Recuerdo que tenía 17 años cuando yo y un grupo de amigos ingenuos e imprudentes desobedeció las advertencias de las viejas leyendas contadas por nuestros abuelos la vida en nuestro pequeño pueblo rural había sido tranquila hasta esa fatídica noche aún cuando el tiempo ha pasado las imágenes de lo que sucedió no se han desvanecido de mi memoria permanecen más vívidas que nunca grabadas en mi mente Como cicatrices imborrables el pueblo en el que crecí era un lugar donde las historias y leyendas pasaban de generación en generación desde niños habíamos escuchado relatos sobre criaturas que rondaban el
bosque cercano sobre luces extrañas que aparecían en los campos y sobre todo sobre el Antiguo pozo que se encontraba en el centro del pueblo este pozo según se decía había sido construido mucho antes des de que el primer asentamiento se estableciera allí nadie sabía quién lo había construido o Con qué propósito pero todos sabían una cosa jamás debías mirar dentro las leyendas contaban que un espíritu vengativo habitaba en su interior Atrapado allí desde tiempos inmemoriales aquellos que eran lo suficientemente tontos como para desafiar la advertencia y mirar dentro del pozo nunca volvían a ser los
mismos algunos decían que desaparecían sin dejar rastro otros que simple emente perdían la cordura por eso con el paso del tiempo el pozo fue sellado con una gruesa tapa de piedra y cubierto por maleza como si el pueblo mismo intentara enterrar ese oscuro secreto mis amigos y yo no creíamos en esas leyendas éramos jóvenes arrogantes y escépticos convencidos de que eran solo historias para asustar a los niños y mantener a la gente bajo control Así que una noche decidimos comprobar por nosotros mismos que hab desierto en todo aquello la idea había surgido entre risas y
bromas durante una tarde calurosa de verano Felipe siempre el más Audaz de todos fue quien sugirió que deberíamos aventurarnos al pozo durante la próxima luna llena solo para ver qué pasa dijo con una sonrisa burlona la noche llegó más rápido de lo que esperábamos la luna llena iluminaba el pueblo con una luz fría y plateada y las sombras de los árboles se alargaban como garras hacia el cielo nos encontramos en la plaza del pueblo justo frente al pozo éramos cinco Felipe Andrés Joaquín Clara y yo nadie más estaba cerca el pueblo entero parecía asido en
un sueño profundo como si todos supieran que esa era una noche para permanecer bajo techo el pozo estaba cubierto por una tapa de piedra tal como lo recordaba pero no estaba tan bien asegurado como pensábamos con un poco de esfuerzo y la ayuda de una palanca que Andrés había traído logramos mover la tapa revelando la oscura abertura debajo un olor fétido como de algo podrido emergió del pozo haciéndonos retroceder por un momento es solo un viejo pozo dijo Felipe intentando ocultar su nerviosismo nada que temer pero el temblor en su voz era evidente Felipe fue
el primero en asomarse al borde sosteniendo una linterna que apenas lograba penetrarla oscuridad lo que vimos en su cara cuando miró dentro del pozo me perseguirá para siempre sus ojos Se abrieron de par en par y su rostro perdió todo color no puede ser murmuró pero antes de que pudiera decir algo más una fuerza invisible lo empujó hacia el pozo fue tan rápido que ninguno de nosotros tuvo tiempo de reaccionar su grito resonó en la noche y luego silencio nos quedamos paralizados incapaces de comprender lo que acababa de suceder fue Clara quien rompió el silencio
llorando histéricamente y Llamando a Felipe pero su voz se ahogó en un soso Andrés intentó acercarse al pozo pero algo lo detuvo una presencia que parecía emanar del mismo pozo un frío que calaba hasta los huesos nunca encontramos el cuerpo de Felipe gritamos un hombre arrojamos cuerdas y piedras al pozo pero todo fue en vano no hubo respuesta ningún sonido solo El eco de nuestras voces rebotando en las paredes de piedra intenté acercarme al pozo intentando entender que había pasado pero al asomarme Sentí algo que tiraba de mí algo que quería arrastrarme hacia la oscuridad
retrocedí de inmediato tropezando y cayendo de espaldas Fue entonces cuando lo escuché un susurro como una voz lejana que venía desde las profundidades del pozo era la voz de Felipe pero sonaba distorsionada como si hablara desde otro mundo Ayúdenme aquellas palabras Aún resuenan en mis oídos recordándome lo que dejamos atrás finalmente conseguimos cubrir el pozo de nuevo asegurándoles y escombros Clara se fue corriendo incapaz de soportar más y nosotros la seguimos dejando el pozo atrás pero no la sensación de horror que nos había envuelto aquella noche no dormimos nos quedamos en Silencio en casa de
Andrés intentando comprender lo que había sucedido pero era imposible las imágenes de Felipe siendo arrastrado al pozo y la voz que había escuchado no dejaban de rondar en mi mente a la mañana siguiente intentamos buscar ayuda pero nadie nos creyó cuando volvimos al pozo con algunos de los adultos del pueblo todo parecía normal la tapa estaba en su lugar y no había rastro alguno de Felipe nos dijeron que habíamos imaginado todo que solo eran los nervios o alguna broma pesada pero nosotros sabíamos la verdad sabíamos lo que habíamos visto y oído y sabíamos que el
pozo no estaba vacío después de esa noche las cosas cambiaron en el pueblo comenzaron a suceder cosas extrañas animales desaparecían sin dejar rastro se escuchaban ruidos extraños en la noche y algunos decían haber visto sombras moverse en las calles desiertas pero nadie hablaba abiertamente de ello todos parecían Saber que algo había sido despertado algo que debía permanecer dormido pasaron los años pero el miedo nunca se fue mis amigos y yo nos distanciamos poco a poco cada uno lidiando con la culpa y el terror de formas diferentes Joaquín se marchó del pueblo Poco después incapaz de
soportar la atmósfera opresiva clara que siempre había sido la más alegre se volvió callada y retraída y a veces la veía mirando en dirección al pozo como si esperara ver algo Andrés y yo intentamos seguir adelante pero no era fácil cada vez que pasaba por la plaza sentía una punzada de miedo y evitaba mirar en dirección al pozo pero el recuerdo de esa noche seguía vivo alimentado por los extraños sucesos que continuaban atormentando al pueblo una noche años después de aquel evento algo me empujó a volver al pozo no sé si fue la culpa la
necesidad de respuestas o simplemente la locura que había estado creciendo dentro de mí me encontraba caminando solo por las calles desiertas y sin darme cuenta mis pies me llevaron hasta allí la luna llena brillaba igual que aquella noche y el pozo parecía esperar inmóvil en el centro de la plaza me quedé allí mirándolo sintiendo que algo me llamaba desde las profundidades sabía que no debía acercarme pero era como si una fuerza invisible me empujara hacia delante di un paso luego otro hasta que estuve justo al borde la tapa estaba ligeramente desplazada como si alguien la
hubiera movido recientemente sentí un escalofrío recorriendo mi espalda pero no podía apartar la vista lentamente con manos temblorosas empujé la tapa hasta descubrir la abertura el mismo olor nauseabundo emergió y sentí una oleada de pánico Pero había algo más algo que no estaba allí antes un brillo tenue una luz que provenía del fondo del pozo me incliné intentando ver mejor y fue Entonces cuando lo vi una figura apenas visible en la penumbra que se movía lentamente hacia arriba mi corazón latía con fuerza y me congelé en el lugar incapaz de apartar la vista la figura
se acercaba más y más y finalmente lo reconocí era Felipe su rostro estaba pálido demacrado pero inconfundible sus ojos sin embargo no tenían vida estaban vacíos como los de un cadáver alzó la mano como pidiendo ayuda y una voz su voz pero distorsionada y gutural surgió de su boca ayúdame retrocedí horrorizado tropezando y cayendo al suelo Pero antes de que pudiera reaccionar la figura se desvaneció en la oscuridad y la luz en el pozo desapareció me quedé allí respirando con dificultad sin poder comprender lo que acababa de ver había sido real o simplemente un producto
de mi mente atormentada nunca lo supe y nunca lo sabré desde aquella noche el pozo fue sellado nuevamente esta vez con cadenas y una placa de hierro como si el pueblo entero hubiera decidido que era mejor olvidar nadie volvió a hablar de Felipe ni de las de apariciones ni de las Sombras pero yo sé la verdad aquella cosa en el pozo no era de este mundo y lo que sea que haya allí abajo Sigue esperando a veces en noches de luna llena puedo escuchar su voz en mis sueños llamándome pidiendo ayuda y sé que tarde
o temprano tendré que volver al pozo pero no estoy seguro de Si alguna vez saldré de allí la bestia de la Sierra Hoy les contaré la historia de cómo pude sobrevivir a una criatura infernal una entidad que acecha en los rincones más oscuros de nuestras pesadillas mientras escribo estas palabras la cicatriz en mi espalda arde un recordatorio constante de esa noche en la sierra un recuerdo que nunca se desvanece siempre he sido escéptico pero todo cambió cuando me mudé al pueblo de mis abuelos enclavado en lo profundo de la Sierra donde las montañas se elevan
como dientes afilados y los bosques parecen murmurar secretos ancestrales el pueblo San José de las Sombras no figuraba En ningún mapa era un lugar olvidado por el tiempo donde los días se deslizaban con una lentitud inquietante y las noches caían como un manto opresivo llegué allí buscando un respiro de la vida en la ciudad esperando encontrar la paz y el aislamiento que tanto anhelaba mis abuelos me habían dejado una pequeña cabaña Un refugio uido con sus propias manos las paredes de madera crujían con cada Brisa como si la casa respirara como si guardara su propio
aliento desde el primer día los vecinos me hablaron del nahual una criatura de leyenda un ser capaz de tomar la forma de cualquier animal lo mencionaban con temor en sus voces sus ojos evitaban el contacto directo como si al hablar de él pudieran invocar su presencia yo siempre había desestimado tales supersticiones ándome en la ciudad rodeado de ciencia y tecnología me había acostumbrado a buscar explicaciones lógicas para todo pero San José de las Sombras no era un lugar para la lógica aquí el tiempo parecía detenerse y la realidad misma tenía una cualidad maleable como si
pudiera desmoronarse en cualquier momento revelando algo más oscuro debajo al caer la noche el pueblo se sumergía en un silencio que pesaba en el aire solo se escuchaba el aullido ocasional de Los Coyotes En la distancia un sonido que de alguna manera resonaba más fuerte y más cerca de lo que debería durante semanas me mantuve ocupado reparando la cabaña explorando los alrededores y tratando de adaptarme al ritmo lento y melancólico del pueblo pero no podía ignorar la sensación de ser observado a veces al caer la noche sentía una presencia afuera Más allá de las ventanas
era como si alguien o algo se cara sigilosamente acechando en la penumbra esperando el momento oportuno para atacar un día mientras exploraba el bosque cercano encontré algo extraño en un claro donde los árboles se inclinaban de una manera antinatural vi marcas en el suelo huellas profundas que no correspondían a ningún animal que conociera eran demasiado grandes para un coyote demasiado profundas para un ciervo un escalofrío recorrió mi espalda y por primera vez comencé a cuestionar mi escepticismo pero aún me aferraba a la lógica convencido de que debía haber una explicación racional la noche que cambió
Todo comenzó como cualquier otra el viento silbaba a través de las rendijas de la cabaña y el crepitar del fuego en la chimenea llenaba el silencio me preparaba para dormir cuando escuché un sonido que me heló la sangre no era un aullido ni el ruido de una rama quebrándose bajo el peso de un animal era un susurro un murmullo bajo que parecía provenir de todas partes a la vez como si la misma tierra estuviera hablando me levanté de la cama con el corazón latiendo con fuerza la cabaña estaba envuelta en la oscuridad pero podía sentirlo
algo estaba ahí justo afuera tomé una lámpara de aceite y con un temblor en la mano Abrí la puerta el frío de la noche me golpeó como una bofetada pero lo que vi Más allá del umbral fue lo que realmente me paralizó a unos metros de la cabaña iluminado apenas por la luz de la lámpara estaba El Coyote su pelaje era oscuro casi negro y sus ojos sus ojos no eran de un animal eran ojos humanos llenos de una inteligencia maligna Y una crueldad que no podía comprender nos miramos durante lo que parecieron minutos Aunque
debieron ser solo segundos y entonces El Coyote sonrió no hay otra forma de sus labios se levantaron en una mueca burlona revelando dientes afilados como cuchillos el terror me invadió y sin pensarlo dos veces me giré y corrí hacia el bosque no era una decisión lógica era puro instinto una necesidad desesperada de escapar de esa mirada de esa sonrisa corrí como nunca antes había corrido escuchando el crujido de ramas y el susurro de hojas secas bajo mis pies podía sentir al cyo detrás de mí su aliento caliente en mi nuca Pero cuando me atreví a
mirar hacia atrás ya no era un coyote era una sombra una figura humanoide que se deslizaba entre los árboles a una velocidad antinatural con movimientos que desafiaban toda lógica corrí hasta que mis piernas no pudieron más hasta que el aire quemó mis pulmones y el corazón amenazó con estallar en mi pecho llegué a un claro y allí sin fuerzas para continuar me desplomen el suelo la criatura no tardó en alcanzarme pude sentir su presencia antes de que la viera sus sombras se cernía sobre mí una oscuridad que parecía devorar la luz misma luché por levantarme
por huir de nuevo pero era inútil estaba Atrapado la criatura se acercó y en ese momento bajo la luz de la luna que se filtraba entre las ramas pude ver su forma completa era un hombre Pero no lo era su cuerpo estaba cubierto de un pelaje oscuro y sus ojos esos ojos humanos que había visto en el coyote brillaban con una intensidad infernal extendió una mano hacia mí una mano que terminaba en garras largas y afiladas y sentí un dolor lacerante en mi espalda mientras su garra me rasgaban la carne grité un sonido que se
perdió en la vastedad de la noche y todo se volvió negro desperté horas después con el cuerpo cubierto de frío y sudor el olor en mi espalda era insoportable y cuando traté de moverme descubrí que estaba tirado en el suelo del claro solo con la camisa empapada en sangre la criatura se había ido pero las marcas de su ataque eran evidentes logré arrastrarme de regreso a la cabaña donde me desplomen la cama apenas consciente no sé cuánto tiempo pasé allí debatiéndose entre la vida y la muerte pero finalmente desperté con la primera luz del día
mi cuerpo agotado pero vivo durante días permanecí en la cabaña tratando de entender lo que había sucedido tratando de convencerme de que todo había sido una pesadilla una alucinación producto del aislamiento y el miedo pero la cicatriz en mi espalda era real y cada vez que la tocaba sentía un escalofrío que me recorría todo el cuerpo los vecinos al verme No dijeron nada Solo me miraron con esa misma expresión de temor y resignación como Si supieran exactamente lo que había pasado pero no se atrevían a hablar de ello eventualmente Decidí irme no podía quedarme en
San José de las Sombras el pueblo me había mostrado algo que nunca debía haber visto algo que mi mente se negaba a aceptar pero que mi cuerpo recordaría para siempre al empacar mis cosas noté algo extraño en la cabaña una pequeña figura tallada en madera colocada sobre la chimenea no recordaba haberla visto antes era una representación tosca de un coyote con ojos que parecían observarme incluso Desde esa rudimentaria forma de alguna manera supe que los vecinos la habían dejado allí un talismán una advertencia O tal vez un recordatorio de lo que acechaba en la oscuridad
abandoné el pueblo al amanecer sin mirar atrás el camino de regreso fue largo y silencioso y el peso de la experiencia se asentó sobre mí una carga que sabía que llevaría por el resto de mi vida ahora de vuelta en la ciudad me encuentro escribiendo esta historia no para convencer a nadie sino para intentar exorcizar los demonios que me atormentan cada noche he investigado sobre el Nahual sobre las leyendas y mitos que rodean a esas criaturas pero nada puede explicar lo que viví a veces en las noches más oscuras cuando el viento susurra a través
de las rendijas de mi ventana siento de nuevo esa presencia como si el Nahual me hubiera seguido como si si esa criatura infernal no estuviera limitada a los confines del pueblo en la sierra la Colina de la bruja recuerdo que mi abuelo me contó una historia aterradora que había escuchado de su propio abuelo era una de esas historias que parecen más leyendas que realidad pero la forma en que me la narró hizo que se me helara la sangre me advirtió que no repitiera sus errores que no desafiara lo concido solo por orgullo sin embargo la
arrogancia de la juventud puede ser ciega y yo no fui la excepción en mi pueblo hay una colina a las afueras un lugar que ha estado envuelto en misterio y terror durante generaciones nadie se atreve a ir allí después del anochecer se dice que hace siglos una bruja fue capturada y quemada Viva en la cima de esa colina según las historias fue traicionada por aquellos en quienes confiaba y su espíritu maldito aún vaga por la zona buscando venganza contra cualquier incauto que se cruce en su camino a pesar de estas advertencias siempre consideré que tales
relatos eran solo supersticiones cuentos de viejas para asustar a los niños y mantener a los curiosos lejos de un lugar peligroso incluso después de escuchar la advertencia de mi abuelo no pude evitar reírme por dentro cómo podía una historia tan vieja y llena de fantasía asustarme sin embargo pronto descubriría cuán equivocada estaba una noche de otoño decidí demostrarme a mí mismo que no había nada que temer después de todo yo no era un niño que se dejara intimidar por cuentos de fantasmas Así que bajo la luz de la luna llena tomé mi linterna y me
dirigí a la colina al acercarme el aire se volvió más frío como si el viento soplara desde un lugar más allá del mundo que conocía aún así Seguí adelante convencido de que todo era una simple coincidencia la colina estaba cubierta de árboles antiguos cuyas ramas retorcidas parecían formar grotescas figuras a la luz de la luna a medida que ascendía una Niebla espesa comenzó a elevarse desde el suelo envolviendo todo a mi alrededor en un manto blanco el silencio era absoluto roto solo por el crujido ocasional de las hojas bajo mis pies Pero entonces lo escuché
por primera vez una voz femen suave y casi susurrante llamando mi nombre me detuve en Seco con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho Miré a mi alrededor buscando la fuente de la voz pero no vi a nadie debe ser el viento me dije tratando de calmarme pero la voz volvió a sonar más clara esta vez como si viniera de todos lados a la vez era una voz cargada de tristeza y rabia y parecía venir de las profundidades de la niebla no tienes que tener miedo me dije a mí mismo en un intento desesperado
de mantener la compostura decidí seguir adelante pero con cada paso que daba la voz se hacía más insistente más personal sentí que algo o alguien me estaba observando desde la oscuridad y un escalofrío recorrió mi espalda finalmente llegué a la cima de la Colina la niebla era tan densa que apenas podía ver más allá de unos metros la luna que antes brillaba intensamente ahora estaba cubierta por nubes oscuras el aire se había vuelto tan gélido que mi aliento se condensaba en nubes blancas frente a mí la voz había dejado de llamarme pero la sensación de
ser observado persistía entonces vi algo en la niebla una figura alta y delgada apenas visible se movía lentamente entre los árboles su silueta era vagamente humana pero algo en su movimiento me hizo pensar en una marioneta como si sus articulaciones estuvieran siendo manipuladas por hilos invisibles la figura se detuvo giró su cabeza hacia mí y aunque no podía ver su rostro sentí su mirada fija en mí el terror se apoderó de mí entonces paralizando la figura comenzó a acercarse deslizándose sobre el suelo como si no tocara la tierra el miedo me tenía inmovilizado pero en
el último momento logré reunir la fuerza suficiente para girarme y correr mientras huía podía Escuchar detrás de mí el crujido de hojas secas y ramas quebrándose como si algo me estuviera persiguiendo corrí sin mirar atrás sin detenerme hasta llegar al pie de la Colina solo entonces me atreví a volver la cabeza pero no vi nada la niebla se había disipado y todo estaba en silencio de nuevo jadeando me apoyé en un árbol intentando recuperar el aliento y calmar los latidos frenéticos de mi corazón me dije que solo había sido mi imaginación que los nervios me
habían jugado una mala pasada pero en el fondo sabía que no era así al llegar a casa noté algo extraño había marcas en mi piel como arañazos largos y profundos que no recordaba haberme hecho traté de convencerme de que las ramas de los árboles debían haberme arañado mientras corría pero algo en la forma en que estaban dispuestas no parecía natural era como si alguien o algo hubiera intentado su sujetarme mientras huía las noches siguientes no fueron mejores empecé a tener pesadillas recurrentes en las que me veía de nuevo en la colina rodeado de niebla con
la figura oscura acercándose cada vez más a veces la voz volvía a llamarme incluso cuando estaba despierto susurrando mi nombre en la oscuridad de mi habitación no podía dormir no podía comer y empecé a evitar salir de casa al caer la noche una noche cuando el el insomnio me tenía Atrapado en su garras decidí investigar más sobre la historia de la bruja fui a la vieja biblioteca del pueblo buscando en los archivos cualquier información que pudiera encontrar después de horas de búsqueda encontré una mención en un antiguo libro de registros la bruja había sido acusada
de múltiples crímenes hechicería asesinato y pactos con demonios la habían capturado y sin juicio la llevaron a la colina donde la quemaron viva Pero antes de morir lanzó una maldición sobre todos aquellos que participaron en su ejecución jurando que su espíritu nunca descansaría hasta que obtuviera venganza el libro mencionaba algo que me heló la sangre Los Aldeanos que habían participado en su muerte comenzaron a desaparecer uno por uno sus cuerpos nunca fueron encontrados pero se decía que sus espíritos estaban atrapados en la colina condenados a servir a la bruja en su venganza record entonces lo
que mi abuelo me había dicho sobre su amigo desaparecido podría ser que él también hubiera caído víctima de la maldición de la bruja el miedo empezó a consumir cada aspecto de mi vida ya no podía caminar por el pueblo sin sentirme observado sin sentir la presencia de algo maligno acechando en las sombras la voz seguía llamándome a veces durante el día en medio de la multitud y otras en la soledad de mi casa no podía escapar de ella no podía ignorarla finalmente me di cuenta de que solo había una forma de detenerlo debía regresar a
la colina debía enfrentar lo que había despertado no sabía que haría una vez allí pero sentía que la respuesta de alguna manera se encontraba en ese lugar maldito Así que una vez más bajo la luz de la luna llena me dirigí hacia la colina el camino me pareció más largo Esta vez como si la misma tierra estuviera tratando de irme el viento soplaba con fuerza y las ramas de los árboles crujían de manera siniestra como si se prepararan para cerrar sus garras sobre mí cuando llegué a la cima Todo estaba en silencio la niebla me
envolvía nuevamente Y aunque no podía ver más allá de unos pocos metros sentía la presencia de la figura acechando en la oscuridad tomé aire y grité Llamando al Espíritu de la Bruja no sé qué esperaba que sucediera pero no estaba preparado para lo que vino después la figura emergió de la niebla más clara que antes y esta vez pude ver su rostro no era humano era una máscara de horror con ojos vacíos que reflejaban mi propio miedo su boca se abrió pero no emitió sonido alguno sin embargo la voz que había estado atormentando Me resonó
en mi mente llena de Furia y dolor sentí un tirón en mi pecho como si algo intentara arrancar mi alma caí rillas incapaz de moverme incapaz de gritar la figura se acercó más y más hasta que todo se volvió oscuro desperté al amanecer tirado en el suelo con la luz del sol filtrándose a través de la niebla que empezaba a disiparse mi cuerpo estaba entumecido y cubierto de marcas pero lo más aterrador era la sensación de vacío en mi interior algo me había sido arrebatado algo que no podía recuperar Desde esa noche la voz dejó
de las pesadillas cesaron pero un nuevo terror se apoderó de mí el miedo de saber que una parte de mí quedó atrapada en esa colina para siempre ligada al Espíritu de la Bruja no volví a hablar de lo sucedido y evit la colina a toda Costa pero el miedo sigue conmigo en la oscuridad en el silencio recordándome que hay cosas que no deberían ser desafiadas que algunas leyendas son más reales de lo que podemos imaginar el amigo de mi abuelo nunca fue encontrado y Ahora entiendo por qué él como yo Fue llamado por algo que
no comprendía y pagó el precio Yo tuve la suerte de regresar pero no soy el mismo la Colina de la bruja me marcó y aunque intento seguir adelante sé que parte de mi alma se quedó atrapada en esa Niebla condenada a vagar junto a la bruja esperando el día en que alguien más sea lo suficientemente necio como para desafiar lo desconocido El guardián del puente soy guardabosques en un pequeño pueblo enclavado entre montañas un lugar tan remoto que el viento parece llevarse consigo cualquier rastro de modernidad el bosque aquí es denso Antiguo y guarda secretos
que los viejos del pueblo prefieren no desenterrar he vivido aquí Toda mi vida lo suficiente como para conocer cada sendero cada árbol retorcido por el tiempo y la soledad pero hay un lugar al que nunca he querido acercarme el viejo puente no es un puente común es una estructura de madera grisaia corroída por el tiempo que se alza sobre un río que a menudo se esconde bajo una neblina espesa y asfixiante hace muchos años cuando yo era apenas un niño ocurrió un accidente un autobús escolar lleno de niños que regresaban de una excursión perdió el
control y se precipitó al río desde ese mismo puente no hubo sobrevivientes fue una tragedia que marcó al pueblo para siempre desde entonces los habitantes cuentan que en las noches frías cuando la niebla se adueña del Bosque se pueden escuchar lamentos risas infantiles y a veces el crujido de las ruedas de un autobús fantasma atravesando el puente Siempre pensé que eran historias para asustar a los niños pero con los años mientras realizaba mis rondas nocturnas empecé a escuchar cosas al al principio eran apenas murmullos en la bruma sonidos que podía atribuir al viento o a
mi imaginación pero luego comenzaron los susurros voces suaves que parecían llamar mi nombre desde la oscuridad ignoré esos ruidos durante mucho tiempo negándome a ceder a la Superstición sin embargo la curiosidad empezó a carcomer Y si realmente Había algo allí algo que no debía estar en este mundo decidí que era hora de enfrentarlo una noche cuando el aire era tan frío que mi aliento se congelaba en pequeñas nubes frente a mi rostro me armé de valor y Caminé hacia el puente el bosque estaba inusualmente silencioso como si todas las criaturas que lo habitaban hubiesen decidido
ocultarse la niebla era tan densa que apenas podía ver mis propios pies y el crujir de las hojas secas bajo mis botas resonaba con una intensidad desproporcionada sentí un escalofrío recorrerme la espalda pero no me detuve llegué al puente y me detuve en el borde mirando hacia el río abajo apenas podía distinguir el agua negra que corría lentamente como una serpiente acechando en la oscuridad todo estaba en silencio durante unos minutos No ocurrió nada empecé a sentirme ridículo un hombre adulto asustado por cuentos de viejas estaba a punto de dar media vuelta y regresar a
mi cabaña cuando lo escuché primero fue un leve murmullo con como una Ráfaga de viento que rozaba la superficie del río luego más claro escuché una risa era una risa infantil inocente y a la vez llena de una tristeza profunda que me heló la sangre mi primer instinto fue retroceder pero Me obligué a mantener la calma la risa se desvaneció en el aire y por un momento solo quedó el silencio pero luego poco a poco comenzaron los lamentos era como si varias voces pequeñas estuvieran susurrando al unísono formando una especie de canto fúnebre que reverbera
en la niebla no los dejes ir susurraban no los dejes ir no comprendí de inmediato pero el miedo ya se había instalado en mi pecho apretando como una garra fría de repente sentí que algo tiraba de mi abrigo miré hacia abajo esperando ver una rama atrapada en la tela pero no había nada Solo la niebla densa y opresiva viéndome el tirón Se repitió esta vez más fuerte y por un instante juraría que vi una pequeña mano emergiendo de la bruma pálida y temblorosa solté un grito ahogado y retrocedí pero la mano desapareció tan rápido como
había aparecido el puente el maldito puente algo en él estaba terriblemente mal di un paso hacia atrás luego otro pero la niebla parecía volverse más espesa más pesada impidiéndome moverme sentí la presencia de algo detrás de mí algo grande y oscuro y escuché nuevamente el crujido de las ruedas de un autobús sobre la madera podrida del puente no me atreví a mirar estaba paralizado por el terror incapaz de pensar o de moverme Entonces el puente comenzó a vibrar bajo mis pies como si algo enorme estuviera cruzándose cada vez más y luego la risa la risa
de decenas de niños resonando en mis oídos como un coro macabro ven con nosotros susurraron las voces Ven y juega con nosotros el horror de esas palabras fue como una corriente helada que me atravesó el cuerpo me giré bruscamente decidido a huir pero lo que vi me hizo detenerme en Seco a lo lejos en la niebla apareció una figura era una niña de cabello oscuro y enmarañado con un vestido blanco manchado de barro y agua su rostro era pálido casi translúcido y sus ojos sus ojos eran pozos oscuros vacíos que parecían absorber toda la luz
a su alrededor ella no se movió solo me miró fijamente como si estuviera esperando algo ven con nosotros repitió Pero esta vez su voz no era la de una niña era un sonido hueco profundo como el eco de algo que una vez fue humano pero que ya no lo era sentí que mis piernas fallaban pero Me obligué a seguir retrocediendo no sé cómo lo hice pero finalmente logré darme la vuelta y correr corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron escuchando detrás de mí los lamentos y las risas que se desvanecían lentamente en la
niebla no me detuve hasta llegar a mi cabaña donde me atrinchera respirando con dificultad afuera la niebla se arrastraba como una criatura viva Pero ya no se escuchaba nada Solo el silencio del Bosque y el golpeteo acelerado de mi corazón traté de calmarme de racionalizar lo que acababa de vivir pero cada vez que cerraba los ojos veía esos rostros esas manos pálidas que surgían de la niebla y escuchaba sus voces llamándome pasé el resto de la noche en vela con El rifle cargado a mi lado a la mañana siguiente la niebla se había disipado pero
el puente seguía allí inmóvil esperando no volví a acercarme a ese lugar de hecho evit esa parte del Bosque tanto como pude y nunca hablé con nadie de lo que vi aquella noche sin embargo los rumores en el pueblo no cesaron algunas noches cuando la niebla era especialmente espesa otros guardabosques decían haber escuchado cosas nadie se atrevía a investigar más allá pero todos sabíamos que algo achaba en el puente algo que no pertenecía a este mundo algo que estaba Atrapado entre los vivos y los muertos esperando a quienes osaran cruzar su camino con el tiempo
me fui acostumbrando al miedo convenciéndome de que mientras mantuviera mi distancia estaría a salvo Pero hay noches especialmente en invierno cuando el viento sopla fuerte y la niebla regresa en que no puedo evitar recordar esos ojos vacíos Esa risa perturbadora y me pregunto si en algún momento el puente no vendrá a buscarme porque sé en lo más profundo de mi ser que lo que sea que habita en ese lugar Aún está esperando y algún día de una forma u otra me llevará con ellos la cueva del mal en nuestro pequeño pueblo hay una cueva que
todos temen cuentan que es la entrada al infierno y que quienes entran salen con el alma esta historia no es diferente a las que se cuentan en los pueblos olvidados por el tiempo pero mi experiencia con la cueva es algo que no puedo olvidar algo que me sigue atormentando cada noche mi nombre es Sebastián nací y crecí en este pueblo un lugar tan aislado que la modernidad nunca llegó a tocar las montañas que lo rodean nos protegen y a la vez nos encierran en una burbuja de tradiciones y supersticiones desde niño escuché hablar de la
Cueva se encontraba a unos pocos kilómetros del pueblo en una ondonada rodeada por un espeso bosque que los aldeanos evitaban como si estuviera maldito no eran pocos los que aseguraban haber oído lamentos provenientes de sus profundidades especialmente en las noches de Luna nueva mi abuelo un hombre rudo y sin temor siempre me decía que esas historias eran solo para asustar a los niños sin embargo en sus ojos cuando hablaba de la Cueva Había algo que nunca supe identificar quizás un brillo de miedo reprimido o tal vez una advertencia silenciosa nunca lo entendí del todo hasta
el día en que decidí desafiar el destino Y aventurarme en aquel oscuro Abismo tenía 22 años una edad en la que la arrogancia y la curiosidad superan cualquier sentido común recuerdo que aquella mañana me desperté con una extraña inquietud como si una voz susurrante me invitara a descubrir los secretos que se escondían en la cueva no lo pensé dos veces tomé una linterna una cuerda y un poco de agua y me dirigí hacia el bosque el sol aún estaba alto en el cielo pero el bosque parecía tragar la luz convirtiendo el día en un Crepúsculo
eterno el sendero hacia la cueva era estrecho y enredado como si la misma naturaleza intentara ocultarlo a medida que me adentraba en el bosque el aire se volvía más denso más pesado como si la atmósfera misma se estuviera preparando para lo que estaba por venir después de lo que parecieron horas llegué a la entrada de la Cueva era un agujero en la Ladera de la montaña apenas visible entre la maleza el silencio era absoluto roto solo por el latido de mi corazón el interior de la Cueva estaba tan oscuro que mi linterna apenas podía perforar
la negrura el suelo era húmedo y resbaladizo y el aire olía amor y algo más algo metálico que no podía identificar entré con cautela sintiendo Como cada paso me llevaba más y más lejos del mundo exterior mientras avanzaba los túneles parecían cambiar de forma como si la cueva misma estuviera viva respirando y observándome no sé cuánto tiempo Caminé la noción del tiempo parecía haberse distorsionado en aquella oscuridad a veces creía escuchar murmullos a lo lejos pero al detenerme solo encontraba un silencio opresivo empecé a notar marcas en las paredes símbolos que no reconocía tallados con
una precisión perturbadora eran formas angulosas casi humanas pero deformadas como si alguien hubiera intentado plasmar la desesperación misma en La Roca el túnel se abrió de repente en una cámara más amplia donde la linterna reveló algo que me hizo detenerme en Seco en el centro de la Cueva había una pila de huesos algunos tan viejos que se deshacían en polvo con el mínimo contacto y otros más centes aún con pedazos de carne adheridos a ellos pero no era solo eso lo que me heló la sangre sobre la pila de huesos colgando del techo había cuerpos
o lo que quedaba de ellos estaban momificados con la piel estirada sobre sus huesos como si algo hubiera absorbido toda su vitalidad dejando solo cáscaras vacías sentí un escalofrío recorrerme la espalda pero lo peor estaba por venir uno de los cuerpos el aún tenía los ojos abiertos eran ojos vacíos sin alma pero en ellos había una chispa de reconocimiento como si estuviera consciente de mi presencia retrocedí tropezando con una roca y cayendo al suelo la linterna se me escapó de las manos y rodó iluminando fugazmente el techo de la Cueva allí entre las sombras vi
algo moverse no era humano ni animal sino una sombra densa y que parecía fluir por las paredes acercándose a mí con una lentitud deliberada su forma cambiaba constantemente adoptando figuras humanoides que se retorcían en agonía no podía moverme estaba paralizado por el terror Fue entonces cuando la sombra se abalanzó sobre mí sentí un frío indescriptible como si todo el calor de mi cuerpo hubiera sido drenado en un instante la oscuridad se cerró a mi alrededor envolviéndome en una negrura tan absoluta que ni siquiera podía distinguir mi propia mano frente a mi rostro mi mente comenzó
a llenarse de imágenes visiones de sufrimiento y desesperación podía ver a las personas que habían muerto en esa cueva sus almas atrapadas en un ciclo interminable de tormento luché por escapar por levantarme y correr pero la sombra era implacable cada vez que intentaba moverme sentía como si algo invisible me estuviera reteniendo aplastando mi voluntad no sé cuánto tiempo pasó en esa agonía pero eventualmente sentí que la sombra comenzaba a desvanecerse como si hubiera saciado su hambre la luz de la linterna apenas un débil parpadeo fue lo primero que vi cuando recuperé la conciencia estaba tirado
en el suelo el cuerpo dolorido y el alma vacía me levanté tambaleante con la mente nublada por el horror de lo que había vivido de alguna manera encontré la salida de la Cueva y corrí tropezando con raíces y rocas Hasta que el bosque se abrió y vi la luz del día regresé al pueblo pero no era el mismo algo dentro de mí había cambiado la cueva me había dejado marcado como a todos los que se habían aventurado en ella ya no podía dormir sin revivir aquellas imágenes horribles sin sentir el frío de la sombra envolviéndome
nadie en el pueblo dijo nada pero en sus ojos vi el reconocimiento el mismo que había visto en los ojos vacíos de aquellos cuerpos sabían que yo había ido a la cueva y que había regresado pero no con la misma alma desde entonces he vivido una existencia solitaria las noches son las peores cuando el silencio se convierte en un susurro constante recordándome lo que vi lo que sentí he intentado escribir mi experiencia poner en palabras lo que sucedió pero nada puede capturar verdaderamente el horror de aquella cueva no sé cuánto más podré soportar este tormento
pero sé que mi final se acerca la cueva me llama en sueños susurrando mi nombre [Música] prometiéndole y cuando ese día llegue sé que no habrá retorno la cueva habrá reclamado otra alma y mi historia se unirá a las muchas que ya se cuentan en nuestro pequeño pueblo pero mi final como el de todos los que osaron desafiar ese lugar maldito será solo el comienzo de un nuevo ciclo de horror en el silencio de la madrugada cuando el viento susurra a través de las montañas puedo escucharla llamándome y sé que pronto no podré resistirme la
cueva siempre reclama lo que es suyo el padre del pueblo me llamo Gonzalo viví gran parte de mi vida en un pequeño pueblo llamado San Vicente un lugar donde todos se conocían y donde el tiempo parecía haberse detenido en el siglo pasado las historias y leyendas eran parte de la identidad del pueblo Y aunque muchas eran olvidadas con el paso de los años hubo una que nunca dejó de atormentarnos la historia del espectro del padre todo comenzó cuando tenía 10 años Era una noche fría de noviembre y el viento soplaba con una intensidad inusual haciendo
que las ramas de los árboles arañar las ventanas de las casas recuerdo que esa noche mientras intentaba dormir escuché a mis padres hablar en la cocina en susurros nerviosos la curiosidad me venció y me acerqué sigilosamente para escuchar mejor estaban discutiendo sobre la muerte de don Pedro el párroco del pueblo que había fallecido hacía una semana Don Pedro era una figura imponente un hombre de voz grave y mirada severa no era querido por todos pues su manera estricta de impartir la fe y su carácter autoritario habían generado más temor que respeto a pesar de todo
su muerte había sido un evento significativo murió solo en la vieja iglesia de piedra que se erigía en el centro del pueblo y fue encontrado arrodillado Frente al altar con el rostro desfigurado por el dolor mis padres mencionaron algo sobre una sombra una presencia que algunos habían sentido en la iglesia desde su muerte decían que era el alma en pena de Don Pedro incapaz de encontrar Paz debido a sus pecados esa noche no pude dormir la idea de un espectro rondando nuestra iglesia me llenó de un miedo que nunca había sentido antes las semanas pasaron
y los rumores comenzaron a esparcirse vecinos afirmaban haber visto una figura oscura en las ventanas de la iglesia a altas horas de la noche otros decían haber escuchado susurro y rezos en latín una lengua que pocos conocían en el pueblo yo escéptico al principio me resistía a creer esas historias pero todo cambió la noche en que mi vida se cruzó con el espectro del padre Era una noche de tormenta los truenos resonaban como cañonazos y Los Relámpagos iluminaban el cielo con una ferocidad que nunca había visto mis padres habían salido a visitar a unos parientes
en un pueblo cercano dejándome solo en casa la tormenta causó un apagón y me quedé en la oscuridad con solo una linterna para iluminar mi camino decidí subir al ático para buscar velas mientras revisaba entre las viejas cajas y muebles cubiertos de polvo escuché un ruido que me heló la sangre provenía de la calle Un lamento profundo y desgarrador seguido de unos golpes secos en la puerta principal Bajé las escaleras lentamente con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho al llegar al vestíbulo apunté la linterna hacia la puerta pero no vi nada fuera de
lo común sin embargo el Lamento continuaba más fuerte y claro me armé de valor y abrí la puerta esperando encontrar a alguien buscando Refugio de la tormenta pero no había nadie la calle estaba desierta y la lluvia caía torrencialmente de repente sentí un frío helado detrás de mí me giré rápidamente y lo vi una figura oscura alta y delgada con una sotana que ondeaba como si estuviera siendo movida por un viento invisible su rostro estaba cubierto por una sombra pero sus ojos esos ojos brillaban con un resplandor maligno era el espectro del Padre el miedo
me paralizó no podía moverme ni gritar la figura se acercó lentamente Y a medida que lo hacía el aire se volvía más denso y frío sentí que la temperatura bajaba grados a cada paso que daba quise correr pero mis piernas no respondían cuando estuvo a solo un metro de distancia levantó una mano esquelética y señaló hacia la iglesia de repente el espectro desapareció y con él el frío inhumano que lo acompañaba recuperé el control de mi cuerpo y cerré la puerta de golpe atranca con todo lo que encontré a mano pasé el resto de la
noche despierto con la linterna en una mano y un cuchillo de cocina en la otra temblando de miedo al día siguiente el sol salió y con él mi valor decidí contarle a mis padres lo que había sucedido Pero antes de que pudiera hacerlo ellos regresaron con noticias perturbadoras el padre Miguel el nuevo párroco que había sido designado para reemplazar a Don Pedro había sido encontrado muerto en la iglesia en las mismas condiciones que su predecesor el pueblo entero quedó sumido en el miedo y la desesperación todos sabían que algo terrible estaba ocurriendo pero nadie quería
admitir que el espectro de Don Pedro era real intentamos continuar con nuestras vidas pero el miedo era palpable las noches Se volvieron interminables y los días llenos de miradas furtivas y susurros temerosos decidí investigar más sobre Don Pedro y su vida antes de llegar a San Vicente lo que descubrí fue aún más inquietante antes de ser párroco en nuestro pueblo Don Pedro había sido acusado de prácticas oscuras y herejías en otro lugar había sido expulsado Y de alguna manera había encontrado refugio en San Vicente su llegada coincidió con una serie de desgracias que el pueblo
nunca había logrado explicar del todo los siguientes meses fueron una pesadilla el espectro se hizo más activo cada noche alguien reportaba haberlo visto y los susurros en latín Se volvieron más frecuentes los animales del pueblo comenzaron a morir misteriosamente y las cosechas se echaron a perder parecía que una maldición se había apoderado de San Vicente mi salud mental empezó a deteriorarse los constantes encuentros con el espectro y la atmósfera de terror me estaban afectando profundamente empecé a tener pesadillas en las que el espectro me perseguía por el pueblo susurrando mi nombre y acusándome de pecados
que no había cometido despertaba sudando y temblando sintiendo su presencia Incluso en mis sueños finalmente no pude soportarlo más decidí enfrentar al espectro directamente sabía que la clave para liberarnos de su maldición estaba en la iglesia en el lugar donde todo había comenzado una noche armado con una cruz y un frasco de agua bendita me dirigí hacia la iglesia la tormenta rugía una vez más como si el mismo infierno estuviera Desatando su Furia sobre nosotros al llegar la puerta de la iglesia se abrió con un chirrido macabro Entré y me dirigí hacia el altar donde
sentía que la presencia del espectro era más fuerte el aire estaba helado y podía ver mi aliento condensarse frente a mí sentí que algo me observaba desde las sombras pero no me detuve me arrodilló Frente al altar y comencé a rezar pidiendo perdón por los pecados de Don Pedro y rogando por su Liberación Fue entonces es cuando lo vi nuevamente el espectro apareció detrás del altar su figura oscura contrastando con la tenue luz de las velas que había encendido sus ojos brillaban con una intensidad demoníaca y su boca se abrió en un grito silencioso Pero
esta vez no sentí miedo me llené de una determinación que nunca había experimentado antes levanté la cruz y rocié el agua bendita hacia él recitando las oraciones que había memorizado el espectro gritó un sonido que resonó en toda la iglesia haciéndome retroceder pero no me detuve seguí rezando con la voz firme mientras el espectro se retorcía y desvanecía poco a poco finalmente con un último alarido desapareció y el aire en la iglesia se volvió más ligero más cálido salí de la iglesia al amanecer agotado pero aliviado la tormenta había cesado y el sol brillaba con
una intensidad que no veía Desde hacía mucho tiempo el pueblo se fue recuperando poco a poco las muertes y los extraños sucesos cesaron y la vida volvió a la normalidad han pasado años desde aquella noche San Vicente es ahora un lugar tranquilo aunque las cicatrices del pasado aún son visibles nadie habla del espectro del padre y la iglesia fue demolida reemplazada por un parque pero yo nunca olvidaré lo que ocurrió la presencia de Don Pedro su espectro maligno sigue acechando mis recuerdos recordándome que a veces el mal no desaparece por completo solo se oculta en
las sombras esperando el momento adecuado para regresar el pueblo del me llamo Arturo y lo que estoy a punto de relatarles es una historia que muchos preferirían olvidar sin embargo el terror que vivimos en nuestro pueblo es algo que nunca podré sacar de mi mente Todo comenzó hace 10 años cuando el decidió asediar San Jerónimo un pequeño pueblo perdido en la Sierra San Jerónimo siempre había sido un lugar tranquilo donde la vida discurría sin sobresaltos sin embargo desde que tengo memoria había rumores sobre una antigua maldición los ancianos decían que hacía siglos los primeros colonos
habían pactado con el para que les ayudara a erar en estas tierras áridas el trato Según la leyenda incluía la entrega de un alma cada 100 años en el año del centenario algo cambió Yo era joven entonces apenas un muchacho que soñaba con salir del pueblo y ver el mundo pero todo ese entusiasmo juvenil se transformó en pesadilla la primera señal de que algo Andaba mal fue la muerte del viejo Francisco El campanero una mañana su cuerpo apare colgado de la torre de la iglesia con una expresión de horror grabada en su rostro y sus
ojos abiertos vacíos Mirando al infinito no había señales de lucha Y aunque el médico del pueblo intentó darle una explicación racional todos sabíamos que no era una muerte natural la noticia corrió como pólvora y el miedo se apoderó de San Jerónimo empezamos a escuchar ruidos extraños por las noches susurros Que parecían provenir de las paredes gritos lejanos que helan las mis padres me decían que no saliera de casa después del anochecer pero la curiosidad y la imprudencia propias de la juventud me llevaron a desobedecer una noche salí a investigar Fue entonces cuando via la primera
aparición era una figura oscura de rasgos indefinidos que se deslizaba por las calles con una ligereza antinatural no caminaba flotaba y su sola presencia hacía que el aire se volviera gélido sentí un terror primitivo que me paralizó observé Cómo se acercaba a la casa de los García desapareció tras la puerta y momentos después escuché un grito desgarrador no supe qué hacer así que corrí de regreso a casa con el corazón martillando en mis oídos a la mañana siguiente nos enteramos de que la joven María García había sido encontrada muerta en su habitación su rostro congelado
en una mueca de puro terror al igual que el campanero las muertes comenzaron a multiplicarse no había patrón aparente ni razón lógica unos morían en sus casas otros en las calles algunos Incluso en plena misa Nadie estaba a salvo la gente dejó de salir de sus casas las puertas y ventanas permanecían cerradas y las misas se celebraban a Puerta cerrada la iglesia que siempre había sido un refugio de esperanza se convirtió en un lugar de miedo y desconfianza empezaron a circular rumores sobre quién podría ser el próximo y sobre qué podíamos hacer para detener la
plaga algunos intentaron realizar exorcismos y rituales de purificación pero nada funcionaba un día mi mejor amigo Joaquín desapareció nadie lo vio partir y su familia no escuchó nada extraño esa noche Simplemente no estaba lo buscamos por todos lados pero no hubo rastro de él La angustia y la desesperación se apoderaron de mí sentí que algo terrible Se avecinaba y no había forma de evitarlo fue Entonces cuando comenzaron las visiones al principio eran destellos en el borde de mi visión sombras que parecían moverse por el rabillo del ojo Pero luego se hicieron más claras más reales
veía rostros desfigurados en las ventanas manos fantasmales que se extendían hacia mí desde las sombras una noche desperté para encontrar a una figura espectral de pie al pie de mi cama su rostro era una amalgama de todos aquellos que habían muerto en el pueblo y su voz era un coro de susurros angustiados me dijo que el había venido a reclamar lo que le pertenecía y que no habría salvación para nosotros el pánico se apoderó de mí sabía que no podía quedarme allí pero también sabía que huir no era una opción San Jerónimo estaba maldito y
esa maldición nos perseguiría a donde fuéramos decidí Buscar respuestas había oído hablar de un anciano ermitaño que vivía en las montañas un hombre que supuestamente conocía los secretos oscuros de la región con la poca Esperanza que me quedaba emprendí el viaje hacia su cabaña el camino fue arduo y peligroso sentía la presencia maligna acechándome en cada sombra cada susurro del viento parecía Un lamento finalmente llegué a la cabaña de el anciano era un lugar oscuro y sombrío lleno de amuletos y símbolos extraños el anciano me recibió con una mirada que reflejaba tanto conocimiento como dolor
le conté todo lo que estaba sucediendo en el pueblo y él me escuchó en silencio después de lo que pareció una eternidad habló me dijo que la maldición de San Jerónimo era real y que el pacto con el había sido sellado con sangre cada 100 años el venía a reclamar un al y si no se le ofrecía una voluntariamente él tomaba las que quisiera me explicó que había una forma de detener el horror pero requeriría un sacrificio supremo alguien debía ofrecer su alma libremente volví al pueblo con el corazón pesado sabía lo que debía hacer
pero la idea de enfrentar Mi destino me llenaba de pavor aún así no podía permitir que más inocentes murieran por culpa de esa maldición reunía los pocos que aún en mí y les expliqué lo que el anciano me había dicho al principio nadie quiso aceptar la verdad Pero finalmente comprendieron que no había otra opción esa noche me dirigí a la iglesia el lugar donde todo había comenzado al entrar sentí una presencia opresiva como si las paredes mismas estuvieran imbuidas de maldad Caminé hasta el altar y con voz firme ofrecí mi alma al la temperatura descendió
bruscamente y una figura oscura apareció ante mí su rostro era una máscara de sombras y su voz un eco de sufrimiento eterno aceptó mi oferta con una sonrisa siniestra el dolor que sentí en ese momento fue indescriptible era como si mi cuerpo y mi alma fueran desgarrados en mil pedazos grité hasta quedarme sin voz pero sabía que debía soportarlo finalmente todo se volvió negro desperté al día siguiente débil agotado pero vivo el pueblo estaba en silencio un silencio que no había sentido en meses las muertes se detuvieron y la gente comenzó a salir de sus
casas la vida lentamente volvió a la normalidad pero yo sabía que no había escapado ileso mi alma estaba marcada Y cada noche en mis sueños veía los rostros de aquellos que habían perecido susurros me perseguían recordándome el precio que había pagado han pasado 10 años Desde esa noche San Jerónimo ha vuelto a ser un lugar tranquilo pero yo sé que la paz es solo temporal la próxima vez que el venga a reclamar su tributo no habrá nadie para detenerlo porque yo Arturo el que ofreció su alma para salvar a su pueblo seré el primero en
irse y cuando eso ocurra el horror volverá a San Jerónimo más fuerte que nunca cada día que pasa siento el peso de mi decisión la oscuridad me consume lentamente y sé que pronto ya no podré resistir pero Mientras pueda Lucharé contra ella porque no importa cuán fuerte sea el mientras haya alguien dispuesto a sacrificarse siempre habrá una chispa de Esperanza Este es mi legado y este es mi tormento y cuando llegue el momento enfrentaré al una vez más con la esperanza de que algún día San Jerónimo pueda liberarse de su maldición para siempre el pueblo
maldito Mi nombre es Francisco Y esta es la historia que jamás Hubiera deseado contar todo comenzó hace 10 años cuando decidí mudarme a un pequeño y olvidado pueblo en las montañas llamado Santa Cecilia estaba buscando tranquilidad un lugar donde escapar del bullicio de la ciudad y encontrar Paz lo que encontré fue un abismo de horror que me persigue hasta el día de hoy Santa Cecilia tenía una reputación inquietante aunque yo en mi ingenuidad la desestimó como meras leyendas de pueblo decían que estaba maldito que el mal acechaba en cada Rincón los antiguos habitantes hablaban de
almas en pena de sombras que susurraban en la noche y de una presencia oscura que se cernía sobre el lugar pero como todo hombre de razón no creí en supersticiones Y decidía ser de esa pequeña aldea Mi Nuevo Hogar al llegar fui recibido por un ambiente de decadencia las casas viejas y abandonadas en su mayoría estaban cubiertas de musgo y vegetación descontrolada los pocos habitantes que quedaban eran ancianos de mirada apagada y rostros marcados por la desesperanza nadie parecía querer interactuar conmigo excepto una anciana llamada Doña Consuelo quien se acercó a mí con una advertencia
si decides quedarte joven ten mucho cuidado hay cosas que no deberías perturbar sonreí y agradecí su consejo aunque no le di mayor importancia esa misma tarde me instalé en una vieja casa al borde del pueblo era una construcción de madera antigua pero robusta con un aire melancólico que me pareció encantador en su desolación empecé a limpiar y organizar mis cosas tratando de hacer de lugar un hogar acogedor las primeras noches fueron trilas Aunque noté algo peculiar el silencio no había canto de aves ni el murmullo de insectos nocturnos era un silencio absoluto y opresivo pero
lo atribuía la altitud y la lejanía del pueblo una noche mientras leía en la sala escuché un sonido extraño era un susurro apenas audible que parecía provenir de las paredes me levanté y busqué el origen pensando que podría ser el viento colándose por alguna rendija pero las ventanas estaban cerradas y no había corrientes de aire el susurro se volvió más claro y pude distinguir palabras sueltas ayuda oscuridad maldición un escalofrío recorrió mi espalda pero Me obligué a mantener la calma pensé que tal vez estaba cansado y mi mente me estaba jugando una mala pasada los
días pasaron y los susurros se hicieron más frecuentes empezaron a acompañarme a todas horas y incluso durante el día en el mercado mientras compraba provisiones escuchaba esos murmullos entre la multitud una noche mientras dormía me desperté sintiendo una presencia en mi habitación abrí los ojos y a la luz de la luna que entraba por la ventana vi una sombra al pie de mi cama era una figura humanoide pero sin rasgos definidos solo una silueta oscura sentí una parálisis aterradora incapaz de moverme o grit la figura se quedó allí observándome hasta que de repente se desvaneció
a la mañana siguiente fui a ver a doña Consuelo desesperado por una explicación me recibió con una mirada de comprensión y tristeza me contó la historia del pueblo una historia de horror que se remontaba a siglos atrás Santa Cecilia había sido un lugar próspero hasta que un extraño Forastero llegó y trajo consigo una maldición nadie sabía que había hecho pero desde su llegada la oscuridad empezó a invadir el pueblo gente desaparecía sin dejar rastro y aquellos que quedaban comenzaron a ver y escuchar cosas que no podían explicar hay fuerzas que no entendemos Francisco algo maligno
se quedó Atrapado aquí y se alimenta del miedo y la desesperación de los que nos quedamos no sabía si creerle pero las experiencias de los últimos días me hacían pensar que había algo de verdad en sus palabras decidí quedarme y enfrentar lo que fuera que estaba ocurriendo empecé a investigar más sobre el pueblo y su historia buscando en viejos archivos y hablando con los ancianos que aún tenían fuerzas para recordar descubrí que El Forastero había sido un alquimista alguien que jugaba con fuerzas oscuras y prohibidas había realizado rituales y experimentos en una vieja cabaña en
el bosque y se decía que había abierto un porta la otra dimensión liberando algo que nunca debería haber sido liberado Los Aldeanos aterrorizados lo habían matado y quemado su cabaña pero el mal ya estaba hecho la maldición se había arraigado en el pueblo y nadie había podido detenerla una noche decidido a enfrentar la Fuente del mal me aventur al bosque en busca de la cabaña la encontré o lo que quedaba de ella en ruinas y cubierta de maleza al entrar sentí una oleada de energía negativa que casi me ha retroceder el aire era pesado y
había una sensación de opresión que me dificultaba respirar empecé a explorar buscando cualquier pista que pudiera ayudarme a entender lo que había ocurrido allí encontré un antiguo libro de rituales escrito en un idioma que no podía entender pero las ilustraciones eran claras círculos de invocación símbolos oscuros y figuras demoníacas mientras ojeaba el libro sentí una presencia detrás de mí me giré y vía la figura sombría nuevamente Pero esta vez no estaba sola había otras sombras todas observándome con intensos ojos que brillaban en la oscuridad el miedo me paralizó pero también me llenó de determinación sabía
que no podía dejar que estas entidades siguieran atormentando al pueblo recordé algo que Doña Consuelo me había dicho el mal se alimenta del miedo Si lo enfrentas con valentía puedes debilitarlo con un esfuerzo titánico empecé a recitar las pocas palabras que había aprendido del libro un conjuro de protección las sombras comenzaron a retroceder emitiendo chillidos agudos que perforaban mis oídos sentí una fuerza interna crecer una luz que se expandía desde mi pecho Empujando la oscuridad hacia atrás las figuras se desvanecieron una a una y la cabaña se llenó de una paz inesperada salí del Bosque
exhausto pero triunfante había enfrentado el mal y de alguna manera lo había debilitado los susurros cesaron y por primera vez desde que llegué sentí que el pueblo respiraba más fácilmente los habitantes comenzaron a salir de sus casas y una sensación de alivio se extendió por Santa Cecilia pero la historia no termina ahí Aunque las sombras se habían desvanecido la sensación de maldición persistía Doña Consuelo me dijo que había hecho un gran Progreso pero que la verdadera Fuente del mal aún estaba enraizada en el pueblo la oscuridad es como una mala Hierba Francisco la cortaste pero
no arrancaste la raíz decidí quedarme y seguir buscando la forma de liberar completamente al pueblo de su maldición cada día descubrían nuevos fragmentos de la historia nuevos secretos escondidos en los rincones oscuros de Santa Cecilia con el tiempo empecé a sentir una conexión con el lugar y sus habitantes una responsabilidad de protegerlos y luchar contra la oscuridad que aún acechaba 10 años han pasado desde que llegué a Santa Cecilia y aunque hemos logrado grandes avances la batalla continúa las sombras ya no se atreven a mostrarse pero sé que siguen allí esperando el momento adecuado para
regresar no he dejado de estudiar los antiguos textos Buscando el conocimiento y las herramientas necesarias para destruir la maldición de una vez por todasa es un lugar de belleza y tragedia un pueblo Atrapado en el tiempo por fuerzas que pocos pueden comprender Mi nombre es Francisco Y esta es mi historia no sé si alguna vez podremos liberarnos completamente de la oscuridad pero sé que mientras yo esté aquí no dejaré de luchar porque en este pequeño pueblo maldito la esperanza es lo único que nos queda y a veces es suficiente para mantener a raya a las
sombras si te gustaron los relatos Nos gustaría que nos apoyar con un like o un comentario ya que eso nos ayudaría bastante y si no estás suscrito o suscrita te invito a que lo hagas para que no te pierdas lo mejor de oscuros relatos de la noche sin más gracias por escucharnos hasta el próximo relato al