3 Historias REALES de Terror de TAQUEROS | Relatos de Terror

[Música] voy a contarte algo que me pasó hace unos años cuando tenía mi taquería en un barrio de la Ciudad de México no sé si lo que viví fue cosa de mi cabeza o algo que de verdad sucedió pero todavía lo recuerdo como si hubiera sido ayer y aunque me gusta contar la historia entre amigos Siempre que la repito Me quedo con esa sensación incómoda de que hay algo que no termino de entender mi taquería estaba en una esquina concurrida cerca de una Estación de metro y un par de oficinas mi papá había empezado con

el negocio y al morir yo me quedé al frente no era fácil pero los tacos al pastor siempre jalaban gente y más de un vecino venía a cenar varias veces a la semana lo que pasó fue en una de esas noches de viernes que por alguna razón siempre tenían una vibra extraña esos días la clientela era diferente muchos borrachos gente apurada y caras que no veía entre semana el negocio andaba bien esa noche con la fila habitual de clientes y yo cortando carne sirviendo salsa todo a la carrera mi ayudante Toño se ocupaba de las

órdenes mientras yo me concentraba en el trompo entonces entre los clientes vi a un tipo que no conocía eso no era raro como te digo los viernes traían a muchos que no eran del barrio pero algo en él me llamó la atención no era por su ropa ni su aspecto sino por cómo se movía no pidió nada no se formó solo estaba allí parado a unos metros observando el tipo era alto flaco con una gorra vieja y una chaqueta que parecía demasiado grande para él su mirada me seguía de un lado a otro mientras cortaba

la carne y me hacía sentir incómodo pero no podía perder tiempo pensándolo los clientes seguían llegando Así que traté de ignorarlo y seguí trabajando pasaron unos 15 o 20 minutos antes de que me diera cuenta de que el tipo seguía allí sin moverse no era el típico cliente que espera a sus amigos o decide qué pedir y mucho menos alguien que simplemente paseaba a esas alturas la mayoría de los que habían llegado junto con él ya se habían ido entonces se me acercó lentamente pero sin decir nada yo esperaba que me pidiera un taco pero

nada Solo se quedó allí del otro lado del carrito mirándome fijamente qué vas a querer le pregunté medio en broma pero más por romper la tensión que se sentía no respondió sus ojos estaban vacíos y el hecho de que estuviera tan cerca pero tan silencioso me puso nervioso Pensé que podría ser un tipo perdido o drogado algo común en esa zona los fines de semana me fijé mejor en sus manos las tenía metidas en los bolsillos de su chaqueta Y de pronto mi cabeza empezó a pensar en todas las historias que había escuchado de asaltos

especialmente en puestos callejeros la gente como yo que maneja efectivo y está expuesta era un blanco fácil amigo si no vas a pedir me estás estorbando Le dije esta vez más serio intentando que se alejara Toño también lo notó se acercó y me preguntó en voz baja si quería que lo sacara de ahí pero le dije que lo dejara tal vez solo estaba confundido pensé así que el tipo se quedó un poco más observando en silencio hasta que finalmente se fue caminó sin apuro cruzó la calle y se perdió entre las sombras de las tiendas

cerradas no volví a pensar en él hasta la siguiente semana cuando nuevamente en una noche de viernes lo vi regresar Esta vez fue más temprano alrededor de las 8 y de nuevo no pidió nada se quedó parado al borde del puesto observando a todos pero en especial a mí no me quitaba la vista de encima mientras yo trabajaba su presencia empezaba a molestarme pero más que eso me daba una mala sensación en el estómago esa noche después Deer me fui a casa preocupado le conté a mi esposa lo que había pasado y aunque ella me

escuchó me dijo que probablemente solo era alguien raro que no le diera importancia intenté hacerle caso pero algo en ese tipo me inquietaba demasiado su mirada sus movimientos lentos todo me ponía en alerta pasaron un par de semanas en las que no supe nada de él y empecé a relajarme pero una noche de lluvia casi a las 10 cuando ya estábamos a punto de cerrar lo vi de de nuevo esta vez estaba más cerca del puesto bajo una de las sombrillas que habíamos puesto para los clientes no dijo ni una palabra pero sus ojos juro

que sus ojos no eran normales parecían brillar en la oscuridad O tal vez era la luz que rebotaba de los focos pero esa sensación de incomodidad volvió como una patada en el pecho le dije a Toño que lo vigilara mientras yo terminaba con los últimos clientes pero algo raro pasó en un momento dado el tipo desapareció un segundo estaba ahí y al siguiente ya no lo vi más no lo vi caminar ni alejarse Simplemente ya no estaba Fue entonces cuando empecé a pensar que algo Andaba mal el siguiente viernes fue el peor llovía a cántaros

y estábamos a punto de recoger Cuando lo vi aparecer estaba empapado pero no se movía simplemente se quedó parado mirando desde la esquina bajo la luz amarillenta del poste esta vez no me acerqué pero sentía su presencia como una presión en el pecho intenté ignorarlo recoger todo y marcharme pero cuando terminé él seguía ahí me fui al coche con Toño y mientras manejaba hacia mi casa miré por el retrovisor y ahí estaba el tipo caminaba detrás del coche a paso lento pero firme Toño lo notó también y me dijo que acelerara pero la lluvia hacía

difícil ir más rápido cuando doblé en una esquina lo perdí de vista al llegar a mi casa no pude dejar de pensar en él por me seguía quién era esa noche no pude dormir pensaba en su cara en cómo me miraba y en ese extraño brillo en sus ojos decidí que si lo veía de nuevo Lo confrontar no podía seguir con esa sensación de miedo la semana siguiente preparé mi plan si el tipo volvía le hablaría directamente lo enfrentaría y como si todo estuviera planeado volvió estaba lloviendo otra vez y ahí estaba él parado en

la misma esquina Esta vez no esperé dejé el cuchillo en la mesa y me acerqué a él qué quieres le dije sintiendo como el miedo me subía por la garganta el tipo no respondió solo me miró con esos ojos vacíos y fríos luego lentamente sacó algo de su bolsillo un billete de 500 pesos arrugado mojado no necesito tu dinero Si tienes hambre te doy de comer pero no me estés siguiendo dije enojado y confundido el tipo no dijo nada simplemente me extendió el billete cuando no lo acepté lo dejó caer al suelo y se fue

caminando lentamente hacia la oscuridad Esa fue la última vez que lo vi nunca más volvió a aparecer por la taquería pero desde entonces cada vez que cierro el negocio y estoy guardando las cosas me invade esa sensación de que alguien me observa desde la esquina aunque no haya nadie y cada viernes por la noche cuando Cierro la cortina del puesto reviso el suelo esperando no encontrar otro billete mojado tirado frente a [Música] mí Te voy a contar algo que me ha atormentado por años todavía no sé si fue una mala racha o algo más pero

desde entonces no he vuelto a ser el mismo la historia comienza con mi taquería un pequeño negocio que había puesto con mucho esfuerzo en una colonia al sur de la Ciudad de México no era la taquería más popular Pero tenía mis clientes fijos sobre todo por la noche cuando los vecinos salían de trabajar o volvían de la escuela y querían algo rápido y barato para cenar era un negocio humilde pero honrado todo empezó En una de esas noches tranquilas de martes la taquería estaba en una esquina donde no pasaba mucho salvo uno que otro coche

o las luces de los autobuses al fondo era de esas noches en las que te pones a pensar si cerrar más temprano porque sabes que no va a caer más gente Toño mi ayudante estaba freg los trastos y yo terminaba de limpiar el trompo del pastor justo cuando pensaba que ya no valía la pena seguir abiertos apareció un tipo raro no sé bien cómo describirlo no era un cliente habitual y tampoco tenía pinta de venir por tacos llevaba una chamarra vieja sucia de esas que parecen haber visto mejores días y un sombrero gris que le

cubría la cara casi por completo se acercó al puesto pero no pidió nada Solo se quedó parado como si estuviera esperando algo le pregunté qué se le ofrecía pero no respondió pensé que tal vez no había escuchado así que me acerqué un poco más y repetí la pregunta qué va a llevar jefe el hombre me miró desde Debajo del sombrero solo vi un Destello en sus ojos algo extraño como si no estuviera del todo ahí pero tampoco parecía perdido finalmente habló no vine por tacos me dijo con una voz rasposa casi un susurro Solo que

ver cómo trabajas esa respuesta me dejó un poco inquieto nadie se te acerca a las 10 de la noche Solo para ver cómo trabajas le sonreí más por educación que por otra cosa y volví a mi puesto me dije que probablemente era solo otro tipo raro que había tenido un mal día pero por alguna razón no me quitaba de la cabeza lo extraño de su actitud no me gustaba cómo me miraba esa noche no pasó nada más cerramos una hora después y me fui a casa mi esposa estaba dormida como siempre cuando llegué y yo

no tenía ánimo de contarle lo sucedido no quería preocuparla por algo que tal vez no tenía importancia pero la verdad no podía dejar de pensar en ese hombre la semana siguiente las cosas se pusieron más raras era miércoles otra noche floja y casi a la misma hora el mismo tipo apareció de nuevo Esta vez ni siquiera se acercó tanto se quedó parado en la esquina justo donde la luz del poste no lo alcanzaba del todo no hizo ningún gesto ni siquiera me miraba directamente Pero sabía que estaba ahí por mí lo sentía era como si

su mera presencia en ese Rincón oscuro me estuviera acechando no sé cuánto tiempo pasó antes de que me decidiera a confrontarlo Yo no soy de esos que se dejan intimidar fácil y menos en mi propio negocio así que me acerqué con firmeza aunque con algo de nervios a medida que me acercaba el tipo parecía más grande como si su sombra se estirara con la oscuridad que lo envolvía qué quieres le solté ya un poco molesto si no vas a comprar nada mejor lárgate de aquí el hombre me miró otra vez Pero esta vez su expresión

era diferente Tenía una leve sonrisa que me hizo sentir un frío en la espalda no me dijo nada Solo se dio media vuelta y se fue caminando lentamente como si no tuviera ninguna prisa lo vi desaparecer entre las sombras de las calles cercanas esa noche El sueño me fue imposible me quedé dando vueltas en la cama tratando de convencerme de que no pasaba nada que solo era un tipo raro con tiempo de sobra pero algo en mi estómago me decía que había más pasaron unos días y no supe nada de él el negocio volvió a

la normalidad o Eso pensaba yo hasta el siguiente viernes era una de esas noches en las que la taquería estaba llena con gente de pie esperando su orden entre el bullicio de la gente los coches que pasaban y la música que salía de los bares cercanos volví a verlo estaba al fondo a unos metros del puesto observando en silencio sin acercarse demasiado esta vez no me atreví a decirle nada lo ignoré seguí sirviendo los tacos sonriendo a los clientes como si todo estuviera bien pero no podía sacármelo de la cabeza cada vez que levantaba la

mirada allí estaba parado como una sombra cuando por fin se fue la última persona me acerqué añ que estaba limpiando las mesas y le pregunté si había visto al tipo me miró con cara de extrañeza qué tipo me dijo Yo no vi a nadie Eso me desconcertó más que nada Cómo que no lo había visto el tipo había estado allí todo el rato decidí no insistir y le dije que cerrara mientras yo me quedaba limpiando el trompo El problema es que después de eso empecé a sentir que algo raro pasaba con mi puesto el trompo

de pastor que siempre cortaba sin problem de repente se sentía pesado como si la carne no fuera la misma de siempre mis cuchillos que afilaba todas las mañanas ya no parecían cortar igual al principio pensé que estaba cansado que tal vez era solo el estrés acumulado pero con el paso de los días la sensación No desaparecía al contrario se hacía más intensa la cosa es que un día mientras cortaba la carne sentí un pinchazo en la mano era como si algo me hubiera mordido pero no había nada que pudiera haberme hecho heo daño al mirar

mi mano vi una pequeña marca roja como un rasguño pero no me di mayor importancia sin embargo esa misma noche el dolor se hizo más fuerte parecía que la herida se estaba infectando intenté ignorar el dolor y seguir trabajando pero con cada día que pasaba el malestar aumentaba la mano empezó a hincharse Y el simple hecho de sostener el cuchillo se volvió insoportable lo peor es que cada vez que llegaba la noche volvía a sentir que alguien me estaba observando a veces veía al tipo en los reflejos de las vitrinas o al otro lado de

la calle siempre en la penumbra como si nunca se hubiera ido del todo Una noche ya no aguanté más después de cerrar fui directamente al hospital El doctor que me atendió me dijo que la herida no era gran cosa solo una infección que había crecido más de lo normal me dieron unos antibióticos y me recomendaron que descansara pero el problema no era solo físico yo sabía que lo que me estaba pasando no tenía explicación lógica después de esa visita al doctor decidí tomarme un par de días libres para ver si mejoraba no volví al puesto

por un par de noches y Toño se encargó de todo mientras yo descansaba en casa pero Incluso en casa sentía la presencia de ese tipo no podía dormir bien cada vez que cerraba los ojos veía su cara su sonrisa burlona el dolor en mi mano iba desapareciendo pero el miedo no finalmente volví a la taquería Toño me dijo que todo había ido bien durante mi ausencia pero yo no podía evitar sentirme incómodo la primera noche que regresé todo fue tranquilo ningún cliente raro ningún tipo en las sombras pensé que tal vez todo había sido producto

de mi cabeza que el descanso había ayudado a aclarar las cosas pero como en las otras veces el alivio no duró mucho unos días después el tipo regresó esta vez no estaba solo lo vi desde lejos en la misma esquina pero ahora había otras figuras a su alrededor No pude distinguir sus caras estaban cubiertos por la sombra del poste de luz pero sentí sus miradas sobre mí el miedo me paralizó ya no era solo un tipo raro siguiéndome ahora eran varios qué querían de mí Por qué me perseguían esa noche cerré temprano sin darle explicaciones

a Toño simplemente recogí todo y me fui a casa desde ese día dejé la taquería no le dije a nadie la verdadera razón solo cerré el negocio y no volví más a veces pienso que fue una tontería que todo estaba en mi cabeza pero luego Recuerdo esas noches esas [Música] miradas siempre he sido fan de los tacos desde que tengo memoria cada viernes por la noche después de salir del trabajo o de la universidad me gustaba detenerme en alguna taquería era como una pequeña tradición personal una especie de ritual con el que me despedía de

la semana la Ciudad de México con su ritmo caótico tenía un lado reconfortante en esos puestos de tacos callejeros que iluminaban las esquinas la luz amarillenta del foco el sonido de la carne chisporroteo en El Comal y el aroma de la cebolla asada mezclado con el del pastor para mí esos lugares eran como pequeños refugios había probado muchas taquerías en la ciudad desde las más famosas hasta esos puestos improvisados en alguna esquina poco transitada pero una en particular me atrapó estaba en una calle que no era precisamente de las más concurridas la primera vez que

fui fue por pura casualidad el tráfico en Insurgentes estaba infernal y decidí desviarme no fue hasta que me detuve en un semáforo que vi el pequeño letrero Tacos El Güero estaba casi oculto detrás de un poste de luz pero el aroma que emanaba el puesto me llamó de inmediato sin pensarlo dos veces me estacioné cerca el lugar no era nada del otro mundo un carrito metálico con dos planchas para la carne una mesa larga con salsas y un par de bancos apenas unas pocas luces alumbraban la esquina y había Solo dos personas sentadas comiendo lo

cual era raro para esa hora de la noche de hecho todo se sentía algo apagado para lo que normalmente esperabas de una taquería sin embargo el taquero un hombre delgado y de mediana edad movía con destreza la espátula preparando un taco de pastor con una precisión que me impresionó me acerqué a la barra y pedilo de siempre tres de pastor con todo salsa verde y un refresco el hombre apenas habló pero su eficiencia era innegable mientras esperaba noté algo raro las otras dos personas comían en completo silencio no había esa plática animada que normalmente encuentras

en las taquerías ni la broma ocasional entre el taquero y los clientes Todo estaba envuelto en una quietud extraña solo el sonido de la carne en la plancha rompía la monotonía los tacos llegaron rápido el taquero los deslizó hacia mí con un movimiento casi mecánico sin cruzar miradas sin decir nada más que un suave aquí tienes no me importó mucho al principio porque el olor que desprendían era Irresistible me llevé el primer taco a la boca y honestamente fue de los mejores que había probado en mi vida la carne tenía un sabor único distinto como

si hubiera sido marinada en una receta secreta que no podías encontrar en ningún otro lugar pero mientras lo comía no podía sacudirme una sensación extraña que me invadía algo en el ambiente no se sentía bien alrededor de nosotros las luces de la calle parecían más tenues de lo normal la oscuridad entre los edificios cercanos era densa casi tangible como si el puesto de tacos fuera una pequeña isla de luz en medio de un océano de sombras empecé a sentir una leve incomodidad pero no quise hacerle caso me repetía que solo estaba cansado por la semana

larga que había tenido que era mi mente jugándome una mala pasada cuando terminé mi Tercer Taco me di cuenta de que las otras dos personas ya se habían ido ahora el puesto estaba completamente vacío salvo por mí y el taquero que continuaba limpiando la plancha en silencio decidí pedir otro más esta vez de bistec porque quería prolongar la experiencia lo Admito el sabor de los tacos me había Atrapado Y aunque la situación era un poco rara la comida lo compensaba el taquero preparó el taco de bistec en un abrir y cerrar de ojos pero justo

cuando estaba a punto de morderlo escuché algo un ruido que provenía de la calle detrás de mí como un susurro O tal vez el sonido de pasos leves me giré para ver pero no había nadie la calle seguía igual de vacía que antes las sombras entre los edificios seguían siendo densas e impenetrables me encogí de hombros y volví a mi Taco pensando que tal vez había sido solo el viento el segundo bocado del taco de bistec fue tan bueno como el primero pero ahora ya no podía ignorar la sensación de inquietud que se apoderaba de

mí Era como si algo en el ambiente hubiera cambiado sutilmente como si el aire mismo se hubiera vuelto más pesado no podía explicarlo pero sentía una presencia algo que no podía ver pero que estaba ahí justo Más allá de la luz del puesto todo bien joven me preguntó el taquero de repente sin levantar la vista de la plancha su voz era monótona como si estuviera preguntando por cortesía más que por interés Genuino me tomó un segundo responder ya que la pregunta me agarró por sorpresa Sí todo bien usted el hombre no respondió de inmediato simplemente

siguió trabajando moviendo los cuchillos y organizando la carne el silencio volvió a caer sobre nosotros y yo seguía comiendo Aunque ya no con tanto entusiasmo el sabor de los tacos ya no me parecía tan importante Ahora solo quería terminar y largarme de allí algo en el ambiente me estaba poniendo de los nervios pero no podía identificar qué era exactamente decidí que sería mejor pagar e irme no había nadie más y la noche parecía haberse vuelto más densa como si algo estuviera envolviendo el puesto saqué mi y pagué los tacos el taquero tomó el dinero sin

decir una palabra pero justo cuando me Estaba preparando para irme habló otra vez Es raro que alguien se quede tanto tiempo por aquí dijo sin mirarme no suelen quedarse tanto después de los primeros tacos A qué se refiere le pregunté confundido el hombre se detuvo sus movimientos cesaron y por primera vez en toda la noche levantó la vista para mirarme directamente sus ojos pequeños y oscuros parecían pesar sobre mí la gente no vuelve Eso es todo dijo casi en un susurro me quedé helado incapaz de procesar sus palabras por completo Qué quería decir con que

la gente no vuelve tragué saliva sintiendo como el aire a mi alrededor se volvía más denso más sofocante bueno yo yo ya me voy respondí intentando sonar casual pero mi voz temblaba un poco me di la vuelta rápidamente y empecé a caminar hacia mi coche mi corazón latía fuerte en mi pecho y aunque intentaba no mostrarlo estaba aterrado no quería girarme para ver si el taquero seguía mirándome algo me decía que no quería saberlo cuando llegué a mi coche las manos me temblaban mientras buscaba las llaves en el bolsillo finalmente las encontré Abrí la puerta

y me metí rápidamente encendí el motor Pero antes de arrancar no pude evitar echar un vistazo por el espejo retrovisor el taquero seguía allí parado junto a su puesto observándome en silencio pero lo más extraño fue que justo al otro lado de la calle en la misma esquina Donde había visto pasar a las primeras dos personas vi una figura inmóvil casi oculta entre las sombras no podía distinguir su rostro Pero sabía que estaba mirando directamente hacia mí arranqué el coche de inmediato y aceler alejándome lo más rápido posible de esa esquina mientras me internaba en

el tráfico nocturno de la ciudad traté de sacarme de la cabeza todo lo que había pasado pero esa sensación de ser observado de que algo me había seguido Desde esa taquería no se fue Desde esa noche dejé de hacer mi ritual de tacos de los viernes cada vez que pasaba por alguna taquería recordaba el sabor de los tacos de El Güero pero también recordaba la sensación de que algo estaba mal muy mal y aunque he querido volver para resolver el misterio algo en mí me dice que no debería que hay cosas que es mejor dejar

atrás hasta el día de hoy no sé si fue mi imaginación o algo más lo que viví aquella noche Pero lo que sí sé es que desde entonces ya no puedo disfrutar de un taco sin sentir que algo me está observando esperando el momento en que baje la guardia