Mira te voy a contar una historia curiosa hace mucho pero mucho tiempo en un pueblo polvoriento con calles de tierra y casas de barro vivía un hombre más flojo que un gato dormilón sabes cada mañana su esposa una mujer de carácter fuerte brazos fornidos y mirada que podía asustar hasta una nube tenía que empujarlo de la cama casi a patadas el tipo con la cara todavía aplastada contra la almohada decía entre bostezos ya otra vez hay que levantarse qué pereza mujer y ella con cejas fruncidas respondía levántate ol gazan si no trabajas nunca seremos ricos
Mira este patio lleno de hojas la leña sin cortar y el techo que gotea haz algo de provecho pero él no se inmutaba solo se tiraba como un perro perezoso al sol una tarde la esposa ya cansada de cargar con todo se plantó frente a él con las manos en la cintura A ver dime cómo crees que seremos ricos si sigues Sin mover un dedo El flojo bostezo tan fuerte que parecía que iba a tragarse un mosquito y contestó Pues algún día seremos ricos sin trabajar no ves esa montaña allá lejos dicen que detrás de
ella vive un sabio que conoce todos los trucos mañana sin falta iré a preguntarle cómo hacerme rico sin sudar ni un poquito la esposa se cruzó de brazos y enarcó una Ceja sin creer una palabra Pero bueno por lo menos El flojo prometía salir a hacer algo a la mañana siguiente medio dormido se puso en camino el paisaje era tranquilo Colinas suaves Campos resecos y una brisa que olía a hierba caminó con pasos pesados como si tuviera sacos de arena en los pies rezongando porque el sendero era largo tras horas de subir y bajar llegó
a un Paraje más rocoso donde las piedras tenían formas raras y el viento silbaba como un viejo chismoso de repente de detrás de unas rocas salió un lobo flacucho con costillas marcadas y mirada hambrienta el lobo como ronca le preguntó y tú a dónde vas con tanta calma al sabio detrás de la montaña quiero ser rico sin trabajar contestó El flojo rascándose la cabeza el lobo relamiendose los colmillos se quejó Pues pregúntale por mí humano yo como y como y nunca me siento lleno es como si un vacío enorme viviera en mi panza ayúdame por
favor El flojo algo incómodo levantó la mano en señal de acuerdo Bueno está bien le preguntaré dijo con un suspiro no tenía apuro pero el lobo daba algo de miedo y era mejor salir de ahí más adelante el sendero se volvió polvoriento las horas pasaban ya con el sol cayendo El flojo encontró un Manzano que parecía un esqueleto de árbol sin manzanas con hojas secas a punto de caerse daba penita verlo y el árbol sí habló con voz triste y suave como un suspiro viajerito A dónde vas al sabio quiero ser rico sin levantar un
palo respondió El flojo como si fuera lo más normal del mundo tú también buscas ayuda entonces pregúntale por mí ya no doy manzanas dulces mis ojas mueren antes de tiempo siento algo malo en Mis raíces necesito curarme El flojo se encogió de hombros sin entusiasmo bueno bueno se lo preguntaré y siguió su camino al día siguiente con los pies y la panza vacía llegó hasta las orillas de un lago brillante el agua era tan clara que se veía el fondo de Piedras Lisas allí emergió un enorme pez casi del tamaño de un tronco con ojos
tristes y la boca torcida A dónde vas Forastero preguntó el pez chapoteando un poco al sabio detrás de la montaña dijo el flojo ya medio aburrido de el pez se quejó con voz profunda pregúntale qué tengo en la garganta hay algo ahí que no me deja tragar vivo con una molestia que no me deja disfrutar la comida por favor ayúdame El flojo levantó la mano otra vez ya como un hábito vale se lo preguntaré No te preocupes y así con tres preguntas ajenas sobre sus hombros El flojo siguió avanzando Hasta que por fin después de
subir una colina más cansadísimo con las piernas flojas como fideos vio a un anciano sentado sobre una roca mirando el Horizonte anaranjado el sabio tenía una barba larga blanca como la nieve y estaba tan quieto que parecía una estatua olía hierbas frescas y el viento era más suave ahí como si el mundo estuviera en calma El flojo se acercó nervioso pero decidido y soltó su queja sabio quiero ser rico sin trabajar mi esposa me regaña a diario Me dice que así Nunca lograremos nada pero yo quiero la riqueza sin sudar el anciano no apartaba la
vista del cielo y con voz profunda contestó no tienes nada más que contarme El flojo parpadeó se rascó la nuca y luego le habló del lobo que comía sin llenarse del Manzano enfermo que no daba fruta y del pez con algo atorado en la garganta el sabio se mantuvo en silencio unos segundos el aire se sentía tenso y El flojo esperó esperó y esperó al final el anciano habló Dile al lobo que para saciar su hambre debe comerse al primer ol gazan que se le cruce al pez Dile que hay un gran tesoro en su
garganta un objeto valioso que debe ser removido una vez fuera podrá comer feliz y al Manzano Dile que bajo sus raíces hay monedas de oro enterradas es esa riqueza escondida la que lo enferma deben quitarla para que vuelva a florecer El flojo asintió impaciente y qué hay de mí sabio no me dejes con la intriga el anciano sonrío una sonrisa Misteriosa que apenas se notaba Bajo su barba para hacerte rico sin ningún esfuerzo solo vuelve por el mismo camino no necesitas sudar más en cuanto regreses a tu hogar la fortuna te estará esperando dicho eso
el sabio se puso de pie y se marchó hacia su cabaña con una tranquilidad que hacía envidiar a cualquiera El flojo con una gran sonrisa dio media vuelta y se apresuró a volver soñando ya con montañas de oro y una vida fácil Sin mover un músculo de más El flojo iba de vuelta a su casa con una sonrisa de oreja a oreja sentía que no podía tener más suerte el sabio le había dicho que para ser rico sin hacer nada Solo tenía que regresar por donde vino tan fácil qué maravilla a cada paso imaginaba montones
de monedas brillando en su sala una cama más grande y suave que una nube y su esposa con una sonrisa de sorpresa al verlo llegar tan forrado de riquezas primero llegó otra vez al lago y el gran pez salió a recibirlo ya estás de vuelta Qué dijo el sabio sobre mí qué tengo en en la garganta dímelo por favor El flojo que tenía prisa por llegar a su prometido tesoro suspiró sin ganas va el sabio dice que tienes un gran objeto valioso atorado ahí si lo saco podrás comer bien y te darás cuenta de que
es una joya que vale una fortuna el pez se removió con entusiasmo chapoteando en el agua Pues sácalo ayúdame si lo haces Quédate con la Joya Es toda tuya serás rico al instante El flojo se rascó la barbilla entrar al agua mojarse y esforzarse un poco le daba pereza además según lo que entendió no necesitaba hacer nada era mejor continuar mm mejor no el sabio me dijo que con solo volver a casa seré rico no pienso mojar mis pantalones suerte con tu garganta y se marchó sin dar ni media vuelta dejando al pez con cara
de enorme tristeza un rato después entre las ramas secas y los arbustos se topó con el mismo Manzano enfermo el árbol casi llorando con su voz suave le preguntó viajero Qué dijo el sabio qué me pasa por qué no puedo dar manzanas sabrosas El flojo se encogió de hombros dice que hay un cofre lleno de monedas de oro enterrado en tus raíces Y eso te hace daño hay que desenterrar para que vuelvas a florecer El Manzano movió sus ramas secas con desesperación por favor ayúdame saca el cofre quédatelo Quédate todo el oro solo quiero sanar
dar manzanas sentirme útil te haré rico arranca el cofre y llévatelo El flojo soltó un suspiro más largo que un Suspiro de pereza qué cabar ensuciarme las manos No gracias el sabio me aseguró que al volver a mi casa seré rico sin hacer nada así que no tengo tiempo para tu cofre suerte con tus raíces y se alejó sin mirar atrás pateando una piedrita en el camino luego el sol ya estaba bajando cuando El flojo regresó al mismo Paraje Donde había encontrado al lobo el animal apareció de pronto más flaco y hambriento que nunca con
ojos brillantes y lengua afuera su voz temblaba entre gruñidos humano Dime qué dijo el sabio sobre mí Estoy desesperado El flojo algo incómodo dio Un paso atrás dijo que debías comerte al primer Alazán que se te cruzara para calmar tu hambre pero mejor olvídalo que yo tengo prisa no quiero problemas Adiós el lobo ló la cabeza y frunció el hocico al primer holgazán y quién está más cerca de ser un holgazán que tú has tenido la oportunidad de hacerte rico dos veces sacando la joya del pez y el oro del Manzano y en las dos
ocasiones no quisiste moverte ni un poquito El flojo se puso pálido dio Un paso atrás y el lobo sonrió mostrando sus colmillos amarillentos Así que tú eres el holgazán perfecto el sabio tenía razón Espera espera gritó El flojo con la voz temblando puedo cambiar de idea puedo cabar entrar al agua hacer algo pero el lobo ya no estaba para sermones de un salto rápido se abalanzó sobre el flojo y con un ido feroz acabó con él en un abrir y cerrar de ojos el hombre no tuvo tiempo ni de lamentarse moraleja el éxito no es
fruto de la magia sino del esfuerzo constante y la dedicación Reflexiona sobre tus actitudes y motivaciones para alcanzar tus metas [Música]