El Campesino Astuto que Venció al Diablo Una Historia de Fe y Valentía

en un valle olvidado por el tiempo donde las montañas abrazaban las nubes y los ríos cantaban antiguas canciones vivía un campesino llamado Tomás Tomás era un hombre humilde de manos curtidas y mirada profunda quien todos los días salía al campo con la esperanza de ver crecer sus cosechas pero el sol de aquel año había sido cruel durante meses el cielo se negó a llover y la tierra agrietada devoró las semillas que Tomás sembraba con esfuerzo el trigo el maíz y las hortalizas apenas asomaban muriendo antes de crecer el campesino trabajaba de sol a sol pero

no había fruto sus vecinos también azotados por la sequía comenzaron a irse del pueblo Tomás en cambio se negaba a abandonar la tierra de su padre y su abuelo mientras me quede fuerza en los brazos no dejaré que mi campo muera se repetía cada día aunque en el fondo el miedo crecía como una sombra una noche agotada y hambrienta Tomás salió a caminar el campo seco y oscuro parecía susurrarle sus desgracias la luna apenas alumbraba y un frío extraño comenzó a envolver el aire de pronto escuchó un ruido entre las sombras como si alguien lo

siguiera quién anda ahí gritó Tomás con voz firme Aunque por dentro su pecho la tía fuerte entonces una figura salió de la oscuridad era un hombre alto y elegante vestido con un traje negro impecable y un sombrero ancho que cubría gran parte de su rostro su voz era suave y profunda pero algo en ella parecía estar hecha de espinas No te asustes buen amigo dijo el extraño inclinando levemente el sombrero solo soy un viajero que viene a recomendarte lo que más necesitas Tomás frunció el seño desconfiado Y qué crees tú que necesito el hombre se

alizó dejando ver unos dientes blancos y afilados que brillaban en la penumbra lluvia para tu campo cosechas que alimentan a tu familia riqueza suficiente para que Nunca vuelvas a sufrir lo que te ofrezco buen Tomás es prosperidad y vida abundante Tomás sintió un escalofrío recorrer su espalda había escuchado historias sobre seres que aparecían en momentos de desesperación ofreciendo tratos imposibles sabía quién era aquel hombre no quiero problemas contigo dijo el campesino apretando los puños mejor marchate de aquí el extraño dio un paso adelante como si la tierra no lo tocara no vengo a causarte problemas

Solo te pido una cosa a cambio tienes 7 años para disfrutar de tu buena fortuna y después vendrás conmigo y si me niego preguntó Tomás con dureza el extraño quien ya no necesitaba ocultarse más levantó el rostro y sus ojos ardieron como brasas encendidas Si Te niegas tu tierra seguirá Seca tu familia pasará hambre y tú no tardarás en seguir los pasos de los demás Pero si aceptas serás el hombre más próspero del Valle Tomás sintió el peso de sus palabras pensó en su esposa en los pocos animales que aún le quedaban y en el

campo árido que tanto amaba la tentación era un veneno que comenzó a crecer en su mente qué garantía tengo de que cumplirás preguntó Tomás sintiendo que sus labios pronunciaban palabras que no quería decir el pues no era otro extendió la mano y de la nada apareció una semilla dorada brillante como el sol planta la mañana al amanecer y verás como brota ante tus ojos Esa será mi garantía el campesino tragó saliva sabía que aquello era un error pero el hambre y la desesperación eran más fuertes que su miedo está bien dijo finalmente con voz apenas

audible acepto tu trato el entusiasmado con satisfacción desapareció entre las sombras dejando tras de sí un olor a azufre y la semilla que brillaba en la mano de Tomás al día siguiente Tomás plantó la semilla en medio de su campo seco apenas la cubrió con tierra una lluvia suave comenzó a caer empapando el suelo que tanto lo necesitaba en cuestión de horas donde Antes había grietas comenzó a crecer un brote verde fuerte y prometedor en milagro exclamó Tomás con lágrimas en los ojos sintiendo por primera vez esperanza en los días siguientes la lluvia no dejó

de caer y las semillas que había plantado tiempo atrás comenzaron a brotar como nunca antes pronto su campo se llenó de vida trigo dorado maíz alto y flores silvestres que bailaban con el viento los animales engordaron y su familia volvió a sonreír los vecinos regresaron para admirar el campo de Tomás nunca había visto semejante cosecha decían unos Qué suerte la tuya Tomás comentaban otros pero Tomás no respondió a pesar de su éxito cada vez que miraba sus campos verdes y abundantes sentía un nudo en el pecho porque en el fondo sabía que todo aquello tenía

un precio y que el tiempo corría en su contra 7 años parecían mucho tiempo pero el siempre cumple su palabra y Tomás debía encontrar una manera de salvar su alma antes de que fuera de tarde los años pasaron como un suspiro lo que en un principio parecía una eternidad pronto se convirtió en una sombra que acechaba los pensamientos de Tomás durante 7 años el campo floreció como nunca antes el trigo era dorado el maíz crecía tan alto que parecía tocar el cielo y las frutas de los árboles rebosaban jugo dulce y abundante la gente del

pueblo decía que la tierra de Tomás estaba B Pero él sabía la verdad por las noches cuando el viento susurraba entre las hojas Tomás escuchaba una voz lejana que parecía reírse de él grabándole su pacto su esposa y sus hijos dormían tranquilos Pero él se sentaba en la vieja silla de madera frente a la chimenea mirando las llamas con una mirada vacía el vendría por él El séptimo año llegó con una belleza inquietante los días eran más brillantes los colores más vivos y los animales más fuertes pero para Tomás todo falso parecía como un telón

que estaba a punto de caer para mostrar la oscuridad detrás no puedo dejar que esto pase se repetía con el rostro cubierto por sus manos entonces recordó las palabras que escuchó de niño en una de las tantas historias que contaba su abuelo el nunca puede llevarse a un alma que sabe cómo enfrentarlo la la mente es su enemigo más grande Un día sin decir nada a su esposa Tomás tomó su bastón su sombrero de paja y un pequeño bulto de pan y agua sabía A dónde debía ir a las montañas de los susurros donde según

contaban las leyendas vivía un anciano sabio que tenía respuestas para todo el camino Era largo y difícil subió Colinas empinadas cruzó Ríos fríos y caminó entre bosques oscuros donde el viento parecía pronunciar su nombre cada paso era más pesado como si el estuviera poniendo piedras invisibles en su mochila pero Tomás no se detuvo al tercer día agotado y con las piernas temblorosas llegó a la cima de la montaña allí encontró una cabaña vieja casi escondida entre árboles y Niebla de la chimenea salía un humo blanco y calmado Tomás se acercó y tocó la puerta con

suavidad adelante dijo una voz profunda y serena desde el interior Tomás abrió la puerta y entró dentro de la cabaña todo era cálido y acogedor un anciano de barba blanca como la nieve y ojos tan brillantes como las estrellas Lo observaba desde su silla frente a él había una mesa de madera y una taza de té que desprendía un aroma dulce Te estaba esperando Tomás dijo el anciano sin dejar de mirarlo Tomás sintió un escalofrío Cómo sabe mi nombre preguntó con voz temblorosa cuando un hombre se enfrenta al su nombre resuena en todas partes respondió

el anciano con una sonrisa apacible si has venido hasta aquí es porque Busca salvar tu alma Tomás ascendió y sin poder contenerse más cayó de rodillas frente al anciano ayúdeme por favor cometí un error hice un trato con el y pronto vendrá a buscarme mis hijos mi esposa no puedo dejarlos solos el anciano se inclinó colocando una mano en el hombro de Tomás levántate buen hombre no todo está perdido el es astuto Pero también es orgulloso Y soberbio y ahí está su debilidad Tomás se puso de pie con los ojos llenos de Esperanza qué puedo

hacer preguntó el anciano tomó una pequeña bolsa de tela y se la entregó al abrirla Tomás vio que dentro había tres cosas una pequeña semilla dorada un rosario viejo y una vela blanca estas serán tus armas dijo el anciano el te pondrá a prueba pero tú debes ser más astuto que él escucha bien lo que te diré uno siembra la la semilla en el suelo seco lo que brote será tu primer escudo dos cuando la noche sea más oscura enciende esta vela la luz siempre ahuyenta a la sombra tres y cuando la batalla parece perdida

sostén El Rosario con fe verdadera no lo uses como amuleto úsalo con fe en el corazón Tomás tomó la bolsa con cuidado como si llevara el destino de su vida en las manos y si fallo preguntó con voz temerosa el anciano Lo miró con ternura como un abuelo que ve a su nieto enfrentar su primera tormenta no fallarás Tomás porque el puede tentar tu cuerpo pero nunca podrá doblar a un alma que tiene fe y valentía Tomás presionó la bolsa contra su pecho agradecido se despidió del anciano y comenzó el camino de regreso a casa

con el corazón latiendo más fuerte que nunca Tomás llegó al pueblo justo al atardecer el cielo tenía un tono rojo profundo como si anunciara lo que estaba por venir su esposa lo recibió con lágrimas en los ojos Tomás dónde estabas Pensé que algo te había pasado Tomás la abrazó con fuerza sintiendo el calor de su familia como un escudo protector todo está bien mujer pronto todo estará bien esa noche mientras el viento hollaba entre las ventanas y el fuego de la chimenea danzaba con nerviosismo Tomás sacó la pequeña bolsa y la colocó sobre la mesa

sabía que el vendría pronto estaré listo para ti murmuró con la mirada fija en las llamas la noche era más oscura de lo habitual las estrellas que solían iluminar el cielo como faroles lejanos parecían haberse escondido tras un manto espeso de de nubes un viento frío soplaba entre las ramas secas como si la tierra misma contuviera la respiración ante lo que estaba por venir Tomás sentado frente a la mesa sostenía en sus manos la pequeña bolsa de tela que el anciano le había entregado sus dedos tocaban suavemente El Rosario la semilla dorada y la vela

blanca en su pecho el corazón latía con la fuerza de un tambor su esposa y sus hijos dormían en la habitación contigua ajenos al peligro que se cernía sobre ellos de repente el viento cesó un silencio sepulcral inundó la casa y Tomás lo supo el había llegado tomás susurró una voz profunda desde la oscuridad el campesino se puso de pie con las piernas temblorosas pero la mirada firme la puerta principal se abrió lentamente como si alguien invisible la empujara y allí en el el umbral apareció la figura del vestido con su traje negro impecable y

su sombrero ancho el extraño parecía no haber cambiado ni un poco desde aquella noche 7 años atrás sus ojos ardían como brasas y una sonrisa cruel iluminaba su rostro Tomás dijo con voz suave casi burlona he venido por ti Tal como acordamos Tomás tragó saliva y apretó la pequeña bolsa en su mano el momento había llegado sabía que vendrías pero no me rendiré sin luchar respondió con firmeza el te dejaré en paz para siempre pero si fallas en alguna te llevará conmigo de inmediato Tomás respiró hondo y asentado acepto tus pruebas respondió el chasqueó los

dedos y la chimenea se apagó de golpe dejando la habitación sumida en una penumbra inquietante la primera prueba será sencilla dijo el acercándose a Tomás con pasos lentos toma la semilla dorada y siembra en el campo seco si de ella brota algo imposible de explicar habrá superado la primera prueba Tomás salió al patio con el siguiéndolo de cerca su sombra alargada como una mancha oscura en la tierra El Campesino miró el suelo seco y agrietado que rodeaba la casa Ni una sola planta había crecido en Aquel lugar en años con manos temblorosas sacó la semilla

dorada de la bolsa y la colocó con cuidado en la tierra la cubrió con un poco de polvo y cerró los ojos si esto es lo que debo hacer que así sea murmuró recordando las palabras del anciano el lo observaba con una sonrisa burlona crees que una simple semilla crecerá en esta tierra muerta pero antes de que pudiera terminar su frase la tierra comenzó a vibrar suavemente Tomás dio Un paso atrás y ante sus ojos un tallo verde y brillante emergió de la tierra creciendo a una velocidad imposible el tallo se alzó hasta alcanzar la

altura de un hombre y de é floreció una única Rosa dorada cuya luz iluminó la oscuridad de la noche el frunció el seño molesto has tenido suerte dijo con voz fría pero aún te quedan dos pruebas campesino Tomás por primera vez en mucho tiempo sabía que no era suerte era fe luego luego el lo llevó al interior de la casa y extendió su mano hacia la chimenea apagada de ella comenzó a brotar una oscuridad espesa como un humo negro que se arrastraba por el suelo y subía por las paredes cubriéndolo todo la segunda prueba dijo

el es simple Enciende una luz que disipe esta oscuridad si fallas te consumiré ahora mismo Tomás sacó la vela blanca de la bolsa sus manos temblaban pero recordaron las palabras del anciano la luz siempre ahuyenta a la sombra vamos Tomás enciéndela dijo el con un tono burlón si acaso puedes el campesino colocó la vela sobre la mesa y sacó un fósforo de su bolsillo el aire era tan pesado que parecía intentar apagar la llama antes de que naciera pero Tomás con un movimiento firme frotó el fósforo contra la caja y subió la vela en cuanto

la pequeña llama tocó la Mecha una luz pura y cálida comenzó a crecer la oscuridad del retrocedió como si temiera aquel resplandor las sombras se dispersaron por las esquinas de la habitación hasta desaparecer por completo El apretó los dientes su sonrisa desaparecida por completo muy bien Tomás dijo con voz grave dos pruebas superadas pero la última será la más difícil el extendió su mano y con un movimiento hizo que el suelo comenzara a temblar la última prueba es esta campesino entrega tu alma voluntariamente si tienes tanta fe como dices no te será difícil resistirte a

mí el comenzó a acercarse y el aire se volvió pesado Tomás sintió como su cuerpo perdía fuerzas como si una parte de él quisiera Rendirse pero Entonces tomó el rosario viejo de la bolsa y lo sostuvo con fuerza entre sus manos cerró los ojos y comenzó a rezar no lo hacía Como quien repite palabras sin sentido rezaba con el corazón con cada fibra de su ser Dios mío dame la fuerza para enfrentar la oscuridad protege a mi familia y no permitas que mi alma se pierda el rugió con Furia intentando acercarse más pero una luz

invisible comenzó a rodear a Tomás basta gritó el detente campesino pero Tomás no se detuvo sus palabras eran cada vez más fuertes y el comenzó a retroceder como si aquella luz lo quemara finalmente con un grito desgarrador el desapareció en una nube de humo negro dejando tras de sí un olor a azufre cuando la primera luz del amanecer entró por la ventana Tomás cayó de rodillas exhausto pero lleno de paz había vencido al no con fuerza ni astucia sino con fe verdadera y valentía su esposa lo encontró Poco después sentado frente a la chimenea con

el rosario en las manos y una sonrisa Serena en el rostro todo está bien Ahora dijo Tomás mirando hacia el campo donde la rosa dorada aún brillaba con el sol naciente desde aquel día Tomás vivió en paz junto a su familia trabajando la tierra con gratitud y recordando siempre que el bien la fe y la valentía son más fuertes que cualquier oscuridad los años pasaron y la vida de Tomás transcurrió con la misma tranquilidad con la que crecen los árboles más viejos su cabello se tornó blanco sus manos Se volvieron aún más ásperas por el

trabajo en el campo pero en sus ojos brillaba siempre la misma luz aquella que nació el día que derrotó al La rosa dorada que floreció aquella noche oscura siguió creciendo en el mismo lugar donde Tomás había sembrado la semilla nadie en el pueblo podía explicarlo pero nunca marchitaba nunca perdía su brillo decían que era un milagro un Regalo del cielo aquel pequeño símbolo se convirtió en un faro de Esperanza para quienes lo veían y muchos Incluso se acercaban a orar cerca de la rosa en silencio los hijos de Tomás crecieron fuertes y felic aprendiendo de

su padre no solo cómo trabajar la tierra sino también a ser hombres y mujeres de fe y valentía él les contaba la historia de la noche en que enfrentó a la oscuridad no para asustarlos sino para enseñarles que el mal por más grande y poderoso que parezca nunca puede vencer a un corazón que tiene luz con el tiempo Tomás se convirtió en una leyenda en el pueblo los ancianos narraban su historia a los jóvenes que aún no habían nacido cuando todo ocurrió y los campesinos miraban la rosa dorada como un símbolo de protección y de

Esperanza la gente decía que Tomás era el hombre que venció al Pero él humilde como siempre respondía no fui yo quien lo venció fue la fe la luz y el amor por mi familia lo que me protegió a los 90 años rodeado de sus hijos nietos y bisnietos Tomás partió en paz con una sonrisa serena y el rosario viejo en sus manos la rosa dorada seguía allí brillando Bajo el mismo cielo que había sido testigo de su valentía tantos años atrás después de su partida los hijos de Tomás continuaron cuidando el campo y la rosa

dorada registrando las enseñanzas de su padre cada vez que alguien en el pueblo se sentía perdido o Derrotado acudía a ellos en busca de Consuelo y uno de los hijos de Tomás decía mi padre me enseñó que la oscuridad solo puede ganar si dejamos de creer en la luz así que nunca pierdas la fe Aunque todo parezca perdido la historia de Tomás se convirtió en un cuento que viajaba Más allá del pueblo llegando a otras tierras donde quienes escuchaban la leyenda encontraron consuelo y fuerza en sus propias batallas y así en cada amanecer donde la

luz iluminaba las tierras doradas de aquel campo el legado de Tomás seguía vivo un recordatorio de que la verdadera fuerza no está en las manos ni en el poder sino en la fe la esperanza y el amor que uno lleva en el corazón la historia de Tomás el campesino que venció al nos Recuerda una verdad poderosa todos enfrentamos momentos oscuros en la vida pueden ser tiempos de pérdida miedo incertidumbre o desesperanza donde Parece que la oscuridad Es demasiado grande y Nuestra fuerza demasiado pequeña sin embargo así como Tomás encontró la fuerza en su fe su

amor por su familia y su valentía cada uno de nosotros lleva dentro de una luz capaz de disipar cualquier sombra esa luz no depende de lo que tenemos sino de lo que creemos y sentimos en el corazón como la fe la confianza en que aunque no veamos el camino la luz siempre nos guiará el amor la fuerza que nos impulsa a proteger a quienes amamos Incluso en los momentos más difíciles y la esperanza la de que ninguna batalla es eterna y que después de la noche más oscura siempre llega el amanecer el en la historia

no es solo una figura sobrenatural sino un símbolo de nuestros propios temores inseguridades y problemas a veces el enemigo más grande vive dentro de nosotros mismos susurrándole luchar con ira o desesperación sino en mantenerse firme confiando en la luz que llevamos dentro porque la oscuridad solo puede vencer si dejamos de creer en la luz así que cuando te enfrentes a tus propias batallas recuerda esta historia no importa lo grande que parezca la tormenta Si tienes fe amor y esperanza siempre encontrarás la manera de vencer porque Incluso en los momentos más oscuros la luz siempre prevalece

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