ELLA LE PRESTÓ DINERO PARA QUE TOMARA EL AUTOBÚS, SIN IMAGINAR QUE ÉL ERA UN MILLONARIO.

Camila suspiró mientras subía al autobús sintiendo el peso de otro día agotador en sus hombros sus zapatillas gastadas arrastraban el cansancio de 8 horas sirviendo café y otras seis tomando apuntes en la universidad el aire acondicionado del autobús apenas funcionaba típico de las rutas que conectaban el centro con los barrios más humildes de la ciudad Se dejó caer en uno de los asientos del fondo apoyando la cabeza contra la ventana empañada su madre la esperaba en casa probablemente preparando la cena Con lo poco que quedaba en la nevera hasta que llegara el próximo sueldo Camila

cerró los ojos permitiéndose un momento de descanso mientras el autobús rugía al arrancar de repente una conmoción en la entrada llamó su atención un joven alto con ropa que parecía demasiado cara para este autobús discutía con el conductor Lo siento pero no puedo dejarte subir sin pagar gruñó el conductor su paciencia claramente agotada el chico rebuscaba en sus bolsillos con una mezcla de frustración y sorpresa su cabello negro perfectamente peinado y su postura delataban que no estaba acostumbrado a este tipo de situaciones miró su teléfono frunciendo el ceño al darse cuenta de que estaba sin

batería debe haber un malentendido yo Olvidé mi billetera y mi celular está muerto Camila observó la escena reconociendo en sus gestos la vergüenza que ella misma había sentido tantas veces sin pensar dos veces se levantó y caminó hacia adelante sacando algunas monedas de su bolsillo yo pago su pasaje dijo con firmesa extendiendo el dinero al conductor El joven la miró sorprendido sus ojos marrones encontrándose con los de ella por un instante Había algo en su mirada una mezcla de gratitud y desconcierto que la hizo sentir extrañamente incómoda gracias murmuró Él pasando junto a ella para

sentarse algunas filas más adelante lo que Camila no sabía era que acababa de ayudar a Alejandro Altamira El heredero de una de las cadenas hoteleras más importantes de México un hombre que nunca antes había tenido que preocuparse por el precio de un billete de autobús durante el resto del viaje Alejandro no pudo evitar mirar de reojo a la chica del suéter azul desgastado que sin dudarlo había pagado su pasaje en su mundo de juntas directivas y cócteles de negocios gestos así de desinteresados eran prácticamente inexistentes el autobús continuó su ruta por la ciudad llevando a

dos personas de mundos completamente diferentes unidos por un simple acto de bondad que ninguno de los dos imaginaba Cómo cambiaría sus vidas el aroma del café recién hecho inundaba la pequeña cafetería mientras Camila limpiaba el mostrador por enésima vez esa mañana sus compañeros bromeaban sobre el gerente y su obsesión por mantener todo reluciente pero ella apenas prestaba atención concentrada en sus pensamientos sobre el examen de la próxima semana el tintineo de la campana de la puerta la sacó de su ensimismamiento levantó la vista y sintió que el corazón le daba un vuelco era el chico

del autobús vestía de manera más casual que el día anterior pero su porte seguía delatando que no pertenecía a este barrio de clase trabajadora Alejandro la reconoció al instante pero fingió estar absorto en el menú de la pared se acercó al mostrador con una idad estudiada Buenos días saludó con una sonrisa tímida me recomendarías algo especial Camila lo observó con una mezcla de curiosidad y desconfianza nuestro café de la casa es bastante bueno y las galletas de chocolate las hacemos aquí mismo cada mañana suena perfecto respondió él y después de una pausa añadió Por cierto

Gracias por lo de ayer fue muy amable de tu parte no fue nada contestó ella girándose para preparar el café a todos nos pasa alguna vez mientras trabajaba podía sentir su mirada siguiendo sus movimientos Había algo en él que no terminaba de encajar su forma de hablar la manera en que sostenía la taza como si estuviera acostumbrado a porcelana fina en lugar de cerámica barata vienes mucho por aquí preguntó él intentando mantener la conversación trabajo aquí respondió ella con una pequeña sonrisa Desde hace dos años la conversación fluyó sorprend entemente fácil Alejandro se quedó más

tiempo del necesario haciendo preguntas sobre el barrio sobre la cafetería sobre los estudios de Camila ella poco a poco fue bajando la guardia encontrando algo refrescante en su Genuino interés a partir de ese día se convirtió en una rutina Alejandro aparecía cada mañana Siempre pidiendo algo diferente del menú siempre encontrando una excusa para quedarse un rato más Camila comenzó a esperar sus visitas a disfrutar de sus conversaciones que iban desde libros hasta sueños futuros Por qué siempre vienes solo le preguntó ella un día mientras limpiaba las mesas cercanas me gusta la tranquilidad respondió él evitando

cuidadosamente Cualquier mención a su verdadera vida además la compañía aquí es mejor Camila se sonrojó ligeramente pero no pudo evitar sonreír lo que empezó como un encuentro casual en un autobús se estaba convirtiendo en algo más Aunque ninguno de los dos se atrevía a ponerle nombre todavía los días se convirtieron en semanas y las visitas de Alejandro a la cafetería Se volvieron tan naturales como el sol que se colaba por los ventanales cada mañana Camila había comenzado a notar pequeños detalles sobre él Cómo fruncía el ceño cuando estaba pensativo la manera en que sus ojos

se iluminaban cuando hablaba de sus sueños de viajar o cóm siempre dej una propina generosa sin hacer alarde de de ello nunca te cansas de venir aquí le preguntó una tarde mientras preparaba su tercer café del día promas este lugar se ha convertido en mi refugio respondió Alejandro observando cóm ella dibujaba un corazón perfecto en la espuma del café además nadie más hace el café como tú Camila rodó los ojos pero no pudo evitar sonreír adulador seguro dice eseso en todas las cafeterías solo en esta respondió él con una sinceridad que la tomó por sorpresa

para Alejandro estos momentos en la cafetería se habían convertido en los únicos donde podía ser é mismo no había expectativas que cumplir ni imagen que mantener era simplemente un chico más Charlando con una chica que lo trataba como a cualquier otro Un día después de su turno Camila lo encontró esperándola afuera no tienes nada mejor que hacer bromeó ella ajustándose la mochila al hombro la verdad es que no respondió él con una sonrisa te molesta si te acompaño un rato caminaron Juntos por las calles del barrio compartiendo historias y risas Alejandro escuchaba Atentamente Mientras ella

le contaba sobre sus clases en la universidad sus planes de convertirse en maestra y cómo ayudaba a su madre con las cuentas de la casa debe ser difícil comentó él sintiendo una punzada de culpa por su propia vida privilegiada es lo que hay respondió ella con un encogimiento de hombros además me gusta sentir que estoy construyendo algo por mí misma Alejandro la miró con admiración en su mundo todo venía servido en bandeja de plata pero Camila luchaba cada día por sus sueños sin perder la sonrisa Eres increíble sabes dijo sin pensar y tú eres un

misterio respondió ella mirándolo de reojo nunca hablas de tu familia ni de dónde vives Alejandro sintió que se le tensaba el cuerpo no hay mucho que contar murmuró desviando la mirada Camila notó su incomodidad pero no insistió había aprendido a respetar sus silencios aunque a veces la carcoma la curiosidad lo que ninguno de los dos sabía era que estaban caminando sobre una fina línea entre la verdad y El engaño una línea que pronto comenzaría a desdibujarse las dudas comenzaron a aparecer como pequeñas grietas en un espejo al principio eran detalles insignificantes la marca de su

teléfono último modelo los zapatos que parecían recién comprados cada semana la forma en que hablaba de ciertos restaurantes como si los frecuentar regularmente una mañana particularmente ocupada en la cafetería Camila notó algo que no pudo ignorar mientras Alejandro gesticulaba contando una historia el reloj en su muñeca captó la luz un Rolex no era experta en relojes Pero había visto suficientes imitaciones en el mercado para reconocer uno auténtico frunció el seño recordando un apellido que había escuchado antes bonito reloj comentó casualmente durante un momento tranquilo observando Atentamente su reacción tu apellido es Altamira verdad Alejandro se

tensó por un breve instante antes de recuperar la compostura Sí pero no es lo que crees Alejandro instintivamente cubrió el reloj con la manga de su camisa aj Esto fue un regalo de un tío debe ser un tío muy generoso respondió ella manteniendo un tono neutral Aunque su mente trabajaba a toda velocidad las inconsistencias comenzaron a acumularse Alejandro nunca respondía a llamadas cuando estaba en la cafetería siempre salía para hablar cuando mencionaba su trabajo las descripciones eran vagas casi ensayadas y había algo en su manera de hablar sobre dinero que no cuadraba con alguien que

supuestamente estaba empezando de cero una tarde mientras limpiaba las mesas Camila lo vio subir a un auto con chofer que lo esperaba en la esquina él no la había visto y al día siguiente apareció como siempre en el autobús Alejandro dijo ella durante uno de sus descansos decidida a enfrentar la situación Por qué nunca me has invitado a tu casa él se tensó visiblemente vivo en un lugar muy pequeño no es nada especial y dónde es ese lugar porque en dos meses nunca has mencionado ni siquiera el barrio Camila yo Alejandro jugueteo con su taza

buscando las palabras correctas es complicado Qué es complicado decir la verdad el silencio que siguió fue pesado cargado de preguntas No formuladas Alejandro finalmente levantó la mirada sus ojos suplicantes Hay cosas de mi vida que prefiero mantener privadas por ahora podemos dejarlo así Camila sintió una punzada de decepción claro respondió su voz más fría de lo habitual como quieras pero mientras regresaba al trabajo una sensación incómoda se instaló en su estómago la persona que creía conocer comenzaba a desdibujarse revelando sombras y secretos que no podía ignorar Quién Era realmente Alejandro y más importante aún Por

qué sentía la necesidad de mentir la noche había caído sobre la ciudad y las luces de la cafetería proyectaban sombras largas sobre la acera Camila terminaba de limpiar las últimas mesas mientras Alejandro como se había vuelto costumbre esperaba para acompañarla hasta la parada del autobús no tienes que esperarme siempre dijo ella colgándose la mochila al hombro después de cerrar la puerta lo sé respondió él con una sonrisa quiero hacerlo caminaron en silencio por las calles casi vacías el aire nocturno traía consigo el aroma de las panaderías preparándose para el día siguiente mezclado con el olor

a Tierra Mojada de una lluvia reciente sabes comenzó Alejandro rompiendo el silencio estos momentos son los mejores de mi día Camila Lo miró de reojo a pesar de sus dudas y las preguntas sin resp Había algo en su presencia que la hacía sentir segura como si el mundo fuera un poco menos complicado cuando estaban juntos incluso mejor que mis cafés especiales bromeó ella intentando aligerar el ambiente incluso mejor respondió él deteniéndose bajo la luz amarillenta de un farol Camila yo se quedó en silencio como si las palabras se le hubieran atorado en la garganta ella

podía ver la lucha en sus ojos el deseo de decir algo importante lado con un miedo que no alcanzaba a comprender Qué pasa preguntó suavemente dando un paso hacia él Hay tantas cosas que quisiera decirte susurró Alejandro su voz apenas audible sobre el ruido distante del tráfico la tensión entre ellos era palpable cargada de emociones no dichas y deseos contenidos Camila sentía su corazón latiendo con fuerza consciente de que estaban al borde de algo que cambiaría todo sin pensarlo más se puso de pun y presionó sus labios contra los de él fue un beso suave

casi tímido pero cargado de significado Alejandro respondió con gentileza como si temiera que ella pudiera desvanecerse si la sostenía con demasiada fuerza cuando se separaron el mundo parecía haber cambiado sutilmente las luces brillaban más intensamente el aire se sentía más ligero y las preocupaciones de ambos parecían haberse desvanecido momentáneamente yo comenzó Alejandro pero Camila puso un dedo sobre sus labios no digas nada susurró por esta noche dejemos que esto sea suficiente el autobús se acercaba a la parada sus luces cortando la oscuridad Camila se alejó con una última sonrisa dejando a Alejandro bajo El farol

tocándose los labios donde aún podía sentir su beso ninguno de los dos sabía que ese momento de Perfecta felicidad estaba a punto de enfrentarse a una realidad que amenazaba con destruirlo todo los días siguientes al beso transcurrieron en una extraña mezcla de felicidad y tensión Alejandro seguía visitando la cafetería pero ahora Había algo diferente en sus encuentros miradas más largas sonrisas Cómplices y toques accidentales cuando sus manos se rozaban al pasar el café sin embargo por cada momento de cercanía el peso de su secreto se hacía más insoportable cada mañana mientras se vestía con ropa

cuidadosamente seleccionada para parecer casual Alejandro ensayaba diferentes formas de contarle la verdad a Camila mi familia comenzaba frente al espejo de su lujoso apartamento pero las palabras siempre morían en sus labios en la cafetería Camila también luchaba con sus propias dudas notaba comoo Alejandro evitaba ciertas preguntas Cómo cambiaba de tema cuando la conversación se acercaba demasiado a su vida personal una tarde mientras iaba las mesas cercanas escuchó sin querer una conversación telefónica de Alejandro no padre no puedo asistir a la junta directiva hoy sí tengo otros compromisos No no es negociable Cuando regresó actuó como

si nada hubiera pasado pero Camila sintió que su corazón se encogía junta directiva Qué clase de compromisos tenía realmente todo bien preguntó ella intentando mantener un tono casual sí solo asuntos de trabajo respondió él evitando su mirada el silencio que siguió estuvo cargado de palabras no dichas Camila quería preguntarle directamente sacudir sus hombros y exigirle la verdad Pero algo la detenía quizás el miedo a que la respuesta destruyera Lo que tenían por su parte Alejandro sentía que cada mentira cada verdad a medias lo alejaba más de la persona que quería ser cada vez que Camila

compartía algo personal cada vez que le contaba sobre sus luchas diarias y sus sueños la culpa lo consumía un poco más Alguna vez has sentido que estás viviendo una mentira preguntó ella una noche mientras caminaban hacia la parada del autobús Alejandro se detuvo en Seco su corazón latiendo con fuerza Por qué preguntas eso no lo sé respondió Camila mirando hacia el cielo nocturno a veces siento que hay tanto que no sé de ti él extendió su mano para tocar su rostro pero se detuvo a medio camino Con qué derecho la tocaba cuando cada caricia estaba

manchada de engaños Camila yo no lo interrumpió ella no digas nada si no estás listo para decir la verdad el silencio que siguió fue ensordecedor lleno de promesas rotas y verdades escondidas el autobús llegó rompiendo el momento y Camila subió sin mirar atrás dejando a Alejandro solo con el peso de sus mentiras era un día como cualquier otro en la cafetería Camila preparaba los pedidos mientras Alejandro ocupaba su mesa habitual junto a la ventana el aroma del café recién hecho llenaba el aire y el murmullo de las conversaciones creaba Una atmósfera acogedora la campana de

la puerta sonó y un hombre con una cámara profesional entró Camila apenas le prestó atención acostumbrada a los clientes que venían a tomar fotos para sus redes sociales pero este era diferente sus ojos escanearon el local a hasta detenerse en Alejandro y una sonrisa de reconocimiento cruzó su rostro Alejandro Altamira exclamó el periodista levantando su cámara qué sorpresa encontrar al heredero del imperio hotelero en un lugar tan peculiar el flash de la cámara iluminó el rostro pálido de Alejandro los clientes comenzaron a murmurar algunos sacando sus teléfonos para tomar fotos Camila se quedó paralizada detrás

del mostrador la jarra de café temblando en sus manos altamir mir susurró ella las piezas del rompecabezas encajando dolorosamente en su mente Alejandro se levantó bruscamente intentando alcanzar a Camila pero el periodista se interpuso en su camino es cierto que has abandonado tus responsabilidades en la empresa familiar es este lugar parte de algún proyecto social de los Altamira no tengo comentarios respondió Alejandro secamente sus ojos fijos en Camila quien había desaparecido en la cocina el gerente de la caf ería alertado por el alboroto apareció para pedir al periodista que se retirara pero el daño Ya

estaba hecho en cuestión de minutos la foto estaba en todas las redes sociales acompañada de titulares sensacionalistas heredero de la fortuna Altamira encontrado en cafetería de barrio crisis existencial del joven millonario romance Secreto del heredero hotelero Camila se encerró en el almacén su mente un torbellino de emociones las revistas de chismes que ocasionalmente ojeaba durante sus descansos siempre tenían artículos sobre los Altamira cómo no lo había reconocido las fotos de eventos de Caridad las inauguraciones de hoteles de lujo Todo estaba allí cuando finalmente salió Alejandro la esperaba junto a la puerta trasera Camila por favor

Déjame explicarte explicar qué interrumpió ella su voz temblorosa de rabia y dolor que te has estado burlando de mí todo este tiempo que para ti Esto fue solo un experimento de Cómo vive la otra mitad Alejandro negó con la cabeza no nunca fue un experimento yo a pansu solo quería ser yo mismo sin que nadie esperara nada de mí Camila apretó los labios sintiendo una punzada de confusión no quería ceder tan fácilmente pero algo en la sinceridad de su voz la hizo dudar por un momento no es así suplicó él intentando acercarse todo lo que

compartimos fue real real se burló ella las lágrimas amenazando con caer cómo puede ser real algo construido sobre mentiras el teléfono de Alejandro no dejaba de sonar probablemente su familia exigiendo explicaciones Pero él solo podía ver como el mundo que había construido con Camila se desmoronaba frente a sus ojos vete gritó Camila sus manos temblando mientras organizaba frenéticamente las tazas en el almacén No quiero verte nunca más Alejandro permaneció en la puerta del almacén su rostro contraído por el dolor por favor Déjame explicarte no todo fue una mentira no Entonces qué fue verdad se giró

para enfrentarlo las lágrimas corriendo por sus mejillas el café que pedías cada mañana o quizás cuando fingías no tener dinero para el autobús ese día realmente no tenía efectivo conmigo Por supuesto interrumpió ella con una risa amarga el gran Alejandro Altamira no necesita cargar efectivo verdad de debe ser difícil recordar llevar dinero cuando tienes chóferes y tarjetas de crédito ilimitadas el silencio que siguió fue ensordecedor a través de la pequeña ventana del almacén podían escuchar el bullicio de los clientes comentando sobre la noticia que ya circulaba en sus teléfonos Camila intentó nuevamente Alejandro su voz

quebrada todo lo que siento por ti es real sí te ocult Quién era pero cada momento que pasamos juntos sabes qué es lo lo interrumpió ella limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano que realmente creí en ti Creí que eras alguien luchando por salir adelante alguien que entendía lo que significa trabajar duro por tus sueños y lo entiendo por eso vine aquí por eso quería alejarme de todo eso no exclamó ella tú no entiendes nada tú puedes jugar a ser pobre puedes pretender que entiendes nuestras luchas Pero al final del día tienes un

imperio esperándote mientras tanto yo tengo que seguir sirviendo café para pagar mis estudios y ayudar a mi madre el teléfono de Alejandro vibró nuevamente en la pantalla el nombre de su padre parpadeaba insistentemente deberías contestar dijo Camila con frialdad tu verdadero mundo te está llamando Camila por favor No Alejandro o señora Altamira Cómo debería llamarte Ahora su voz estaba cargada de Sarcasmo vuelve a tu mundo de lujos y déjame en paz necesito tu lástima ni tus mentiras nunca fue lástima susurró él dando un paso hacia atrás te amo si realmente me amaras no me habrías

mentido durante tanto tiempo respondió ella dándole la espalda ahora vete y no vuelvas Alejandro se quedó un momento más en la puerta esperando que ella se girara que le diera una última oportunidad pero Camila permaneció inmóvil sus hombros temblando ligeramente mientras contenía los sollozos finalmente se marchó llevándose consigo los fragmentos de un sueño que Nunca debió comenzar La Mansión Altamira se alzaba imponente contra el cielo nocturno cuando Alejandro atravesó las enormes puertas de hierro forjado los jardines perfectamente cuidados y las fuentes iluminadas le parecían ahora una burla cruel de todo lo que había intentado escapar

en el vestíbulo don Ernesto Altamira lo esperaba su figura autoritaria proyectando una sombra a la largada sobre el mármol pulido Ya terminó tu pequeña aventura con los pobres preguntó con desdén sosteniendo una tablet donde se mostraba la foto viral de Alejandro en la cafetería padre no empieces que no empiece la voz de Don Ernesto resonó en el vestíbulo tienes idea del daño que le has hecho a la reputación de esta familia a la empresa Alejandro se pasó una mano por el rostro agotado la reputación es eso lo único que te importa me importa el legado

que que he construido bram su padre un legado que tú pareces empeñado en destruir por Un capricho romántico con una mesera no te atrevas a hablar así de ella advirtió Alejandro sus puños apretados Don Ernesto soltó una risa seca de verdad creíste que podrías escapar de quién eres que podrías pretender ser uno de ellos no estaba pretendiendo respondió Alejandro su voz temblando de rabia por primera vez en mi vida estaba siendo yo mismo tú mismo se burló su padre tú eres un Altamira naciste para dirigir este imperio no para jugar a ser un don nadie

en una cafetería de mala muerte las palabras golpearon a Alejandro como bofetadas miró a su alrededor los cuadros costosos los jarrones antiguos los candelabros de cristal todo le pareció repentinamente vacío sin alma sabes qué padre tienes razón en algo dijo finalmente no puedo escapar de quién soy pero puedo elegir en quién me convierto qué quieres decir con eso renuncio declaró Alejandro a la empresa a la herencia a todo Don Ernesto palideció no puedes hablar en serio nunca he hablado más en serio respondió Alejandro dirigiéndose hacia las escaleras mañana mismo firmaré los papeles necesarios si cruzas

esa línea no hay vuelta atrás gritó su padre no solo te desheredar sino que también me aseguraré de que ningún socio te ofrezca empleo en esta industria Andro se detuvo en el primer escalón respiró hondo y por primera vez se enfrentó a su padre sin miedo lo sé pero prefiero empezar desde cero con mi propia dignidad que seguir Atrapado en esta prisión dorada mientras subía las escaleras hacia su habitación el peso de años de expectativas y obligaciones comenzó a desvanecerse había perdido a Camila sí Pero quizás solo quizás podría encontrarse a sí mismo en el

proceso la cafetería ya no era la misma para Camila las semanas pasaban Y aunque las cosas habían vuelto a la normalidad aparente cada Rincón le recordaba a él el asiento junto a la ventana donde solía sentarse permanecía vacío la mayor parte del tiempo como si los clientes sintieran inconscientemente que ese espacio pertenecía a alguien más otra vez trabajando horas extra preguntó María su compañera mientras Camila limpiaba obsesivamente el mostrador por tercera vez esa tarde necesito el dinero respondió secamente Aunque ambas sabían que era más que eso los periódicos y las redes sociales seguían especulando sobre

el misterioso heredero Altamira que había desaparecido de la vida pública algunos decían que estaba en Europa otros que se había unido a un retiro espiritual Camila evitaba leer cualquier noticia relacionada con él pero era difícil escapar completamente en la universidad se sumergió en sus estudios con renovada determinación sus profesores notaron el cambio felicitándola por sus mejores calificaciones sin saber que cada libro cada examen era una forma de mantener su mente ocupada una tarde mientras organizaba su mochila para irse a casa encontró una servilleta arrugada en el fondo tenía un dibujo torpe de una taza de

café y una nota escrita con la letra de Alejandro el mejor café del mundo servido por la mejor barista la fecha era de apenas un mes atrás pero parecía de otra vida estás bien preguntó su madre esa noche notando como Camila revolvía su cena sin comer sí solo cansada respondió forzando una sonrisa sabes comenzó su madre con cautela a veces el orgullo nos hace perder cosas importantes Camila levantó la mirada No es orgullo mamá es dignidad y Cuál es la diferencia la pregunta quedó flotando en el aire sin respuesta en sus momentos de debilidad Camila

se preguntaba si había sido demasiado dura no merecía él la oportunidad de explicarse Pero entonces recordaba las mentiras las medias verdades y la rabia volvía a surgir una mañana mientras preparaba el primer café del día escuchó a unos clientes comentar que Alejandro Altamira había renunciado a su puesto en la empresa Familiar El rumor decía que había rechazado su herencia dicen que quiere hacer su propio camino Comentó uno probablemente solo sea una estrategia publicitaria respondió el otro Camila siguió trabajando ignorando la conversación pero sus manos temblaban ligeramente mientras servía el café era posible que él realmente

hubiera dejado todo atrás y si no se obligó a detener ese tren de pensamiento ya no importaba lo que él hiciera o dejara de hacer era tiempo de seguir adelante de concentrarse en sus propios sueños y metas la vida continuaba con o sin Alejandro Altamira era viernes por la noche cuando Carlos un antiguo compañero de universidad de Alejandro entró en la cafetería Camila lo reconoció de inmediato por las fotos que había visto en las redes sociales después del escándalo su corazón dio un vuelco pero mantuvo su compostura profesional un americano grande por favor pidió él

estudiá la con curiosidad tú eres Camila verdad ella asintió secamente concentrándose en preparar el café sabes continuó Carlos nunca había visto a Alejandro tan feliz como cuando hablaba de ti si viniste a defenderlo No interrumpió él vine porque creo que mereces saber la verdad sobre él Camila dejó el café frente a Carlos y se dispuso a alejarse pero sus siguientes palabras la detuvieron sabías que Alejandro intentó renunciar a su herencia hace tres años ella se detuvo su curiosidad venciendo su determinación de mantenerse ente su padre lo amenazó con destruir la carrera de su madre si

lo hacía continuó Carlos la señora Altamira es pianista y Don Ernesto tiene suficiente influencia para cerrarle todas las puertas en el mundo de la música Camila se sentó lentamente en la silla frente a él su turno había terminado de todas formas Alejandro siempre odió ese mundo de privilegios explicó Carlos en la universidad intentaba pasar desapercibido usaba ropa normal tomaba el transporte público pero su padre siempre encontraba la manera de recordarle su lugar por qué me cuentas todo esto porque él nunca te mintió sobre quién era realmente respondió Carlos te mostró su verdadero yo el que

siempre quiso ser no la fachada que su padre le obligaba a mantener Camila jugueteo con su delantal procesando la información la última vez que lo vi continuó Carlos había firmado los papeles renunciando a todo su padre lo se heredó por supuesto Pero esta vez Alejandro no cedió su madre lo apoyó dijo que ya era hora de que ambos se liberaran de Don Ernesto Y dónde está ahora preguntó Camila sorprendiéndose A sí misma por el tono de preocupación en su voz trabajando en un hotel pequeño en Oaxaca respondió Carlos no como dueño sino como empleado empezando

desde abajo como siempre quiso se levantó dejando un billete bajo la taza de café no vine a convencerte de nada dijo antes de ir solo pensé que merecías saber que el Alejandro que conociste aquí el que se enamoró de ti ese era el verdadero el otro El Heredero Altamira ese era la mentira Camila se quedó sentada largo rato después de que Carlos se fue las palabras resonando en su mente por primera vez desde el día de la revelación sintió que las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar de una manera diferente El pequeño hotel en Oaxaca

era muy diferente a los lujosos establecimientos Altamira las paredes de adobe pintadas de colores brillantes los pisos de terracota gastados por el tiempo y el jardín interior lleno de Bugambilias creaban Una atmósfera acogedora que Alejandro había aprendido a amar Alejandro llamó Don Miguel el dueño del Hotel Necesito que ayudes con el aire acondicionado de la habitación 12 voy enseguida respondió guardando las sábanas recién lavadas que estaba doblando sus manos antes suaves y cuidadas ahora mostraban callos y pequeñas cicatrices marcas de un trabajo honesto que le daba más satisfacción que todas las juntas directivas a las

que había asistido los huéspedes lo apreciaban por su actitud servicial y su sonrisa genuina nadie aquí sabía quién era realmente y a nadie le importaba era simplemente Alejandro El chico trabajador que siempre estaba dispuesto a ayudar por las noches sentado en la azotea del hotel después de su turno miraba las Estrellas y pensaba en Camila se preguntaba si ella seguía enojada Si algún día entendería por qué había actuado como lo hizo sacaba su teléfono ahora un modelo básico y contemplaba su número guardado pero nunca se atrevía a llamar otra vez soñando despierto preguntó María la

cocinera del Hotel mientras le llevaba una taza de café el café aquí es bueno respondió él pero conocí a alguien que lo hacía mejor María sonrió con comprensión debe ser especial para que la recuerdes tanto lo es suspiró pero cometí errores y no crees que ya has pagado suficiente por ellos Alejandro miró su nueva vida la habitación pequeña que rentaba cerca del hotel su salario Modesto las largas jornadas de trabajo físico no se arrepentía De nada por primera vez sentía que estaba construyendo algo propio ganándose el respeto de los demás por sus acciones y no

por su apellido Don Miguel lo había tomado Bajo su ala enseñándole todos los aspectos del negocio hotelero desde la base un buen líder le decía debe conocer cada trabajo en su hotel desde limpiar baños hasta manejar las reservaciones la ironía no se le escapaba estaba aprendiendo más sobre la industria hotelera limpiando habitaciones que en todas las reuniones ejecutivas a las que había asistido cada noche antes de dormir escribía en un cuaderno sus experiencias y aprendizajes soñ soñaba con algún día tener su propio hotel pequeño pero acogedor donde cada huésped se sintiera como en casa un

lugar construído con trabajo duro y honestidad no con el dinero de su padre y en cada uno de esos sueños Por más que intentara evitarlo veía a Camila junto a él sonriendo mientras preparaba el mejor café del mundo Camila permanecía despierta en su cama las palabras de Carlos dando vueltas en su mente la luna se colaba por su ventana proyectando sombras que parecían bailar en las paredes de su pequeña habitación sobre su mesa de noche el periódico local mostraba un pequeño artículo hijo de Magnate hotelero trabaja como empleado en Oaxaca la foto era borrosa tomada

a distancia pero ella podía reconocer perfectamente a Alejandro cargando sábanas con una sonrisa genuina en su rostro no puedes dormir preguntó su madre desde la puerta estoy pensando respondió Camila incorporándose en la su madre se sentó junto a ella tomando el periódico sabes a veces el orgullo nos hace ver Solo lo que queremos ver mamá escúchame interrumpió suavemente cuando tu padre nos abandonó me negué a ver Cualquier explicación que no fuera la que yo había construido en mi cabeza me tomó años entender que las personas son más complejas que nuestros juicios sobre ellas Camila miró

la foto nuevamente crees que debería buscarlo creo que deberías hacer lo que tu corazón te diga respondió su madre pero asegúrate de que sea tu corazón hablando no tu orgullo herido la mañana siguiente Camila pidió sus días de vacaciones acumulados en la cafetería sus compañeros intercambiaron miradas conocedoras cuando mencionó que iría a Oaxaca pero nadie dijo nada en su pequeña mochila guardó Lo esencial y la servilleta Con el dibujo de la taza de café no tenía un plan claro ni siquiera estaba segura de qué diría cuando lo viera solo sabía que necesitaba verlo escucharlo entender

estás segura de esto preguntó María su compañera de trabajo mientras la ayudaba a cerrar la cafetería por última vez antes de su viaje no respondió Camila con honestidad pero estoy segura de que me arrepentiré si no lo intento compró un boleto de autobús para el día siguiente la ironía no se le escapaba todo había comenzado con un encuentro en un autobús y ahora otro viaje en autobús podría cambiarlo todo nuevamente esa noche mientras preparaba su maleta encontró una vieja foto de ella y Alejandro tomada por un cliente de la cafetería en ella ambos reían mientras

intentaban hacer un diseño en la espuma del café sus ojos se detuvieron en la expresión de Alejandro no había rastro del heredero Altamira allí solo un chico enamorado Mirando a una chica que preparaba café quizás pensó era hora de descubrir Quién Era realmente Alejandro sin apellidos ni fortuna de por medio solo él tal como ella lo había conocido aquel día en el autobús El Sol de Oaxaca brillaba intensamente cuando Camila bajó del autobús sus piernas entumecidas por el largo viaje El pequeño hotel no fue difícil de encontrar sus paredes coloridas destacaban entre los edificios coloniales

de la calle su corazón latía con fuerza mientras cruzaba el umbral el lobby era acogedor con macetas de barro llenas de flores y el sonido suave de música tradicional de fondo un hombre mayor atendía la recepción Busco a Alejandro dijo sorprendida por la firmeza de su propia voz Alejandro respondió Don Miguel estudiándolas con curiosidad está revisando el aire acondicionado de la habitación 12 quieres que lo llame no respondió ella puedo subir Don Miguel asintió señalando las escaleras segundo piso a la derecha Camila subió lentamente cada paso resonando en su mente como un un tambor encontró

la habitación 12 con la puerta abierta Alejandro estaba de espaldas inclinado sobre una unidad de aire acondicionado con una caja de herramientas a su lado el café aquí es terrible dijo ella Alejandro se congeló lentamente se dio la vuelta sus ojos encontrándose con los de Camila tenía manchas de grasa en la cara y su ropa de trabajo Estaba sudada Camila susurró como si temiera que fuera una alucinación he estado pensando continuó ella dando un paso adelante si no es el dinero lo que te Define Entonces qué Alejandro se levantó despacio limpiándose las manos en el

pantalón una pequeña sonrisa se formó en sus labios las decisiones que tomo respondió las personas que elijo ser importante en mi vida los errores que cometo Y cómo intento corregirlos se miraron en silencio por un momento que pareció eterno el ventilador del techo giraba perezosamente ando el aire caliente con el aroma de las Bugambilias que se colaba por la ventana Por qué viniste preguntó él finalmente porque necesitaba ver por mí misma si el Alejandro que conocí en la cafetería era real y qué ves ahora Camila dio otro paso adelante observando sus manos callosas la manera

en que su postura ya no reflejaba la rigidez de su antigua vida veo a alguien que finalmente está siendo honesto no solo conmigo sino consigo mismo alej extendió su mano dudando pero Camila la tomó sintiendo la aspereza de sus Palmas trabajadoras no puedo prometerte que será fácil dijo él estoy empezando de cero realmente de cero esta vez no vine buscando promesas respondió Ella solo vine a ver si podíamos empezar de nuevo esta vez sin mentiras el aire acondicionado finalmente arrancó con un suave zumbido como si celebrara el momento te gustaría tomar un café preguntó él

conozco un lugar no es es tan bueno como el tuyo pero me encantaría sonrió ella y después puedes Mostrarme Cómo arreglar un aire acondicionado se sentaron en una pequeña cafetería cerca del hotel donde el aroma del café recién molido se mezclaba con el del pan dulce tradicional Alejandro pidió dos americanos y por primera vez en mucho tiempo no tuvo que Fingir ser alguien más así que empleado de mantenimiento comenzó Camila observando las manchas de grasa que aún persistían en sus manos Don Miguel dice que debo conocer cada aspecto del negocio respondió él sonriendo Aunque debo

admitir que el aire acondicionado sigue siendo un misterio la mayoría de las veces tu padre sabe dónde estás La sonrisa de Alejandro se desvaneció un poco sí envió a sus abogados con los papeles de desheredamiento los firmé sin leerlos Camila Lo miró sorprendida así de fácil renunciaste a todo No fue fácil admitió él revolvi su café pero por primera vez en mi vida sentí que tomaba una decisión por mí mismo mi madre me apoyó eso fue lo que importó Carlos me contó sobre ella dijo Camila suavemente sobre cómo tu padre la amenazó la última vez

que intentaste irte Alejandro asintió Esta vez fue ella quien me dijo que me fuera que ya era hora de que ambos dejáramos de vivir bajo su sombra El silencio que siguió estaba lleno de palabras no dichas de heridas que comenzaban van a sanar Lamento no haberte dicho la verdad desde el principio continuó él pero cada vez que estaba contigo en la cafetería siendo simplemente yo era la única vez que me sentía real y ahora ahora Alejandro miró alrededor a la pequeña cafetería con sus mesas desvencijadas y ventiladores chirriantes ahora todo se siente real el trabajo

duro el sudor los errores todo es mío no del apellido Altamira Camila dio su mano sobre la mesa tocando suavemente las callosidades en Las Palmas de Alejandro sabes estas manos cuentan una historia mejor que cualquier palabra podría hacerlo una historia de mentiras y engaños preguntó él con un dejo de amargura no respondió ella entrelazando sus dedos con los de él una historia de transformación de alguien que tuvo el valor de cambiar su vida Los ojos de Alejandro se humedecieron ligeramente crees que podamos empezar de nuevo ya amos sonrió ella en el momento en que decidí

subir a ese autobús hacia Oaxaca el café se enfrió en sus tazas mientras continuaron hablando compartiendo verdades que antes habían estado ocultas Sanando heridas que el orgullo y el miedo habían causado no había promesas grandiosas ni declaraciones dramáticas solo la honestidad simple de dos personas que habían encontrado su camino de vuelta el uno al otro la tarde caía sobre Oaxaca pintando el cielo de tonos naranjas y rosas Alejandro y Camila caminaban por las calles empedradas del centro histórico sus pasos lentos y sincronizados como si quisieran hacer durar cada momento Don Miguel Me está enseñando todo

sobre administración hotelera explicaba Alejandro mientras pasaban frente a una pequeña posada es diferente Cuando aprendes desde abajo cada peso cuenta cada huésped importa y tus planes de tener tu propio hotel preguntó Camila recordando las conversaciones en la cafetería siguen ahí respondió él deteniéndose frente a un edificio abandonado de hecho que estaba pensando en este lugar el edificio Aunque deteriorado tenía un Encanto colonial innegable sus Balcones de hierro forjado y sus altos techos hablaban de historias centenarias está en venta continuó he estado ahorrando cada peso que gano vendí mi reloj y algunas cosas que ya no

necesitaba Don Miguel dice que me ayudará con los trámites cuando esté listo Camila observó el edificio y luego a Alejandro sus ojos brillaban con la misma pasión que había visto en la cafetería pero ahora Había algo más determinación madurez Y qué hay de ti preguntó él tus estudios tus sueños la universidad va bien respondió ella De hecho estaba pensando en hacer mi tesis sobre educación en comunidades rurales hay muchas escuelas pequeñas aquí en Oaxaca se miraron entendiendo lo que ninguno se atrevía a decir en voz alta sabes dijo Alejandro suavemente este edificio tiene un espacio

perfecto para una cafetería en la planta baja Me estás ofreciendo trabajo bromeó ella te estoy ofreciendo una posibilidad respondió él un futuro que podríamos construir juntos paso a paso sin apellidos ni fortunas Solo nosotros el sol se ocultaba tras los cerros las primeras estrellas comenzaban a aparecer en el cielo oaxaqueño en la distancia las campanas de la iglesia marcaban el final del día no necesito una respuesta ahora añadió Alejandro sé que tienes tu vida en la ciudad tu trabajo tu familia Camila lo interrumpió con un beso suave diferente a aquel primer beso en la parada

del autobús este estaba lleno de promesas de posibilidades sabes hacer buenos capuchinos preguntó ella cuando se separaron soy terrible rió él pero conozco a la mejor barista del mundo se quedaron Allí frente al viejo edificio imaginando futuros posibles no había certezas ni garantías solo la decisión de dos personas que habían elegido ser honestas consigo mismas y entre ellas el camino no Sería fácil pero por primera vez ambos estaban listos para recorrerlo juntos un paso a la vez una taza de café a la vez un año después el viejo edificio colonial había cobrado Nueva Vida las

paredes ahora de de un cálido color terracota brillaban bajo el sol de Oaxaca en la planta baja un letrero de madera tallada anunciaba café del encuentro con el dibujo de una taza de café y un autobús Camila ajustaba el delantal negro con el logo del café bordado mientras preparaba la máquina de expresso para otro día de trabajo el aroma del café recién tostado se mezclaba con el del pan dulce que llegaba de la panadería vecina los de la habitación siete pidieron el desayuno en su balcón dijo Alejandro entrando por la puerta de servicio que conectaba

el café con El pequeño hotel el matrimonio mayor preguntó ella sonriendo mientras preparaba la bandeja les encantó tu historia de cómo aprendiste a arreglar aire acondicionados les conté la versión corta río él robando un beso rápido la verdadera historia incluye a una barista que me dio una segunda oportunidad el hotel Aunque pequeño se había ganado una reputación por su Ambiente familiar y su servicio personalizado los huéspedes solían bajar al café no solo por el delicioso café de Camila sino también por las historias que compartían los dueños la madre de Camila Había decidido mudarse también a

Oaxaca ayudando con la administración mientras su hija terminaba su tesis Don Miguel pasaba seguido orgulloso de ver como su antiguo empleado había convertido el edificio abandonado en un lugar lleno de vida Supiste algo de tu padre preguntó Camila mientras preparaba un capuchino con el diseño de una hoja en la espuma mamá dice que sigue enojado respondió Alejandro pero ella es feliz dando conciertos de piano en teatros más pequeños dice que el público es más Genuino el tintineo de la campana de la puerta anunció la llegada de los primeros clientes del día una pareja joven entró

él buscando en sus bolsillos con nerviosismo creo que olvidé mi billetera murmuró el chico avergonzado Camila y Alejandro intercambiaron una mirada cómplice el café va por cuenta de la casa dijo Alejandro recordando aquel primer encuentro en el autobús mientras la pareja se sentaba junto a la ventana Camila preparó dos cafés especiales quién sabe susurró a Alejandro Quizás ellos también están empezando su propia historia el sol continuaba su ascenso sobre Oaxaca iluminando el café lleno de risas y conversaciones en una esquina enmarcada colgaba una vieja servilleta Con el dibujo de una taza de café recordando que

a veces los mejores encuentros comienzan con un simple gesto de bondad y así en este Rincón de México dos personas que el destino había unido en un autobús continuaban escribiendo su historia una taza de café a la vez queridos amigos si esta historia de Camila y Alejandro con sus giros del destino mentiras y verdades y ese aroma a café que nos transporta a las calles de Oaxaca tocó tu corazón no dudes en darle me gusta y compartirla con aquellos que también creen en las segundas oportunidades y en el poder transformador del Amor verdadero si quieres

más historias que mezclan romance descubrimiento personal y el encanto de México suscríbete a nuestro canal y cuéntanos en los comentarios desde qué país estás viviendo esta historia de amor que comenzó con un simple gesto de bondad en un autobús