Salmo 91, protección divina para los hijos y la familia amado, Padre Celestial, en este momento de oración nos acercamos a ti con humildad, pidiéndote que escuches nuestra súplica de protección para nuestros hijos y nuestra familia. Te agradecemos por tu infinita misericordia y por las promesas que nos has dado a través del salmo 91. En ti encontramos refugio, en ti, hallamos la fuerza para enfrentar cualquier adversidad y hoy elevamos nuestra voz confiando plenamente en tu poder.
Tú que habitas en el abrigo del altísimo bajo la sombra del omnipotente. ¿Descansamos seguros? Tú eres nuestro refugio y fortaleza nuestro Dios en quien confiamos.
Oh señor, protege a nuestros hijos y a nuestra familia de todo mal que pueda acechar. Te pedimos que pongas alrededor de ellos un escudo invisible, que tu presencia sea un refugio constante y que ningún peligro los toque. Padre amado, confiamos en tu promesa y que nos librarás de las trampas del cazador, del lazo del enemigo, de cualquier mal que intente dañarnos a TI.
Acudimos en busca de refugio y en TI confiamos que desvanecerás todo temor. Cúbrenos con tus plumas y bajo tus alas hallaremos refugio. Te pedimos que cubras a nuestros hijos desde su niñez hasta su adultez con tu sombra protectora, guardándolos de toda enfermedad, accidente y de todo peligro.
Señor, sabemos que tu verdad es un escudo alrededor de nuestra familia, nos refugiamos bajo tu fidelidad y tu palabra. Porque nos has dado la confianza de que no temeremos el terror nocturno, ni las flechas que vuelan de día, ni la peste que acecha en la oscuridad, ni la destrucción que devasta al mediodía. Pon tu mano sobre nuestros hijos mientras duermen, que ninguna pesadilla ni angustia los aturmente, que su descanso sea pleno y que tú seas su paz en cada amanecer.
Aunque 1000 caigan a nuestro lado y 10000 a nuestra derecha, confiamos en que a nuestra familia nos llegará el mal. Sabemos que nos has prometido que veremos tu justicia y tu protección, actuar en nuestras vidas, en tu infinita sabiduría, desarmas las trampas del enemigo antes de que siquiera lleguen a nosotros. Y por eso en TI.
Encontramos paz y seguridad. Tú eres nuestro refugio o altísimo y habitamos bajo tu sombra, ningún mal podrá tocarnos. Ninguna calamidad se acercará a nuestro hogar, porque tú, señor, Has dado órdenes a tus ángeles para que guarden nuestros caminos.
Te pedimos, señor, que Los Ángeles celestiales rodeen a nuestros hijos cuando salen de casa, que los acompañen en sus estudios, en su trabajo, en sus amistades y que siempre estén protegidos por tu presencia, que tu amor y tu verdad los guíen y que ningún mal pensamiento ni personas con intenciones oscuras puedan acercarse a ellos. En sus manos, tus ángeles los llevaran para que no tropiecen con piedra alguna, Oh señor, Guíalos por senderos seguros, aleja de ellos las malas decisiones, las influencias negativas y todo aquello que pueda desviarlos de tus caminos. Y pedimos que los libres de los peligros visibles e invisibles de todo aquello que pueda amenazar su bienestar físico, emocional o espiritual, que sean guardados bajo tu protección en todo momento.
Padre amado, confiamos en tu promesa, pisarán sobre el. Un y la serpiente vencerán cualquier amenaza que venga en su contra, que en cada desafío que enfrenten, sientan tu presencia poderosa y cuando el mundo les ofrezca dudas, tentaciones o dificultades, ellos siempre vuelvan sus ojos a ti y recuerden que tu amor y tu protección está su victoria. ¿Por qué han puesto su amor en TI?
Oh señor, los librarás de cualquier angustia. Te pedimos que fortalezcas a nuestros hijos y a nuestra familia con tu amor y tu poder, que siempre tengan la certeza de que en cualquier circunstancia tú estás a su lado y los levantaras con tu mano poderosa cuando el peso de las dificultades. Parezca ser demasiado, señor, tú has prometido que cuando te invoquemos tú nos escucharás.
Te llamamos hoy en el nombre de Jesús para que respondas a nuestras súplicas por protección. Sabemos que en la angustia tú estarás con nosotros. No permitas que nuestros hijos sientan soledad o desamparo en sus momentos difíciles, sino que puedan sentir tu presencia que consuela y fortalece tú los rescatarás y los honrarás padre, te pedimos que llenes sus vidas de bendiciones, que en su camino encuentren oportunidades de crecimiento, sabiduría.
Y paz, que se sientan honrados al ser llamados hijos tuyos y que el mundo pueda ver en ellos el reflejo de tu bondad y tu amor. Llévalos de Gloria en Gloria, permitiendo que sus vidas sean un testimonio vivo de tu gracia y tu favor. Padre celestial, seguimos ante tu trono de gracia.
Reconociendo tu soberanía sobre nuestras vidas, elevamos esta oración con corazones llenos de fe y esperanza, sabiendo que tú eres el guardián fiel de nuestra familia. Y pedimos, señor, que sigas derramando tu manto de protección sobre nuestros hijos, sobre cada miembro de nuestra familia. Sabemos que nada escapa de tu control y que en tus manos.
Están nuestras vidas. Por eso confiamos plenamente en ti, en tu poder y en tu amor incondicional. Oh señor, pedimos que nuestros hijos siempre caminen en tu luz, que sus pasos estén guiados por tu sabiduría, que ellos nunca se desvíen ni a la derecha ni a la izquierda.
Sino que sigan rectos caminando en el sendero de justicia que has preparado para ellos, padre, que toda tentación que intente desviarlos sea rechazada en tu nombre y que en cada momento de duda o debilidad, ellos puedan volver sus ojos hacia ti, encontrando en tu palabra la fuerza que necesitan para vencer. Señor, fortalece sus corazones para que no caigan en las trampas del enemigo, que el engaño no tenga lugar en sus mentes ni en sus corazones, sino que sean llenos de tu verdad, de tu paz y de tu discernimiento. Te rogamos que les des la claridad para reconocer el mal y la firmeza para resistirlo y que siempre encuentren refugio en tu amor.
Que cualquier influencia negativa que se acerque a ellos sea neutralizada por tu poder y que la luz de Cristo que brilla en sus vidas disipe toda oscuridad. Padre clamamos por la protección espiritual de nuestros hijos, sabemos que en este mundo hay fuerzas que intentan corromper y destruir. Pero también sabemos que tú eres más poderoso que cualquier mal, por eso cubrimos a nuestros hijos con la sangre de Cristo proclamando que ningún espíritu maligno, ninguna obra de oscuridad, tendrá autoridad sobre sus.
Vidas los declaramos libres de toda atadura de toda opresión espiritual. Porque tú, oh Dios, has prometido que los librarás de todo mal padre. También queremos pedirte por la protección emocional de nuestra familia en un mundo lleno de desafíos y confusión.
Te suplicamos que mantengas los corazones de nuestros hijos firmes en tu paz, que no sean perturbados por las presiones externas ni por las inseguridades internas, sino que encuentren en ti la confianza y la seguridad que necesitan, que sus emociones estén ancladas en tu amor perfecto y que cualquier herida emocional que hayan sufrido. Se hace nada por tu mano misericordiosa. Sabemos, señor, que solo en TI encontramos plenitud de vida.
Por eso te pedimos que nuestros hijos pueden experimentar esa vida en abundancia que tú prometiste que en sus relaciones personales, en sus estudios, en su trabajo y en cada aspecto de sus vidas. Puedan ver tu mano, guiándolos y prosperándolos el fruto de sus esfuerzos, sea bendecido por TI y que todo lo que emprendan prospere bajo tu favor. Que el éxito que experimenten sea un reflejo de tu bondad y de tu fidelidad.
Amado Dios. También pedimos por la unidad de nuestra familia. Que el enemigo no tenga ninguna oportunidad de sembrar discordia, malentendidos o rencores entre nosotros.
Que el amor que tú has derramado en nuestros corazones sea el vínculo que nos mantenga, siempre unidos en armonía y en paz, que nuestra casa reine la comprensión, el perdón y la generosidad de espíritu. Y cualquier conflicto o desavenencia se ha resuelto con sabiduría y amor, y que siempre recordemos que somos un reflejo de tu familia celestial, Oh señor, protege a nuestros hijos en todo lugar donde se encuentren, ya sea en la escuela, en el trabajo, con amigos o en momentos de ocio. Te pedimos que los guardes de cualquier peligro físico, de accidentes de enfermedades y de cualquier circunstancia que ponga en riesgo sus vidas.
Rodea cada espacio donde estén con tu presencia, como una muralla de fuego que impida la entrada de cualquier mal. Que tu espíritu santo los guíe en cada decisión que tomen y que siempre actúen. Con sabiduría y prudencia, padre también queremos pedirte por la prosperidad de nuestra familia.
Sabemos que todas las bendiciones materiales provienen de TI y que solo en tu providencia encontramos el sustento que necesitamos. Por eso te pedimos que no falte el pan en nuestra mesa. Que nuestras finanzas sean administradas con sabiduría y que siempre podamos dar generosamente de lo que tú nos das, que nuestros hijos crezcan en un ambiente de abundancia, pero que nunca se apeguen a las riquezas materiales, sino que siempre reconozcan que tú eres la fuente de todas nuestras bendiciones.
Te pedimos, señor, que nuestros hijos se conviertan en hombres y mujeres de fe, que sus corazones estén firmemente arraigados en tu palabra, que siempre tengan el valor de defender la verdad, de actuar con integridad y de vivir conforme a tus principios, que sean luz en medio de un mundo lleno de oscuridad y que sus vidas inspiren a otros a buscar tu rostro. Que tu espíritu santo los tiene de sabiduría, de amor y de valentía para enfrentar cualquier desafío que el futuro les depare. Oh Dios.
En este momento nos encomendamos a ti con total confianza. Sabemos que bajo tu protección nuestros hijos están. En seguros nuestra familia está segura y nuestras vidas están en paz.
Te agradecemos porque en ti encontramos refugio y fortaleza, porque en TI está nuestra esperanza. Sigue siendo nuestro escudo, nuestro protector y nuestra guía en todo momento. Padre celestial, nos postramos nuevamente ante TI.
Con corazones llenos de gratitud y fe, sabiendo que escuchas nuestras oraciones y que siempre estás atento a las necesidades de tu pueblo, hoy elevamos una súplica continua por la protección y bienestar de nuestros hijos y nuestra familia, confiando plenamente en tu bondad y en la fidelidad de tus promesas. Nos aferramos a ti nuestro escudo y fortaleza. Porque sabemos que en tu presencia estamos a salvo, Oh señor, Clamamos, para que nuestros hijos crezcan en la sabiduría que sólo proviene de TI, que desde su juventud puedan discernir el bien del mal y que sus decisiones estén alineadas con tu voluntad.
Que ningún engaño del enemigo logre desviarlos del camino. ¿Qué has preparado para ellos? Rodea sus mentes con tu verdad, señor, para que los pensamientos de confusión, boda o temor no tengan lugar en sus corazones.
Llénalos de tu Espíritu Santo para que puedan tener discernimiento en cada momento crucial de sus vidas. Pedimos, oh Dios, que bendigas las relaciones. Que nuestros hijos establezcan a lo largo de su vida, que se rodeen de amigos leales, personas que les animen a seguir siempre buscándote y que sean una buena influencia.
Te pedimos que aparte este su camino a aquellos que podrían corromper sus valores o llevarlos por senderos peligrosos. Que sus amistades sean reflejo de tu amor y tu verdad, y que ellos mismos también sean un faro de luz en las vidas de quienes los rodean. Padre, también te rogamos que cuide sus corazones en lo que respecta al amor y a las relaciones, que cuando llegue el tiempo de formar sus propias familias.
Encuentren compañeros de vida que compartan su fe y su devoción a TI, que esos futuros matrimonios sean cementados en tu palabra y que sus hogares estén llenos de paz, amor y comprensión mutua. Te pedimos que prepares desde ahora a las personas que serán parte de sus vidas. Volteándolos con tu amor y con tu protección, señor.
Sabemos que vivimos en un mundo lleno de tentaciones y distracciones. Por eso te pedimos que guardes los ojos y oídos de nuestros hijos, que no se dejen influenciar por las cosas que el mundo ofrece, sino que encuentren en ti todo lo que necesitan. Protege sus corazones de la codicia, el orgullo y el deseo de cosas pasajeras.
Enséñales a valorar lo que es eterno y verdadero, a poner siempre su confianza en TI y no en las riquezas materiales ni en los placeres temporales, te pedimos también que fortalezcas su identidad en Cristo, que nunca duden de su valor y de quiénes son en TI. Sabemos que el mundo intentará poner etiquetas, comparaciones y estándares falsos sobre ellos, pero confiamos en que tu verdad será más fuerte, que nuestros hijos siempre sepan que son amados de manera incondicional, que son hijos del rey de Reyes y que en TI tienen propósito, valor y dignidad. Que puedan caminar con confianza en su verdadera identidad y que ninguna palabra negativa o juicio externo los haga tambalear padre.
En este mundo lleno de incertidumbres, pedimos que proveas estabilidad en sus vidas. Que tengan siempre la seguridad de que tú estás con ellos, guiándolos y sosteniéndolos en cada paso que den, incluso en los momentos más difíciles puedan sentir tu mano poderosa levantándolos dándoles fuerzas y renovando su esperanza en medio de las tormentas. Ellos encuentren paz en TI, sabiendo que tú.
Eres quien tiene el control de todo. Te pedimos, oh Dios, que también bendigas las decisiones que nuestros hijos deben tomar en sus vidas en momentos de duda. Ellos siempre busquen tu dirección antes de actuar, que tengan la sabiduría para discernir los caminos que llevan a la vida y el coraje para rechazar aquellos que conducen a la perdición.
Que cada paso que den sea guiado por tu Espíritu santo y que siempre tengan la humildad de depender de TI en todo señor. También clamamos por la salud de nuestros hijos y nuestra familia. Te pedimos que los guardes de enfermedades que fortalezcas sus cuerpos y les des vitalidad para enfrentar los desafíos del día a día.
Sabemos que tú eres el sanador por excelencia y confiamos en que ninguna dolencia o enfermedad podrá prevalecer sobre tu poder sanador. Rodea a nuestra familia con tu protección, señor, y que en cada área de nuestras vidas experimentemos tu toque sanador. Amado Padre.
También queremos rogarte. Por la prosperidad espiritual de nuestros hijos, que ellos no sólo crezcan en conocimiento y sabiduría humana, sino que también se desarrollen en su relación personal contigo, que cada día busquen más de TI, que su vida de oración sea constante y ferviente, y que siempre anhelen estar en tu presencia. Llénalos de tu Espíritu Santo para que sean guiados por tu luz y puedan tener una relación íntima contigo, reconociendo tu voz en cada decisión que tomen.
Te pedimos, señor, que les des un corazón compasivo y misericordioso, que siempre tengan un espíritu dispuesto a ayudar a los demás a mostrar amor y bondad. A quienes los rodean, que ellos reflejen tu amor en todas sus acciones y que su vida sea un testimonio de tu gracia. Enséñales a servir con humildad, a ser generosos en todo lo que hagan y a poner siempre a los demás antes que a sí mismos.
Padre amado. Seguimos en tu presencia con corazones llenos de esperanza y confianza, sabiendo que eres un Dios fiel y poderoso. En este momento te seguimos entregando a nuestros hijos y a nuestra familia pidiendo que los sigas cubriendo con tu manto de protección.
Te agradecemos, señor, porque cada día nos muestras tu misericordia y porque sabemos que nuestros seres queridos están seguros bajo tu sombra. Oh Dios, te pedimos que robéis nuestros hogares con una muralla de protección, que nuestras casas sean santuarios de paz, donde tu presencia reine en cada rincón. Que cualquier mal que intente penetrar sea detenido por el poder de tu espíritu, que las palabras que se pronuncian dentro de nuestras casas sean siempre de bendición, de edificación y de amor, guarda nuestros hogares de discusiones destructivas detenciones familiares.
Y de cualquier influencia que busque romper la unidad que hemos construido en TI, señor. Pedimos tu protección sobre los caminos que nuestros hijos recorren y cuando salgan de casa, ellos siempre regresen seguros, porque tú, oh Dios, los has guardado de todo peligro. Que los vehículos en los que viajan estén bajo tu.
Dado que sus pasos sean guiados por tu sabiduría y que cada decisión que tomen tanto en lo pequeño como en lo grande, este alineada a tu voluntad, cierra puertas que no deben abrirse, señor, y abre aquellas que los llevarán a cumplir tu propósito en sus vidas. Te pedimos, señor, que pongas un cerco espiritual alrededor de nuestro hogar. Que nada de lo que provenga del mal pueda penetrar las paredes de nuestra casa.
Rogamos que alejes de nuestra familia cualquier influencia maligna que quiera robarnos La Paz, la armonía y la unidad que tú has sembrado en nosotros. Que tu luz brille en cada rincón de nuestro hogar, expulsando toda oscuridad, todo temor y toda inquietud. Que tu paz que sobrepasa todo entendimiento se asiente en nuestros corazones y en nuestras mentes, dándonos la serenidad para enfrentar cualquier desafío padre, en este mundo lleno de peligros.
Pedimos que la protección física. Sea una constante siempre sobre nuestros hijos, que dondequiera que vayan tú estés con ellos velando por su seguridad y protegiéndolos de cualquier daño que sean guardados, de accidentes, de caídas, de cualquier ataque del enemigo que intente destruir sus vidas. Sabemos que tu señor.
Eres más poderoso que cualquier amenaza y confiamos en que ningún mal podrá tocarlos mientras estén bajo tu cuidado. Rodea sus caminos con tus ángeles, señor, para que siempre estén vigilados y guiados por tu poder celestial. Te pedimos, señor, que tus ángeles guerreros se levanten en nuestro favor, luchando en el ámbito espiritual.
Por la protección de nuestra familia sabemos que hay fuerzas invisibles que buscan nuestra destrucción, pero confiamos en que tú ya has vencido al enemigo y nos has dado la victoria. Por eso proclamamos tu poder sobre cualquier fuerza del mal que intente levantarse en. En contra de nosotros, atamos todo espíritu de discordia, enfermedad, pobreza, maldición y destrucción en el nombre de Jesús y declaramos que no tendrán autoridad sobre nuestra familia, que toda arma forjada contra nosotros sea destruida por tu poder y que podamos vivir en la libertad que solo tú nos das amado, señor.
Te pedimos también que protejas nuestras finanzas y nuestras posesiones, que todo lo que has puesto en nuestras manos sea guardado y multiplicado bajo tu bendición, que no haya pérdidas, robos ni deudas que puedan consumir los recursos que tú nos has provisto. Danos sabiduría para administrar nuestras finanzas con responsabilidad y generosidad. Sabiendo que todo lo que tenemos proviene de TI y que nunca nos falta el pan en la mesa, porque confiamos en que tú eres nuestro proveedor fiel, te pedimos, oh Dios, que bendigas los talentos y habilidades de nuestros hijos, que todo don que les has dado sea usado para tu Gloria y para el bien de los demás.
Que ellos descubran sus pasiones y propósitos en la vida. Y que encuentren la realización plena al caminar en el propósito que has diseñado para ellos, que sus habilidades sean una puerta de bendición para ellos y para otros, y que puedan honrarte con todo lo que hagan, que no se dejen desanimar por las dificultades, sino que siempre perseveren con valentía y confianza en TI, padre. Clamamos por una protección especial sobre las mentes de nuestros hijos, sabemos que el enemigo intenta sembrar mentiras, confusión y miedo en sus corazones, pero confiamos en que tú, señor, Eres el guardián de sus pensamientos.
Te pedimos que todo aquello que no sea conforme a tu palabra sea desechado. Que sus mentes estén llenas de pensamientos puros, de cosas nobles, de todo lo que es. Bueno y digno de alabanza, que ellos siempre puedan discernir la verdad de las mentiras y que nunca caigan en el engaño del enemigo.
Te pedimos, oh Dios, que en cada etapa de su vida nuestros hijos estén rodeados de personas que les impulsen a ser mejores. Padre, también pedimos que fortalezcas a nuestros hijos en su fe para que cuando enfrenten pruebas y dificultades puedan permanecer firmes, que las tormentas de la vida no los desvíen, sino que puedan aferrarse más a ti en medio de la adversidad, que cada prueba sea una oportunidad para que su fe crezca y que puedan ver tu mano obrando en cada situación. Por más difícil que sea que sus corazones nunca se llenen de amargura o resentimiento, sino que siempre puedan confiar en tu bondad y en tus planes perfectos.
Con mi larga vida los asearás y les mostrarás tu salvación. Te agradecemos, señor, por la vida de nuestros hijos y nuestra familia. Te pedimos que nos des muchos años para vivir en tu presencia, para ver el cumplimiento de tus promesas en ellos y para disfrutar de La Paz que sólo tú puedes dar, que ellos siempre caminen bajo tu guía y que al final de sus días puedan gozar de la vida eterna siempre en tu presencia.
Amén.