Tomás revisó su reloj por quinta vez en los últimos 10 minutos eran casi las 8 de la noche y Camila aún no llegaba a casa se removió en su silla de cuero negro en su oficina de paredes grises con vista panorámica a la ciudad había estado enterrado en números informes y llamadas de clientes todo el día su mundo giraba en torno a contratos reuniones y estrategias empresariales todo lo demás quedaba en segundo plano suspiró y desbloqueó su teléfono ningún mensaje de Camila abrió la aplicación de localización que instaló en su celular sin decirle pero la
señal estaba apagada frunció el seño lo habría desactivado ella o alguien más lo hizo normalmente su hija llegaba a casa alrededor de las seis no le gustaba alarmarse pero un mal presentimiento comenzó a crecer en su pecho justo cuando iba a marcar su número el celular vibró con una llamada entrante al ver la pantalla su estómago se encogió era la señor Álvarez preguntó una voz femenina del otro lado de la línea sonaba preocupada soy la directora de la escuela de su hija llamo porque Camila no ha regresado a casa desde que terminó la jornada escolar
Tomás sintió como la sangre se le iba del rostro Cómo que no ha regresado logró decir poniéndose de pie de inmediato al parecer no tomó el transporte escolar tampoco hemos podido comunicarnos con ella hemos intentado hablar con algunos de sus amigos pero nadie sabe nada creímos que usted tendría información el corazón de Tomás latía con fuerza en su pecho No él no tenía información ni siquiera sabía con exactitud Quiénes eran los amigos de su hija últimamente había estado tan ocupado con el trabajo con sus responsabilidades que Camila y él se habían convertido en extraños Bajo
el mismo techo voy para allá dijo antes de colgar a los pocos minutos Tomás estaba en su auto conduciendo hacia la escuela con el pie ido en el acelerador su cabeza era un torbellino de pensamientos recordó la última conversación que tuvo con su hija Esa mañana fue breve como siempre vas a llegar tarde otra vez le preguntó ella con indiferencia mientras recogía su mochila del sofá tengo una reunión importante respondió él sin levantar la vista del teléfono Camila no dijo nada más salió sin despedirse y ahora estaba desaparecida la estación de policía estaba iluminada por
luces fluorescentes y repleta de ruido oficiales caminaban de un lado a otro hablando por radio atendiendo denuncias llenando formularios Tomás apenas podía procesar lo que pasaba a su alrededor mientras un agente de rostro cansado tomaba su declaración Cuándo fue la última vez que vio a su hija preguntó el policía sin dejar de escribir en su libreta hoy en la mañana se fue a la escuela como siempre respondió Tomás sintiéndose un idiota Por no poder decir más ella mencionó algo sobre querer ir a otro lugar después de clases No lo sé apenas hablamos El oficial Lo
miró con expresión neutra antes de anotar algo más señor le seré sincero Los Adolescentes desaparecen todo el tiempo a veces es un arranque de Rebeldía a veces solo quieren llamar la atención hay algún problema en casa discusiones recientes Tomás frunció el seño no es así mi hija no es de las que se escapan el policía suspiró de cualquier manera tomaremos nota y comenzaremos a preguntar pero entiendo su preocupación informaremos a las patrullas cercanas y revisaremos las cámaras de seguridad alrededor de la escuela aún no podemos emitir una alerta oficial pero empezaremos con preguntas Tomás sintió
una oleada de frustración y miedo su hija estaba desaparecida y nadie parecía entender la gravedad del asunto Y si está en peligro preguntó tratando de controlar su ira el policía se encogió de hombros esperemos que no lo esté eso fue todo ninguna urgencia ninguna Promesa de que harían algo de inmediato solo un formulario más en una pila de casos sin resolver Tomás salió de la estación con la mente en blanco se apoyó contra la pared del edificio y exhaló con fuerza no podía quedarse de brazos cruzados tenía que hacer algo y entonces lo vio un
niño de no más de 12 años con una sudadera gastada y pantalones sucios estaba parado unos metros más adelante sosteniendo un teléfono viejo en sus manos lo miraba con una mezcla de nerviosismo y decisión señor dijo el niño acercándose lentamente sé dónde está su hija Tomás Lo miró con incredulidad Cómo sabes eso Quién eres soy Diego vivo en la calle vi a Camila con un tipo peligroso no quiero problemas pero sé lo que vi Tomás dudó y si solo estaba mintiendo por dinero pero algo en su mirada en la forma en que sus manos temblaban
levemente le dijo que decía la verdad el instinto de Tomás fue ignorarlo un niño de la calle diciéndole Dónde encontrar a su hija sonaba ridículo Pero entonces lo miró bien sus ojos eran serios su postura tensa y su corazón le dijo que no lo ignorara habla ordenó Diego el niño de la sudadera gastada tragó saliva antes de responder Pero tiene que prometerme que no le dirá a la policía Tomás miró al niño con escepticismo a su alrededor la ciudad seguía su rutina nocturna autos pasando luces de semáforos parpadeando murmullos de conversaciones en la distancia pero
su mundo su realidad se había detenido Cómo que sabes dónde está mi hija preguntó con el tono de alguien que no tenía tiempo para juegos Diego de pie frente a él apretó los labios y miró a ambos lados antes debl hablar en voz baja la he visto anda con gente peligrosa Tomás sintió un escalofrío recorrer la espalda dime dónde Ah el niño negó con la cabeza no es tan fácil si la va a buscar así nos la va a poner en peligro la impaciencia de Tomás creció no tenía tiempo para advertencias ni rodeos pero algo
en la mirada de Diego lo hizo detenerse sus ojos oscuros no reflejaban mentira ni oportunismo solo cautela Explícate exigió cruzándose de brazos Diego suspiró mirando el suelo como si intentara encontrar las palabras correctas Camila ha estado pasando el rato en lugares donde la gente como usted nunca va lugares donde nadie pregunta nada donde si te metes con la gente equivocada desapareces Tomás sintió El golpe de esas palabras como un puño en el estómago Dime exactamente Con quién está el niño vaciló con un tipo que se hace Llamar Elías es complicado Yo no me meto con
él pero sé que recluta gente como Camila chavos que creen que están escapando de algo pero en realidad están cayendo en algo peor el nombre no significaba nada para Tomás pero la manera en que Diego lo dijo dejó Claro que era alguien a quien debía temer Y tú cómo sabes todo esto preguntó con desconfianza Diego se encogió de hombros vivo en la calle la gente no me ve pero yo veo todo Tomás sintió que Leal salaba el aire su hija su Camila la niña que aún recordaba con trenzas y mochilas de colores estaba metida con
criminales Cómo había llegado a esto dime dónde está insistió sin poder ocultar su desesperación Diego dudó si le digo me promete que no hará algo estúpido Tomás lo fulminó con la mirada crees que voy a quedarme de brazos cruzados No pero si hace mucho escándalo Elías la va a esconder mejor y si él cree que lo están buscando va a pagar las consecuencias Tomás sintió una ira sorda crecer dentro de él odiaba Sentirse impotente pero por más que quisiera irrumpir en donde fuera y arrancar a su hija de ese lugar Diego tenía razón necesitaba un
plan dime qué hacer susurró Diego Lo miró fijamente yo lo llevo pero tiene que seguirme y hacer lo que digo Y si algo sale mal no me culpe tomás asintió sin saber que en ese momento estaba confiando su única oportunidad de opar a su hija a un niño de la calle Tomás nunca había sentido tanta urgencia en su vida cada minuto que pasaba era una tortura Pero ahora dependía de Diego para encontrar a Camila el niño empezó a caminar con paso rápido por la calle metiéndose en callejones y atravesando avenidas con la naturalidad de quien
ha crecido esquivando la vida dura Tomás con su traje desentonando en aquel ambiente tuvo que esforzarse para seguirle el ritmo A dónde me llevas preguntó tratando de controlar la ansiedad a los lugares donde ella ha estado respondió Diego sin mirar atrás no sabemos si sigue ahí pero alguien nos dirá algo caminaron hasta un viejo paradero de autobuses había un grupo de adolescentes sentados en los bancos de metal fumando y murmurando entre ellos Diego se acercó con seguridad pero Tomás se quedó atrás incómodo en ese ambiente Oye han visto a Camila preguntó Diego en voz baja
uno de los chicos un joven de pelo Rapado y chamarra de mezclilla lo miró con desconfianza quién pregunta yo el chico chasqueó la lengua y desvió la mirada no sé nada Diego sacó algo del bolsillo un billete arrugado Tomás frunció el ceño sorprendido ahora recuerdas preguntó Diego con calma El joven tomó el dinero y resopló la vi hace un par de días estaba con Elías se la llevó en su carro Tomás sintió un escalofrío A dónde preguntó sin poder contenerse el chico Lo miró por primera vez notando su ropa cara y su postura tensa tú
quién eres su padre el grupo se rió pues Llegaste tarde viejo dijo el joven con burla si Elías la tiene ya no es tu hija Tomás sintió que el estómago se le revolvía Diego jaló su manga indicándole que se fueran no sirve de nada discutir con ellos susurró salieron del paradero Y caminaron en silencio hasta una calle menos transitada viste cómo se burlaron murmuró Tomás con rabia contenida hablan de mi hija como si fuera un objeto Diego asintió porque para ellos lo es Tomás se pasó la mano por la cara tratando de pensar tengo que
llamar a la policía Diego Lo miró con seriedad si lo haces la esconden y la perderás para siempre Tomás sintió una punzada de miedo Entonces dime qué hacer Diego respiró hondo vamos a seguir buscando si encontramos algo más entonces veremos Cómo sacarla thomás asintió sintió por primera vez que su vida dependía de un niño de la calle Tomás y Diego continuaron caminando por las calles oscuras de la ciudad cada paso lo alejaba más del mundo que conocía y lo sumergía en un lugar donde las reglas eran distintas donde su dinero y su estatus no significaban
nada Quién es exactamente Elías preguntó Tomás con la mandíbula apretada Diego guardó silencio unos segundos antes de responder alguien a quien nadie quiere deberle favores Tomás sintió un frío Dime la verdad Diego suspiró Elías controla muchas cosas en la calle tiene gente trabajando para él vendiendo cosas robando no es alguien con quien te quieras meter y ahora tiene a mi hija Diego asintió con la mirada baja siguieron avanzando hasta llegar a una tienda de abarrotes mal iluminada Diego se acercó a la entrada y miró hacia adentro antes de volverse hacia Tomás Espérame aquí no voy
contigo Diego negó con la cabeza si entras nadie hablará déjame a mí Tomás frustrado se apoyó contra la pared mientras Diego desaparecía en el interior de la tienda no tardó mucho minutos después salió con una expresión tensa alguien la vio anoche estaba con Elías en un lote abandonado Llévame ahí Diego tragó Saliva No es seguro no me importa el niño dudó un instante pero al ver la determinación en los ojos de Tomás asintió el lote era un terreno vacío rodeado de paredes de concreto cubiertas de grafitis había basura por todos lados y un par de
autos destrozados Diego se movía con cautela escaneando el lugar Tomás avanzó con el corazón acelerado Entonces lo vio un pedazo de tela se agachó y lo recogió con dedos temblorosos era un fragmento de sudadera gris igual a la que Camila usaba esa mañana su cuerpo se tensó ella estuvo aquí murmuró con el pedazo de tela en la mano Diego miró alrededor con nerviosismo no podemos quedarnos mucho si alguien nos ve podríamos meternos en problemas Tomás cerró los ojos respirando hondo su hija estaba en peligro y era culpa suya nos vamos dijo Diego tirando de su
manga Tomás apretó los dientes y siguió al niño pero algo en su interior ya había cambiado no se detendría hasta recuperar a Camila Tomás apenas podía pensar con Claridad su mente estaba llena de imágenes de Camila en peligro atrapada en un mundo al que Nunca debió haber llegado caminaba junto a Diego con el pedazo de sudadera en la mano como si fuera la única prueba de que su hija aún estaba cerca necesitamos más información dijo Tomás con la voz tensa no podemos seguir dando vueltas sin saber dónde está Diego asintió sé quién puede ayudarnos el
niño lo llevó por calles estrechas hasta un edificio en ruinas entraron por un pasillo oscuro hasta llegar a un cuarto lleno de colchones viejos y cajas de de cartón una joven estaba sentada en el suelo escribiendo en un cuaderno Sonia dijo Diego en voz baja la chica levantó la vista tenía el rostro cansado pero sus ojos se afilar al ver a Tomás Quién es él el papá de Camila respondió Diego Sonia frunció el ceño llegas tarde Tomás sintió un nudo en el estómago necesito encontrarla Sonia Lo miró con desconfianza pero luego suspiró Y tomó su
cuaderno Camila venía aquí a veces no hablaba mucho pero escribía todo el tiempo en esto le entregó el cuaderno a Tomás él lo abrió con manos temblorosas había páginas llenas de garabatos frases sueltas pensamientos confusos pero una oración resaltó entre todas quiero desaparecer Tal vez así me Note Tomás sintió un golpe en el pecho Camila No solo se había ido se estaba perdiendo a propósito su propia hija había estado pidiendo ayuda y él no la había escuchado Tomás cerró el cuaderno con los dedos temblorosos la frase que había leído se repetía en su mente como
un eco insoportable quiero desaparecer Tal vez así me Note sintió un peso en el pecho que apenas le dejaba respirar Cómo no había visto las señales Cómo había permitido que su hija llegara a este punto Sonia lo observó en silencio Ya entiendes murmuró no fue Elías quien la obligó a meterse en esto ella Llegó sola Tomás la fulminó con la mirada Eso no significa que quiera estar con él Sonia se encogió de hombros Quizás sí quizás no pero ahora ya es tarde para que te preguntes eso Diego que había estado en silencio Se cruzó de
brazos sabes más de lo que dices Sonia Lo miró con cautela Elías no deja ir a nadie tan fácil si tiene a Camila es porque no quiere que se vaya Tomás sintió un escalofrío dime dónde está Sonia mordió su labio inferior pensar no puedo decírtelo directamente pero sé de alguien que puede ayudarte quién una chica que salió del grupo hace poco pero tuvo que esconderse si alguien la encuentra está muerta Diego miró a Sonia con el ceño fruncido Por qué ayudaría Sonia bajó la voz porque Camila le recordó a su hermana Tomás y Diego caminaron
en silencio hasta la siguiente dirección que Sonia les dio llegaron a una vecindad en mal estado el olor a humedad impregnaba el aire y las paredes estaban cubiertas de grietas Diego tocó la puerta de un departamento en el segundo piso se escucharon pasos cautelosos Quién es preguntó una voz femenina desde dentro Sonia nos envió un largo silencio luego la puerta se abrió apenas unos centímetros una joven de cabello corto y mirada temerosa Los inspeccionó qué quieren Tomás dio un paso al frente mi hija está con Elías necesito encontrarla la chica apretó los labios entonces ya
la perdiste Tomás sintió un nudo en el estómago no dijo con firmeza voy a sacarla la joven bajó la mirada y se quedó en silencio por un momento yo también pensé que podría sacar a mi hermana me equivoqué pero sigues viva insistió Diego y sabes cosas que pueden ayudarnos la chica respiró hondo si los ayudo Nadie puede saber que hablé con ustedes Tomás asintió Dinos Dónde está ella lo miró con seriedad antes de susurrar en un almacén abandonado pero si intentas ir solo no la volverás a ver el aire dentro del almacén era denso y
Pesado la única luz provenía de una bombilla temblorosa en el techo Camila estaba sentada en el suelo frío con la espalda apoyada contra una pared de concreto sus brazos rodeaban sus piernas abrazándose a sí misma en busca de un calor que no llegaba había pensado que estaba escapando de una jaula pero en realidad había corrido directo a otra peor Elías no era la salvación que creyó encontrar al principio todo parecía libertad No más reglas no más horarios no más sentir que no le importaba a nadie pero pronto descubrió la verdad Elías no daba sin esperar
algo a cambio la primera vez que quiso irse la atraparon antes de que pudiera salir del edificio la segunda vez Elías la miró con una sonrisa tranquila y le dijo No hay salidas Camila solo opciones Y créeme si eliges mal te irá peor ella supo entonces que estaba atrapada ahora con la barbilla apoyada en sus rodillas sentía las lágrimas quemándole los ojos pero no podía permitirse llorar No aquí no cuando cada muestra de debilidad se convertía en un arma contra ella escuchó risas y murmullos afuera hombres y mujeres iban y venían sin prestarle mucha atención
sabía que la estaban vigilando pero ya ni siquiera se molestaban en ocultarlo de repente la puerta se abrió Camila se tensó Elías entró con su caminar tranquilo y confiado se agachó frente a ella observándola con una sonrisa que no llegaba a sus ojos llevas días sin decir nada comentó me preocupa que no estés disfrutando tu nueva vida Camila apretó los labios sin responder Elías chasqueó la lengua y tomó un mechón de su cabello enredándose sabes Camila hay muchas maneras de pertenecer a algo pero la peor es cuando solo eres un problema Camila sin sintió un
nudo en la garganta no quiero estar aquí susurró Elías rió suavemente Y a dónde vas a ir con tu papá se burló no te buscó cuando estabas en casa Por qué crees que lo haría ahora Camila sintió como si le hubieran clavado un puñal en el pecho y si tenía razón Y si nadie venía por ella bajó la cabeza tratando de bloquear las palabras de Elías pero su mente ya estaba llena de dudas Elías se puso de pie y caminó hacia la puerta piensa bien en lo que quieres Camila dijo antes de salir porque en
este mundo solo los que saben adaptarse sobreviven la puerta se cerró con un golpe seco Camila se quedó en la oscuridad sintiendo el peso de su decisión como nunca antes por primera vez deseó con todas sus fuerzas que su padre la encontrara Tomás apretó los puños mientras miraba a la joven que acababa de darle la información su hija estaba en un almacén abandonado en manos de un criminal que nadie se atrevía a enfrentar Dime exactamente dónde exigió con la voz tensa la chica dudó miró a Diego como si esperara que él interviniera pero el niño
solo asintió está en una bodega en la zona industrial cerca de la terminal de trenes dijo ella al fin pero no puedes ir así nada más Tomás no podía aceptar eso cada segundo que pierdo aquí es un segundo más que Camila pasa con ese desgraciado y si entras de golpe sin saber lo que haces la perderás para siempre interrumpió Diego Tomás respiró hondo Diego tenía razón no podía actuar impulsivamente Entonces qué propones Diego se frotó la nuca y miró a la chica tienes a alguien adentro ella asintió lentamente un chico que aún trabaja para Elías
me debe un favor no confío en él pero si le pedimos información podría decirnos dónde la tienen exactamente Hazlo ordenó Tomás la joven sacó un teléfono barato y marcó un número caminó unos pasos lejos de ellos y habló en voz baja Tomás y Diego la observaron con impaciencia cuando colgó su expresión era seria dice que Elías se mueve mucho pero anoche vio a Camila En una bodega al fondo de la zona industrial si todavía está ahí no será por mucho tiempo Tomás sintió una mezcla de alivio y pánico cuántos hombres hay con él siempre tiene
dos o tres alrededor pero si algo lo pone nervioso llamará a más Diego se cruzó de brazos entonces hay que ser rápidos Tomás asintió sintiendo su mente acelerarse no puedo hacerlo solo no puedes llamar a la policía advirtió Diego Si Elías se entera la esconderá antes de que lleguen no la voy a perder dijo Tomás con firmeza así que dime cómo entramos la joven suspiró hay un pasillo trasero que usan para salir cuando las cosas se ponen feas si logramos entrar sin que nos vean podríamos sacarla por ahí Tomás sintió su corazón latir con fuerza
Cuándo podemos ir esta noche dijo Diego sin dudar si esperamos más será demasiado tarde Tomás miró el cielo oscurecido a través de los edificios el tiempo se estaba agotando era Ahora o nunca la noche cayó pesada sobre la ciudad las calles en la zona industrial estaban casi desiertas iluminadas solo por farolas que parpadeaban algunas apagadas otras bañando con luz amarillenta los callejones silenciosos Tomás Diego y la joven que los había ayudado cuyo nombre descubrió que era Julia se movían con cautela entre los edificios abandonados la bodega está justo al final de esa calle susurró Julia
señalando una estructura grande con las ventanas cubiertas de madera y un portón metálico oxidado Tomás sintió su corazón latir con fuerza Cómo sabemos si hay alguien dentro preguntó Diego en voz baja él está ahí respondió Julia con seguridad mi contacto lo confirmó a hace una hora pero hay un problema los guardias han aumentado Tomás sintió un escalofrío si lo sorprendían no habría salida fácil tenemos que crear una distracción susurró Julia intercambió una mirada con Diego déjamelo a mí dijo el niño con una chispa de determinación en los ojos se acercaron por un costado de la
bodega pegándose a la pared para evitar ser vistos Julia señaló una puerta lateral apenas iluminada por una lámpara en mal estado es la entrada trasera susurró pero podría estar cerrada Diego sacó un pequeño destornillador de su sudadera y se agachó frente a la cerradura tenme un minuto Tomás se sorprendió por su habilidad pero no tenía tiempo para preguntas se giró asegurándose de que nadie los estuviera observando un clic suave rompió el silencio listo murmuró Diego Empujando la puerta lentamente un pasillo oscuro se abrió ante ellos un edora humedad y cigarro impregnaba el aire Tomás tragó
saliva y entró primero con Diego y Julia siguiéndolo de cerca el interior de la bodega estaba en penumbras Pero había voces más adelante hombres hablando en susurros Tomás se pegó contra una pared agudizando el oído Elías quiere moverse pronto decía uno de ellos dice que la niña ya no sirve el estómago de Tomás se hundió tenía que apresurarse se giró hacia Diego y Julia y susurró dónde la tienen Julia asomó la cabeza y señaló un cuarto pequeño al otro lado de la bodega ahí Tomás no esperó Se movió rápido sin hacer ruido sintiendo la adrenalina
recorrer el cuerpo llegó a la puerta y probó la manija cerrada se giró hacia Diego Con urgencia ábrela el niño asintió y empezó a trabajar en la cerradura con manos firmes Julia vigilaba la entrada unos segundos después la puerta se abrió con un leve chirrido Tomás entró de inmediato Camila estaba sentada en el suelo con la cabeza apoyada en las rodillas Camila susurró con desesperación ella levantó la mirada sus ojos enrojecidos por el miedo papá Tomás sintió su pecho apretarse tranquila hija te voy a sacar de aquí pero antes de que pudiera tocarla un ruido
fuerte Lo sobresaltó qué carajos están haciendo Tomás giró Justo a tiempo para ver una silueta enorme bloqueando la puerta Elías y no estaba solo Elías llenaba la puerta con su presencia su mirada oscura recorriendo la escena con lentitud detrás de él dos hombres más se acercaban sus siluetas proyectándose en la penumbra del pasillo mira nada más dijo Elías con una sonrisa burlona Si no es el papá modelo Rescatando a su princesita Tomás se puso frente a Camila De inmediato extendiendo los brazos en un intento desesperado por protegerla nos llevamos a mi hija dijo con firmeza
Elías soltó una carcajada seca así no más no me hagas reír Diego que estaba al lado de la puerta apretó los puños déjenlos ir Elías giró la cabeza hacia él con diversión y tú quién eres chamaco Diego no respondió Tomás podía sentir su respiración acelerada Elías suspiró y sacó un cigarro de su bolsillo encendiéndose problema y no me gusta que me quiten mis problemas sin darme algo a cambio Camila temblaba detrás de su padre Tomás sintió la ira subirle por el cuerpo ella no es un objeto Elías inclinó la cabeza fingiendo pensarlo No pero en
este mundo todo tiene un precio uno de los hombres Detrás de él se acercó un paso más metiendo la mano en su chaqueta Tomás sintió el peligro inminente corran gritó Diego de repente y sin dudarlo se lanzó contra Elías con toda su fuerza el impacto Fue suficiente para desequilibrar pero no para derribarlo sin embargo la sorpresa fue todo lo que Tomás necesitó agarró a Camila de la muñeca y la jaló hacia la puerta Julia ya estaba en el pasillo con la mirada aterrorizada vamos gritó Elías rugió de Furia y se sacudió de encima a Diego
con facilidad lanzándolo contra la pared agárrenlos los hombres se lanzaron detrás de ellos Tomás sin sintió el miedo a arder en el pecho pero no se detuvo corrían por el pasillo oscuro los pasos de sus perseguidores retumbando detrás de ellos Camila sollozaba mientras corría su mano aferrándose a la de su padre como si fuera lo único que la mantenía en pie Diego quedó atrás en el suelo aturdido Tomás se detuvo en Seco no podía dejarlo pero Diego levantó la cabeza y gritó [Música] sálvenme no hay tiempo el corazón de Tomás se rompió pero no tuvo
opción tomó aire y corrió con todas sus fuerzas sacando a Camila De ese infierno Diego se quedó atrás el frío de la noche golpeó el rostro de Tomás cuando emergieron del almacén su respiración era pesada su corazón latía con violencia en el pecho Camila temblaba a su lado apenas pudiendo mantenerse en pie Julia corría junto a ellos su mirada llena de pánico sigan corriendo gritó ella Tomás miró hacia atrás la puerta del almacén seguía abierta y en su interior se escuchaban gritos y ruido de pelea Diego seguía adentro su instinto le gritó Que volviera por
él pero Camila se aferraba a su brazo con desesperación papá sollozo tirando de él Tomás sintió que su alma se desgarraba corrieron por la calle desierta zigzagueando entre los edificios industriales Tomás buscó con la mirada una salida un lugar donde esconderse pero todo lo que veía eran calles vacías y almacenes abandonados de repente un par de luces se encendieron en la distancia un auto negro nos encontraron jadeo Julia sin pensarlo doblaron por un callejón estrecho y oscuro las sombras los envolvieron mientras el sonido de llantas frenando y puertas golpeando el suelo retumbaba detrás de ellos
Tomás empujó a Camila contra la pared cubriéndola con su cuerpo Julia se pegó a la esquina con los ojos bien abiertos los pasos resonaban cada vez más cerca búsquenlas gruñó una voz Tomás contuvo la respiración sintió el temblor en el cuerpo de Camila la espera fue eterna finalmente los pasos se alejaron y el callejón volvió a quedar en silencio Tenemos que salir de aquí susurró Julia Camila levantó la cabeza con los ojos llenos de Lágrimas y Diego murmuró con la voz quebrada Tomás sintió un nudo en la garganta voy a encontrarlo prometió con la voz
firme Camila negó con la cabeza con el rostro empapado en llanto nos salvó y lo dejamos atrás Tomás cerró los ojos un instante con teniendo la culpa que lo devoraba por dentro no podía permitir que todo terminara así respiró hondo Y tomó su teléfono voy a arreglar esto marcó un número con manos temblorosas la llamada sonó una vez luego otra finalmente alguien contestó habla Tomás Álvarez Necesito ayuda no dejaría que Diego pagara el precio de su salvación la línea telefónica quedó en silencio por un segundo luego una voz firme respondió señor Álvarez De qué tipo
de ayuda estamos hablando Tomás tragó Saliva No podía dar demasiados detalles por teléfono tengo información sobre una persona que está en peligro dijo con la voz controlada necesito apoyo inmediato hubo un breve silencio Se trata de su hija Tomás cerró los ojos No ya la tengo conmigo Pero hay otro niño se llama Diego me ayudó a sacarla pero ahora está Atrapado con los hombres de Elías El hombre Al otro lado del teléfono suspiró señor Álvarez si nos da una ubicación haremos lo posible pero usted sabe cómo funcionan estas cosas Si no hay pruebas concretas de
secuestro las respuestas oficiales pueden tardar Tomás sintió la rabia y la impotencia recorrer le el cuerpo no había tiempo para esperar entonces lo haré solo gruñó colgando antes de que pudieran detenerlo Camila lo miraba con el rostro empapado en lágrimas papá no puedes volver Tomás le acarició la mejilla con ternura Diego nos salvó hija no voy a dejarlo ahí se giró hacia Julia llévala a un lugar seguro tienes donde esconderte Julia asintió conozco a alguien que puede ayudarnos Pero y tú no me iré sin él Camila sollozo aferrándose a su padre por favor Tomás sintió
que el corazón se le rompía voy a estar bien Quédate con Julia Camila no dijo nada más solo lo abrazó con fuerza antes de dejarlo ir Tomás respiró hondo y echó a correr de vuelta al almacén la bodega estaba en silencio demasiado silencio Tomás se pegó a la pared avanzando con cautela había algunas luces aún encendidas en el interior pero no se escuchaban voces entró por por la puerta trasera que Diego había abierto antes el lugar estaba destrozado mesas volcadas cajas rotas manchas de sangre en el suelo había habido una pelea Tomás Se movió con
rapidez buscando señales de Diego su respiración era agitada su pecho subía y bajaba con fuerza un gemido bajo lo hizo detenerse en Seco giró la cabeza y vio un bulto en una esquina oscura Diego el niño estaba recostado contra la pared con la cabeza ladeada y el rostro cubierto de moretones su sudadera estaba rasgada y sus manos temblaban Diego susurró Tomás arrodillándose junto a él los ojos del niño se entre abrieron Sabía que ibas a volver murmuró con una sonrisa débil Tomás sintió un nudo en la garganta voy a sacarte de aquí Diego gimió cuando
intentó moverse me dieron un par de golpes pero creo que sigo entero Tomás pasó un brazo bajo los hombros del niño y lo ayudó a levantarse Diego los dientes aguantando el dolor Dónde están los demás preguntó Tomás en voz baja Diego miró alrededor con dificultad No lo sé después de que ustedes escaparon se armó un caos creo que la policía vino pero cuando desperté ya no había nadie Tomás sintió una mezcla de alivio y urgencia entonces No podemos quedarnos aquí Diego asintió con dificultad con el niño apoyado en su hombro Tomás lo ayudó a salir
de la bodega la noche era más oscura que antes pero el aire fresco les dio un respiro Diego Lo miró de reojo pensé que no volverías Tomás le apretó el hombro con suavidad eres parte de esto ahora Diego no iba a dejarte atrás el niño sonrió débilmente nunca nadie me había dicho algo así Tomás sintió un peso en el pecho Eso cambia hoy y con paso lento pero seguro lo llevó hacia la libertad Tomás manejaba con una sola mano mientras con la otra sujetaba el volante con firmeza Diego iba en el asiento del copiloto con
la cabeza recargada contra la ventana su rostro estaba cubierto de moretones y sus labios tenían una pequeña herida abierta no se quejaba pero Tomás podía notar su respiración entrecortada aguanta un poco más murmuró Tomás acelerando no es la primera vez que me golpean respondió Diego con una sonrisa cansada pero es la primera vez que alguien me saca de ahí Tomás sintió una punzada en el pecho nunca debiste estar en ese lugar Diego suspiró y desvió la mirada hacia la calle oscura a veces no hay opción Tomás no respondió sabía que Diego tenía razón no todos
tenían el privilegio de elegir cuando llegaron al departamento donde Julia había escondido a Camila Tomás apenas apagó el motor antes de salir del auto tocó la puerta Con urgencia y esperó Camila abrió su rostro estaba hinchado De tanto llorar pero cuando vio a Diego junto a su padre su expresión cambió por completo Diego gritó lanzándose hacia él y abrazándolo con fuerza Diego se tensó por el dolor pero sonrió tranquila cami sigo entero Julia se asomó por la puerta y suspiró aliviada pensé que no lo lograrían casi no lo hacemos respondió Tomás sintiendo el peso de
la noche en su cuerpo entraron al pequeño departamento Camila y Diego se sentaron en el viejo J sofá mientras Tomás se dejaba caer en una silla por primera vez en mucho tiempo se permitió respirar Camila tomó la mano de Diego con fuerza no debimos dejarte ahí Diego se encogió de hombros era la única opción Lo importante es que salimos Tomás los miró a ambos había pasado toda su vida construyendo una carrera asegurándose de que Camila tuviera un buen futuro y sin embargo había ignorado lo más importante estar presente esto no termina aquí dijo de repente
todos lo miraron voy a asegurarme de que Elías no vuelva a lastimar a nadie Julia Lo miró con cautela ya ha escapado de la policía antes si quieres atraparlo necesitas pruebas Tomás asintió ahora no solo tenía que salvar a Camila tenía que asegurarse de que ese hombre no pudiera volver a hacer lo mismo con nadie más Camila tembló Al escuchar ese nombre pero ya escapamos murmuró Eso no significa que estemos a salv respondió Tomás con seriedad Julia asintió conozco a alguien que puede ayudar pero necesitamos movernos Tomás se puso de pie primero debemos asegurarnos de
que ustedes estén bien miró a Diego voy a llevarte al hospital el niño se tensó no quiero ir no es una opción Diego bajó la mirada no tengo dinero para pagar nada Tomás sintió un nudo en la garganta no tienes que preocuparte por eso Diego Lo miró con incredulidad Por qué ha es esto Tomás se arrodilló frente a él porque te lo debo y porque no quiero que vuelvas a estar solo los ojos de Diego se agrandaron Como si no supiera cómo procesar esas palabras Camila sonrió con timidez podrías quedarte con nosotros Diego miró a
Tomás con desconfianza eso es una invitación o una lástima Tomás negó con la cabeza es una promesa Diego frunció el seño y bajó la mirada no sé si puedo hacer eso Camila le tomó la mano con suavidad no tienes que decidir ahora dijo solo quédate un tiempo ve cómo te sientes Diego asintió lentamente por primera vez en su vida no tenía que correr pero por primera vez en mucho tiempo sintió que pertenecía a algún lugar El Sol de la mañana entraba por las ventanas del departamento iluminando suavemente la habitación era la primera vez en mucho
tiempo que Tomás despertaba sintiendo paz se levantó con calma y caminó hasta la la cocina Camila estaba allí sentada en la mesa con una taza de café entre las manos sus ojeras aún eran visibles pero su expresión era más tranquila Buenos días papá dijo con una pequeña sonrisa Tomás sintió una calidez en el pecho no recordaba la última vez que su hija lo había llamado así sin distancia ni reproche en La Voz Buenos días cami respondió sirviéndose un café cómo dormiste Camila asintió mejor todavía me cuesta asimilar todo lo que pasó pero al menos ya
estamos a salvo Tomás le revolvió el cabello con cariño sí estamos a salvo Camila sonrió Y tomó un sorbo de su café en ese momento la puerta del pasillo se abrió lentamente Diego salió con la sudadera que Tomás le había comprado la noche anterior bostezo y se frotó los ojos como si aún no creyera Dónde estaba Qué onda dijo con voz ronca Camila rió Buenos días dormilón Diego se sentó a la mesa sin decir nada observando su taza de café Como si no supiera Qué hacer con ella Tomás se sentó frente a él cómo te
sientes el niño se encogió de hombros raro Tomás esperó dándole su espacio Diego suspiró y apoyó los codos en la mesa Anoche dormí en una cama dijo en voz baja una cama de verdad Camila y Tomás se quedaron en silencio no tuve que esconderme no tuve que preocuparme por el frío o por si alguien iba a robarme lo poco que tenía miró a Tomás con ojos serios no sé qué hacer con eso Tomás asintió lentamente es normal Diego frunció el ceño Sí sí respondió Tomás cuando pasas tanto tiempo Sobreviviendo cuesta acostumbrarse a la idea de
que ya no tienes que hacerlo solo Diego jugueteo con su cuchara incómodo Y cuánto tiempo se supone que me quede aquí Camila Lo miró con ternura el tiempo que quieras Diego bajó la mirada como si la idea fuera demasiado grande para é Tomás apoyó una mano firme sobre su hombro eres parte de esto ahora Diego Lo miró fijamente tratando de procesar esas palabras y por primera vez en años dejó que un pequeño atisbo de Esperanza entrara en su vida Tomás tomó su café observando a sus dos hijos porque eso eran ahora sentados frente a él
se dio cuenta de algo no había sido él quien los había rescatado eran ellos quienes lo habían salvado a él la historia de Tomás y Diego nos Recuerda que la familia no siempre es la que nos toca sino la que elegimos cuidar y proteger qué habrías hecho tú en el lugar de Tomás si esta historia te conmovió apóyanos dejando un like comentando tu opinión y compartiendo el video con alguien que necesite escuchar este mensaje si te gustan historias llenas de emoción y aprendizaje suscríbete al Canal y activa la campanita Para no perderte ninguna Queremos saber
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