misma me aconsejaba lo que de mí había oído decir a su marido lo sentía peligroso y pestilente yo necesitaba del freno de la vida conyugal si no era posible cortarme en lo vivo La concupiscencia y sin embargo ella no cuidó de esto temía que los lazos de una mujer dieran fin a mis esperanzas no ciertamente la esperanza de la vida futura que mi madre ya poseía pero sí las buenas esperanzas de
aprendizaje de las letras que tanto ella como mi padre deseaban vivamente él porque pensaba poco en ti y formaba mi propósito castillos en el aire y ella porque no veía en las letras un estorbo sino más bien un una ayuda para llegar a ti todo esto lo conjeturó recordando lo mejor que puedo como eran mis padres por este motivo y sin un necesario temperamento de severidad me soltaban las riendas y yo me divertía andaba distraído y me desintegraba en una variedad de afectos y en un ardiente ofuscación que me ocultaba Señor las serenidad es de
tu verdad y de mi craso pecho salía la iniquidad capítulo 4atro el hurto lo condena a la ley señor una ley que está escrita en los corazones humanos y que ni la maldad misma puede destruir pues qué ladrón hay que soporte otro ladrón ni siquiera un ladrón rico soporta al que roba movido por la indigencia Pues bien Yo quise robar y robé no por necesidad o por penuria sino por mero fastidio de lo bueno y por sobra de maldad porque robé cosas que tenía ya abundancia y otras que no eran mejores que las que poseía
y ni siquiera disfrutaba de las cosas robadas lo que me interesaba era el hurto en sí el pecado había en la vecindad de nuestra viña un Peral cargado de frutas que no eran apetecibles ni por su forma ni por su color fuimos Pues rapaces perversos a sacudir el Peral a eso de la medianoche pues hasta esa ahora habíamos alargado según nuestra mala umbre los juegos nos llevamos varias cargas grandes no para comer las peras nosotros Aunque algunas probamos sino para echársela a los puercos lo importante era hacer lo que nos estaba prohibido este es pues
Dios mío mi corazón ese corazón Al que tuviste misericordia cuando se hallaba en lo profundo del Abismo que él te diga queé era lo que andaba yo buscando cuando era gratuitamente malo pues para mi malicia no Había otro motivo que la malicia misma detestable era pero la amé amé la perdición amé mi defecto lo que amé no era lo defectuoso sino el defecto mismo alma llena de torpezas que se soltaba de tu firma apoyo rumbo al Exterminio sin otra finalidad en la ignominia que la ignominia misma capítulo 5 porque se da ciertamente un atractivo en
todo lo que es hermoso en el oro en la plata en todo en el tacto de la carne mucho tiene que ver el halago así como los demás sentidos encuentran en las cosas corporales una peculiaridad que les responde belleza y también en el honor temporal en el poder de vencer y dominar de donde proceden luego los deseos de la venganza y sin embargo señor para conseguir estas cosas no es indispensable separarte de ti ni violar tus leyes y la vida que aquí vivimos tiene su Encanto en cierto modo particular de armonía y de convivencia con
todas estas bellezas inferiores así como también es dulce para los hombres la amistad que con sabroso nudo hace de muchas almas una sola por conseguir estas cosas y otras semejantes admite el pecado Por cuanto una inmoderada inclinación hace que se abandonen otros bienes de mayor valía que son Realmente supremos tú mismo señor tu verdad y tu ley es indudable que también estas cosas ínfimas tienen su deleite pero no es tan grande como mi dios creador de todas las cosas que es deleite del justo y delicia de los corazones rectos Por lo cual cuando se pregunta
sobre las posibles causas del pecado se suele pensar que no está sino en el vivo deseo de alcanzar o de no perder esos bienes que he llamado ínfimos son a no dudarlo hermosos y agradables en sí mismos aún cuando resultan arras de tierra y despreciables cuando se los compara con los bienes superiores los únicos que dan verdadera felicidad alguno por ejemplo cometo un homicidio por qué lo hizo lo hizo o porque quería quedarse con la mujer o el campo de otro o porque tal depredación lo ayudaría a vivir o porque temía que el ocioso lo
desposeer de algo o porque había recibido de él algún agravio que encendió en su pecho el ardor de la venganza de Catalina hombre en exceso malo y cruel se ha dicho que era malo gratuitamente que hacía horrores solo porque no se le entumecida de ejercicio ni la mano ni el ánimo no deja de ser una explicación pero esto no lo es todo lo cierto Es que de haberse apoderado del gobierno de la ciudad mediante tal acumulación de crímenes tendría honores poder y riquezas se libraba además de temor de las leyes inducido por la conciencia de
sus delitos y del mal pasar debido a la Pobreza de su familia ni el mismo Catalina amaba sus crímenes por ellos mismos sino por otra cosa que mediante ellos pretendía conseguir capítulo 6 qué fue pues miserable de mí lo que enti amé hurto mío delito mío nocturno en aquel 16to año de mi vida no eras hermoso pues eras un hurto Pero eres acaso algo real para que yo hable contigo bonitas erán aquellas frutas que robamos pues eran criaturas tuyas Oh Tú creador de todas ellas sumo bien Y verdadero bien hermosas eran pero no fueran ellas
lo que deseó mi alma miserable ya que yo ya las tenía mejores si las corté fue solo para robarlas y prueba de ello Es que apenas cortadas las arrojé mi banquete consistió meramente en mi fechoría pues me gozaba en la maldad porque si algo de aquellas peras entró en mi boca su condimento no fue otro que el sabor del delito ahora me pregunto Dios mío por qué motivo pude deleitarme en aquel hurto las peras en sí no eran muy atractivas no había en ellas El brillo de la equidad y de la prudencia pero ni siquiera
algo que pudiera ser p paso de la memoria de los sentidos de la vida vegetativa no eran hermosas como lo son las estrellas en el esplendor de sus giros ni como lo son la tierra y el mar llenos como están de seres vivientes que vienen a reemplazar a los que van fenecio y ni siquiera tenían la hermosura aparente y oscura con la que nos engañan Los vicios la soberbia remeda la Excelencia siendo así que solo tú eres excelso y la ambición busca los honores y la gloria Cuando solo tú eres glorioso y merecedor de eternas
alabanzas Los poderosos de la tierra gustan de hacerse temer por el rigor Pero quién sio tú Dios único merece ser temido quién qué cuándo y dónde pudo jamás sustraerse a tu potestad Los amantes se complacen en Las Delicias de la lascivia Pero qué hay más deleitable que tu amor que puede ser más amado que tu salvífica verdad incomparable en su Hermosura y esplendor la curiosidad gusta interesarse por la ciencia cuando tú eres el único que todo lo sabe la ignorancia misma y la estupidez se cubren con el manto de la simplicidad y de la inocencia
Porque nada hay más simple ni más inocente que tú cuyas obras son siempre enemigas del mal la pereza pretende apetecer la quietud pero qu quiet cierta se puede encontrar fuera de ti la lujuria Quiere pasar por abundancia y saciedad pero eres tú la indef viente abundancia de suavidades incorruptibles la prodigalidad pretende hacerse pasar por desprendimiento Pero tú eres el generoso dador de todos los bienes la avaricia ambiciona poseer muchas cosas pero tú todo lo tienes la envidia pleita por la superioridad pero qu hay que sea superior a ti la ira Busca vengarse Pero qué venganza
puede ser tan justa como las tuyas el temor es enemigo de lo nuevo y repentino que sobreviene con peligro de perder las cosas que se aman y se quieren conservar Pero qué cosa Hay más insólita y repentina que tú o quién podrá nunca separar de ti lo que tú amas y dónde hay fuera de ti seguridad verdadera la tristeza se consumen el dolor por las cosas perdidas en que se gozaba la codicia y no quería que le fueran quitadas Pero a ti Nada se te puede quitar Entonces fornica el alma cuando se aparta de ti
y busca all fuera lo que no puede encontrar con pureza y sin mezcla sino cuando vuelva a ti y burdamente remedan tu soberanía los que de ti se apartan y se rebelan contra ti pero aún en eso proclaman que tú eres el creador de la naturaleza toda y que no hay realmente manera de cortar Los lazos que nos ligan a ti qué fue pues lo que yo amen aquel hurto en que de manera viciosa y perversa quise imitar a mi Señor Soñé que con el uso de una falaz libertad me colocaba imaginariamente por encima de
una ley que en la realidad me domina haciendo impunemente en un remedo ridículo de tu omnipotencia lo que no me era permitido aquí tienes pues a ese siervo cuyo de su señor en Pos de una sombra Cuánta podredumbre qué monstruosidad de vida y qué profundidades de muerte cómo pudo complacerse su albedrío en lo que no era lícito por el solo motivo de que no lo era capítulo s con qué pagarle a mi Señor el que mi memoria recuerde todo esto sin que mi alma sienta temor Te pagaré con paga de amor y de agradecimiento confesaré
tu nombre pues tantas obras malas y abominables me has perdonado fue obra de tu gracia y de tu misericordia el que hayas derritió de no haber cometido muchos otros pues de qué obra mala no habría sido capaz uno que pecaba por gusto pero todo me lo has perdonado lo malo que hice con voluntad y lo malo que pude hacer y por tu Providencia no hice quién podría conociendo su nativa de idad atribuir su castidad y su inocencia a sus propias fuerzas ese te amaría menos como si le fuera menos necesaria esa misericordia tuya con que
condenas los pecados de quienes se convierten a ti ahora si hay alguno Que llamado por ti escuchó tu voz y pudo evitar los delitos que ahora recuerdo y confieso y que él puede leer aquí no se burle de mí que estando enfermo fui curado por el mismo médico a quien él le debe el no haberse enfermado o por mejor decir haberse enfermado menos que yo ese debe amarte tanto como yo o más todavía viendo que quien me libró a mí de tamañas dolencias de pecado es el mismo que lo ha Librado a él de padecerlas
capítulo 8o Qué clase de afecto era pues aquel ciertamente eraa pésimo y yo muy miserable porque lo tenía pero qué era Pues por algo dice la escritura quién entenderá los risa Nos daba un como cosquilleo del corazón de que así pudiéramos engañar a quienes no nos juzgaban capaces de cosas semejantes ni querían que las hiciéramos pero por qué razón me gustaba hacer esas fechorías junto con otros acaso porque no es fácil reír cuando no se tiene compañeros y sin embargo en ciertas ocasiones la risa vence al hombre más Solitario Cuando algo se le presenta al
sentido o a la Im imaginación como muy ridículo capítulo 9 Lo cierto es que tales cosas no las había yo hecho de estar completamente solo este es señor el vivo recuerdo de mi memoria en tu presencia de haber andado solo no habría cometido tal hurto Ya que no me interesaba la cosa robada sino el hurto mismo y no habría de cierto hallado gusto en ello sin una compañía Oh enemiga amistad seducción incomprensible de la mente avidez de dañar por burla y por juego cuando no hay en ello ganancia alguna ni deseo de venganza de satisfacer
es simplemente el momento en que se dice vamos a hacerlo y si alguna vergüenza se tiene es la de no hacer algo vergonzoso capítulo 10 quién podrá desatar este nudo tan tortuoso e intrincado feo es si no quiero verlo ni siquiera poner en él los ojos pero te quiero a ti que eres justicia e inocencia hermosa y decorosa luz saciedad Insaciable para los hombres honestos en ti hay descanso y vida imperturbable el que entra en ti entra en el gozo de su señor nada temerá y se hallará muy bien en el sumo bien me derramé
y bagué Lejos de ti mi Dios muy alejado de tu estabilidad en mi adolescencia me convertí para mí mismo en un desierto inculto y lleno de de miseria libro 3 capítulo 1 vine a Cartago y caí como en una Caldera hirviente de amores pecaminosos aún no amaba yo pero quería ser amado y con una secreta indigencia me odiaba a mí mismo por menos indigente ardía en deseos de amar y buscaba un objeto para mi amor quería ser amado pero odiaba la seguridad de un sin trampas ni celadas tenía hambre intensa de un alimento interior que
no era otro sino tú mi Dios pero con esa hambre no me sentía hambriento pues me faltaba el deseo de los bienes incorruptibles y no por los tuviera simplemente Mientras más miserable era más hastiado me sentía por eso mi alma enferma y ulcerosa se proyectaba miserablemente hacia afuera vida alago de las cosas sensibles algún alma deben tener las cosas Pues si no no serían amadas dulce me era pues amar y ser amado Especialmente cuando podía disfrutar del cuerpo amado así manchaba yo con sórdida concupiscencia la Clara fuente de la amistad y nublaba su candor con
las tinieblas de la carnalidad sabiéndose odioso y deshonesto trataba en mi vanidad de aparecer educado y elegante Me despeña en un tipo de amor en que deseaba ser cautivo Dios mío misericordia mía con cuántas hieles m amargaste en tu bondad aquellas malas suavidades Porque mi amor fue correspondido y llegué hasta el enlace secreto y voluptuoso y con alegría me dejaba atar por dolorosos vínculos fui azotado con los hierros candentes de los celos y las sospechas los temores las iras y las riñas capítulo 2 me apasionaban Entonces los espectáculos teatrales tan llenos de las miserias que
yo tenía y de los fuegos que me quemaban Por qué será el hombre tan amigo de ir al teatro para sufrir allí de lutos y tragedias que por ningún motivo querría tener en su propia vida lo cierto Es que le encantan los espectáculos que no le hacen sufrir y que se goza en este sufrimiento pero no es esto una insanidad miserable porque la verdad es que tanto más se conmueven las gentes cuanto menor santidad hay en sus sentimientos y que tiene por miseria lo que ellos mismos padecen mientras llaman misericordia su compasión cuando eso mismo
lo padecen otros Pero qué misericordia real puede haber en fingidos dolores de escenario Pues el ciste no es invitado a prestar remedio a los males sino solamente a dolerse con ellos y mayor es el homenaje que rinda a los actores del drama cuanto mayormente sufre Y si tales calamidades o realmente sucedidas antaño o meramente fingidas ahora no lo hacen sufrir lo suficiente sale del teatro fastidiado y criticando al paso que si sufre mucho se mantiene atento y goza llorando cómo es posible amar así el dolor y las lágrimas porque el hombre natural mente tiende a
ser feliz será acaso que si a nadie le gusta ser el mismo miserable a todos nos agrada ser compasivos con la miseria puede ser sin el dolor y la miseria es imposible la misericordia Y entonces por razón de esta se llegan a amar la miseria y el dolor qué otra causa podría haber una simpatía semejante procede a no dudarlo del Manantial de la amistad Pero a dónde esa corriente a dónde fluye por qué va a dar ese torrente de pez hirviendo con Los Terribles calores de todas las pasiones de la tierra Por qué de su
propio albedrío se convierten en la amistad desviada y rebajada de su serenidad Celeste y sin embargo cierto es que no podemos repudiar la misericordia es necesario c amemos alguna vez el sufrimiento pero guárdate bien alma mía de la inmundicia guárdate de ella bajo la tutela de tu Dios del dios de nuestros padres excelso y laudable por todos los siglos No es que me falte ahora la misericordia pero en aquellos días gozaba yo con ver en el teatro a Los amantes que criminalmente amaban aún cuando todo aquello fuera imaginario y escénico cuando el uno al otro
se perdían me ponía triste la compasión pero me deleitaba tanto en lo uno como en lo otro muy mayor misericordia siento ahora por el que vive contento con el vicio que no por el que sufre grandes penas por la pérdida de un pernicioso placer y una mentida felicidad este tipo de misericordia es de cierto mucho más verdadero precisamente porque en ella no hay deleite en el dolor si es laudable oficio de Caridad compadecer al que sufre un hombre de verdad misericordioso preferiría con mucho que no hubiera nada que comp absurdo sería hablar de una benevolencia
malévola pero este absurdo sería necesario para que un hombre pudiera al mismo tiempo ser en verdad misericordioso y desear que haya miserables para poderlos compadecer hay pues Dolores que se pueden admitir porque son útiles pero el dolor en sí no es digno de amor Esto es lo que pasa contigo mi Dios y señor que amas las almas de tus hijos con amor más alto y más puro que el nuestro la tuya es una misericordia incorruptible y cuando nos compadeces nuestro dolor no te lastima Quiénes en esto como tú pero yo amaba Entonces el dolor de
mala manera y me buscaba lo que pudiera hacerme padecer representando un padecimiento ajeno fingido Y teatral tanto más me gustaba el actor Cuanto más lágrimas macía derramar qué maravilla Entonces si como oveja infeliz e impaciente de tu custodia me veía cubierto de fealdad y de er roña de ahí me venía esa afición al sufrimiento pero no a sufrimientos profundos que para nada los quería sino sufrimientos fingidos y de oído que solo superficialmente me tocaban y como a los que se rascan con las uñas me venía luego ardiente hinchazón purulencia Y horrible sangre podrida Santo Dios
esa vida era vivir capítulo pero tu misericordia fidelísima velaba por mí y me rodeaba En cuántas iniquidades me corrompía por una sacrílega curiosidad hasta tocar el fondo de la infidelidad en engañoso obsequio a los demonios a quienes ofrecía como sacrificio mis malas obras y en todo eso tú me flagel abas un día llegó mi atrevimiento hasta el punto de alimentar dentro de tu misma casa durante la celebración de tu sagrado misterios pensamientos impuros magin Cómo llevarlos a efecto y conseguir sus frutos de muerte pero tú me azote con pesados sufrimientos que con ser muy pesados
no eran tan grandes como la gravedad de mi culpa oh Dios de inmensa misericordia tú mi Dios que eres mi refugio y me defiendes de esos terribles enemigos míos entre los cuales anduve vagando con la cabeza insolentemente engallada cada vez más lejos de ti en mis caminos y no en los tuyos tras el señuelo de una libertad mentida y fugitiva aquellos estudios míos estimados como muy honorables me encaminaban a las actividades del foro y sus litigios en los cuales resulta más excelente y alabado el que es más fraudulento tanta si es la ceguera humana que
de la ceguera misma se gloría yo era ya mayor en la escuela de retórica era soberbio y an y tenía la cabeza llena de humo pero era más moderado que otros como tú bien sabes porque me mantenía alejado de los abusos que cometían los eversores cuyo nombre mismo siniestro y diabólico era temido como signo de honor entre ellos andaba yo con la imprudente vergüenza de no ser como ellos entre ellos andaba y me complacía en su amistad aún cuando su comportamiento me era aborrecible ya que persistentemente atormentaban la timidez de los recién llegados a la
escuela con burlas gratuitas y pesadas en que ellos hallaban su propia alegría nada tan semejante a esto como las acciones de los demonios y por eso nada tan apropiado como llamarlos eversores derribador burlados y pervertidos primero ellos mismos por el engaño y la falsa seducción de los Espíritus invisibles pasaban luego a burlarse y a engañar a los demás capítulo cuatro era Pues en medio de Tales compañías como estudiaba yo la elocuencia de los libros con la finalidad condenable de conseguir los goces de la vanidad humana y así sucedió que siguiendo el curso normal de los
estudios conocí un libro de un cierto cicerón cuya lengua admiran todos aunque no así su ánimo en este libro titulado hortensio encontré una exhortación a la filosofía el libro cambió mis sentimientos y enderezó a ti mis pensamientos y mudó del todo mis deseos y mis anhelos de repente todas mis vanas esperanzas se envilecimiento yo con el dinero de mi madre es decir no me interesaba Ya polir mi lenguaje y mejorar mi elocuencia sino que encontraba el libro sumamente persuasivo en lo que decía qué incendios es los míos Señor por volar hacia ti lejos de todo
lo Terrenal no sabía yo lo que estabas haciendo conmigo tú que eres la sabiduría filosofía llaman los griegos al amor de la sabiduría y en ese amor me hacían arder aquellas letras cierto es que no faltan quienes engañan con la filosofía cubriendo y coloreando sus errores con ese nombre tan digno tan suave y tan honesto pero todos estos seductores los de ese tiempo y los que antes habían sido eran en ese libro censurados y mostrados por lo que en verdad son y se manifiesta en él además aquella saludable admonición que tú nos haces por medio
de tu siervo bueno y Pío cuidaos de que nadie os engañe con la filosofía y una vana seducción según las tradiciones y elementos de este mundo y no según Cristo en quien habita corporalmente la plenitud de la divinidad bien sabes tú luz de mi corazón que en esos tiempos no conocía yo aún esas palabras apostólicas pero me atraía la exhortación del hortensius a no seguir esta secta o la otra sino la sabiduría misma cualquiera que ella fuese esta sabiduría tenía yo amar buscar y conseguir y el libro me exhortaba a abrazarme a ella con todas
mis fuerzas yo estaba enardecido lo único que me faltaba en medio de tanta fragancia era el nombre de Cristo que en él no aparecía pues tu misericordia hizo que el nombre de tu hijo mi salvador lo bebiera yo con la leche materna y lo tuviera siempre en muy alto lugar razón por la cual una literatura que lo ignora por verídica y pulida que pudiera ser no lograba apoderarse de mí capítulo c por todo esto me decidí a leer la sagradas escrituras para ver cómo eran y me encontré con algo desconocido para los soberbios y no
comprensible a los niños era una verdad que caminaba al principio con modestos pasos pero que avanzaba levantándose siempre más alcanzando alturas sublimes toda ella velada de misterios yo no estaba preparado para entrar en ella ni dispuesto a doblar la cerviz para ajustarme a sus pasos en ese mi primer contacto con la escritura no era posible que sintiera y pensara como pienso y siento ahora como era Inevitable me pareció indigna en su lenguaje comparada con la dignidad de Marco Tulio mi Vanidosa suficiencia no aceptaba aquella simplicidad en la expresión con el resultado de que mi agudeza
no podía penetrar en sus interioridades era aquella una verdad que debía crecer Con el crecer de los niños pero yo me negaba resueltamente a ser niño hinchado de vanidad me sentía muy grande capítulo 6 Entonces fui a dar entre hombres de una soberbia delirante muy carnales y excesivamente locuaces en cuya boca se mezclaban en diabólico me junge las voces de tu nombre del de tu hijo Jesucristo y las del espíritu Santo estos nombres no se les caían de la boca Pero no eran sino sonido puro modulaciones de la lengua pues su corazón estaba árido y
Vacío verdad verdad gritaban siempre y a mí me lo dijeron muchas veces pero no había en ellos verdad ninguna decían cosas aberrantes no tan solo de ti que eres la verdad sino también de los elementos de este mundo que tú creaste debí dejar de lado a los filósofos que no todo lo equivocaban y lo hice Por amor a ti padre mío sumo bien hermosura ante quien palidece toda hermosura Oh verdad verdad Purísima con Cuánta violencia suspiraban por ti mis entrañas cuando ellos me hablaban de ti con sola la voz en muchos y voluminosos libros eran
bocados en los que se ofrecían a mi hambre y mi sed de ti el sol y la luna obras tuyas ciertamente hermosas pero que no son tú y ni siquiera las primeras entre tus obras ya que creaste primero los seres espirituales y solo enseguida los corporales hermosos como estos pueden ser no son los que primero pusiste en el ser pero tampoco de esas nobles criaturas primeras eran mi ampe y mi sed sino solo de ti que eres la verdad verdad en la que no hay mudanza ni asomo de vicisitud pero se me seguían ofreciendo como
alimento fantasmas espléndidos mejor era el sol verdad de nuestros ojos que no aquellos espejismos verdadero solo para el alma que se deja engañar por los sentidos yo aceptaba todo eso porque pensaba que eras tú pero no comía tales platillos con avidez pues no me sabían a nada el sabor no era el tuyo no te sentía yo como realmente eres tú no estabas en aquellos vanos fragmentos que no me alimentaban sino que me agotaban como los alimentos que se comen en sueños que parecen mucho a los que el hombre come despierto pero que no alimentan al
que dormido sueña pero esos sueños en nada se parecían a lo que ahora sé que eres tú eran fantasmas corpóreos mucho menos ciertos que los cuerpos reales que vemos en los cielos y en la Tierra así como los animales terrestres y las aves que son más ciertos en sí que en nuestra imaginación pero aún estas imaginaciones infinitas que a partir de ellas fantaseamos nosotros y que no tienen realidad alguna y Este era el tipo de fantasías que yo entonces me apacentaba Pero tú amor mío en quien soy débil para ser fuerte no eres ninguno de
esos cuerpos que vemos en la tierra y en el cielo ni tampoco los que vemos allí porque tú las creaste pero en situaciones eximi de tu creación Qué lejos estabas Pues de aquellos fantasmas míos fantasmas corpóreos totalmente privados de existencia más ciertas que ellos son las imágenes de cuerpos que en realidad existen y más reales que estas son los cuerpos mismos pero nada de eso eres tú tampoco eres el alma que da vida a los cuerpos y por eso es mejor y más cierta que los cuerpos la vida Tú en cambio eres la vida de
las almas vida de toda vida vida Tú mismo indefectible vida dónde estabas entonces señor tan lejos de mí pues yo vagaba Lejos de ti y de nada me servían las bellotas de los cerdos que con bellotas apacentaba yo cuánto mejores eran las fábulas de los gramáticos y los poetas que todos esos engaños porque los versos y los poemas Como aquella medea que volaba en carro tirado por dragones son de cierto más útiles que aquellos cinco elementos de diversa manera coloreados para luchar con los cinco anros de las tinieblas que ninguna existencia tienen y dan la
muerte a quien en ellos cree porque los versos y los poemas alguna relación tienen con lo real y si yo cantaba medea volante no afirmaba lo que cantaba y cuando otros lo cantaban yo no lo creía en cambio sí que creía en aquellas aberraciones Ay Por qué escalones fui bajando hasta lo profundo del infierno te lo confieso ahora a ti que me tuviste misericordia cuando a no te confesaba acongojado y febril en mi indigencia de verdad yo te buscaba pero no con la inteligencia racional que nos hace superiores a las bestias sino según los sentimientos
de la carne y tú eras interior a mi más Honda interioridad y superior a cuanto había en mí de superior entonces tré con aquella hembra Audaz y falta deo Enigma de Salomón que sentada a su puerta decía comed con gusto mis panes ocultos bebed de mi agua furtiva y sabrosa tal hembra me pudo seducir porque me encontró fuera de mí mismo habitando en el ámbito de mis ojos carnales pues me la pasaba rumiando lo que con los ojos había devorado capítulo si desconocía yo entonces la existencia de una realidad absoluta y estimulado por una especie
de aguijón me fui voy a situar entre aquellos impostores que me preguntaban En qué consiste el mal si Dios tiene forma corporal cabellos y uñas si pueden tenerse por justo los hombres que tienen muchas mujeres y matan otros hombres y sacrifican animales dada mi ignorancia estas cuestiones me perturbaban pues no sabía yo entonces que el mal no es sino una privación de bien y se degrada hasta lo que no tiene ser ninguno Y cómo podía yo entender esto Si mis ojos no veían sino los cuerpos y mi mente estaba llena de fantasmas totalmente ignoraba yo
que Dios es un ser espiritual que no tiene masa ni dimensiones ni miembros la masa de un cuerpo es menor en cualquiera de sus partes que en su totalidad y aún cuando se pensara en una masa infinita ninguna de sus partes situadas en el espacio igualaría su infinitud y así un ser que no es espiritual como Dios no puede estar totalmente en todas partes ignoraba también que es lo que hay en nosotros Por lo cual tenemos alguna semejanza con Dios Pues fuimos creados como dice la escritura a su imagen y semejanza Tampoco sabía en qué
consiste la verdadera justicia interior que no juzga según las ideas corrientes sino Según la ley de Dios Todopoderoso a la cual deben acomodarse las costumbres de los pueblos y el andar de los días conforme a los pueblos y a los tiempos justicia vigente en todo tiempo y lugar no una aquí y otra allá una en un tiempo y diferente en otro justicia según la cual fueron justos Abraham e Isaac Moisés y David y tantos otros que fueron alabados por Dios mismo aunque ahora no los tienen por justos esos imperito que con cerrado criterio juzgan de
las costumbres del género humano con la medida de sus propias costumbres y de su limitada y precaria experiencia los tales son como un hombre que no Sabiendo nada de armaduras ni qué pieza es la que conviene para cada parte del cuerpo pretendiera ponerse la grepa en la cabeza y calzarse con el yelmo y luego se quejara de que la armadura no le queda o como si alguien se enojara de que en un día festivo le prohíba vender por la tarde lo que podía vender por la mañana o le molestara que el que sirve las copas
no pueda tocar con la mano lo que otro criado puede tocar o mal le pareciera que se prohíba hacer en el comedor lo que puede hacerse en el establo como si no hubieran todos los días que en la misma casa y en el mismo tiempo no toda cosa es conveniente para cualquier miembro de la familia que algo permitido a cierta hora no lo es Ya en la hora siguiente y lo que se puede permitir o mandar en un lugar de la casa no se puede Ni mandar ni permitir en otro tales son los que se
indignan de que en pasados tiempos hayan sido permitidas a los justos cosas que ahora son ilícitas y de que Dios haya mandado a estos y aquellos diferentes cosas en razón de los tiempos siendo así que unos y otros fueron servidores de la misma justicia se dirá caso que la justicia es algo que cambia No pero si lo son los tiempos sobre los que ella preside que no por nada se llaman tiempos los hombres cuya vida sobre la tierras tan breve no pueden comprender bien las causas que entraban en juego en siglos pasados y en la
vida de pueblos diferentes no están en condiciones entonces de comparar lo que no conocieron con lo que sí conocen en una misma casa y en un mismo tiempo fácilmente pueden ver que no todo convene a todos que hay cosas congruent o no según los momentos los lugares y las personas pero este discernimiento no lo tienen para las cosas del pasado se ofenden con ellas mientras todo lo propio lo aprueban esto no lo sabía yo entonces Ni lo tomaba en consideración las cosas Me daban en los ojos pero no las podía ver y sin embargo entendía
yo bien que al componer un canto no me era lícito poner cualquier pie en cualquier lugar sino que conforme al metro que usara así debía ser la colocación de los pies este aquí y este allá la prosodia que regía mis composiciones era siempre la misma no una en una parte del verso y otra en otra sino un sistema que todo lo regulaba y con todo esto no pensaba yo en que tu justicia a la cual han servido los hombres justos y Santos tenía que ser algo todavía más excelente y sublime en que todo se encierra
las cosas que Dios mandó para que nunca variaran y otras que distribuía por los tiempos no todo junto sino según lo apropiado a cada uno y en mi ceguera reprendí aquellos piadosos patriarcas que no solamente se acomodaron a lo que en su tiempo les mandaba o inspiraba Dios sino que bajo divina revelación preanuncia haron lo que iba a venir capítulo 8o hay por Ventura un tiempo un lugar en que sea o haya sido injusto amar a Dios con todo el corazón con todas las fuerzas y con toda el alma y al prójimo como uno mismo
de manera semejante las torpezas que van contra naturam como las de los sodomitas han de ser siempre aborrecidas y castigadas y aún cuando todos nuestros pueblos se comportaran como ellos la universalidad del delito no los justificaría serían todos ellos reos de la misma culpa ante el juicio de Dios que no creó a los hombres para que de tal modo se comportaran se arruina y se destruye la sociedad el trato que con Dios debemos tener cuando por la perversidad de la concupiscencia se Mancilla esa naturaleza cuyo autor es el mismo pero cuando se trata de costumbres
humanas los delitos han de evitarse conforme a la diversidad de esas costumbres de manera que ningún ciudadano o extranjero vio según el propio antojo lo que la ciudad ha pactado con otros pueblos o que está en vigor con la firmeza de la ley o de la costumbre siempre es algo indecoroso la no adecuación de una parte con el todo que pertenece Pero cuando Dios manda algo que no va con la costumbre o con los pactos establecidos Hay que hacerlo Aunque nunca antes se haya hecho hay que instituir aunque la institución sea del todo Nueva Pues
si un Rey puede en su ciudad mandar algo no antes mandado por los anteriores Reyes ni por él mismo la obediencia al nuevo mandamiento no va contra la estructura de la ciudad es algo universalmente admitido que los ciudadanos han de obedecer a sus Reyes Con cuánta razón se deba a Dios rey de todas las criaturas una obediencia firme y sin vacilaciones Pues así como en las sociedades humanas la potestad mayor se impone ante las potestades menores así y también toda humana potestad debe subordinarse al mandar de Dios pero otros delitos hay que se cometen por
la voluntad de dañar sea con afrentas o injurias o con ambas cosas a la vez por deseo de vengarse de algún enemigo o con la intención de adquirir algo que no se tiene como lo hace el ladrón con el bandante o por evitar algún mal de parte de alguien que inspira temor o por envidia como la que tiene el mísero con la que está en mejor situación y en algo a prosperado o como la que tiene este cuando teme que otro le iguale o se duele porque ya le igualó O también por el mero placer
del mal ajeno como lo tienen los que van a ver a los gladiadores o por simple mal ánimo como el de los que hacen burlas y sarcasmos al prójimo estos son los principios capitales de la iniquidad se derivan de la desordenada concupiscencia de dominar de ver y de sentir o de una de estas o de dos o de las tres y así od Dios excelso y dulcísimo se vive mal en contrariedad con los tres y los siete mandamientos de tu decálogo el salterio de 10 cuerdas Pero qué malicia puede haber en ti incorruptible como eres
o qué crimen te puede dañar siendo como eres inaccesible al mal con todo tú castigas lo que los hombres se hacen entre ellos de malo porque cuando pecan contra ti se perjudican ellos mismos la iniquidad se miente a sí misma cuando corrompe y pervierte la naturaleza que tú creaste y ordenaste o usando sin moderación de las cosas permitidas Ardiendo en deseos de lo no permitido en un uso contra Natura o se hacen los hombres reos de Rebeldía contra ti en su ánimo y en sus palabras dando patadas contra El aguijón o finalmente cuando en su
audacia rompen los lazos y traspasan los límites de la sociedad humana y se gozan en privados conciliábulos o en privados despojos al azar de sus gustos y resentimientos todo esto sucede cuando los hombres te abandonan a ti que eres la fuente de la vida el verdadero creador y gobernador del universo cuando la soberbia personal ama una parte del todo a haciendo de ell un falso todo es así como por el camino de una piadosa humildad regresamos a ti y tú nos purificas de nuestros malos hábitos y te muestras propicio para los que te confiesan sus
pecados escuchas los gemidos de los que están presos con los pies en los grilletes y nos sueltas de las cadenas que nosotros mismos nos forjamos Pero esto lo haces solo cuando ha hemos renunciado envalentonar noos ante ti con la afirmación de una falsa libertad con la avaricia de tener más o el temor de perderlo todo amando así más lo nuestro que a ti supremo bien de todos capítulo 9 entre tantas torpezas y crímenes como hay y entre tanta abundancia de maldad se da también el caso de los pecados en que caen los que van Ya
avanzando el camino espiritual tales pecados son de reprobar desde el punto de vista de la perfección pero yy también en ellos alg estimable como es estimable el trigo verde en el cual hay esperanzas ciertas de futuros panes Pero hay acciones que parecen crimen o torpeza y no lo son porque ni te ofenden a ti ni rompen el consorcio de la sociedad humana Pues de alguna manera se concilian con lo que es congruente en un tiempo dado como cuando se procuran determinados bienes que son útiles para las necesidades de la vida en un momento dado pero
queda incierto si hubo o no hubo en eso una reprensible codicia de poseer O como cuando la autoridad competente castiga con severidad algo con la idea de corregir los abusos pero queda incierto si no se mezcló en eso algún secreto deseo de dañar hay pues cosas que el sentir general de los hombres tiene por reprensible pero que tú no reprendes Así como hay otras cosas que los hombres alaban Pero tú condenas no siempre coincide la apariencia exterior de los hechos con el ánimo y la intención no conocida de quien los hace pero como yo ignoraba
estas cosas hacía burla de aquellos servidores tuyos y Profetas con lo cual solo conseguía que tú te burlaras de mí Poco a poco fui derivando a tonterías tales como la de creer que un higo sufre cuando lo cortan y que la higuera llora Lágrimas de leche y que si un santo Lo comía cortado por manos ajenas y no por las suyas lo mezclaba con sus propias entrañas y exhalaba luego de ella Ángeles y hasta partículas de la sustancia divina Pues según ellos en aquella fruta había habido partículas del verdadero y sumo Dios que habrían permanecido
ligadas de no ser por los dientes del santo y elegido y por su estómago en mi miseria llegaste a creer que mayor misericordia ha de tener para con los frutos de la tierra que para con los hombres mismos para cuyo bien fueron creados los frutos si alguno tenía hambre pero no era maniqueo Era crimen digno de la pena capital el darle un bocado capítulo 10 pero tú señor hiciste sentir tu mano desde lo alto y libraste mi alma de aquella negra humareda porque mi madre tu sierva fiel lloró por mí más de lo que suelen
todas las madres llorar los funerales corpóreos de sus hijos ella lloraba por mi muerte espiritual con la fe que tú le habías dado y tú escuchaste su clamor La oíste cuando ella con sus lágrimas regaba la tierra ante tus ojos ella oraba por mí en todas partes y tú oíste su plegaria Pues de dónde sino de ti le vino aquel sueño consolador en que me vio vivir con ella comer con ella la misma mesa cosa que ella No había querido por el horror que le causaba mis blasfemos errores se vio de pie en una regla
de madera y caella asmida en la tristeza se llegaba un joven alegre y espléndido que le sonreía no por saberlo sino para enseñarla le preguntó El joven por la causa de su tristeza y ella respondió que lloraba por Mi perdición le mandó entonces que se tranquilizara que pusiera atención y que Viera cómo en donde ella estaba también estaba yo miró ella entonces y junto a sí me vio de pie en la misma regla de dónde esto señor sino porque tu oído estaba en su corazón Oh Señor omnipotente y bueno que cuidas de cada uno de
tus hijos como si fuera el único y que de todos cuidas como si fueran uno solo Cómo fue posible que al contarme ella su visión tratara yo de convencerla de que no debía desesperar de llegar a ser un día lo que yo era y que ella al instante y sin ninguna vacilación me contestara no pues lo que se me dijo No es que yo habría de estar donde estás tú sino que tú estarías donde estoy yo con frecuencia ha hablado señor de estos recuerdos ahora te confieso que más que el sueño mismo con que tú
consolabas una mujer piadosa hundida en el dolor me conmovió el hacho de que ella no se turbar por mi interpretación falsa y caprichosa vio de inmediato lo que tenía que ver y que yo no había visto antes de que ella lo dijera cuando ella se debatía en la tristeza tú le preanuncia Ase una grande alegría que no iba a tener sino mucho más tarde pues durante nueve largos años seguí revolcándose en aquel hondo lodo de tenebrosa falsedad del que varias veces quise surgir sin conseguirlo Mientras tanto ella viuda casta sobre y piadosa como a Tita
grada vivía ya en una alegre esperanza en medio del llanto y los gemidos con Que a toda hora te rogaba por mí sus plegarias llegaban a tu presencia pero tú me dejabas todavía volverme y revolver en la oscuridad capítulo 11 otra respuesta le concediste luego que yo recuerdo y quiero confesar dejando de lado cosas de menor importancia para llegar presto a lo que me urge confesarte la diste por el Ministerio de un sacerdote tuyo de un Obispo criado en tu iglesia y ejercitado en tus libros le rogó pues mi madre que se dignara de recibirme
y hablara conmigo para refutar mis errores desprenderme de ellos y enseñarme la verdad ya que él solía hacer esto con personas que le parecían bien dispuestas pero él no quiso dijo que yo era todavía demasiado indócil hinchado como estaba por el entusiasmo de mi reciente adhesión a la secta ella misma le había contado como yo con cuestiones y discusiones había descarriado ya no A pocas gentes de escasa instrucción la aconsejó déjalo en paz solamente ruega a Dios por él el mismo con sus lecturas acabará por descubrir su error y la mucha malicia que hay en
él Entonces le contó como el mismo siendo niño había sido entregado por su engañada madre a los maniqueos había leído todos sus libros y aún escrito alguno el mismo y cómo sin que nadie se disputas con él ni lo conv encie había por sí mismo encontrado el error de la secta y la había abandonado y como ella no quería aceptar sino que con insistencia y abundantes lágrimas le rogaba que me recibiera y hablara conmigo el obispo un tanto fastidiado le dijo déjame ya y que Dios te asista no es posible que se pierda el hijo
de tantas lágrimas estas palabras me las recordó muchas veces como venidas del cielo libro 4 capítulo 1 durante un lapso de 9 años desde mis 19 hasta mis 28 era yo seducido y seductor engañado pero también bajo el impulso de variados apetitos engañaba yo abiertamente en la profesión de las llamadas disciplinas liberales que en lo oculto llevaban falsamente el nombre de religión soberbio aquí y supersticioso allá y vanidoso en todas partes ávido de Gloria popular corría yo tras los aplausos del teatro y las bagatelas de los espectáculos los certámenes poéticos y las luchas por aquellas
coronas de hierba perecedera más con todo eso pretendía yo purificarme de mis sórdidas intemperancia llevando a los que eran llamados justos y Santos determinados manjares para que ellos en el laboratorio de su vientre me fabricaran Ángeles y Dios que luego me liberarán es que entonces creía yo en tales aberraciones y las ponía en práctica con mis amigos a quienes había yo arrastrado en mi propio engaño búrlate mis deshonras en alabanza de tu gloria ruée me concedas recorrer ahora con el recuerdo todos los meandros de mis pasados hierros ofreciéndote así un jubiloso sacrificio pues qué soy
yo sin ti para mí mismo sino un guía ciego que me lleva al precipicio o qué soy cuando bien me va sin un bebé que bebe la leche que tú le das y encuentra en ti un alimento incorruptible y qué es y cuánto vale un hombre cualquiera solo por ser hombre ríanse pues de mí Los Fuertes y los potentes que yo débil y pobre me confieso ante ti capítulo 2 enseñaba yo por aquellos años La retórica y vencido por la viz de dinero vendía yo victoriosas locuacidad pero tú sabes que yo prefería tener discípulos buenos
o que portales son tenidos y a esos les enseñaba con toda honradez los dolos del arte no para que los usaran en detrimento de inocentes sino para castigo de culpables desde lejos me veías tú como caía en esos terrenos resbalosos Y cómo en medio de mucho humo brillaba la fidelidad que en aquella docencia mostraba yo a quienes amaban la vanidad y buscaban la mentira y con ellos me asociaba por esos años tenía yo una mujer a la que no conocí dentro de lo que se llama matrimonio legítimo sino que a ella me llevó un bago
ardor ayuno de prudencia pero no tenía otra fuera de ella y le guardaba La fidelidad del lecho con ella pude experimentar la distancia que media entre un sano contrato que se cierra con miras a la generación y un mero pacto de amor livid dinoso en que la prle se produce sin ser deseada Aunque más tarde se haga am recuerdo también que en cierta ocasión decidí tomar parte en un concurso para una obra de teatro un cierto adivino me mandó preguntar qué querría yo darle si él por medio de misteriosos sacrificios me conseguía la manera de
vencer yo que abobaba de Tales sucias maniobras le mandé contestar que ni por ganar una corona de oro imperecedero estaría yo dispuesto a que por eso se matara una mosca porque su pensamiento era el de matar algunos animales en honor de algunos demonios para hacérmelos propicios pero od Dios de mi corazón este mal no lo repi Por amor a ti pues aún no te amaba incapaz como era entonces de apreciar lo que no fueran fulgores corporales y un alma que suspira por semejantes vanidades Qué hace sino fornicar Lejos de ti y apacentar se de vientos
así pues no estuve dispuesto a que por m se sacrificar a los demonios cuando yo mismo les ofrecía el sacrificio de aquella Superstición qué otra cosa si no apacentar vientos es eso de honrar con el error a esos espíritus que al recibir el honor que les damos se burlan de de nosotros capítulo 3 no dejaba yo por aquel entonces de consultar a otros astrólogos planetarios a esos que llaman matemáticos porque no se valían de conjuros ni de sacrificios a los Espíritus pero practicaban otra suerte de adivinación que también se opone La Piedad cristiana bien está
señor que te lo confiese y te diga ten misericordia de mí y sana mi alma Pues he pecado contra ti a así como es bueno no abusar de tu indulgencia para pecar con más libertad sino recordar lo que en cierta ocasión dijiste Mira ya has sido sanado no vuelvas a pecar no sea que te succeda algo peor esta sanidad combaten y Quieren matar los astrólogos cuando dicen que en el cielo mismo es donde hay que buscar las inevitables causas del pecado de los hombres que Venus hizo esto Saturno hizo aquello y Marte lo de más
allá con esto pretenden que el hombre no es culpable de ser carne y sangre y ensoberbecido que del pecado se ha de culpar al cielo y al creador y ordenador de las estrellas a ti Dios nuestro suavidad eterna y origen de toda justicia a ti que eres el que has de retribuir a cada uno según sus obras y que nunca desprecias un corazón contrito y humillado había entonces un varón muy instruido perits imo en la medicina en la cual se había merecido una justa reputación este siendo también procónsul había puesto su mano sobre mi insana
cabeza no como médico sino para imponerme la corona ganada en aquel certamen poético no fue Pues él quien me curó de aquella otra enfermedad que solo tú puedes curar tú que a los soberbios les resistes y a los humildes les das tu gracia pero tampoco entonces me faltaste ni te desentendida anciano médico pues me había hecho muy amigo suyo y muy apegado a su persona y me embelesan sus discursos siempre llenos de amena gravedad y de vivacidad en sus sentencias en las cuales no había sin embargo pretensiones literarias cuando por mí mismo supo que me
entregaba yo a la astrología me amonestó con paternal benignidad a que la abandonara Ya que desperdiciaba en tonterías una necesaria en cosas de mayor Provecho me dijo que él mismo había en sus Mocedades aprendido la astrología hasta pensado en vivir de ella como de su profesión Pues si había podido entender a hipócrates también podría entender todos esos libros sin embargo había dejado eso por la medicina no por otra razón sino porque había llegado a comprender la enorme falsedad que en ello había y siendo un hombre honrado no había querido ido vivir a costa del engaño
de los demás Pero tú me dijo cuentas para tu sustento con el arte de La retórica y te dedicas a esas falacias no por necesidades de tu familia sino solo y libremente por curiosidad conviene que me creas cu de todo eso te digo yo que tan a fondo lo estudié y llegué hasta pensar en ganarme la vida con la astrología y como yo le preguntara cómo a veces salen tambi algunas iciones de los astrólogos me respondió como pudo que eso es debido a la obra del Azar fuerza difusa por toda la naturaleza suceden ocasiones que
de las páginas de algún poeta que canta y pretende una cosa del Todo diferente saque quien las consulta la aventura algún verso que conviene admirablemente con los motivos que dictaron su consulta no es entonces de admirar Si alguna vez el alma humana por un instinto Superior y sin saber ella misma lo que le pasa No por harta alguna sino por mera suerte produzco una palabra que concuerda con la situación y las preocupaciones del que consulta Esto me dijo y tú me lo procurase por su medio delineando muy bien en mi memoria lo que había Yo
después de Buscar por mí mismo pero entonces Ni él ni mi carísimo nebo joven bueno y casto que se burlaba también de aquel modo de adivinación pudieron persuadir abandonar la astrología pues más que Su autoridad pesaba en mí la autoridad de los astrólogos y no habría yo encontrado aún una prueba decisiva de que en sus aciertos no tuviera que ver el arte de consultar a las estrellas sino puramente el azar capítulo 4 En aquellos años en que comencé a enseñar en el municipio en que nací me había ganado por la comunidad de los estudios un
amigo extraordinariamente querido de mi misma edad que florecía conmigo en el verdor de una misma adolescencia juntos habíamos crecido juntos habíamos jugado y asistido a la escuela pero todavía no era amigo como lo Fue más tarde y ni siquiera Entonces lo fue con esa amistad verdadera con que tú aglutina las almas que viven unidas a ti por esa caridad difunda en nuestros corazones por el espíritu santo que nos ha sido dado Con todo esa amistad era dulcísima inspirada como estaba por el fervor de idénticos ideales yo lo había desviado de su fe que no la
tenía ni muy Honda ni muy firme hacia aquellas supersticiosas y perniciosas fábulas por las que me lloraba mi madre su mente y la mía erban juntas y yo no podía vivir sin él pero tú el Dios de las venganzas y también de las grandes misericordias era como si cabalgara sobre los lomos de dos siervos tuyos que huían de tu lado de cuán admirables maneras nos conviertes a ti entonces sacaste de este mundo a ese hombre apenas cumplido un año de nuestra amistad suave para mí como ninguna otra cosa en aquel tiempo de mi vida quién
puede cantar tus alabanzas solo por lo que en sí mismo y en sí solo ha experimentado lo hiciste entonces Dios mío y cuán insondable es el Abismo de tus juicios cayó el enfermo con grandes fiebres y quedó por un tiempo inconsciente y bañado en sudores mortales como se temió por su vida fue bautizado en ese estado de inconsciencia y yo no me preocupé de ese bautismo con la idea de que su alma habría de retener más bien lo que de mí había aprendido que no aquello que se la hacía sin que él se diera cuenta
pero las cosas fueron de otro modo pues él se recuperó y quedó de nuevo sano en el primer momento en que pude hablar con él que fue el primero en que él Pudo hablar pues no me separaba Yo de él y dependíamos fuertemente el uno del otro empecé a ridiculizar aquel bautismo que él había recibido en total ausencia de sí mismo pero que ya sabía haber recibido seguro estaba yo de que me acompañaría en mis burlas Pero él me miró con horror como un enemigo y con una libertad tan admirable como repentina me declaró que
si quería seguir siendo su amigo debía renunciar a hablarle de semejante modo mod yo turbado y estupefacto pensé que era necesario refrenar mis impulsos hasta que él completamente restablecido y con el vigor de la salud estuviera en condiciones de oírme hablar como yo quería pero tú lo arrebataste a mi demencia para conservarlo en ti de donde pudiera yo más tarde hallar Consuelo sucedió Pues que a vuelta de pocos días y Estando yo ausente cayó nuevamente enfermo y falleció el dolor ensombreció mi corazón y cuanto veían mis ojos tenía el sabor de la muerte mi patria
era mi suplicio la casa paterna Era una inmensa desolación y todo cuanto había tenido en Comunión con él era para mí un tormento inenarrable por todas partes lo buscaban mis ojos pero no podían verlo todo me parecía aborrecible porque en nada estaba él nadie podía decirme va a volver como cuando estaba ausente pero existía me convertí en un oscuro Enigma para mí mismo le preguntaba mi alma por qué estás triste y así me conturbar pero ella nada tenía para responderme Y si yo le decía alma espera en Dios Ella se negaba a obedecerme pues tenía
por mejor y más verdadero al hombre que había perdido que no el fantasma en que yo le mandaba esperar mi única dulzura la hallaba en llorar sin fin las lágrimas tomaron el lugar de mi amigo delicia de mi alma capítulo 5 pero ahora señor todo eso ya pasó y el tiempo ha cicatrizado mi herida Será posible que aplicando a tu voz el oído de mi alma entienda yo de ti que eres la verdad porque el llanto es un consuelo para los que sufren Es acaso que tú presente como estás en todas las cosas haces a
un lado nuestra miseria por que tú permaneces siempre estable en ti mismo mientras nosotros nos resolvemos en toda clase de experiencias y sin embargo ni rastro quedaría de nuestra esperanza si no llorá demos delante de ti De dónde viene pues el que de amargor de la vida podamos sacar frutos tan dulces como el gemir y llorar suspirar y quejarnos no es dulce todo esto porque Esperamos que tú nos escuches esto es Clara verdad de la plegaria Pues con ella nos proponemos llegar hasta ti pero cabía en el fondo de aquel dolor mío por el bien
perdido en aquel luto que pesadamente me oprimía porque yo no esperaba hacer con mis lágrimas revivir a mi amigo simplemente me dolía y lloraba por una alegría irremisiblemente perdida el llanto en sí mismo Es amargo pero acaso nos llega a deleitar cuando nos cansamos de las cosas que antes teníamos capítulo 6 por qué hablo de estas cosas cuando no es tiempo de hacer preguntas sino de confesarme ante ti era yo pues bien miserable que por fuerza lo es el alma que vive presa en la amistad de las cosas mortales y se desgarra cuando las pierde
es Entonces cuando siente la miseria que lo hace miserable desde antes de que las pierda así era yo en aquel tiempo lloraba con inmensa amargura pero la ura misma encontraba descanso y tan miserable era que más aún que mi dilecto amigo muerto amaba yo mi propia misera vida pues aunque hubiera querido cambiar la condición de mi vida no quería perderla como lo perdía él ni siquiera sé si de veras estaba dispuesto a perderla por él como se cuenta si no es ficción d orestes y pílades que querían morir el uno por el otro pero al
mismo tiempo ya que no vivir juntos era para ellos es peor que la muerte Pero había en mí no sé qué sentimiento del todo contrario a este la vida me era insoportable Pero tenía miedo de morir creo que mientras más lo amaba a él más odiaba la muerte que me lo había arrebatado la odiaba y le temía como a la más atroz enemiga y pensaba que ella acabaría con todos los hombres como había acabado con él así era yo entonces lo recuerdo bien este señor mi corazón Mira hacia dentro y ve en él mis recuerdos
tú Esperanza mía que me limpies de la inmundicia de los malos afectos atraes hacia ti mis ojos y libras de lazos mis pies yo estaba en asombro de que los demás hombres vivieran cuando había muerto aquel a quien yo había amado como si nunca hubiera de morir y más aún me asombraba de que muerto él siguiera viviendo yo que era otro él bien dijo alguno cuando llamó su amigo la mitad de mi alma vivamente sentía yo que su alma y la mía eran una sola en dos cuerpos vivamente sentía yo que su alma y la
mía eran una sola en dos cuerpos por eso me horrorizaba la vida pues vivía por mitad y quizá por eso mismo me horrorizaba la muerte pues me negaba que muriera del todo aquel a quien tanto había querido capítulo s Oh demencia incapaz de amar humanamente a los hombres insensato de mí que me dejaba llevar sin moderación de las pasiones humanas así era yo en aquel tiempo me enardecía suspiraba lloraba y me turbaba sin descanso ni consejo así iba cargando mi alma destrozada y sangrante que no se dejaba cargar y yo no sabía En dónde ponerla
ni en los bosques más A menos ni en los juegos y los cantos ni en los olorosos jardines ni en Los Brillantes convites ni en los placeres del lecho ni en los libros ni poemas hallaba reposo todo me era aborrecible la luz misma y todo cuanto no era él mea tedioso Y no llevadero y mi único Consuelo bien relativo eran las lágrimas y los gemidos y cuando desistía de llorar Me aplastaba un enorme peso de miseria que solo tú podías aliviar yo sabía esto pero ni quería ni podía cuando Pensaba en ti no eras para
mí algo firme y sólido sino un vacío fantasma Pero eso fantasma era no tú y mi error era mi Dios y cuando quería poner mi alma en mi Dios como en un lugar de descanso se me resbalaba en el vacío y de nuevo caía sobre mí era yo para mí mismo un lugar de desdicha en el cual no podía estar y del cual no me podía evadir Cómo podía mi corazón huir de sí mismo y a dónde iría yo que él no me siguiera y sin embargo Huy de mi patria para que mis ojos lo
buscaran menos en lugares en que no estaban acostumbrados a verlo salí Pues de tagaste y me fui a Cartago capítulo 8o pero el tiempo no descansa ni pasa de balde sobre nuestros sentidos y puedo obrar en nosotros cambios admirables el tiempo venía y pasaba con el sucederse de los días y al venir y pasar me iba trayendo otras imágenes y otros recuerdos me devolvía poco a poco a mis primeros deleites y mi dolor iba cediendo en lugar suyo venían no otros dolores pero sí los gérmenes de otros dolores por qué había podido aquel dolor penetrar
en mí Tan hondo y con con tanta facilidad sino porque yo había derramado mi alma en la arena amando un ser mortal como si nunca hubiera de morir particular consuelo y recreación hallaba yo en la compañía de otros amigos con los cuales amaba yo lo que amaba en un lugar tuyo ese fantasma era una enorme fábula y una larga mentira cuyo contacto adulterino corrompía nuestras Mentes y nos cosquillea en las orejas pero esta fábula no se moría en porque Un amigo se muriera otras cosas eran las que cautivaba mi ánimo como conversar y reír juntos
obsequiar noos con mutuas benevolencia bromear noos unos a otros y leer en compañía libros agradables disentir a veces sin odio ni querella como cuando el hombre discute consigo mismo Y condimentar con esos raros diss sentimientos una estable Concordia enseñarnos algo unos a otros o aprender algo unos de otros echar de menos con dolor a Los ausentes y recibirlos con alegría su regreso con Estos y otros parecidos signos de afecto de esos que salen del corazón cuando las gentes se quieren bien y que se manifiestan por los ojos por la palabra por la expresión del rostro
y de mil otros modos gratísimo las almas se funden como el fuego y de muchas hace una capítulo nu Esto es lo que se AM en los amigos y de tal manera ama que la conciencia se siente culpable cuando no se corresponde el amor con amor sin Buscar del cuerpo del amigo otra cosa que signos de benevolencia de aquí el luto cuando se muere un amigo de aquí los sombríos dolores y el corazón empapado en una dulzura que se trocó en amargura y la vida que se perdió en los que mueren es muerte para los
que siguen viviendo dichoso el que te ama a ti y a su amigo en ti y a su enemigo en ti Pues el único que no pierde a sus seres queridos es el que los quiere y los tiene en aquel que no se pierde Y quién es ese sino tú nuestro Dios el que hizo el cielo y la tierra y los llena Pues llenándolo los hizo a ti no te pierde sino el que te abandona y el que te deja A dónde va a dónde huye si no de ti Ven evolo a ti enojado y
en dónde no encontrará tu ley en su propia pena pues tu ley es la verdad y la verdad eres tú capítulo 10 oh Dios de las virtudes conviértalos tu rostro y seremos salvos porque a donde quiera que se vuelva el alma del hombre fuera de ti queda fincada en el dolor aunque se detenga en cosas bellas fuera de ti y fuera de él mismo cosas que sin ti nada serían cosas que tienen su Aurora y su acaso que al nacer tienden al ser crecen para perfeccionarse y cuando son perfectas envejecen y mueren todo envejece y
perece cuando nacen y tienden al ser Mientras más deprisa crecen para su ser perfectas tanto más se apresuran rumbo al no ser así es su manera tanto como eso les diste son parte de cosas que no coexisten nunca simultáneamente sino que sucediéndose unas a otras componen el universo cuyas sol partes como en la palabra humana que consta de signos sonoros no se completa una frase sino a condición de que las palabras habiendo dicho lo que les toca dejen el sitio a las palabras que siguen por todo eso talab mi alma Oh dios creador de todas
las cosas pero que no se embadurna en ellas con el pegamento del amor de los sentidos corporales porque las cosas van rumbo al no ser y despedazan el alma con deseos pestilencial pues ella quiere ser lo que ama y descansa en ello pero en las cosas no hay permanencia no son estables Nadie puede seguirlas en su huida con el sentido de la carne que es Lerdo porque es carnal y Ese es su modo es suficiente para cosas para las cuales fue hecho pero no lo es para dominar el flujo de las cosas transeúntes desde su
debido principio hasta su fin debido es en tu verbo palabra por la cual fueron cre donde las cosas oyen su destino desde aquí comienzan y hasta allí llegarán capítulo 11 No seas hueca alma mía ni permitas que se ensordece las cosas para dejar el lugar a otras cosas y casi se integre este inferior universo pero yo dice el verbo no me retiro ni cedo mi lugar finca en él tu mansión alma mía ahí encomienda todo lo que tienes aún cuando no sea más que por la fatiga de tanto engaño encomienda la verdad todo lo que
de ella has recibido segura de que nada habrás de perder florecerá en ti lo que tienes podrido quedarás sana de todas tus dolencias lo que hay en ti de fugaz y perecedero será reformado y adecuado a ti las cosas no te arrastrarán hacia donde ellas recede sino que permanecerán contigo y serán siempre tuyas en un Dios estable y permanente porque en tu descarrilo sigues los pasos de tu carne es ella la que convertida a ti debe seguirte lo que por su medio sientes es parcial tú ignoras cóm sea el todo De que forma parte y
sin embargo te deleita más si tu sentido carnal fuese idóneo para conocer el todo si no hubiera recibido en pena justos límites como parte del universo bien querrías tú que pasara volando todo cuanto existe para mejor conocer el conjunto a la manera como mediante un sentido corporal sientes lo que se habla pero no quieres que se detengan las sílabas sino que vuelen y vengan otras y así puedas entender lo que te dicen de este modo son siempre las partes que forman un todo pero no existen al mismo tiempo mayor deleite causa el todo que no
las partes con tal que puedan todas ser sentidas pero mucho mejor que todo cuanto existe es el que todo lo hizo nuestro Dios y señor que no recede y a quien Nadie puede suceder capítulo 12 Entonces si te agradan los cuerpos Alaba a Dios por por ellos y endereza al artífice tu amor no sea que las cosas que a ti te placen a él le desagradas Pero si te agradan las almas ámalas en Dios porque en ellas también son inestables pero en Dios se estabilizan y sin él pasan y perecen han de ser pues amadas
en Dios arrastra hacia él a cuantas puedas y diles a él y solo a él debemos amar él lo hizo todo y no está lejos porque no hizo las cosas para marcharse luego sino las hizo y están en él donde él está la verdad adquiere sabor él está muy dentro del corazón pero el corazón se aparta de él volveos prevaricadores a vuestro propio corazón y abrazad allí al que os creó estad con él y seréis estables descansad en él y vuestro descanso será verdadero A dónde vais por fragosos caminos lo que amáis de él Proc
y no es bueno y suave sino por cuanto a él se refiere pero lo dulce Se volverá justamente amargo si se le ama con injusticia con abandono de aquel que lo creó a dónde vais pues una y otra vez por caminos difíciles y laboriosos Buscad la paz que queréis encontrar pero la paz no está en donde la andáis buscando pues Cómo hablar de una vida feliz cuando ni siquiera es vida Cristo nuestra vida bajo para llevarse nuestra muerte y matarla con la abundancia de su vida con tonante voz nos llamó para que volviéramos a él
en el secreto santuario de aquel vientre virginal en que él se desposó con la humana criatura carne mortal pero no para siempre mortal y de ahí como esposo que sale de su tálamo se llenó de exulta giganta ansioso de recorrer su camino porque no se tardó sino que corrió clamando con los dichos con los hechos con su muerte con su vida con su descenso y su ascenso que volvamos él y luego desapareció de nuestra vista para que lo busquemos en nuestro corazón y allí lo encontramos se fue pero aquí está no se quiso quedar largo
tiempo con nosotros pero no nos dejó se fue hacia el lugar en que siempre estuvo y que nunca abandonó porque él hizo el mundo y estuvo en el mundo a donde vino para salvar a los pecadores a él se confiesa mi alma para que él la sane pues había pecado contra él Hasta cuándo hijos de los hombres seréis de Pesado corazón no queréis acaso después de que la vida descendió hasta nosotros ascender y vivir Pero a dónde subís si ya estáis en alto y habéis puesto vuestra boca en el cielo descended primero para poder luego
ascender hasta Dios porque habíais caído Al subir contra él é diles todo esto alma mía para que lloren en este Valle de Lágrimas y así te los puedas llevar hacia Dios porque del espíritu de Dios será lo que digas si lo dices Ardiendo en caridad capítulo 13 todo esto no lo sabía yo entonces amaba las bellezas de orden inferior me iba a lo profundo Y decía a mis amigos amamos algo acaso que no sea bello Pero qué es la Hermosura y qué cosas las tienen qué es lo que atrae nuestro ánimo hacia las cosas cuando
las amamos Pues si ninguna gracia ni hermosura tuvieran no nos moverían bien advertía yo que en los cuerpos se da una integridad en que reside su hermosura Pero algo muy distinto su actitud y la decencia con la que se acomodan a algo como los miembros del cuerpo que se acomodan y proporcionan al todo y muchas otras cosas hay casi son esta consideración brotó en mi ánimo de esté muy hondo y escribí sobre el tema de lo bello y de lo apto dos o tres libros no lo recuerdo con exactitud tú señor sabes cuántos fueron Yo
no los conservo Pues no sé cómo se extraviaron capítulo 14 qué fue Dios mío lo que me movió a dedicar mis libros al renombrado orador Romano y herio a quien de persona no conocía yo amaba a este hombre sin conocerlo pues su gran fama había llegado hasta mí y algunas palabras suyas había yo oído con mucho placer pero más aún me movía el que otros las hallaran agradables y a él lo ensalzar con grandes alabanzas Pues asombraban de que un hombre de Siria como él formado inicialmente en la lengua griega hubiera podido luego llegar a
la Excelencia en la lengua Latina y a mí me caía muy bien el que fuera tan perito en todo lo relativo al estudio de la sabiduría de esta manera se ama y se loa a un hombre aún en su ausencia será aco Porque el amor Pasa de quien alaba a quien Oye la alabanza por cierto que no pero el amor de uno enciende el amor en otro se am mal ausente porque las alabanzas que se le dedican parecen sinceras y brotadas del corazón que es siempre el caso cuando Alaba el que ama era así como
amaba yo entonces a los hombres movido por el juicio de otros hombres y no por el tuyo Dios mío en quien nadie se engaña y sin embargo por qué es al ballerio no como se hace con los aurigas célebres o con los cazadores de fieras famosos y favoritos del pueblo sino de muy diferente manera con gravedad como a mi mismo me hubiera gustado ser alabado porque yo he amado y alabado ciertamente a Los Cómicos pero en manera alguna querría ser ni amado ni alabado como lo son ellos prefiero sin género de duda la idad total
de ese tipo de celebridad y más querría ser odiado que no amado de esa manera así como un buen caballo es amado por quien no quiere ser caballo Aunque bien lo pudiera así se ha de pensar del cómico aunque él es hombre como nosotros O sea que amo yo en un hombre lo que de ningún modo querría yo ser siendo hombre él y yo insondable Abismo es el hombre señor cuyos cabellos tú tienes contados ninguno de los cuales se pierde en ti y mucho más fáciles son de contar sus cabellos que no sus afectos y
los movimientos de su corazón pero aquel retórico era el tipo de hombre que yo amaba y hubiera querido ser lleno de vanidad flotaba yo a todos los vientos pero tú me gobernaba secretamente Y de dónde puedo saber para confesás por el amor de quienes lo alababan que no por las cualidades mismas que en él eran lo hadas Porque si quienes así lo ensalzaban en lugar de eso lo vituperen Y si con ese menosprecio me refirieran de él las mismas cosas por las cuales lo alababan de cierto no me habría yo encendido ni entusiasmado por él
y no Por ello habrían cambiado las cosas Ni sería él otro del que era lo único diferente habría sido el ánimo de quienes de él hablaran Así es señor cómo yace enferma el alma cuando todavía no se funda en la solidez de la verdad se deja mover según sopla el viento de las opiniones humanas es llevada y traída torcida y retorcida y atormentada se le oscurece la luz y no da con la verdad Aunque la tenga enfrente por todo eso era para mí algo muy grande e importante el que mis libros y mis estudios fueran
conocidos por un varón tan insigne su aprobación me habría enardecido su desaprobación habría herido profundamente mi corazón vanidoso y alejado de tu solidez y sin embargo aquella obrita sobre lo bello y lo apto que yo le había escrito y dedicado la tenía yo presente y con ella me recreaba en la soledad de mi contemplación sin necesidad de que nadie me alabara por ello capítulo 15 pero yo no entendía aún la capital importancia de tu acción providencial oh Dios omnipotente Qué obras maravillas tú solo mi ánimo vagaba por las formas orales y distinguía lo bello que
parece bien por sí mismo de lo apto conveniente que lo parece Porque se acomoda algo Y esto lo fundaba en ejemplos sacados del mundo corporal de eso pasé a la consideración de la naturaleza del alma pero la falsa idea que me había formado sobre lo que es el espíritu Me impedía ver la verdad la fuerza de la verdad irrumpía en mis ojos pero yo apartaba la mente vacilante del concepto mismo de lo cororo reduciéndolo todo a líneas colores y volúmenes y porque tales cosas espirituales no las podía forjar en mi imaginación creía no poder conocer
el alma ya amaba la paz en La Virtud y odiaba en el vicio la discordia advertía en aquella la unidad Y en este la división y en aquella unidad me parecía que estaba la mente racional la naturaleza de la verdad y del sumo bien al paso que en la división del vicio veía yo la vida irracional no sé qué naturaleza y sustancia del sumo mal que no era solo sustancia sino también vida y no solo vida mísero de mí sino vida absoluta independiente de ti de quien todo procede y a la primera concebida por mí
como mente sin sexo la llamaba mónada y al otro lo llamaba díada de que proceden la ira en el crimen y la sensualidad de los vicios así hablaba Yo sin saber lo que decía ignoraba yo pues de nadie lo había aprendido que el mal no es una sustancia y que la mente humana no es tampoco el bien suumo e inmutable así como se cometen los crímenes cuando es vicioso el movimiento del ánimo y este sabienda con ímpetu y con turbia insolencia y así como se cometen los vicios cuando es inmoderada la inclinación del alma hacia
las voluptuosidades carnales así también los errores y Las falsas opiniones contaminan la vida cuando la misma mente racional es viciosa así era la mía Entonces yo ignoraba que lamenta de ser iluminada por otra lumbre ya que no es ella misma la esencia de la verdad tú Dios mío iluminarás mi lucerna iluminarás mis tinieblas y de tu plenitud recibimos todos Porque tú eres la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo y en ti no hay mutación ni sombra de declinación como yo entonces tú me rechazabas y resistí a mi fatua vanidad
y yo siendo carne lo manifestaba imaginándome formas corpóreas y Espíritu vagabundo No retornaba a ti y me movía entre cosas que no existen ni en ti ni en mí ni fuera de mí no eran formas creadas en mí por tu verdad sino fingidas por mi imaginación sobre el modelo de lo que son los cuerpos y a tus hijos fieles de los cuales andaba sin saber Lo desterrado les decías con parlanchina necedad Cómo puede herrar el alma si fue creada por Dios y no quería que se me respondiera entonces Dios puede errar y prefería pensar que
tu sustancia inmutable erraba por necesidad más bien que admitir que mi sustancia mudable hierra por albedrío y encuentra en el error mismo su pena tenía yo 26 o 27 años cuando compuse aquellos libros revolviendo en mi mente ficciones corpóreas que aturdía mi corazón y sin embargo tenía mi oído interior a la Dulce melodía de tu voz pues al meditar sobre lo bello y lo apto deseaba en el fondo estar ante ti y escucharte Y gozar con la voz del esposo pero no podía las voces de mi error me sacaban fuera de mí y me arrastraban
hacia abajo con el peso de mi soberbia Es que tú no dabas gozo a mi oído ni a ni tampoco exult aban mis huesos porque no eran Humildes capítulo 16 pero de qué me sirvió el haber leído y entendido por mí mismo cuando tenía 20 años el libro de Aristóteles llamado de las 10 categorías mi maestro el retórico de Cartago y otros que pasaban por doctos mencionaban ese libro con sonoro énfasis y yo quedaba robado curioso y como presintiendo algo grande divino lo leí yo solo y lo entendí dialogué luego sobre él con otros que
decían haberlo comprendido con harto trabajo aún cuando se lo explicaban maestros doct dissim que no solo se valían de palabras sino también de figuras dibujadas con el dedo en el polvo y no me pudieron decir nada que no hubiera yo entendido leyendo solo en mi estudio dichas categorías me parecían explicar bien claro lo que son las sustancias como el hombre y lo que son las propiedades del hombre como su figura su estatura de pie o sentado calzado o armado si hace algo o padece algo esto lo pongo a guisa de ejemplos de las innumerables cosas
que caben en esos nueve géneros y en el género de la sustancia pero todo esto en lugar de ayudarme me estorbaba creyendo que todo cuanto existe está comprendido en esas categorías pensaba que tú mismo ser ablemente simple e mutable quedabas comprendido en ellas a la par de los demás seres y estimaba que tu grandeza y tu belleza estaban en ti como en un sujeto que las tuviera como pasa con los cuerpos siendo así que tú mismo eres tu propia grandeza y belleza al contrario de ti un cuerpo no es grande ni hermoso por el solo
hecho de ser cuerpo ya que si fuera menos grande y bello sería cuerpo todavía pero todo eso no no era verdad sino falsedad cuando lo pensaba de ti ficciones de mi miseria y no fundamentos de tu bienaventuranza en mí se cumplía algo que tú habías mandado que la tierra diera abrojos y espinas y que con trabajo llegara a mi pan de qué me sirvió pues siendo como era esclavo de mis malos apetitos el haber leído y entendido por mí mismo todos aquellos libros de las llamadas liberales mucho graba con ellas pero no sabía cuál era
el origen de cuanto hay en ellas de cierto y verdadero a la luz tenía vuelta la espalda y la cara a las cosas por ella iluminadas por lo cual mi propio rostro que veía iluminadas las cosas no era el mismo iluminado todo lo que entendí sin mayor trabajo y sin maestro alguno acerca del arte de hablar y de disertar sobre las dimensiones de las figuras sobre la música y acerca de los números lo entendí porque tú Dios mío me habías dado el don de un entendimiento vivaz y agudo para discutir pero siendo dones tuyos no
los usaba yo para tu alabanza Por eso mis conocimientos me resultaban más que útiles perniciosos me empeñé en conservar para mí la mejor parte de mi herencia y no te consagré a ti mis energías sino que marché lejos de tu presencia a una región remota para malbaratar lo todo con las meretrices de mis malos apetitos de qué podía servirme una cosa buena si lo usaba mal pero de la dificultad con que tropezaban personas estudiosas e inteligentes para entender esas artes no me percataba yo sino cuando me ponía a explicárselas y el mejor de mis discípulos
era el que con menor tardanza me podía seguir pero de qu me servía todo eso cuando yo pensaba de ti mi señor que eras un cuerpo inmenso y lúcido y una partecita de ese cuerpo mucha perversidad era esta pero así era yo entonces ahora no me avergüenzo de invocarte y de confesar las muchas misericordias que tuviste conmigo ya que no me avergoncé entonces de proferir ante los hombres mis blasfemias y ladrar contra ti de qué me servía la agilidad de mi Ingenio en aquellas disciplinas y comprender sin ayuda de nadie aquellos libros tan difíciles si
con sacrílega torpeza erraba yo la doctrina de La Piedad o qué perjuicio reportaban tus hijos pequeños por tener un Ingenio más tardo si nos apartaban de ti y en el nido de tu iglesia pelechan y nutrían sus alas con el alimento de una fe saludable esperemos señor bajo la sombra de tus alas protégenos y líbranos tú llevarás a los párvulos y también a los ancianos encanecido Pues cuando nuestra firmeza eres tú es en verdad firmeza mientras que cuando es solamente nuestra no es sino debilidad en ti nuestro bien está siempre vivo y cuando de ti
nos apartamos nos pervertimento nuestro bien que eres tú mismo y no temeremos que no haya lugar a donde volver por haber nosotros caído de él nuestra casa no se derrumba por nuestra ausencia pues nuestra casa es tu eternidad libro 5 capítulo 1 recibe señor el sacrificio de estas confesiones por medio de esta lengua que me diste y que excitas para que alabe tu nombre sana todos mis huesos y digan quién hay señor que sea semejante a ti pues el que se confiesa a ti no te hace saber lo que pasa en él sino que te
lo confiesa el corazón más cerrado es patente a tu mirada y tu mano no pierde poder por la dureza de los hombres ya que tú la vences cuando quieres o con la venganza o con la misericordia no hay quien pueda esconderse a tu calor alábate mi alma para que pueda llegar a amarte que te confiese todas tus misericordias y por ell te alab noces en tu lor ni calla tus alabanzas la creación entera ni se calle el espíritu que habla por la boca de quienes se convierten en ti ni los animales ni las cosas inanimadas
que hablan por la boca de quienes las conocen y contemplan para que nuestra alma se levante de su abatimiento hacia ti apoyándose en las cosas creadas y pasando por ellas hasta llegar a su admirable creador en quien alcanza su renovación y una verdadera fortaleza capítulo 2 que se vayan yuyan de ti Los Inquietos y los impíos Pero tú los ves y los distingues muy bien entre las sombras y tu creación sigue siendo hermosa aunque los tengas a ellos que son odiosos Qué daño te han podido causar o en que menoscabado tu Imperio que desde el
cielo hasta lo más ínfimo es íntegro y justo A dónde fueron a dar cuando huían de tu rostro o en dónde no has hallado a los fugitivos huyeron de ti Para no verte pero tú sí los veías en su ceguera toparon contigo Pues tú no abandonas jamás cosas que hayas creado siendo injustos chocaron contigo y justo fue que de ellos sufrieran quisieron sustraer a tu benignidad y fueron a chocar con tu rectitud y cayeron abrumados bajo el peso de tu rigor es que no saben que en todas partes estás y que ningún lugar te circunscribe
y que estás presente también En aquellos que huyen de ti conviértanse pues a ti que te busquen Pues tú el que creador no abandonas jamás a tus criaturas como ellas te abandonan a ti entiendan que tú estás en ellos que estás en lo hondo de los corazones de los que te confiesan y se arrojan en ti de cabeza de los que lloran en tu seno tras de sus pasos difíciles tú enjuagas con blandura sus lágrimas para que lloren todavía más y en su llanto se gocen porque tú señor no eres un hombre de carne y
sangre eres el creador que los y que los restauras Y consuelas por dónde andaba yo cuando te buscaba tú estabas delante de m pero yo me había retirado de m mismo y no me podía encontrar cu menos a ti capítulo 3 voy a recordar ahora delante de mi Dios aquel año vi de mi vida había ya venido a Cartago un cierto obispo de los maniqueos llamado Fausto que era una verdadera trampa del y a muchos enredaba con el atractivo de su suave elocuencia yo ciertamente la lavaba pero no la confundía con aquella verdad de las
cosas de las cuales estaba yo tan ávido lo que me interesaba no era el hermoso platillo de las palabras sino lo que pudiera ver de sustanciosa ciencia en la doctrina que el dicho Fausto proponía mucho lo había levantado la fama ante mis ojos como Aarón perit tisimo en toda clase de honestas disciplinas y especialmente perito en las artes liberales y como había leído yo mucho de varios filósofos y lo tenía todo bien claro en la memoria comparaba algunas de sus afirmaciones con las prolijas fábulas de los maniqueos y mucho más que estas me parecían dignos
de aprobación los principios de aquellos filósofos que fueron capaces de averiguar la naturaleza del mundo aún cuando el señor mismo del mundo no lo hayan llegado a conocer porque tú Señor eres grande pones los ojos en las cosas humildes Y a las grandes las miras desde lejos no te acercas sino a los de corazón contrito ni te dejas encontrar por los soberbios Por más que en su curiosidad y pericia sean capaces de contar las estrellas y conocer y medir los caminos de los astros por las regiones siderales en estas cosas tienen los sabios puesta su
mente según el Ingenio que tú les diste y de hecho muchas cosas desconocidas han descubierto han llegado a predecir con antelación los eclipses del Sol y de la luna en qué día y a qué hora y en qué grado iban a acontecer y no se engañaron en sus cálculos Pues todo sucedió como lo habían predicho escribieron luego sobre las leyes descubiertas y eso se lee hasta el día de hoy y sirve de base para anunciar En qué año en qué mes en qué día Y a qué hora del día y en qué grado va a
faltar la luz del sol o de la luna y tales predicciones resultan acertadas todo esto llena de asombro y estupor a los que tales cosas ignoran pero quienes las saben llenos de complacencia y engreimiento con impías soberbia se retiran de tu luz prevén los oscurecimientos del sol pero no ven la oscuridad en que ellos mismos están ya que no buscan con espíritu de Piedad de donde les ti el Ingenio que ponen en sus investigaciones y cuando les viene el pensamiento de que tú los creaste no Se entregan a ti para que guardes y conserves lo
que creaste mundanos como llegaron a hacerse nos inmolan ante ti no sacrifici como a volátiles sus pensamientos altaneros ni refieren a ti la curiosidad con que pretenden moverse entre los misterios del mundo como los peces se mueven en los escondidos fondos del mar ni matan sus lujurias como se matan los animales del campo para que tú que eres un fuego devorador consuma sus muertos des pelos para recrearlos en la inmortalidad pero no llegaron a conocer el camino el camino que es tu verbo por quien hiciste lo que ellos cuentan y a los que lo cuentan
y el sentido con que perciben lo que cuentan y la inteligencia con que sacan la cuenta y tu sabiduría No tiene número tu mismo hijo unigénito se hizo para nosotros sabiduría y Justicia y santificación fue contado entre nosotros y pagó tributo al César no conocieron el camino para descender desde sí mismos hacia él para poder ascender hasta él ignorando pues este camino se creen extel y luminosos como los astros cuando en realidad se han venido a tierra y se ha oscurecido su razón es cierto que muchas cosas verdaderas dicen de la creación pero no buscan
con espíritu de p al artífice del universo y por eso no lo encuentran habiéndolo conocido no lo honran como a Dios ni le dan gracias sino que se desvanecen en sus propios pensamientos y se tienen por sabios atribuyéndose lo que no es suyo sino tuyo por esto mismo te atribuyen a ti con perversa ceguera lo que es propio de ellos suponiendo mentira en ti que eres la verdad truan la Gloria del dios incorruptible según la semejanza de la imagen del hombre corruptible y a la imagen de volátiles de cuadrúpedos y de serpientes convierten pues tu
verdad en mentira y dan culto y servicio no al creador sino a la criatura de estos filósofos retenía yo muchas cosas verdaderas que habían ellos sacado de la observación del mundo y se me alcanzaba la razón de ellas por el cálculo y la ordenación de los tiempos y las visibles atestacion de los astros comparaba yo eso con lo dicho de maniqueo el cual escribió sobre esos fenómenos muchas cosas delirantes pero en sus escritos no aparecía en modo alguno la razón de los equinocios los solsticios y los eclipses del Sol y de la luna según lo
tenía Yo aprendido en los libros de la ciencia del siglo maquineo me mandaba a creer pero la creencia que me mandaba no convencía con mis cálculos ni con lo que veí mis ojos se trataba de cosas del todo diferentes capítulo 4 acaso señor el que sabe estas cosas te agrada con tan solo saberlas infeliz del hombre que sabiendo todo esto no te sabe a ti y dichoso del que a ti te conoce Aunque tales cosas ignore pero el que las sepa Y a ti te conozca no es más feliz por saberlas sino solamente por ti
si conociéndote te honra como a Dios y te da gra y no se envanece con sus propios pensamientos el que posee un árbol y te da gracias por sus frutos sin saber cuán alto es y cuánto se extiende sus ramas está en mejor condición que otro hombre que mide la altura del árbol y cuenta sus ramas pero ni lo posee ni conoce ni ama su Creador y de manera igual un hombre fiel cuyas son todas las riquezas del mundo y que sin tener nada todo lo posee con solo apegarse a ti a quien sirven todas
las criaturas aunque no conozca los giros de la Osa mayor en mejor condición se encuentra que el que mide el cielo y cuenta los astros y pesa los elementos pero no se esmera por ti que todo lo hiciste en número peso y medida capítulo 5 alguno pidió a no sé qué maniqueo que escribiera tambi de estas cosas que pueden ser ignoradas sin perjuicio de La Piedad Porque tú dijiste que en La Piedad estáa la sabiduría y esta podía ignorarla el maniqueo aún cuando tuviera la ciencia de las cosas pero no la tenía Y con toda
impudencial canan zarla porque es vanidad hacer profesión de estas cosas mundanales aunque sean en realidad conocidas pero es piedad el confesarte a ti así pues aquel hombre desencaminado por su su locuacidad habló de muchas cosas en forma tal que los que en verdad las sabían lo pusieron en evidencia y así quedó probada su incapacidad para entender cosas aún más difíciles pero él no quería ser estimado en poco entonces pretendió convencerlos de que en él residía personalmente y con su plena autoridad el espíritu santo que consuela y enriquece a los tuyos fue pues demostrando que había
dicho cosas falsas sobre el cielo y las estrellas y sobre los movimientos del Sol y de la luna y aún cuando estas cosas no pertenecen a la doctrina religiosa quedó puesta en claro su audacia sacrílega cuando con soberbia y d mentee vanidad se atrevió a poner afirmaciones no solo ignorantes sino también falseadas bajo el patrocinio de una divina persona cuando oigo decir de algún cristiano hermano mío que no sabe estas cosas y dice una cosa por otra oigo con paciencia opiniones no veo en que pueda perjudicarle su ignorancia sobre las cosas del mundo si no
piensa de ti cosas indignas pero mucho Le daña el pensar que tales cosas pertenecen a la esencia de la doctrina de la fe y si se atreve a firmar con pertinencia lo que no sabe pero aún esta flaqueza la soporta maternal la caridad en los que están recién nacidos a la fe mientras no llega el tiempo de que surja en ellos el hombre nuevo el varón perfecto que no es llevado de aquí para allá por cualquier viento de doctrina aquel hombre en cambio se atrevió a presentarse como doctor consejero guía y director y a sus
discípulos los persuadía de que no eran seguidores de un hombre cualquiera sino tu mismo Santo espíritu Cómo no juzgar semejante audacia como detestable demencia y de no condenarla con firme reprobación y con horror apenas quedaba demostrado que había dicho cosas erróneas con todo no había sacado yo completamente en claro que no pudieran componerse con sus enseñanzas los fenómenos celestes del alargamiento y acortamiento de los días y las noches y los desfallecimiento del Sol y de la luna Según yo los conocía por otros libros me quedaba siempre la incertidumbre de que pudiera o no ser así
pero todavía me sentí inclinado a aceptar Su autoridad pues me parecía acreditada por la santidad de su vida capítulo 6 durante esos 9 años bien corridos en que con inmenso deseo de verdad pero con Ánimo vagabundo escuchar los maniqueos estuve esperando la llegada del dicho Fausto porque los otros maniqueos con que dada la ocasión me encontraba y no eran capaces de responder a mis objeciones me prometían siempre que cuando él llegara con su sola conversación les daría el mate a mis objeciones y aú a otras más serias que yo pudiera tener cuando Fausto por fin
llegó Me encontré con un hombre muy agradable y de fácil palabra pero me decía lo que todos los demás Solo que con mayor elegancia mas no era lo que mi sed pedía aquel meero Aunque magnífico escanciador de copas preciosas de las cosas que me decía estaban ya hartos mis oídos y no me parecían mejores porque él las dijera mejor ni verdaderas por dichas con elocuencia ni sabia su alma porque fuera su rostro muy expresivo y muy elegante su discurso los que tanto me lo habían ponderado no tenían buen criterio les parecía sabio y prudente solo
porque tenía el arte del buen decir conozco también otro tipo de hombres que tienen la verdad por sospechosa y se resisten a ella cuando se les presenta en forma bien aliñada y con abundancia Pero tú ya me habías enseñado creo que eras tú Pues nadie fuera de ti enseña la verdad Donde quiera Que brille y donde quiera que proceda me habías enseñado digo que nada se ha de tener por verdadero Simplemente porque se dice con elocuencia ni falso porque se diga con desaliño y torpeza en el hablar pero tampoco se ha de tener por verdadero
algo que se dice sin pulimento ni falso lo que se ofrece con esplendor en la adicción la sabiduría y la necedad se parecen a los alimentos que son buenos unos y malos otros pero se pueden unos y otros servir lo mismo en vasija de lujo que en vasos rústicos y corrientes la sabiduría y la necedad pueden ofrecerse lo mismo con palabras cultas y escogidas que con expresiones corrientes y vulgares la avidez con que había yo por tanto largo tiempo esperado la llegada de aquel hombre mecía ciertamente deleitarme en la viv vivacidad de animación con que
disputaba y en el feliz Tino conc callaba las palabras justas que fácilmente le venían para revestir sus sentencias pero me sentía molesto de que en la rueda de quienes lo escuchaban no se me permitiera intervenir para proponerle mis dificultades conversando con él en diálogo familiar pero cuando finalmente pude en compañía de algunos amigos ocupar su atención en tiempo que no parecía importuno puse algunos puntos que me preocupaban me di cuenta entonces de que tenía enfrente un hombre ignorante de las disciplinas liberales con la sola excepción de la gramática de la cual tenía Por otra parte
un conocimiento muy ordinario había leído solamente unas pocas oraciones de Tulio y poquísimos libros de ceca algunos libros poéticos y los de su propia secta cuando sucedía que estuvieran escritos en buen latín la ayudaba también el cotidiano ejercicio de hablar que le daba una fluida elocuencia tanto más seductora cuanto que sabía muy bien gobernar su talento con un Donaire natural es así como lo recuerdo lo he recordado bien señor y Dios mío árbitro de mi conciencia delante de ti pongo mi corazón y mi memoria tú me dirigías entonces con secretos movimientos de tu Providencia y
poco a poco ibas poniendo ante mis ojos mis funestos errores para que los Viera y los aborrecieron de las artes liberales se me apareció en toda su impericia comenzó a desesperar de que pudiera él aclarar mis problemas y resolver mis dudas porque ignorante como era bien podía conocer la verdad y la Piedad si no fuera maniqueo porque los libros están repletos de interminables fábulas sobre el cielo y las estrellas sobre el sol y la luna y no creía yo ya que él me pudiera explicar las cosas como era mi deseo comparando sus explicaciones con los
datos numéricos que había yo leído en otras partes y no sabía si concordaba o no con lo que en los libros maniqueos se decía ni si daban buena razón de su doctrina Así que cuando le hube propuesto mis problemas para su consideración y discusión se comportó con mucha modestia y no se atrevió a arrimar el hombro a tan pesada carga bien sabía él que ignoraba tales cosas y no tuvo reparo en reconocerlo no era de la laya de otros hombres locuaces que yo había padecido que pretendían enseñarme pero no decían nada Fausto era un hombre
de corazón si no lo tenía enderezado hacia ti tampoco lo tenía clavado en sí mismo no era del todo inconsciente de su impericia y no quiso exponerse temerariamente a disputar y meterse en una situación de la que no pudiera salir ni tampoco retirarse honorablemente y en eso me gustó sobre manera porque más hermosa que cuanto yo deseaba conocer es la temperancia de un hombre de ánimo sincero y yo lo encontraba tal en todas las cuestiones más sutiles y difíciles rotas y la ilusión que yo tenía por los estudios maniqueos y desesperando por completo de sus
otros doctores cuando para las cuestiones que me agitaban me había parecido insuficiente el más prestigioso de todos ellos comencé a frecuentar lo en otro terreno él tenía gran avidez por conocer las letras que yo enseñaba a los adolescentes como maestro retórico de Cartago comencé Pues a leer con él lo que él deseaba por haber oído de ello o lo que yo mismo estimaba adaptado a su Ingenio por lo demás mi intento por aprovechar en aquella secta quedó completamente cortado No porque yo me separara de ellos del todo sino porque no encontrando por el momento nada
mejor que aquello en que ciegamente había dado de cabeza había resuelto contentarme con ello mientras no apareciera ante mis ojos algo mejor y así aquel Fausto que había sido perdición para muchos aflojaba sin quererlo ni saberlo el lazo en que estaba yo porque tu mano Señor en lo oculto de tu Providencia no me dejaba y las Lágrimas del corazón que mi madre vertía por mí de día y de noche eran un sacrificio ante ti por mi salvación y tú obrastzow a lo que creaste capítulo 8o te las arreglaste para que fuera yo persuadido de ir
a Roma para enseñar allí lo mismo que enseñaba en Cartago y no pasaré por alto el recordar el modo como me persuadía tus misteriosos procedimientos y tu siempre presente misericordia no fui a Roma en busca de mayores ganancias ni en Pos del prestigio de que mis amigos me hablaban Aunque ciertamente no estaba ajeno a tales consideraciones pero la razón principal casi la única fue que yo sabía que en Roma los estudiantes eran más sosegados y se contenían en los límites de una sana disciplina no entraban a cada rato y con impudente arrogancia las clases de
otros profesores no suyos sino solamente con suenio y permiso en Cartago muy al contrario los estudiantes eran de una fea temperante indisciplina irrumpían y con una especie de Furia perturbaban el orden que los profesores tenían establecido para sus propios alumnos con increíble estupidez cometían desmanes que la ley debería castigar Si no los condenara a la costumbre con lo cual quedaban en la condición miserable de poder hacer cuanto les venía en gana abusos que tu ley no permite ni permitirá jamás y los cometían con una falsa sensación de impunidad Ya que en el mero hecho de
cometerlos llevaban ya su castigo por cuanto deben padecer males mayores que los que cometieron así sucedió que aquella mala costumbre que yo ni aprobé Ni hice mía cuando era estudiante tenía que padecer la de otro siendo profesor por eso me pareció conveniente emigrar hacia un lugar en que tales cosas no sucedieran según me lo decían quienes estaban de ello informados y tú que eres mi esperanza y mi porción en la tierra de los vivientes me ponías para cambiar de lugar en bien de mi alma estímulos que me apartaran de Cartago y me ponías el señuelo
de Roma valiéndote de hombres amadores de la vida muerta que hacían algo insano y prometían allá algo vano y para corregir mis pasos te valías ocultamente de la perversidad de ellos y de la mía porque los que perturbaban mi quietud estudiosa con sana rabia eran ciegos y los que me sugerían otra cosa tenían el sentido de la tierra y yo que detestaba la miseria muy real de aquellos apetecía La falsa felicidad que estos me prometían Cuál era la causa que me movía a huir de Cartago para ir a Roma Tú la sabías pero no me
la hacía saber a mí ni tampoco a mi madre y ella padeció atrozmente de mi partida y me siguió hasta el mar y yo la engañé cuando fuertemente asida a mí quería retenerme o bien acompañarme fingí que no quería abandonar a un amigo que iba de viaje mientras el viento se hacía favorable para la navegación Le mentí Pues a aquella madre tan extraordinaria y me escabullía también Esa mentira y tan lleno de sordidez abominables como estaba yo me libraste de las aguas del mar para que pudiese llegar al agua de tu gracia Y absuelto ya
y limpio pudieran secarse los torrentes de Lágrimas con que mi madre regaba la tierra por mí en tu presencia ella se negaba a regresar sin mí y a duras penas pude persuadirla de que pasara aquella noche en el templo de San Cipriano que estaba cerca de nuestra nave pero esa misma noche me marché a escondidas Mientras ella se quedaba orando y llorando y solo te pedía que me impidiera el viaje pero tú con oculto consejo y escuchando lo sustancial de su petición no le concediste lo que entonces te pedía para concederle lo que siempre te
pedía sopló Pues el viento e hinchó nuestras velas y pronto perdimos de vista La Ribera en la cual ella a la siguiente mañana creyó enloquecer de dolor y llenaba tus oídos con gemidos y reclamaciones tú desdeñaba esos extremos me dejabas arrebatar por el Torbellino de mis apetitos con el fin de acabar con ellos y tomabas también el deseo natural de ella con un justo flagelo pues ella como todas las madres y con mayor intensidad que muchas necesitaba de mi presencia ignorante como estaba de Las inmensas alegrías que tú le ibas a dar mediante mi ausencia
nada de esto sabía Y por eso lloraba y se quejaba se manifestaba en ella la herencia de Eva que es buscar entre gemidos a quien gimiendo había dado a luz sin embargo después de haberse quejado de mi engaño y de mi crueldad volvió a su vida acostumbrada y a rogarte por mí y yo continué mi viaje hasta Roma capítulo 9 y he Aquí que apenas llegado a Roma Me recibe con su flagelo la enfermedad corporal ya me iba yendo a los infiernos cargando todos los pecados que había cometido contra ti contra mí mismo y contra
los demás pecados muchos y muy graves que hacían todavía más pesada la cadena del pecado original con que en N Adán morimos todos porque nada de Cristo me habías dado todavía ni había reconciliado con la sangre de su cruz las enemistades que contigo había contraído yo por mis pecados Pues cómo podía destruirlas aquel fantasma crucificado en que yo entonces creía tan falsa como me parecía su muerte corporal era real y verdadera la muerte de mi alma y tan real como fue su muerte corporal así era de mentida la vida de mi alma pues no creía
en aquella y como la fiebre se hacía más y más grave me deslizaba yo rumbo a la muerte y dónde me hubiera ido de morir entonces sino a los fuegos y tormentos que mis pecados merecían según el orden que tú tienes establecido mi madre usente ignoraba todo esto pero me asistía con la presencia de su plegaria y tú que en todas partes estás las oías en donde ella estaba Y en donde estaba yo tenías misericordia de mí por esta misericordia recuperé la salud del cuerpo Aunque mi corazón sacrílego seguía enfermo porque viéndome en tan grave
peligro no tenía el menor deseo de tu bautismo mucho mejor era yo cuando de niño le solicitaba a mi madre que se me bautizara así lo recuerdo y así te lo he confesado yo había aventajado mucho en la de deshonra y en mi demencia me burlaba de tu medicina y tú sin embargo no permitiste que muriera yo entonces que habría muerto dos veces en el cuerpo y en el alma esto habría causado en el corazón de mi madre una herida incurable lo digo porque no he ponderado cuán conviene el afecto sin medida que por mí
sentía y con cuál engendra en el espíritu al hijo que había alumbrado según la carne no comprendo Cómo hubiera podido sobrevivir si la noticia de mi muerte la hubiera herido entonces en pleno corazón que habría sido entonces de aquellas plegarias tan grandes y tan ardientes que no conocían descanso alguno En dónde estarían pues no había para ellas otro lugar fuera de ti pero cómo podías tú el Dios de las misericordias despreciar el corazón contrito y humillado de una viuda sobria y casta que hacía abundantes limosnas y servía obsequios a tus siervos que no se quedaba
un solo día sin asistir al Santo sacrificio y que diariamente por la mañana y por la tarde visitaba tu casa y no para perder el tiempo locoa cidades de mujeres sino para escuchar tu palabra y que tú escucharas sus preces Cómo podía ser que tú desoyer y rechazaras las lágrimas de la que no te pedía oro ni plata ni bien alguno volátil sino la salud espiritual de su hijo que era suyo porque que tú se lo habías dado no mi señor bien al contrario le estaba siempre presente y la escuchabas ibas haciendo según su orden
Lo que habías predestinado que ibas a hacer lejos de mí la idea de que le hubieras engañado en aquellas visiones y en aquellas respuestas que le diste y que ya conmemorasion como documentos firmados de tu propia mano tanta es así señor tu misericordia que te dignas de ligarte con tus promesas y te conviertes en deudor de la criatura a quien le perdonas todas sus deudas capítulo 10 de aquella enfermedad me hiciste volver a la vida y salvaste al hijo de tu sierva para que pudiera más tarde recibir otra salud mucho mejor y más cierta y
en Roma Me juntaba yo todavía con aquellos santos falsos y engañadores y no solo con los simples oyentes de cuyo número formaba parte el dueño de la casa en que estuve enfermo sino que también oía y servía a los elegidos todavía Pensaba yo que no somos nosotros los que pecamos sino que peca en nosotros no sé qué naturaleza distinta y mi soberbia sentía complacencia en No sentirse culpable ni confesarse tal cuando algo malo había yo hecho porque todavía no habías puesto tú una guarda a mi boca ni puerta de comedimiento mis labios para impedirme la
palabra maliciosa y que mi corazón se excusar de los pecados junto con hombres obradores de la iniquidad por eso seguía yo tratando con aquellos electos sin esperanza y ad aventajar en la secta pues había determinado quedarme provisionalmente en ella mientras no diera con cosa mejor y su doctrina la retenía aún pero cada vez con mayor tibieza y negligencia me asaltó entonces la idea de que mucho más avispados habían sido aquellos filósofos que llamaban académicos que tienen por necesario dudar de todo y sostienen que nada puede el hombre conocer con certeza esta era la idea corriente
sobre ellos y yo lo pensé así pues no conocía entonces su verdadera posición tampoco descuidé el reprender en mi huésped la desmedida confianza que veía yo en él sobre las fábulas de que están llenos los libros queos pero con todo me ligaba a ellos una familiaridad que no tenían los ímpetus del principio más la familiaridad con ellos de los cuales hay muchos ocultos en Roma me hacía perezoso para indagar más allá y menos que en ninguna parte Dios y señor mío creador de todas las cosas Me imaginaba yo encontrar la verdad en tu iglesia de
la cual me habían ellos apartado muy torpe cosa me parecía el creer que tú hubieras tomado una forma corporal ajustada a los lineamientos del cuerpo humano y como cuando quería pensar en Dios no podía pensarlo sino como una mole corporal ya que era para mí imposible concebir la realidad de otra manera y en esto Solo estaba la causa Inevitable de mi error de aquí que creyera yo con los maniqueos que tal es la sustancia del mal que tenía o bien una mole negra espesa y deforme que ellos llaman tier o bien una masa tenua y
sutil como la del aire una especie de espíritu maligno que según ellos rastrea sobre esa tierra y como La Piedad más elemental me prohibía pensar que Dios hubiera creado ninguna cosa mala ponía yo frente a frente dos moles o masas infinitas las dos pero amplia la buena y más angosta la mala y de este pestilencia al principio se seguían los otros sacrilegios así cuando a veces me sentía movido a considerar con seriedad la fe católica me sentía por ella repelido porque no la conocía yo como realmente es oh Dios cuyas misericordias confieso de corazón más
Piedad veía yo en creerte infinito en todas tus partes que no limitado y terminado por las dimensiones del cuerpo humano Aunque por el mero hecho de poner frente a ti una sustancia mala me veía obligado a pensarte finito contenido y y terminado en una forma humana y mejor me parecía pensar que tú no habías creado ningún mal por cuanto mi ignorancia concebía el mal como algo sustantivo y a un corpóreo no podía mi mente concebirlo sino a manera de un cuerpo sutil que se difundiera por todos los lugares del espacio mejor me parecía esto que
no pensar que procediera de ti lo que yo creía que era la naturaleza del mal y aú de nuestro salvador hijo tuyo Pensaba yo que emanaba de tu masa a leer estas confesiones pero así era yo capítulo 11 Por otra parte me parecía que los puntos de la escritura impugnados por los maniqueos no tenían defensa posible pero en ocasiones me venía El pensamiento de conferir sobre ellos con algún varón muy docto para conocer su sentir ya desde que enseñaba en Cartago me habían hecho impresión los sermones y discursos de un cierto elvidio que hablaba y
disert contra los queos pues decía sobre las escrituras cosas que parecían irresistibles y contra las cuales me parecían débiles las respuestas de los maniqueos tales respuestas además no las daban fácilmente en público Más bien nos decían a nosotros en secreto que los textos del nuevo testamento habían sido adulterados por no sé quién que estaba empeñado en introducir en la fe cristiana La ley de los judíos pero nunca mostraban Para probarlo ningún texto incorrupto de las escrituras por lo que a mí se refiere siendo como era incapaz de concebir otras cosas que seres materiales me sofocaba
y oprimían con su pesada mole aquellas dos masas infinitas tras de las cuales anhelaba yo pero no podía respirar el aire puro y Delgado de tu verdad capítulo 12 con mucha diligencia comencé Pues en Roma lo que me había llevado a ella la enseñanza del arte de la retórica primero reuní en mi casa algunos que habían tenido ya noticia de mí y por los cuales me conocieron luego otros y comencé a padecer en Roma vejaciones que no había conocido en África porque ciertamente no se usaban allí las ssion es que en África había yo conocido
pero en cambio se me anunció desde el principio que los estudiantes romanos se confabulaba para pasar a golpe de la clase de otro maestro abandonando al primero sin pagarle eran fieles a la palabra dada les importaba mucho el dinero y menospreciaban la justicia odiabas yo de todo corazón aunque mi odio no era perfecto lo digo porque más me afectaba lo que yo podía padecer de su parte que no la injusticia que cometían con otros maestros ciertamente son innobles estos tales que fornicando Lejos de ti aman esas burlas pasajeras y un lodoso lucro que cuando se
lo toca mancha la mano y Se abrazan a un mundo pasajero mientras te menosprecian a ti que eres permanente y que perdonas al alma humana meretriz cuando se vuelva hacia ti y aú ahora detesto hostales perversos y descarriados aunque los amo en el deseo de que se corrijan y que prefieran la ciencia que aprenden al dinero con que la pagan y que más que a ella te estimen a ti oh Dios que eres verdad y superabundancia de bien cierto y de ima Paz Pero entonces no quería yo que fueran malos por consideración de mi propio
interés y para nada pensaba que fueran buenos para gloria de tu nombre capítulo 13 Fue entonces cuando simaco prefecto de Roma recibió de Milán una solicitud para que enviara all a un maestro de retórica a quien se le ofrecía a costa del erario público todo cuanto necesitara para su traslado yo valiéndome de aquellos amigos míos ebrios de la vanidad maniquea y de los cuales ansiaba yo separarme sin que ni yo ni ellos lo supiéramos me propuse al prefecto para pronunciar en su presencia una pieza oratoria para ver si le gustaba y era yo el designado
lo fui y se me envió a Milán en donde me recibió tu Obispo Ambrosio renombrado en todo el orbe por sus óptimas cualidades era un piadoso siervo tuyo que administraba vigorosamente con su elocuencia la grosura de tu trigo la alegría de tu óleo y la sobre ebriedad de tu vino sin que yo lo supiera me guiaba hacia él para que por su medio llegara yo sabiéndolo ya hasta ti me acogió paternalmente ese hombre de Dios y con un espíritu plenamente episcopal se alegró de mi viaje y yo empecé a quererlo y aceptarlo al principio no
como un doctor de la verdad pues yo desesperaba de encontrarla en tu iglesia sino simplemente como un hombre que era amable conmigo con mucha atención lo escuchaba en sus discursos al pueblo no con la buena intención con que hubiera debido sino para observar su elocuencia y ver si correspondía su fama si era mayor o menor de lo que de él se decía yo lo escuchaba suspenso pero sin la menor curiosidad ni interés por el contenido de lo que predicaba me deleitaba la suavidad de su palabra que era la de un hombre mucho más docto que
Fausto aunque no tan ameno ni seductor en el modo de decir pero en cuanto al contenido de lo que el uno y el otro decían no había comparación posible Fausto erraba con todas las falacias del maniqueísmo mientras que Ambrosio hablaba de la salvación de manera muy saludable la salvación en pero está siempre lejos de los pecadores como lo era yo entonces y sin embarg se acercaba a mí sin que yo lo supiera capítulo 14 me quedaba todavía una frívola desesperación al pensar que el camino hacia ti está cerrado al hombre y en esta disposición de
ánimo no me preocupaba por aprender lo que él decía y solo me fijaba en el modo como lo decía y sin embargo llegaban a mi alma envueltas en las bellas palabras que apreciaba las grandes verdades que despreciaba y no podía yo asociarlas y mientras abría mi corazón para apreciar lo bien que enseñaba las cosas me iba percatando muy poco a poco de cuán verdaderas eran las cosas que enseñaba gradualmente fui derivando a pensar que tales cosas eran aceptables respecto a la fe católica pensaba antes que no era posible defenderla de las objeciones de los maniqueos
Pero entonces creía que ella podía aceptarse sin imprudencia máxime cuando tras de haber oído las explicaciones de Ambrosio una y otra vez y muchas más me encontraba con que él resolvía satisfactoriamente algunos enigmas del Antiguo Testamento entendidos por mí hasta entonces de una manera estrictamente literal que había matado mi espíritu y así con la exposición de muchos lugares de esos libros comenzaba yo a condenar la desesperación con que creía irresistibles a los que detestaban la escritura y se burlaban de los profetas y sin embargo no por el hecho de que la fe católica tenía doctores
y Defensores que refutabilidad entonces con todas mis fuerzas a investigar si había algunos documentos ciertos en los cuales pudiera yo encontrar un argumento decisivo contra la falsedad de los maniqueos pensé que si llegaba yo a concebir una sustancia espiritual con solo eso quedarían desarmadas sus maquinaciones y yo las rechazaría definitivamente pero no podía conseguirlo considerando sin embargo con una atención cada vez mayor lo que del mundo y su natur naturaleza conocemos por los sentidos y comparando las diferentes sentencias llegué a la conclusión de que eran mucho más probables las explicaciones de varios otros filósofos y
entonces dudando de todo como es según se dice el modo de los académicos y fluctuando Entre nubes de incertidumbre decidí que mientras durara mi dubitación en ese tiempo en que les anteponía yo a otros filósofos no podía ya de cierto seguir con los maniqueos pero a un tales filósofos me negaba yo a confiarles la salud de mi alma Pues andaba a bien lejos de la doctrina saludable de Cristo en consecuencia resolví quedarme como catecúmeno en la iglesia católica la que mis padres me habían recomendado mientras no brillara mis ojos alguna luz cuya certeza me diera
seguridad libro 6 capítulo 1 oh Dios Esperanza mía desde la juventud dónde estabas entonces para mí o dónde te habías retirado no eras tú mi creador el que me había distinguido de los cuadrúpedos y los volátiles más sabio que ellos me hiciste y sin embargo andaba yo resbalando en las tinieblas te buscaba fuera de mí y no te podía encontrar había yo caído oh Dios de mi corazón en lo hondo del Abismo y con total desconfianza desesperaba de de llegar a la verdad entre tanto había llegado mi madre que llevada de su Inmenso Amor me
seguía por tierra y mar y que en todos los peligros estaba segura de ti y tanto que Durante los azares de la navegación me encontró cuando meaba yo en sumo peligro por mi desesperación de alcanzar la verdad cuando le dije que no era l maniqueo pero tampoco Todavía cristiano católico no se dio en extremos al júbilo como si mi noticia lo hubiera tomado de sorpresa segura estaba de que de la miseria en que yacía yo como muerto habías tú de resucitar por sus lágrimas y como la viuda de naim me presentaba a ti en el
féretro de sus pensamientos para que tú le dijeras al hijo de la viuda joven Yo te lo mando Levántate y él reviviera y comenzara a hablar y tú se lo devolvieras a su madre así pues su corazón no se estremeció con ninguna turbulenta exulta cuando vio que ya estaba hecho en parte lo que a ella a diario con lágrimas te pedía pues me vio no ganado todavía para la verdad Pero sí liberado de la falsedad y esper miraba con firmeza que tú que se lo habías prometido todo hicieras lo que faltaba todavía con el pecho
lleno de segura placidez me respondió que no dudaba un punto de que antes de morir había de verme católico fiel Esto fue lo que me dijo a mí Pero a ti te pedía con ardientes preces y lágrimas que te apresurar a socorrerme iluminando mis tinieblas y con mayor afán corría A tu iglesia y se suspendía de la boca de Ambrosio bebiendo la agua que salta hasta la vida eterna amá lo ella como un ángel de Dios pues supo que debido a él había yo llegado aquel estado de vacilante fluctuación por la cual presumía ella que
habría yo de pasar de la enfermedad a la salud después de atravesar ese subido peligro que los médicos llaman crisis capítulo 2 sucedió en una ocasión que mi madre según la costumbre africana llevó a las tumbas de los santos comida de harina cocida pan pes y vino puro el portero se negó a recibír selos diciendo que el obispo lo tenía prohibido y ella con humil de obediencia se plego a su voluntad y no dejé de admirarme de la facilidad con que renunció a una costumbre que le era cara en vez de criticar costumbres diferentes porque
la embriaguez no dominaba su espíritu Ni el vino Le inspiraba odio la verdad Como sucede con tantos hombres y mujeres c al cántico de la sobriedad responde con la náusea de los beodos por el vino aguado cuando llevaba su cesta con sus manjares rituales para su degustación y distribución no ponía para sí misma sino un vasito con vino tan diluido como lo pedía su temperante paladar Y si eran muchas las sepulturas que hubiera con rar llevaba y ponía en todas ellas el mismo vasito con el vino no solo más aguado sino ya muy tibio para
participar con pequeños sorbitos en la Comunión con los presentes pues lo que con ello buscaba no era la satisfacción del gusto sino La Piedad con los demás Así cuando se enteró de que esto era cosa prohibida por aquel preclaro predicador y piadoso prelado que no lo permitía ni siquiera las personas moderadas y sobrias para no dar ocasión de desmandos que no lo eran y Porque además dicha costumbre era muy semejante a la costumbre supersticiosa de los paganos en sus ritos funerarios ella se sometió con absoluta buena voluntad y en lugar de la cesta llena de
frutos de la tierra aprendió a llevar a las tumbas de los mártires un pecho lleno de afectos más purificados para dar lo que pudiera a los menesterosos y celebrar allí la comunión del cuerpo del señor cuya pasión habían imitado los mártires que con el martirio fueron inmolados y coronados sin embargo me parece probable que no sin interiores dificultades hubiera cedido mi madre a a la supervisión de una práctica a la que estaba acostumbrada de haber la prohibición procedido de otro Ambrosio al cual amaba mucho especialmente por lo que él significaba para mi salvación y Ambrosio
a su vez la amaba a ella por su religiosa conducta por su fervor en las buenas obras y su asiduidad a la iglesia hasta el punto de que cuando me encontraba prorrumpe en alabanzas suyas y me felicitaba por la dicha de tener una madre semejante es que no sabía él qué casta de hijo tenía mi madre un escéptico que dudaba de todo y no creía posible atinar con el camino de la verdad capítulo 3 yo no había aún aprendido a orar rogándote con gemidos que me ayudaras sino que tenía puesta mi alma entera en la
investigación de las cosas mundanas y el ejercicio de la disertación y Ambrosio mismo lo tenía yo por el hombre feliz según el mundo pues tantos honores recibía de gentes poderosas y solo me parecía trabajoso su celibato Por otra parte no tenía yo experiencia ni siquiera sospechas de las esperanzas que él tuviera ni de las tentaciones que tenía que vencer derivadas de su propia excelencia no tenía la menor idea de cuáles fueran sus luchas ni sus consuelos en las adversidades ni sabía de qué se alimentaba en secreto su corazón ni qué divinos Sabores encontraba en rumiar
tu pan Pero él Tampoco sabía nada de mis duras tempestades interiores ni de la gravedad del peligro en que me hallaba ni podía yo preguntarle las cosas que querría pues me apartaba de él la multitud de quienes acudían a verlo con toda clase de asuntos y a quienes él atendía con gran servicialidad y el poco tiempo que no estaba con las gentes lo empleaba en reparar su cuerpo con el sustento necesario o en alimentar su mente con la lectura cuando leía Sus ojos recorrían las páginas y su corazón entendía su mensaje pero su voz y
su lengua quedaban quietas a menudo me hacía yo presente donde él leía pues el acceso a él no estaba Vedado ni era costumbre avisarle la llegada de Los visitantes yo permanecía largo rato sentado Y en silencio pues quién se atrevería a interrumpir la lectura de un hombre tan ocupado para echarle encima un peso más y después me retir Aba pensando que para él era precioso ese tiempo dedicado al estudio de su espíritu lejos del barullo de los negocios ajenos y que no le gustaría ser distraído de su lectura a otras cosas Y acaso también para
evitar el apuro de tener que explicar algún oyente atento y suspenso si leía en altavoz algún punto especialmente oscuro teniendo así que discutir sobre cuestiones difíciles con esto restaría tiempo el examen de las cuestiones que quería estudiar otra razón tenía de más para leer en silencio que fácilmente se le apagaba la voz mas cualquiera que haya sido su razón para leer en silencio buena tenía que ser en un hombre como él lo cierto es que yo no tenía manera de preguntarle lo que necesitaba saber aquel Santo oráculo tuyo sino cuando me podía brevemente atender y
para exponerle con la debida amplitud mis ardores y dificultades necesitaba buen tiempo y nunca lo tenía cada domingo lo escuchaba yo cuando exponía tan magistralmente ante el pueblo la palabra de verdad y cada vez crecía en mí la persuasión de que era posible soltar el nudo de todas aquellas calumniosas dificultades que los maniqueos levantaban contra los sagrados libros pero cuando llegué a comprobar que en el pensamiento de los hijos que tú engendr Ase en el seno de la Iglesia Católica tú creaste al hombra tu imagen y semejanza Pero tú mismo no quedabas contenido y ter
ad en la forma humana corporal y aunque ni de lejos barrun yo lo tenue y enigmática que es la naturaleza de los seres espirituales sin embargo me avergoncé lleno de felicidad de haber por tantos años ladrado no contra la fe católica sino contra meras ficciones de pensamiento carnal tan impio había yo sido que en vez de buscarlo que tenía que aprender lo había temerariamente negado porque tú eres al mismo tiempo inaccesible próximo secretísimo y presentí imo no tienes partes ni mayores ni menores Pues en todas partes estás de manera total ningún lugar te contiene y
ciertamente no la forma corporal del hombre y sin embargo tú hiciste al hombre a tu imagen y semejanza y él sí que está de la cabeza a los pies contenido en un lugar capítulo 4 no Sabiendo Pues cómo podía substituir esa imagen tuya con gusto y temor habría yo pulsado la puerta de Ambrosio para preguntarle por sus motivos de creer lo que creía sin ofenderlo con arrogante reproche por haber creído y el ansia por saber qué podía yo retener como cierto me corría las entrañas con fuerza tanto mayor Cuanto más avergonzado me sentía de haber
andado por tanto tiempo engañado por ilusorias promesas de certidumbre y por haber pregonado con error y petulancia por é tantas cosas inciertas como si fueran ciertas que eran falsas lo comprobé más tarde pero entonces era ya seguro cuando menos que se trataba de cosas inciertas que yo había tenido por ciertas en aquel tiempo en que con ciega arrogancia acusaba la Iglesia Católica Pues si bien es cierto que la iglesia no se me aparecía aún como maestra de verdad cuando menos nada enseñaba de cuanto a mí me parecía gravemente reprensible con esto quedaba yo confuso y
converso me alegraba sobre manera de que tu iglesia única señor el cuerpo de tu hijo único en la cual se me infundió Desde niño la reverencia al nombre de Cristo nada supiera de aquellas banalidades ni admitiera en su doctrina la idea de que tú el creador de todas las cosas estuviera circunscrito en algún lugar del espacio por sumo y amplio que fuera ni terminado en los límites de la figura humana alegráis de la ley y los profetas no se me dieran a leer con mis antiguos ojos que tantos absurdos veía en ellos cuando yo redarguir
a tus Santos por errores que ellos nunca profesaron y grande era mi contento cuando oía frecuentemente Ambrosio decir con énfasis y reiteración en sus sermones al pueblo que la letra mata y el espíritu vivifica así descorriendo espiritualmente el velo Místico explicaba algunos pasajes de la escritura que entendidos en forma liter estricta suena en error y al explicar de esta manera nada decía que pudiera molestarme aún cuando dijese cosas de cuya verdad no me constaba todavía y así por medio de precipitarme en algún hierro suspendía yo mi asentimiento sin darme cuenta de que tal suspensión me
estaba matando quería yo tener de las cosas invisibles una certidumbre absoluta como la de que 7 + 3 suman 10 mi escepticismo no llegaba la insania de tener por dudosas las proposiciones matemáticas pero este mismo tipo de certeza era el que yo pedía para todo lo demás Lo mismo para los objetos materiales ausentes y por ello invisibles como para los seres espirituales que yo era incapaz de representarme Sin una forma corpórea yo no podía sanar sino creyendo pues la vista de mi entendimiento agudizada y purificada por la fe podía de algún modo enderezarse hacia tu
verdad Esa verdad que siempre permanece y nunca bien A menos pero en ocasiones acontece que alguien escamado por la experiencia de algún mal queda temeroso y se resiste a entregarse al bien esta era entonces la situación de mi alma que solo creyendo podía ser curada pero por el miedo de exponerse a creer en algo errado recusa la curación y hacía resistencia a tu mano con la que tú preparaste la medicina de la fe y la derramaste sobre todas las enfermedades del mundo y pusiste en ella tan increíble eficacia capítulo 5 desde ese tiempo comencé a
sentir preferencia por la doctrina católica también por otro motivo porque en ella sin falacia de ningún género se me mandaba creer con modestia en cosas que no se pueden demostrar o porque se resisten a toda demostración o porque la demostración existe pero no está al alcance de todos los maniqueos en cambio Se burlaban de la credulidad de la gente con temerarias promesas de conocimiento científico y enseguida pedían que creyéramos en las más absurdas fábulas diciendo que eran verdades indemostrables entonces tú tratándome con mano suavísimo y llena de misericordia fuiste modelando poco a poco mi corazón
Me hiciste pensar en el enorme número de cosas que yo creía sin haberlas visto ni haber estado presente cuando sucedieron cuántas cosas admitía yo por pura fe en la palabra de otros sobre cosas que pasaron en la historia de los pueblos o lo que se me decía sobre lugares y ciudades y cuántas cosas creía por la palabra de los médicos o de mis amigos o de otros hombres si no creyéramos así la vida se nos haría imposible Y cómo si no Por fin lo que me decían podría yo tener la firms ima convicción de ser
hijo de mis padres me persuades de que no eran de reprender los que se apoyan en la autoridad de esos libros que tú has dado a tantos pueblos sino más bien los que en ellos no creen y de que no debía yo hacer caso de ellos y por Ventura me dijeren de dónde sabes tú que esos libros fueron comunicados a los hombres por el verdadero y verac ssim Espíritu de Dios porque en ese divino origen y en esa autoridad me pareció que debía yo creer Antes que nada porque el ardor polémico de las calumniosas objeciones
movidas por tantos filósofos como había yo leído y que se contradecían unos a otros no pudo jamás arrancar de mí la convicción de que tú existes aunque yo no entienda Cómo y de que en tus manos está el gobierno de las cosas humanas A veces lo creía con fuerza Y otras con debilidad pero siempre creía que existes y que diriges la marcha de las cosas del mundo aunque no sabía queé es lo que se debe pensar de tu sustancia o de los caminos que llevan a ti o apartan de ti por eso siendo yo débil
e incapaz de encontrar la verdad con las solas fuerzas de mi razón comprendí que debía apoyarme en las autoridades de las escrituras y que tú no habrías podido darle para todos los pueblos semejante autoridad si no quisieras que por ella te pudiéramos buscar y encontrar en los últimos días había yo oído explicaciones muy plausibles sobre aquellas necias objeciones que antes me habían perturbado y me encontraba dispuesto a poner la autoridad de ciertos pasos de la escritura a la cuenta de la elevación de los misterios y por eso mismo tanto más venerable y digna de fe
me parecía la escritura cuanto que por una parte quedaba accesible a todos y por otra reservaba la intelección de sus secretos a una interpretación más profunda a todos está abierta con la simplicidad de sus palabras y la humildad de su Estilo con la cual ejercita sin embargo el entendimiento de los que no son superficiales de corazón a todos acogen su amplio regazo pero a pocos encamina a ti por angostas rendijas pocos que serían muchos menos si ella no tuviera ese alto ápice de autoridad ni at trajer a las multitudes al seno de su Santa humildad
tú estabas a mi Vera cuando Pensaba yo todo esto yo suspiraba y tú me oías yo andaba fluctuando y tú me gobernaba sin abandonarme cuando iba yo por el ancho camino de este siglo capítulo 6 ávido estaba yo Enton de honores y de ganancias ardía por el matrimonio pero tú te burlabas de mí con todas esas concupiscencias pasaba Yo por amargas dificultades y tú me eras tanto más propicio cuanto que menos permití que me fuera dulce lo que no eras tú ve mi corazón Dios mío que has querido que yo recordara todo esto para confesás
a ti mi alma pues me sacaste de tan pegajoso y tenaz en grudo de muerte miser era Entonces mi alma y tú hacías todavía más punzante el dolor de mi herida para que dejándolo todo me convirtiera a ti ser soberano sin el cual nada existiría y para que convertido quedará sano era Pues yo bien miserable y con qué violencia hiciste que sintiera mi miseria aquel día en que me preparaba yo a recitar un panegírico del emperador en el cual muchas mentiras iba a decir Para ganarme el favor de quienes sabían que mentía con este anhelo
pulsaba mi corazón encendido en la fiebre de pestilencial pensamientos cuando al pasar por una callejuela de Milán vio un mendigo borracho ya Según creo que lleno de jovialidad decía chistes al verlo se me escapó un gemido empecé a hablar con los amigos que me acompañaban sobre los pesados INS Sabores que nos venían de nuestras locuras Pues con todos aquellos esfuerzos y cuidados como el que en ese momento me oprimía pues estimulado por mis deseos iba cargando el fardo de mi infelicidad que se aumentaba hasta la exageración no buscábamos otra cosa que conseguir aquella descuidada alegría
y que aquel mendigo había llegado ya a donde nosotros Acaso no lograríamos nunca esa especie de felicidad temporal que él había logrado con unas pocas monedas habidas de limosna andaba yo buscando por largos rodeos y fragosos caminos Aunque una alegría verdadera no la tenía Por cierto aquel mendigo pero yo con todas mis ambiciones estaba aún más lejos que él de la verdadera alegría él estaba alegre cuando yo andaba ansioso él se sentía seguro mientras yo temblaba y si alguien me hubiera preguntado Entonces qué prefería yo si estar alegre o estar triste le habría respondido que
estar alegre pero si de nuevo me interrogar sobre si querría yo ser como aquel mendigo o más bien ser lo que era yo y como era le habría yo de cierto contestado que prefería ser yo mismo y como era no obstante lo abrumado que me tenían mis muchos temores y en tal respuesta no habría habido verdad sino solo perversidad no podía yo tenerme más que él por el solo hecho de ser más docto sino que me gozaba en agradar a los demás y lo que realmente me importaba no era enseñarles algo sino tan solo agradarles
por eso me rompías tú los huesos con el duro báculo de tu disciplina lejos Pues de mí los que me dicen que es muy importante saber las causas de nuestra alegría el mendigo aquel se alegraba por su borrachera Pero tú querías gozar de la gloria pero de qué gloria Señor pues de la que te negamos cuando buscamos la gloria fuera de ti porque así como la alegría de aquel beodo no era verdadera alegría así tampoco era Gloria verdadera la que andaba yo buscando con tan grande perturbación de mi espíritu aquel iba a digerir su vino
aquella misma noche yo en cambio iba a dormirme con mi hebriedad y a despertar con ella para seguir así con ella durmiendo y despertando y esto señor Por cuánto tiempo con todo es importante conocer Cuál es la causa de nuestra alegría yo sé Cuán grande es la diferencia que media entre la esperanza fiel y toda aquella vanidad pero esta distancia la había entre aquel beodo y yo más feliz que yo era él no solamente porque podía expandirse en risas mientras a mí me desgarraba toda clase de cuidados sino también porque él con buena elección había
comprado su buen vino mientras que yo buscaba una gloria Vanidosa por medio de mentiras muchas cosas dije entonces a mis caros amigos en esta línea de pensamiento y con frecuencia me preguntaba a mí mismo cómo me iba solo para tener que admitir que me iba mal con esto me dolía y este dolor aumentaba mis males hasta el punto de que si algo próspero me venía al encuentro sentía fastidio de tenderle la mano Pues antes de yo tocarlo se había desvanecido capítulo 7 de todas estas miserias nos lamentável lazo de la amistad pero con mayor familiaridad
que con otros hablaba yo con alipio y con Ebrio alipio había nacido en la misma ciudad que yo era un poco mayor que yo y sus padres eran principales en este municipio él había estudiado conmigo en nuestra ciudad natal y más tarde en Cartago él me quería mucho porque le parecía yo buon yocto y yo lo amaba a él por su buen natural y por una virtud que lo hacía señalarse no obstante su juventud pero el vórtice de las costumbres cartaginesas en las cuales tanta importancia se da toda suerte de frivolidades lo había absorbido con
una insana afición por los juegos circenses mientras él se revolvía en aquella miseria tenía yo establecida ya mi escuela pública de retórica a la cual no asistía él a causa de ciertas diferencias que habían surgido entre su padre y yo bien comprobado tenía yo el pernicioso delirio que tenía él por los juegos del Circo y yo sentía angustia de pensar que tan bellas esperanzas pudieran frustrarse en él si aco no estaban ya del todo frustradas pero no tenía manera de amonestar o de ejercer sobre él alguna presión para sacarlo de aquello ni por el afecto
de la amistad ni por el prestigio de mi magisterio creía yo que él pensaba de mí lo mismo que su padre pero en realidad no era así y por eso pasando por encima de la voluntad de su padre comenzó a saludarme y a visitar mi clase escuchaba un poco y luego se marchaba ya para entonces se me había olvidado mi propósito de hablar con él para exhortar a no desperdiciar su buen Ingenio con aquel ciego y turbulento amor por los espectáculos Pero tú señor que presides el destino de todos cuanto creaste no te habías olvidado
de quién iba a ser más tarde entre tus hijos ministro de tus sagrados misterios y para que su corrección no pudiera atribuirse a nadie sino a ti quisiste valerte de mí para conseguirla pero no sabiéndolo yo sucedió pues cierto día estando Yo sentado en el lugar de costumbre y rodeado de mis discípulos llegó él saludó y se sentó poniendo toda su atención en lo que se Estaba tratando y dio la casualidad de que tuviera yo entre las manos un texto para cuya explicación en forma Clara y amena me pareció oportuno Establecer un símil con los
juegos circenses y me valida expresiones mordaces y sarcásticas sobre los que padecen la locura del Circo bien sabes tú señor que al hacerlo para nada pensaba en la corrección de alipio ni en librarlo de aquella peste Pero él se lo apropió todo inmediatamente creyendo que por nadie lo decía yo sino por él y lo que otro habría tomado como razón para irritarse conmigo lo tomó joven honesto como era como motivo de enojarse consigo mismo y de amarme más a mí bien lo habías dicho tú mucho antes y consignado en tus escrituras reprenda al sabio y
te amará por ello yo empero no lo había reprendido pero tú te vales de todos sabiéndolo ellos o no según el orden justícia así pues al oír mis palabras Se arrancó al lipio con fuerza de aquella fosa profunda en la cual con tanta complacencia había ido hundiendo cegado por un miserable placer con temperante energía sacudió de su ánimo las sordidez del Circo y nunca se le vio más por allí después venció la resistencia de su padre y obtuvo su consentimiento para alistarse entre mis discípulos y con ello se vio envuelto en la misma Superstición que
yo pues le G Aba la ostentación de austeridad que hacían los maniqueos que tenía por sincera pero no había tal era un error que seducía al más preciosas pero inexpertas de la virtud y fáciles de engañar por apariencias superficiales de una virtud simulada y no real capítulo 8 alpio siguiendo el camino de los honores de la tierra que tanto le habían ponderado sus padres me precedió en el viaje a Roma a donde fue para aprender el derecho allí recayó de la manera más increíble en el increíble Frenesí de los juegos gladiatorios pues como manifestara su
aversión y detesta por aquellos espectáculos algunos entre sus amigos y condiscípulos a quienes encontró cuando ellos regresaban de una comilona con amistosa violencia vencieron su vehemente repugnancia y lo llevaron al anfiteatro en días en que se celebraban aquellos juegos crueles y funestos al ipio les decía aunque llevéis mi cuerpo y lo pongáis allí no podréis llevar también mi alma ni lograré que mis ojos vean semejantes espectáculos estaré allí si me lleváis pero ausente y así triunfaré de ellos y también de vosotros mayor empeño pusieron ellos en llevarlo acaso con la curiosidad de saber si iba
a ser capaz de cumplir su palabra al ipio les mandó entonces a sus ojos que se cerraran y a su espíritu que no consintiera en tamaña perversidad pero por desgracia no se tapó tambi los oídos porque en el momento de la caída de un luchador fue tal el bramido de todo el anfiteatro cipio vencido por la curiosidad y creyendo que podía vencer y despreciar lo que viera abrió los ojos y con esto recibió en el alma una herida más grande que la que en su cuerpo había recibido el luchador cuya caída desatara aquel clamor cipio
le entró por los oídos y lo forzó a abrir los ojos para ver lo que iba a deprimir y dañar su ánimo tenía más audacia que fortaleza y era tanto más débil Cuanto más había presumido de sus propias fuerzas en vez de contar sobre las tuyas y así aconteció que al ver aquella sangre bebió con ella la crueldad y no apartó la vista sino que más clavó los ojos estaba bebiendo furias y no caía en la cuenta se gozaba con la ferocidad de la lucha y se iba poco a poco embriagando de sangriento placer ya
no era el que era antes de llegar al circo sino uno de tantos en aquella turba y auténtico compañero de los que lo habían llevado allí para qué decir más alpio vio gritó se enardeció y de todo ello sacó una locura por volver al circo no solo con los que a él lo habían llevado sino también Sin ellos y llevando el mismo a otros y desde esto sin embargo con mano fortísima y misericordiosa lo liberaste tú y le enseñaste a no confiar en sus propias fuerzas sino solamente en las tuyas Pero esto fue mucho Después
capítulo 9 el recuerdo de esta experiencia le quedó en la memoria como medicina para lo Porvenir cuando ya asistía a él a mis clases en Cartago sucedió que en cierta ocasión a mediodía ensayaba él en el foro lo que luego tenía que recitar al modo como suelen hacerlo los estudiantes entonces permitiste tú que fuera aprendiendo por los Guardianes del foro como ladrón y pienso que tu motivo para permitirlo fue el de que un hombre que tan grande iba a ser en tiempos posteriores comenzar a aprender que un juez no siempre puede en un litigio juzgar
con facilidad y que un hombre no ha de ser condenado por otro con temeraria credulidad es el caso que cierto día se paseaba el solo delante de los tribunales con su punzón y sus tablillas cuando un jovenzuelo de entre los estudiantes que era un verdadero ladrón entró sin ser visto por alipio hasta los canceles de plomo que dominan la calle de los banqueros llevaba escondido un hacha y con ella comenzó a cortar el plomo al oír el ruido de los golpes los banqueros que estaban debajo comenzaron a agitarse y mandaron a los guardias con la
orden de aprender al que encontrasen el ladronzuelo al oír las voces huyó rápidamente dejando olvidado su instrumento para que no lo pillaran con él en la mano pero al ipio que no lo había visto entrar pero sí salir y escapar rápidamente y queriendo averiguar De qué se trataba entró al lugar y encontrando el hacha la tomó en la mano y la estaba examinando en esto llegan los guardias y lo encuentran el solo con el hacha en la mano lo detienen pues y se lo llevan pasando por en medio de la gente que había en el
foro y que se había aglomerado para entregarlo a los jueces como ladrón cogido en flagrante delito pero hasta aquí llegó y de aquí no pasó la lección que querías darle y saliste a la defensa de una inocencia cuyo único testigo eras tú porque mientras se lo llevaban a la cárcel o al suplicio les vino al encuentro un arquitecto que tenía a su cargo la alta vigilancia sobre los edificios públicos alegráis él solía sospechar que fueran ellos mismos los que se robaban lo que desaparecía del foro ahora pensaban iba a saber por sí mismo Quién era
el ladrón pero el arquitecto conocía al ipio por haberlo encontrado varias veces en la casa de cierto senador que él visitaba con frecuencia lo reconoció al instante le tendió la mano y lo sacó de entre la multitud se puso a investigar la razón del incidente y cuando a ipio le hubo dicho lo acontecido mandó a todos los que estaban gritando y amenazando con Furia que lo acompañaran a la casa del muchacho que había cometido el delito a la puerta de la casa estaba un chiquillo pequeño que ningún daño podía temer de su amo Si lo
decía todo y él había estado con el delincuente en el foro al ipio lo reconoció luego y se lo indicó al arquitecto y este mostrándole el hacha le preguntó al chiquillo de quién era es nuestra le contestó este y sometido a interrogatorio contó todo el resto de esta manera se transfirió la causa de aquella familia y fueron confundidas las turbas que ya creían haber triunfado sobre un futuro dispensador de tus miembros cabía más tarde de examinar muchas causas en tu iglesia de este caso salió el futuro juez instruido y con una preciosa experiencia capítulo 10
lo había yo pues encontrado en Roma y se adhirió a mí con fortísimo vínculo y se fue conmigo a milá pues no quería abandonarme y además para ejercer un poco el derecho que había aprendido más por deseo de sus padres que por su propio deseo después de esto había llegado a ejercer el cargo de consiliario con una integridad que a todos admiraba y les servía de ejemplo pues manifestaba suma extrañeza por los magistrados que estimaban más el dinero que la inocencia también fue sometido a prueba su carácter No solo con los atractivos de la sensualidad
sino también por la presión del terror alpio asesoraba entonces en Roma al administrador de los bienes imperiales y sucedió que había allí un un senador muy poderoso que tenía sometidos a muchos o por hacerles beneficios o por la intimidación este señor confiando en su fuerza política pretendió una vez salirse con algo que estaba prohibido por la ley y a lipio le resistió se le hicieron promesas pero las desechó con una sonrisa le hicieron amenazas Pero él las despreció con gran admiración de todos pues Nadie estaba acostumbrado a ver semejante energía para enfrentarse un hombre que
se había hecho célebre por la fuerza que hacía la gente y los grandes recursos con que contaba para favorecer o perjudicar les parecía increíble que alguien ni quisiera ser amigo ni temiera ser enemigo de un hombre tan poderoso el juez mismo de quien alipio eraa consejero no quería plegarse a las demandas del senador pero tampoco quería oponerse abiertamente Así que se descargó en al ipio diciendo que no lo dejaba obrar lo cual además era cierto Pues de haber cedido el juez al ipio habría demitido una sola tentación tuvo que combatir y fue la que le
vino de su afición a las letras Pues de haber cedido a las demandas del senador con la paga que este le ofrecía se habría podido procurar ciertos códices que deseaba poseer pero arend dió la justicia y rechazó la idea pensaba que a la postre más útil le era la justicia que le cerraba el paso que no la influencia de un poderoso que todo se lo permitía poca cosa era eso pero el que es fiel en lo poco lo será también en lo mucho y nunca será vana la palabra de verdad que nos vino de ti
cuando dijiste si no habéis sido fieles con la riqueza mal vida quién os encomendara la riqueza verdadera y si no habéis sido fieles con lo ajeno quién os dará lo que esos vuestro tal era entonces alipio unido a mí por estrechísima amistad ambos estábamos en la perplejidad Y ambos nos preguntábamos qué género de vida teníamos que llevar nebo por su parte había dejado su ciudad natal cercana a Cartago y a Cartago misma que con frecuencia solía visitar había dejado también su casa y renunciando a la herencia de un magnífico campo de su padre su madre
no quiso seguirlo cuando él se vino a Milán no por otra razón sino porque quería vivir conmigo en el mismo fervoroso empeño por alcanzar la verdad y la sabiduría nebri participaba en nuestras vacilaciones y ardoroso como é y escrutadora acrimo de las cuestiones más difíciles suspiraba a una con nosotros por la consecución de una vida feliz éramos tres indigentes con la boca llena de hambre que mutuamente se comunicaban su pobreza y sus anhelos en la esperanza de que tú les dieras el alimento en el tiempo oportuno y en medio de la amargura que por misericordia
tuya se producía de nuestra mundana manera de vivir Cuando considerábamos el fin que con todo ello nos proponíamos batían sobre nosotros las tinieblas nos volvíamos gimiendo hacia otra parte y decíamos cuánto durará todo esto así decíamos con mucha frecuencia pero por mucho que lo dijéramos no nos resolví a dejar nuestro modo de vida pues no alcanzábamos A ver una luz cierta que dejándolo todo pudiéramos seguir capítulo 11 admirábamos yo considerando el largo tiempo transcurrido desde que yo a los 19 años con tanto había comenzado el estudio de la sabiduría con el propósito firme si la
encontraba de abandonar a las falaces esperanzas y a la mentida locura de los falsos placeres y ya andaba en los 30 años y no salía del lodazal desde mis 19 años estaba yo entregado al goce de los bienes del momento presente que se me escurrí entre las manos dejándome distraído y disperso y yo me decía mañana la tendré mañana se me aparecerá y me abrazaré a ella mañana llegará Fausto y me lo explicará todo Oh varones ilustres de La Academia que decís que ninguna certidumbre podemos alcanzar para dirigir la vida pero no debemos bien al
contrario Buscar con mayor diligencia y sin desesperar ya no me parecen absurdas en los libros eclesiásticos las cosas que antes me lo parecían y que pueden ser entendidas con toda honradez de otra manera asentar entonces mis pies en El Paso en que de niño me pusieron mis padres en espera de que la verdad se me haga ver claramente Pero dónde y cuándo Buscar la verdad Ambrosio no tiene tiempo y yo no tengo facilidades para leer en dónde podría yo conseguir los códices En dónde comprarlos o a quien pedir los prestados y será además preciso determinar
un tiempo y señalar horas fijas para dedicarlas a la salud de mi alma todo esto me decía pues había levantado en mi alma una grande Esperanza desde el momento en que comprobé que la fe católica no Afirma los errores de que vanamente la acusáis las horas de la mañana me las ocupan los estudiantes y no me quedan para el estudio de la verdad sino las horas de la tarde pero por otra parte solo por por la tarde puedo saludar a mis amigos y visitar a las personas importantes cuya ayuda necesito Y solo por las tardes
puedo preparar los trabajos que me compran mis alumnos Además solo por las tardes puedo reparar mis fuerzas descansando de la tensión de mis preocupaciones así me hablaba a mí mismo pero decidí que no me dije que todo se pierda si se ha de perder pero tengo que dejar todas estas vanidades para consagrarme al estudio de la verdad esta vida es miserable la muerte es algo cierto si se me viene encima de repente Cómo saldré de todo esto y en dónde Aprenderé lo que no aprendí en esta vida no tendría yo que pagar por semejante negligencia
Y qué si la muerte da fin a todos nuestros cuidados amput estánd noos el sentimiento todo esto lo tengo que averiguar pero no es posible semejante anulación pues las cosas tantas y tan grandes que Dios ha hecho por nosotros no las hiciera si con la muerte del cuerpo viniera también la aniquilación del alma ni escosa ni sin sentido La Grande autoridad del cristianismo por todo el orbe De dónde me viene Pues esta vacilación para dejar de lado las esperanzas del mundo y consagrarme a la búsqueda de Dios y de la vida feliz Pero aguarda todas
estas cosas mundanas son agradables y tienen su Encanto no sería prudente cortarlas con precipitación ya que existe el peligro de tener que volver vergonzosamente a ellas no me sería difícil conseguir algún puesto honorable y más cosas que pudiera desear tengo muchos amigos influyentes que podrían fácilmente conseguirme una presidencia podría yo también casarme con una mujer que tuviera algún patrimonio para que no me fuera gravosa con sus gastos y con esto tendría satisfechos todos mis deseos hay además muchos varones grandes y dignos de imitación que no obstante vivir casados han podido consagrarse a la sabiduría tras
todas estas razones revolvía yo en mi mente con muchos cambios de viento que empujaban mi corazón de aquí para allá dejaba pasar el tiempo y difería mi conversación dejaba siempre para mañana el vivir en ti y esta dilación no me impedía morir en mí mismo un poco cada día deseando la vida feliz tenía miedo de hallarla en su propia sede y huía de ella mientras la buscaba pensaba que sin los abrazos de una mujer sería yo bien miserable Pues para nada pensaba por no haberla experimentado en la medicina de tu misericordia Para sanar la enfermedad
de la concupiscencia tenía la idea de que la contienda es posible naturalmente para quien tiene fuerza de carácter y yo no tenía la menor conciencia de poseerla en mi necedad ignoraba yo que tú habías dicho Nadie puede ser continente Si tú no se lo concedes y la continencia me la habrías ciertamente concedido de pulsar yo con gemidos interiores la puerta de tus oídos arrojando en ti con sólida fe todos mis cuidados capítulo 12 alipio me disuadir de tomar mujer pensaba que la vida del matrimonio no era compatible con una tranquila seguridad en el amor de
la sabiduría que era el ideal que nos habíamos propuesto es de notar que entonces era lipio de una castidad admirable había ciertamente tenido en su adolescencia conocimiento de lo que es el concitoyens sino que más bien se había dolido de ello lo había menospreciado y había vivido desde entonces en estricta continencia pero yo le resistía alegando El ejemplo de hombres casados que habían merecido favores de Dios se comportaban con fidelidad llamaban a sus amigos muy lejos andaba yo de tal grandeza de ánimo esclavizado por el morvo de la carne y sus mortíferas suavidades arrastraba mis
cadenas con mucho miedo de romperlas y así como una herida muy mal rehusa la mano que la cura así yo rechazaba las palabras del buen consejero que quería soltar mis cadenas Pero además la serpiente le hablaba lipio por mi medio por mi boca le presentaba y sembraba en su camino lazos agradables en los que pudieran enredarse sus pies honestos y libres porque él se asombraba de que yo a quien en tanta estima tenía estuviera tan preso en el engrudo de los torpes placeres y que Cuántas veces tocábamos el tema le dijera que no me era
posible vivir en el celibato le asombraba el que yo me defendiera de su extrañeza afirmando que no había comparación posible entre su experiencia y las mías la suya decía yo había sido furtiva no continuada y por eso no la recordaba ya bien y podía condenarla con tanta facilidad la mía en cambio era una recia costumbre del deleite y si se legalizaba con el honesto nombre de matrimonio debía serle comprensible que no desdeñar yo ese género de vida Entonces comenzó él mismo a desear el matrimonio no vencido por la lujuria sino por mera curiosidad decía tener
vivo deseo de saber qué podía ser aquello sin lo cual mi vida para él tan estimable para mí no era vida sino condena Libre como era sentí una especie de estupor ante las ataduras de mi esclavitud y por esta admiración iba entrando en él el deseo de conocer por sí mismo una experiencia que de haberla él ido habría caso dado con él en la misma servidumbre en que yo estaba Pues quería también él hacer un pacto con la muerte y el que ama el peligro en él perecerá ni él ni yo le concedían real importancia
a lo que hace la dignidad del matrimonio que es la compostura de la vida y la procreación de los hijos a mí en mi esclavitud me atormentaba con violencia la costumbre de saciar una concupiscencia Insaciable a él lo arrastraba hacia el mal aquella su admiración por mí y así fuimos hasta que tú Oh Señor altísimo tuviste misericordia de nuestra miseria y por admirable manera viniste a socorrernos capítulo 13 muy vivas instancias se me hacían para que tomase mujer la pedía yo y me la prometían de esto se ocupaba sobre todo mi madre que veía en
mi matrimonio una preparación para el bautismo saludable sentía con gozo que estaba yo cada día mejor dispuesto para él y esperaba que llegado yo a la fe se cumplirían sus votos y las promesas que tú le habías hecho y un día por mis ruegos y por su propio vivo deseo te pidió con clamores del corazón que le indicaras algo en sus sueños sobre mi futuro matrimonio pero tú no quisiste algunas visiones tenía vanas y fantásticas como las que le suele engendrar por su propio ímpetu el espíritu del hombre y me contaba estos sueños pero no
con la confianza con que solía cuando tú le mostrabas las cosas y yo no le hacía caso decí ella que podía discernir por no sé qué misterioso sabor imposible de explicar la diferencia entre sus revelaciones y sus propios sueños de todas maneras seguía ella en su insistencia y hasta llegó a pedir para mí a una doncellita dos años menor de lo necesario para casarse era ella muy agradable y esperábamos que creciera hasta llegar a la edad núbil para casarme con ella capítulo 14 habíamos discutido con frecuencia en un grupo de amigos sobre lo molesto y
detestable que era aquella vida turbulenta y revolví en el ánimo el proyecto de alejarnos de la multitud para llevar en Soledad una vida tranquila y fecunda habíamos pensado contribuir con lo que cada uno tuviera para formar con lo de todos un patrimonio común de modo que por nuestra sincera amistad no hubiera entre nosotros Tuyo y mío sino que todo fuera de todos y de cada uno hasta 10 personas podíamos asociarnos en esta compañía y entre nosotros lo sabía que eran bien ricos especialmente romanian paisano mío y amigo desde la infancia que por asunto de sus
negocios había venido a la corte él era el más entusiasta y su insistencia tenía grande autoridad precisamente porque su fortuna superaba la de los otros también teníamos planeado que dos de entre nosotros se turnaran cada año como lo hacen los magistrados en el cuidado de lo necesario al bien común para que los otros pudieran estar quietos y descuidados pero en un momento dado nos tuvimos que preguntar si tal proyecto nos lo iban a permitir las mujeres pues algunos ya tenían la suya y yo esperaba tener la mía entonces todo el proyecto se nos deshizo entre
las manos se vino por tierra y fue desechado y con esto volvimos al gemido y al Suspiro volvieron nuestros pasos a transitar los trillados caminos del mundo en nuestros corazones iban y venían los pensamientos al paso que tu consejo permanece Eternamente en tu consejo te reías de lo nuestro y preparabas lo tuyo pues nos ibas a dar el alimento en el tiempo oportuno abriendo tu mano para llenar nuestras almas de bendición capítulo 15 Mientras tanto mis pecados se multiplicaban cuando se retiró de mi lado aquella mujer con la cual acostumb a dormir y a la
cual estaba yo profundamente apegado mi corazón Quedó hecho trizas y chorreando de sangre ella había regresado a África no sin antes hacerte el voto de no conocer a ningún otro hombre y dejándome un hijo natural que de mí había concebido y yo infeliz no siendo capaz de imitar a esta mujer e impaciente de la dilación pues tenía que esperar dos años para poderme casar con la esposa prometida y no siendo amante del matrimonio mismo sino solo esclavo de las sensualidad me procuré otra mujer no como esposa ciertamente sino para fomentar y prolongar la enfermedad de
mi alma sirviéndome de sostén en mi mala costumbre mientras llegaba al deseado matrimonio pero con esta mujer no se curaba la herida causada por la separación de la primera sino que pasada la fiebre del primero y acerbo sufrimiento la herida se encona más me dolía y este dolor era un dolor seco y desesperado capítulo 16 a ti la alabanza y la gloria oh Dios fuente de las misericordias yo me hacía cada vez más miserable y t Te me hacías más cercano tu mano estaba pronta a sacarme del cieno y lavarme pero yo no lo sabía
lo únic que me estorbaba hundirme todavía más en la ciénaga de los placeres carnales era el temor a la muerte y a tu juicio Después de ella que nunca no obstante la volubilidad de mis opiniones llega a perder y conversaba con alipio y nebo mis amigos sobre los confines del bien y del mal y en mi ánimo le hubiera dado la palma epicuro si no creyera lo que él nunca quiso admitir que muerto el cuerpo el alma sigue viviendo y me decía a mí mismo si fuéramos Inmortales y viviéramos en una continua fiesta de placeres
carnales sin temor de perderlos no seríamos acaso felices qué otra cosa podríamos Buscar ignoraba yo que pensar de este modo era mi mayor miseria ciego y hundido no podía concebir la luz de la honestidad y la belleza que no se ven con el ojo carnal sino solamente con la mirada interior ni consideraba mísero de mí de qué fuente emanaba el contento con que conversaba con mis amigos aún sobre cosas sórdidas Ni que me era imposible vivir feliz sin amigos ni siquiera en el sentido de abundancia carnal que la felicidad tenía entonces para mí pues estos
amigos los amaba Yo sin sombra de interés y sentía de este modo que me amaban también ellos a mí Oh tortuosos caminos desdichada el alma temeraria que se imaginó que alejándose de ti puede conseguir algo mejor se vuelve y se revuelve de un lado para otro hacia la espada y boca abajo y todo les oscuro pues la única Paz eres tú y tú estás ahí para librarnos de nuestros desvaríos y hacernos volver a tu camino nos consuelas y nos dices vamos yo los aliviaré de peso los conduciré hacia el fin y allí los libraré libro
siete capítulo 1 muerta y a mi mala y perversa adolescencia entraba yo en la juventud estaba ya por los 31 años pero al crecer mi edad crecía al parejo mi vanidad pues no podía concebir que existiera lo que no nos entra por los ojos es cierto mi señor que no te pensaba concreto en una figura humana desde el día en que comencé a oír hablar de las sabiduría tal idea me [Música] repugnar al enterarme de que igualmente la rechazaba la fe espiritual de nuestra santa madre la Iglesia Católica Pero de todos modos no se me
ocurría Cómo poder pensarte de otra manera te seguía pensando como a hombre Aunque un hombre tal que al mismo tiempo fuera el solo soberano y verdadero Dios creía también y con todas mis fuerzas que Dios es incorruptible inviolable e inmutable porque sin saber cómo ni por dónde bien claro veía Y por cierto tenía que lo corruptible es inferior a lo incorruptible que lo inviolable es superior a lo que puede ser violado y lo inmutable superior a lo que se puede mutar mi corazón clamaba con violencia contra todos mis fantasmas habría querido con un solo golpe
de la mano ahuyentar de mi alma toda aquella turba volátil de imágenes inmundas pero apenas ahuyentado volvía la carga aumentada todavía y me obnubila la vista y así aún cuando no te atribuía una figura humana me sentía forzado a pensarte corpóreo presente en los lugares difundido en el mundo por todo lo infinito dentro y fuera del mundo solo así podría yo concebir lo incorruptible lo inviolable lo inmutable que tan por encima ponía de todo lo que se corrompe es violado o se muda y todo cuando imaginara yo privado de esta situación en el espacio me
parecía ser nada como si un cuerpo se retirara de un lugar y este quedará vacío de todo lo que es terreo aéreo húmedo o Celeste la nada absoluta algo tan absurdo como una nada que ocupara un lugar así yo embotado y Lerdo de corazón y confuso para mí mismo pensaba que no podía ser algo real lo que no se extendiera en algún espacio o se difundiera o se conglomerar o se hinchara en él lo que no fuera capaz de contener alguna cosa o ser contenido en otra cosa mi mente iba siguiendo las imágenes de las
formas que veían mis ojos y no comprendía que la actividad interior con la cual formaba yo esas imágenes no era como ellas cosa vana ni podría formarla si no fuera ella misma algo real así Pensaba yo pues que tú vida mía eras algo muy grande que por infinitos espacios penetraba la mole toda del mundo y se extendía mucho más allá en todas direcciones por manera que est estabas presente en la tierra presente en el cielo presente en todo y todo se terminaba en ti y tú mismo no tenías término a la manera como el aire
cy sobre la Tierra no es obstáculo para la luz del sol Pues esta lo atraviesa y lo penetra sin rasgar ni despedazarlo sino llenándolo todo así Pensaba yo que era penetrable la masa del cielo del aire del mar y aún de la tierra sólida penetrable en todas sus partes máximas y mínimas para recibir tu presencia y que es tu presencia la que con oculta inspiración gobierna por fuera y dirige por dentro a todo cuanto creaste falsa era esta idea pero no podía entonces tener otra según ella la mayor parte de la tierra cogía una parte
mayor de ti y la parte menor una menor y de tal manera estarían las cosas llenas de ti que más presencia tuya hubiera en el voluminoso cuerpo del elefante que en el diminuto de Los Pajaritos teniendo así tu presencia que ocupar más o menos lugar con el resultado de que tú dividirías tu presencia en fragmentos unos grandes para los cuerpos grandes y otros pequeños para los cuerpos pequeños ahora bien Esto no es así Pero tú no habías iluminado aún mis cerradas tinieblas capítulo 2 suficiente para mí contra aquellos engañados engañadores contra aquellos mudos locuaces mudos
porque en su boca no sonaba tu palabra era digo aquel argumento que nebo solía proponer desde mucho antes cuando vivíamos aún en Cartago y que tan grande impresión había causado en todos nosotros pues qué podía hacerte no sé qué gente salida de las tinieblas que según los maniqueos era contraria a ti si tú no quisieras pelear con ella pues si se dijera que en algo te podía hacer daño tú serías violable y corruptible y si se dijera que ningún daño te podría hacer no tendrías tú Enton el menor motivo para luchar con ella y por
cierto con un tipo de lucha en que una parte de ti o miembro tuyo o prole nacida de tu misma sustancia se mezclara con las potencias adversas y con naturalezas no creadas por ti Que las corromper yan mudándote aparte de ti manchada y miserable y que tu verbo tenía que venir a socorrerla el libre a la esclava el puro a la manchada el íntegro a la corrompida pero siendo el mismo corruptible Pues era de la misma sustancia que ella Entonces si de tu sustancia sea ella lo que fuere se dice que es incorruptible con esto
Solo aparecen falsas y execrables las afirmaciones de los maniqueos y si se dice que es corruptible al punto se ve Claro que esto es falso y abominable este argumento de nebido era por hizo lo suficiente para vomitar de los oprimidos corazones aquella falsa doctrina pues no tenían sus doctores una salida que no fuera sacrilegio del corazón y de la lengua cuando tales cosas decían de ti capítulo tres Es cierto que con toda firmeza creía yo que tú señor y creador de nuestras almas de nuestros cuerpos y de todo cuanto existe eras incontaminado invariable y en
ninguna manera mudable pero fuese lo que fuese no creía tener que investigar la naturaleza del mal en forma que me hubiera forzado a tener como mudable al Dios inmutable para no convertirme yo mismo en el mal que investigaba mi investigación se basaba en la absoluta seguridad de que era falso lo que decían aquellos de los que con toda su fuerza huía mi ánimo Pues los veía llenos de malicia mientras investigaban la naturaleza del mal pues creían que tu sustancia era más capaz de padecer el mal que no ellos de cometerlo ponía puesto todo mi empeño
en comprender lo que oía decir algunos que en el libre albedrío de la voluntad humana está la causa de que hagamos el mal y que cuando lo padecemos es por la rectitud de tus juicios sin embargo no conseguía ver esto con entera Claridad con este esfuerzo por sacar mi alma de la fosa m undía en ella y mientras más batallaba más mía levantábamos ya un poco hacia tu luz el hecho de que tenía Clara conciencia de poseer una voluntad lo mismo que la tenía de estar vivo Entonces cuando yo quería algo no lo quería seguro
estaba yo de que no había en mí otra cosa que esta voluntad y con esto advertía ya claramente que la causa del mal estaba en mí y cuando arrastrado por la pasión hacía algo contra mi propia voluntad tenía la Clara impresión de que más que hacerlo lo padecía y que en ello había más que una culpa una pena y siendo tu justo convenía que esa pena no fuera injusta pero me volvía con insistencia el pensamiento quién me hizo no fue mi Dios que no solo es bueno sino que es el Bien de dónde pues me
viene este querer el mal y no querer el bien de manera que tenga que ser castigado si todo yo procedo de un Dios de dulzura Quién es el que puso y plantó en m semillas de amargura si fue el quien lo hizo quién hizo al y si él de ángel bueno se convirtió en demonio por obra de su mala voluntad de dónde le vino a él esa voluntad mala que lo lo convirtió en demonio cuando todo él como Ángel Salió bueno de la mano de Dios toda esta baraonda de pensamientos agitaba mi alma me deprimía
y me dejaba sofocado pero nunca lleg hundirme en aquel infierno de error en que el hombre no te confiese y prefiere pensar que tú padeces el mal antes que admitir que es el hombre quien lo comete capítulo 4atro fatig me yo por descubrir las demás verdades con el mismo empeño con que había descubierto que es mejor lo incorruptible que lo corruptible Por lo cual pensaba que tú fueras lo que fueras Tenías que ser incorruptible no existe ni puede existir quien piense que hay algo más excelente que tú pues eres el sumo bien y como es
del todo cierto y segurísimo que lo incorruptible es mejor que lo corruptible Es evidente que si fueras corruptible Este era el punto preciso en que te debía buscar y colegir de eso luego de dónde puede proceder el mal Es decir de dónde provenga la corrupción que ciertamente de ti no puede venir es pues imposible que la corrupción pueda de alguna manera violar a nuestro Dios por ninguna voluntad por ninguna necesidad por ningún caso imprevisto porque él es Dios y lo que para sí mismo quiere bueno es ni puede verse sin su poder y solo sería
mayor si fuera posible que Dios fuera mayor que él mismo ya que la voluntad y el poder de Dios Dios son Dios mismo y qué puede tomarte de improviso a ti que todo lo sabes a ti que conociendo las cosas las pusiste en el ser y después de todo para qué tantas palabras para demostrar la incorruptibilidad de la sustancia de Dios si es del todo evidente que si fuera corruptible no sería Dios capítulo 5 buscaba Pues yo De dónde viene el mal pero no buscaba bien y no veía lo que de malo había en mi
búsqueda en miente me representaba la creación entera y cuánto en ella podemos ver la tierra el mar el aire los astros los árboles y los animales me representaba también lo que no se ve como el espacio sin fin Los Ángeles y todo lo que tiene de espiritual pero me los representaba como si fueran cuerpos a los cuales señalaba un lugar mi imaginación con eso me forjaba una masa enorme que era tu creación distinta con diferentes géneros de cuerpos unos que realmente lo eran y otros los Espíritus que yo como cuerpos me imaginaba muy grande me
imaginé tu creación no como en realidad es que eso no lo podía yo saber sino como me plugo que fuera grande Sí pero por todas partes limitada Y a ti señor te imaginaba como ambiente y continente de toda tu creación Pero tú mismo infinito como un mar que estuviera en todas partes y y no hubiera sino un solo mar infinito y en él se contuviera una grande Esponja grande pero limitada y que esa esponja estuviera toda llena en todas sus partes del agua del inmenso mar así me imaginaba yo tu creación finita pero llena de
ti y tú infinito y me decía así es Dios y todo esto es lo que Dios Creó buenos Dios y con mucho con muchísimo más excelente que todo eso y si El Bueno creó todas las cosas y ved aquí có las circunda las contiene y las llena pero en dónde está Pues el mal de dónde procede Y por qué caminos nos llega Cuál es su raíz y cuáles las semillas que lo engendran o será caso que el mal en sí no existe Pero cómo entonces podemos temer y precaven de algo que no existe puede ser
que nuestro temor mismo sea vano Pero entonces el temor es un mal que sin causa nos aflige y nos yere en el corazón un mal tanto más grande como que no hay nada que temer y sin embargo tememos Y entonces o es realmente malo lo que tememos o lo hacemos malo nosotros Porque lo tememos De dónde viene pues Dios hizo todas las cosas bueno es él y buenos son ellas él es el bien supremo ellas son bienes inferiores Pero de todos modos bueno es el creador y buena es la creación de dónde entonces viene el
mal acaso En la materia de que hizo el mundo había una parte mala y Dios formó y ordenó el mundo pero dejándole una parte de aquella materia que no convirtió en bien pero una vez más por qué Acaso no podía siendo omnipotente mudar y convertir aquella materia para que nada quedara de ella y por último por qué quiso formar algo con esa materia en lugar de hacer con su omnipotencia que esa materia no existiera porque ella no podía existir sin su voluntad y si la materia es eterna Por qué la dejó estar así por tan
dilatados espacios de tiempo para luego sacar algo de ella o bien si quiso con una voluntad repentina hacer algo porque en su omnipotencia no hizo que esa materia no existiese para ser él el único ser verdadero sumo infinito bien y si no era conveniente que el ser sumamente bueno dejara de crear otras cosas buenas porque qué no redujo a la nada aquella materia que era mala para sustituirla por otra buena de la cual sacara todas las cosas por qué no sería omnipotente si no fuera capaz de crear algo bueno sin ser ayudado por una materia
no creada por él tales cavilaciones revolvía yo penosamente en mi corazón grabado por mordentes preocupaciones y por el temor a la muerte pero si bien cuando no daba aún con la verdad tenía ya bien firme y estable en mi corazón la fe en tu Cristo salvador nuestro como la profesa de la Iglesia Católica una fe informe todavía y fluctuante fuera de toda Norma doctrinal con todo No solo No rechazaba mi alma esta fe sino que al paso de los días se adentraba más en ella capítulo 6 uno ya me había yo desprendido de la falacia
de la adivinación y había rechazado los impíos delirios de los matemáticos alábate mi alma señor desde sus más hondas intimidades por tus misericordias pues quién puede apartarnos de la muerte del error si no la vida que nunca muere y que ilumina la indigencia de las Mentes sin necesidad de ninguna otra luz y que gobierna el mundo hasta en las hojas que se lleva el aire sí fuiste tú y solo tú el que me curaste de aquella obstinación con que había yo resistido a vindicio el anciano sagaz yan Ebrio el admirable joven Cuando frecuentemente me decían
aquel con vehemencia y este con alguna vacilación que no existe ninguna manera de predecir lo futuro y que las conjeturas humanas salen a veces acertadas por pura casualidad que a fuerza de predecir tantas cosas algunas Tienen que salir sin que quienes las dicen realmente sepan lo que dicen y se topan con ellas simplemente por suerte y por no haber callado Entonces tú me procurase la amistad de un hombre que consultaba con frecuencia los matemáticos y algo sabía de sus Art aunque no era perito en sus libros y los vivit más que nada por curiosidad este
hombre Me contó algo que decía haber oído de su padre y por la cabeza no le pasaba que eso podía destruir por completo la credibilidad del arte de la adivinación este hombre llamado firmino que era muy instruido y culto en su lenguaje considerándolo cierta vez sobre algunas cosas de este mundo en las cuales había puesto crecidas esperanzas quería saber qué pronóstico le daba yo basado en sus constelaciones como ellos las llaman yo que para Entonces me sentía ya muy inclinado a la posición de nebido no quise negarme en redondo adelantar algunas conjeturas pero le dije
por lo Claro que estaba punto menos que convencido de la futilidad y ridiculez de la adivinación Entonces él me contó que su padre había sido muy aficionado a la astrología y muy curioso y que había tenido un amigo que andaba en las mismas siempre conversaban de esas vanidades y estaban en ellas hasta el punto de observar cuidadosamente a los mudos animales si algunos nacían en su casa notaban el momento en que nacían y lo ponían en relación con la posición de los astros para adquirir así experiencia en la adivinación por su padre supo firmino que
cuando su madre estaba grávida de él comenzó a dar señales de preñez una criada de aquel amigo de su padre dicho amigo que observaba con cuidadosa atención los partos de sus perras advirtió luego que su criada estaba encinta y sucedió que mientras su padre observaba su criada contando los días y las horas ambas dieron a luz al mismo tiempo con esto resultaba necesario que las mismas constelaciones produjeran efectos idénticos hasta en las minucias sobre los dos recién nacidos uno de los cuales era hijo y el otro esclavo y cuando las dos mujeres se cercanas al
alumbramiento ellos empezaron a comunicarse lo que pasaba en su propia casa y ambos dispusieron que algunas personas estuvieran listas para anunciar al amigo el nacimiento del hijo esperado de este modo consiguieron que se supiera inmediatamente en cada casa lo que pasaba en la otra y según me contó firmino los emisarios de ambos amigos se encontraron a la misma distancia de ambas casas por manera que ninguno de los dos Pudo notar la menor diferencia en la posición de la estrellas ni en las fracciones del tiempo y sin embargo firmino nacido en una casa de mucho desahogo
corría por los más honorables caminos del mundo crecía en riquezas y recibía altos honores al paso que aquel pequeño esclavo seguía en el vínculo de la esclavitud y sirviendo a sus señores escuché Pues el relato y lo creí pues me contaba las cosas que las conocía con esto me derrumbó mi última resistencia y allí mismo traté de apartar a firmino de su insana curiosidad le hice ver que si del examen de su horóscopo iba yo a decirle algo verdadero Tendría que haber visto en él que sus padres eran principales entre sus conciudadanos una noble familia
de la misma ciudad y tendría que ver también su cuna distinguida su buena crianza y su liberal educación Pero si me consultara aquel esclavo que nació bajo los mismos signos que él tendría yo que ver en el mismo horóscopo cosas del todo contrarias una familia de condición servil y en todo el resto distinta y alejada de la de firmino cómo podría ser que considerando las mismas constelaciones pudiera ver cosas tan diferentes Si las dijera con verdad o que dijera que veía lo mismo pero hablando con falsedad de esto saqué la conclusión de que lo que
se dice tomando en cuenta las constelaciones no resulta atinado cuando resulta por arte sino nada más por suerte y que las predicciones fallidas no se explican por una deficiencia en el arte sino por una mentira de la suerte con esto comenza a rumiar en mi ánimo la idea de ir a encontrar para burlarme de ellos y confundirlos a aquellos delirantes astrólogos que tan buenas ganancias sacaban de sus delirios seguro que no podrían resistirme diciendo que firmino me había contado mentiras o que su padre se las había contado a él me propuse estudiar los casos de
esos hermanos gemelos que uno tras otro en tan pequeño intervalo que por más que se de las leyes del mundo no resulta posible determinar con fijeza las diferencias de modo que el astrólogo pudiera decir algo con seriedad mucho habría errado por ejemplo el que viendo el horóscopo de Jacob y Esaú predera de ambos lo mismo cuando sus vidas fueron tan diferentes Y si hubiera predicho estas diferencias no las hubiera podido sacar del horóscopo que era el mismo no habría podido acertar por arte sino solo por suerte Pero tú señorío moderador del universo desde el Abismo
de tus justos juicios y sin que lo sepan ni los consultantes ni los consultados con oculta Providencia haces que el consultante oiga lo que según los méritos de su alma le conviene oír y que nadie diga qué es esto o para qué es esto que nadie lo diga Porque es nada más un hombre capítulo 7 l habías tú señor que eres mi auxilio soltado de aquellas cadenas pero seguía yo preguntándome con insistencia De dónde procede el mal y no encontraba solución alguna Pero tú no permitís que el ir y venir de mis pensamientos me apartara
de la firme convicción de que tú existes y de que tu ser es inmutable creía también que eres el juez de los hombres y que tu Providencia cuida de ellos y que pusiste el camino de la salvación para todos los hombres en tu hijo Jesucristo y en las Santas Escrituras que recomienda La autoridad de la Iglesia Católica creí así mismo en la vida futura que sigue la muerte corporal firmemente establecidos y arraigados en mi alma estos puntos de fe seguía yo agitando en mí el problema del mal Qué tormentos pasó mi corazón señor Qué dolores
de parto pero tu oído estaba atento sin que yo lo supiera y mientras yo buscaba en silencio clamaba tu misericordia con fuerte voces mi desolación interior mis padecimientos no los conocía nadie sino tú pues era bien poco lo que mi lengua hacía llegar al oído de mis más íntimos amigos Cómo podían ellos sospechar nada del tumulto de mi alma si para describirlo no me hubiera bastado ni el tiempo ni las palabras pero tu oído llegaba todo cuanto rugía en mi corazón adolorido ante ti Estaba patente el anhelo de mi alma y no estaba conmigo la
luz de mis ojos porque esa luz la tenía yo por dentro y yo andaba por fuera ella no estaba en lugar pero yo no atendía sino a las cosas localizadas y en ellas no encontraba sitio de reposo ninguna de ellas me recibía en forma tal que yo dijera aquí estoy bien y contento pero tampoco me dejaba volver a donde realmente pudiera estar bien yo era superior a ellas e inferior a ti si yo aceptaba serte sumiso tú eras para mí la verdadera alegría y sometí a mí las criaturas inferiores y en esto consistía el justo
equilibrio la región intermedia favorable a mi salud para que permaneciera yo a tu imagen y semejanza y en tu servicio dominara mi cuerpo pero yo me había erguido orgullosamente delante de ti y corrí contra mi señor con dura cerviz dura como un escudo y entonces las cosas inferiores me quedaron por encima me oprimían y no me daban respiro ni descanso salían a mi encuentro atropelladamente y en masa cuando Yo no pensaba sino en imágenes corporales y estas mismas imágenes me cortaban El Paso Cuando yo quería regresar a ti como si me dijeran A dónde vas
tan indigno y tan sucio de mi herida había salido toda esta confusión porque tú heriste y humillaste mi soberbia cuando mi vanidad me separaba de ti hinchando mi rostro Hasta cerrarme los ojos capítulo 8 tú señor permaneces Eternamente pero no es eterno tu enojo con contra nosotros quisiste tener misericordia del polvo y la ceniza y te agradó reformar mis deformidades con vivos estímulos me agitaba para que no tuviera reposo hasta alcanzar certidumbre de ti por una visión interior y así el toque secreto de tu mano medicinal iba haciendo ceder mi fatuidad y la agudeza de
mi mente conturbada y entenebrecida se iba curando poco a poco con el acre colirio de mis saludables dolores capítulo nu y en primer lugar queriendo Mostrarme Cómo a los soberbios les resistes y a los humildes les das tu gracia y Cuánta misericordia has hecho a los hombres por la humildad de tu Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros me procurase por medio de cierta persona excesivamente hinchada y fatua algunos libros platónicos vertidos del griego al latín en ellos leí no precisamente con estos términos pero sí en el mismo sentido que en el principio
existía el verbo y el verbo estaba en Dios y el verbo era Dios que todo fue hecho por él y sin él nada fue hecho y lo que fue hecho es vida en él la vida era la luz de los hombres y la luz brilló en las tinieblas y las tinieblas no la comprendieron decían también esos libros que el alma del hombre aún cuando da testimonio de la luz no es la luz porque solo el verbo de Dios que es Dios el mismo es también la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a
este mundo y estuvo en este mundo y el mundo fue hecho por él y el mundo no lo conoció también Leí que el verbo no nació de carne ni de sangre ni por voluntad de varón sino que nació de Dios pero no Leí que el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros aprendí también algo que repetidamente y de varias maneras se dice En aquellos escritos que el verbo tiene la forma del padre y no tuvo por usurpación la igualdad con Dios ya que es la misma sustancia con él pero esos libros nada dicen sobre
que el verbo sean nadó a sí mismo tomando la forma de siervo se hizo semejante a los hombres y fue contado como uno de ellos se humilló hasta la muerte y muerte de Cruz Por lo cual Dios lo levantó de entre los muertos y le dio un nombre que está sobre todo nombre para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los Cielos en la tierra y en los infiernos y para que todo hombre confiese que el Señor Jesús está en la gloria de Dios padre en esos libros se dice que tu verbo
coeterno contigo existe desde antes de los tiempos y sobre todos los tiempos y que de su plenitud reciben todas las almas para llegar a la bienaventuranza y que se renuevan por la participación de la permanente sabiduría pero que tu hijo haya muerto en el tiempo por todos los pecadores y que a tu propio hijo no perdonaste sino que lo entregaste por todos nosotros eso no lo dicen porque cosas como estas las has escondido a los ojos de los sabios y los prudentes para revelarlas a los párvulos de modo que pudieran venir a él los que
sufren y están agobiados y él los aliviará Pues él que es manso y humilde de corazón dirige a los apacibles en el juicio y enseña sus caminos a los humildes considerando nuestra humildad y nuestros trabajos y perdonándoos pecados en cambio aquellos que se levantan sobre el contorno de una más Sublime doctrina no escuchan al que dijo aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y encontraréis la paz de vuestras almas y aquello otro que si conocen a Dios no lo glorifican como a Dios ni le dan gracias sino que se desvanecen en sus
propios pensamientos y se les oscurece el corazón mientras dicen ser sabios se convierten en necios por eso leí también que tu gloria incorruptible había sido TR cadan imágenes de hombres corruptibles y aún de aves animales cuadrúpedos y serpientes ese era el alimento egipcio por el cual perdió Esaú su primogenitura porque tu pueblo primogénito adoró en lugar tuyo la cabeza de un cuadrúpedo convirtiendo a Egipto en su corazón e inclinando su alma hecha tu imagen ante la imagen de un becerro que come hierba tales pastos allí en aquellos libros pero no los comí porque te plugo
señor quitar de Jacob el lo propio de su disminución de modo que el mayor sirva al menor y llamaste a los gentiles a tener parte en tu heredad Y yo que vene a ti entre los gentiles había puesto mi atención en aquel oro que quisiste que tu pueblo sacara de Egipto y que sería tuyo donde quiera que estuviese y a los atenienses les dijiste por tu boca de tu apóstol que en ti vimos nos movemos y somos Como algunos de ellos habían dicho y ciertamente de allá procedían aquellos libros no puse Pues los ojos en
los ídolos egipcios fabricados con tu oro por los que cambian la verdad de Dios por la mentira y adoraron y sirvieron a la criatura en vez de al creador capítulo 10 advertido quedé con todo esto de que debía entrar en mí mismo y pude conseguirlo porque tú mi auxiliador me ayudaste entré pues y de algún modo con la mirada del alma y por encima de mi alma y de mi entendimiento vi la luz inm del señor no era como la luz ordinaria accesible a toda carne ni era más grande que ella dentro del mismo género
como si la luz natural creciera y creciera en Claridad hasta ocuparlo todo con su magnitud era una luz del Todo diferente muchísimo más fuerte que toda luz natural no estaba sobre mi entendimiento como el aceite está sobre el agua o el cielo sobre la tierra era superior a mí porque ella me hizo y yo le era inferior porque fui hecho por ella quien conoce esta luz conoce la verdad y con la verdad la eternidad y es la Caridad quien la conoce Oh verdad eterna Oh verdadera caridad y amable eternidad Tú eres mi Dios y por
ti Suspiro día y noche y cuando por primera vez te conocí tú me tomaste para hacerme ver que hay muchas cosas que entender y que yo no era todavía capaz de entenderlas y con luz de intensos rayos azote la debilidad de mi vista y me hiciste estremecer de amor y de temor entendí que me hallaba muy lejos de ti en una región distante y extraña y sentí como si oyera tu voz que desde el cielo me dijera yo soy el alimento de las almas adultas crece y me comerás pero no me transformarás en ti como
asimilas los alimentos de la carne sino que tú te transformarás en mí claro vi entonces que tú corriges al hombre por sus iniquidades e mi alma secarse como una araña y me dije acaso es inexistente la verdad por no difundirse por los lugares del espacio y tú desde lejos me respondiste muy al contrario yo soy el que es esta palabra la oí muy adentro del corazón y no había para mí duda posible más fácilmente podría dudar de mi propia existencia que no de la existencia de la verdad pues ella se nos manifiesta a partir de
la inteligencia de las cosas creadas capítulo 11 consideré todo cuanto existe debajo de ti y encontré que ni absolutamente son ni absolutamente no son son pues existen fuera de ti pero no son por cuanto no son lo que tú eres porque verdadera y absolutamente es solo aquello que permanece inconmutable entonces buenos para mí adherirme a Dios pues si no permanezco en él tampoco permanezco en mí y él permaneciendo en sí mismo renueva todas las cosas y señor mío eres tú pues no necesitas de mí capítulo 12 y me quedó del todo manifiesto que son buenas
las cosas que se corrompen no podrían corromperse si fueran sumamente buenas pero tampoco Se podrían corromper si no fueran buenas si fueran sumos bienes serían por eso incorruptibles pero si no fueran buenas nada tendrían que pudiera corromperse la corrupción es un daño por cuanto priva de algún bien pues si no fuera así a nadie dañaría porque bien la corrupción no implica daño Lo cual es evidentemente falso o bien como es Igualmente evidente nos daña porque nos priva de algo bueno si las cosas se vieran privadas de todo bien no podrían existir en modo alguno pero
si existen y ya no admiten corrupción ello será solo porque son mejores y permanecen incorruptibles Y qué monstruosidad mayor que la de decir que perdiendo algo se hacen mejores Por consiguiente si de todo bien se ven privadas nada son y si algo son es porque son buenas el mal sobre cuya naturaleza y procedencia investigaba yo no puede ser una sustancia ya que si lo fuera sería buena entonces no hay escape o sería una sustancia incorruptible y por eso un sumo bien o sería una sustancia corruptible que no podría corromperse si no fuera buena vi Pues
de manera manifiesta que tú todo lo hiciste bueno y que no existe sustancia alguna que tú no hayas hecho por otra parte no hiciste todas las cosas Igualmente buenas por eso cada una tiene su bien y el conjunto de todas las cosas es muy bueno Tú señor y Dios nuestro lo hiciste todo muy bueno capítulo 13 en ti mismo no hay en absoluto mal alguno pero tampoco en el conjunto del universo pues fuera de ti nada Hay que pueda irrumpir en él y perturbar el orden que tú le impusiste sin embargo en las partes singulares
del mundo hay elementos que no convienen con otros y por eso se dicen malos pero esos mismos tienen conveniencia con otras cosas y para ellas son buenos Además de que son buenos en sí mismos y todos los elementos que entre sí no concuerdan tienen Clara conveniencia con esta parte inferior del mundo que llamamos tierra la cual tiene porque así es congruente su cielo lleno de vientos y nubes lejos de mí el decir que solo estas cosas existen pero si no hubiera yo ni conociera más que estas de ell sola tendría motivo para alabarte porque manifiestan
que eres laudable en la tierra los dragones y los abismos el calor y el frío el hielo la nieve y el granizo y el Terrible soplo de las tempestades que obedecen a tu palabra calá siempre tu nombre los montes y las colinas los árboles frutales todos los cedros que lo canten las bestias y todas las ovejas los reptiles y las plumadiseños el sol y la luna la luz y todas las estrellas los cielos de los cielos y las aguas que contienen no deseaba yo cosas mejores Pues pensé en todo lo que existe donde los seres
más perfectos son mejores que los menos perfectos pero su conjunto es mejor todavía que los mismos seres superiores todo eso lo llegué a pensar con mayor cordura capítulo 14 no hay cordura en quienes sienten disgusto por una de tus criaturas como no la había en mí cuando me disgustaba algunas de las cosas que tú creaste y como no se atrevía a mi alma desagradar a ti mi Dios prefería no admitir como tuyo lo que me disgustaba de ahí me vino la inclinación a la teoría de las dos sustancias en la cual Por otra parte no
hallaba quietud y tenía que decir muchos desatinos a vueltas de estos errores me había imaginado yo un Dios difuso por todos los lugares del espacio creyendo que eso eras tú y ese ídolo abominable para ti lo había puesto yo en mi corazón como en un templo pero luego que alumbraste mi ignorante cabeza y cerraste mis ojos para que no vieras la vanidad me alejé un poco de mí mismo y se aplacó mi locura me desperté en tus brazos y comprendí que eres infinito pero de muy otra manera con visión que ciertamente no procedía de mi
carne capítulo 15 consideré pues todas las cosas y vi que te deben el ser que todo lo finito se contiene en ti no como en un lugar sino abarcado como en la mano por tu verdad todas son verdaderas en la medida en que algo son y en ellas no hay falsedad sino cuando nosotros pensamos que son lo que no son y vi que cada cosa está bien en su lugar y también en su tiempo y que tú eterno como eres no comenzaste a obrar solo pasados largos espacios de tiempo Pues todos los tiempos los que
ya pasaron y los que van a venir no vendrían ni pasarían sino porque tú obras y eres permanente capítulo 16 por la experiencia he podido comprobar que el pan mismo bueno como es y agradable al paladar del hombre sano no le cae bien al paladar de un hombre enfermo así como la luz agradable para el ojo sano es un martirio para el que está enfermo de los ojos tu justicia misma no Place a los inicuos que a la par de las víboras y los gusanos buenos en sí tienen afinidad con las partes inferiores de la
tierra y tanto más les son afines Cuanto más desemejantes son contigo por la misma manera como los que más se te asemejan mayor conveniencia tienen con las cosas superiores al preguntarme pues Qué es la maldad Me encontré con que no es sustancia alguna sino solo la perversidad de un albedrío que se tuerce hacia las cosas inferiores apartando de la suma sustancia que eres tú y que arroja de sí sus propias entrañas quedándose solo con su hinchazón capítulo 17 y me admiré entonces de ver que te amaba a ti y no ya un fantasma pero no
era estable este mi gozo de ti pues si bien tu hermosura me arrebataba [Música] había ya de tener a quien as irme aún cuando carecía yo por mí mismo de la fuerza necesaria porque el cuerpo corruptible es un peso para el alma y el hecho mismo de vivir sobre la Tierra deprime la mente agitada por muchos pensamientos segurísimo estaba yo de que tus perfecciones invisibles se hicieron desde la constitución del mundo visibles a la inteligencia que considera las criaturas y también tu potencia y tu divinidad busca buscando Pues un fundamento para apreciar la belleza de
los cuerpos tanto en el cielo como sobre la Tierra me preguntaba qué criterio tenía yo para juzgar con integridad las cosas mudables diciendo esto debe ser así y aquello no y encontré que por encima de mi mente mudable existe una verdad eterna e inmutable de este modo Y procediendo gradualmente a partir de los cuerpos pasé a la consideración de que existe un alma que siente por medio del cuerpo y es es el límite de la inteligencia de los animales que poseen una fuerza interior a la cual los sentidos externos anuncian sobre las cosas de afuera
pero luego de esto mi mente reconociéndose mudable se irguió hasta el conocimiento de sí misma y comenzó a hurtar el pensamiento a la acostumbrada muchedumbre de fantasmas contradictorios para conocer cuál era aquella luz que la inundaba ya que con toda certidumbre veía que lo inmutable es superior y mejor que lo mudable alguna idea debía de tener sobre lo inmutable pues sin ella no le Sería posible preferir lo a lo mudable por fin y siguiendo este proceso llegó mi mente al conocimiento del ser por esencia en un Relámpago de temblorosa iluminación entonces tus perfecciones invisibles se
me hicieron visibles a través de las criaturas pero no pude clavar en ti fijamente la mirada como si rebotara en ti mi debilidad me volvía Yo a lo acostumbrado y de aquellas luces no me quedaba sin sino un amante Recuerdo Como el recuerdo de un buen olor de cosas que aún no podía comer capítulo 18 andaba yo en busca de alguna manera de adquirir la energía necesaria para gozar de ti pero no pude encontrarla mientras no pude admitir que Jesucristo es mediador entre Dios y los hombres que está sobre todas las cosas y es Dios
Bendito por todos los siglos y Cristo me llama diciendo Yo soy el camino la verdad y la vida el alimento que yo no podía alcanzar no era otro que tu propio verbo por quien hiciste todas las cosas el cual al hacerse hombre y habitar en nuestra carne se hizo leche para nuestra infancia Pero yo no era humilde y por eso no podía entender a un Cristo humilde ni captar lo que él nos enseña con su debilidad porque tu verbo eterna verdad y supereminente sobre lo más excelso que hay en tu creación levanta hacia sí a
quienes se les someten siendo la excelsitud misma quiso edificarse acá en la tierra una humilde morada de nuestro barro por la cual deprime el orgullo de los que quería traer a Sí y los sanara nutriéndolo en su amor para que no caminaran demasiado lejos apoyados en su propia confianza sino que más bien se humillar al ver a sus pies a una persona divina empequeñecido fatigados se postraran ante ella y y ella levantándose los levantara capítulo 19 Pero entonces creía yo de mi señor Jesucristo algo del Todo diferente ciertamente lo tenía por un varón de insuperable
sabiduría con el cual nadie podía compararse especialmente porque había nacido de manera admirable de una virgen como para ejemplo de menosprecio de los bienes temporales poder conseguir la inmortalidad por haber tenido de nosotros tan grande Providencia Su autoridad me parecía inigualable pero no me cabía ni la menor sospecha del Misterio encerrado en las palabras el verbo se hizo carne de todo lo que sobre él se nos había entregado por escrito asumía yo que Cristo había bebido y dormido que caminó y predicó Que conoció la tristeza y también la alegría pero estimaba que aquella carne suya
no se había unido a tu verbo sino con un alma y con una inteligencia humanas esto lo sa sabe quién ha llegado a conocer la inmutabilidad de tu verbo como la conocía yo ya para entonces y lo profesaba sin la menor sombra de dubitación porque la capacidad de mover a voluntad los miembros del cuerpo o no moverlos O sentir un afecto y luego otro diferente en otro momento o pronunciar en una ocasión admirables sentencias para guardar silencio en otra es cosa propia de la mutabilidad del alma y de la muerte y si todas estas cosas
que de Cristo se dicen fueran falsas todo lo demás naufragar en la mentira y no quedaría en los sagrados libros ninguna esperanza de salvación para el género humano pero yo teniendo por veraces esos escritos reconocía en Cristo Un hombre completo no solamente un cuerpo humano o un alma en ese cuerpo pero sin inteligencia sino un hombre completo y verdadero Cristo no era para mí la verdad personal pero sí veía en él una incomparable grandeza y excelencia debida a su más perfecta participación en la sabiduría alipio pensaba que la fe de los católicos predicaba que en
Cristo no había aparte de Dios y el cuerpo un alma y una mente de hombre y como aceptaba bien en firme lo que había oído y guardaba en la memoria y como aceptaba bien en firme lo que había oído y guardaba en la memoria y como pensaba que tales cosas no son posibles sino en un ser dotado de alma y de razón caminaba a con tardos pasos hacia la fe cristiana pero cuando más tarde se enteró de que tales enseñanzas eran la herejía de los Apolinar istas se alegró sobre manera y se entregó sin reticencias
a la fe católica Confieso que solo más tarde fui capaz de distinguir la mucha diferencia que media entre el error de fotino y la fe católica a propósito de que el verbo se hizo carne porque la discusión de las herejías pone en relieve Cuál es el verdadero sentir de tu iglesia y cuál es la doctrina verdadera era necesario que se produjesen las herejías guías para que los fuertes en la fe se distinguiera de los débiles en la fe capítulo 20 los libros platónicos que leí me advirtieron que debía Buscar la verdad incorpórea y llegué a
sentir que en realidad perfecciones invisibles se hacen visibles a la inteligencia por la consideración de las criaturas pero era repelido por aquellos que las tinieblas de mi alma no me dejaban conocer seguro estaba yo de tu existencia seguro de que eres infinito pero que no te difundes por lugares ni finitos ni infinitos que en verdad eres el que siempre has sido idéntico a ti mismo y deducía que todas las cosas proceden de ti por el simplicíssimus el camino en Cristo Redentor sería yo no un hombre perito sino un hombre que perece ya para entonces había
yo comenzado a hacer ostentación de sabiduría lleno como estaba de lo que era mi castigo Y en vez de llorar Me hinchaba con la ostentación de la ciencia Pues dónde estaba aquella caridad que edifica sobre el fundamento del humildad de Jesucristo o cuando me enseñaron la humildad aquellos libros Tú quisiste creo que los leyera antes de acercarme a la sagrada escritura para que quedara impreso en mi memoria el efecto que me habían producido así más tarde amansado ya por tus libros y curado de mis llagas por tu mano bienhechora iba yo a tener discernimiento para
distinguir la verdadera confesión de la mera presunción para ver la diferencia entre los que entienden A dónde se debe ir pero no ven por dónde y la senda que lleva la patria feliz no Solo para verla sino para habitar en ella porque si primeramente hubiera sido formado en tus sagrados libros y en una suave familiaridad contigo y después hubiera leído los libros de los platónicos acaso me arrancaran del sólido fundamento de La Piedad o si no me arrancaban afectos en los que estaba profundamente embebido al menos pudiera yo creer que dichos libros eran capaces con
solo leerlos de engendrar tan noble afecto capítulo 21 así sucedió que con ardiente avidez arrebataba yo la escritura de tu espíritu en San Pablo con preferencia los demás Apóstoles y se me desvanecieron ciertas dificultades que tuve cuando en cierta ocasión me parecía encontrarlo en contradicción consigo mismo y no ir de acuerdo el texto de sus palabras con el testimonio de la ley los profetas y se apoderó de mí una trepidante exulta cuando vi Claro que uno solo es el rostro que nos ofrecen todas las escrituras comencé pues y cuanto había leído de verdadero allá lo
encontré también aquí con la recomendación de tu gracia para que el que ve no se gloríe como si su visión no lo hubiera ha recibido Pues que tiene nadie que no lo haya recibido y para que no sea solo amonestado de verte sino también sanado para poseerte a ti que eres siempre el mismo y para que siéndole imposible descubrirte desde lejos tome el camino por donde puede llegar a verte y luego a poseerte Pues cuando se deleite el hombre en la ley de Dios según el hombre interior qué hará con esa otra ley que está
en sus miembros y que resista la ley de su mente y lo tiene cautivo en la ley del pecado que está en sus miembros porque tú Señor eres justo y nosotros somos pecadores y hemos obrado la iniquidad Por eso tu mano se ha hecho pesada sobre nosotros y con justicia hemos sido entregados al antiguo pecador y señor de la muerte y está modelado nuestra voluntad según la suya en la cual no está la verdad qué hará Pues el hombre mísero quién lo libertará de su cuerpo de muerte sino tu gracia por Jesucristo Señor nuestro Jesucristo
a quien engendr Ase coeterno contigo y a quien creaste en el principio de tus caminos en el cual un príncipe de este mundo no hó causa de muerte y sin embargo lo hizo matar y con esa muerte fue destruido el decreto que no será contrario nada de esto dicen los libros de los platónicos ni en sus páginas se encuentra este rostro de piedad ni las lágrimas de la confesión en las que tú ves el sacrificio de un corazón contrito y humillado nada dicen de la salud del pueblo ni de la ciudad desposada ni de las
primicias del Espíritu Santo y El cáliz de nuestra salud nadie canta en ellos mi alma está sujeta al Señor de quien viene mi salud Porque él es mi Dios y mi salvación él me ha recibido y ya más no me moveré