la ciudad de Caracas respiraba el calor agobiante de la tarde el tráfico era un caos con el rugir de los motores mezclado con el bullicio de las calles en un rincón olvidado de la ciudad donde el lujo y la pobreza convivían en un Crisol desigual el Lexus negro de ventanas tintadas se destacaba entre la multitud de coches y vendedores ambulantes el pasado no es solo lo que ocurrió sino lo que sin darnos cuenta aún nos espera en una esquina cualquiera de la vida dentro del automóvil Maximiliano Cervantes un hombre de mirada severa y traje impecable
permanecía en el asiento trasero observando a través de la ventana la ciudad que jamás lo tocaba para él aquel paisaje de calles desgastadas y rostros apresurados no era más que un eco lejano un mundo recortado de su altura ajeno a su grandeza y sin embargo en la inercia del tráfico y el murmullo de la multitud la ciudad parecía susurrarle que por más alto que estuviera seguía siendo solo un hombre entre millones su pensamiento se vio interrumpido cuando le habló a su chófer estación y busca el paquete que te dije no tardes demasiado Carlos un hombre
de modales irreprochables y un uniforme que evidenciaba años de servicio asintió sin decir palabra la puerta se cerró tras él y Maximiliano Ahora solo se recostó en el asiento cerrando los ojos por un momento El sonido del tráfico seguía estaba a punto de sacar su celular y perderse en la pantalla como si en ella pudiera encontrar algo más interesante que la ciudad a su alrededor cuando una pequeña figura apareció una niña que vestía ropas raídas y sucias tenía el rostro macilento y curtido por el sol con el cabello desordenado como si la vida misma la
hubiera arrastrado por el suelo caminaba con una destreza inocente pero su mirada era astuta como la de alguien que había visto demasiado y comprendía más de lo que su edad dejaba suponer ella se inclinó apenas y tocó con suavidad la ventanilla trasera del Lexus haciendo sonar un tenue golpeteo como un susurro Maximiliano levantó la mirada y frunció el ceño al notar la silueta de la niña a través del vidrio exhaló con fastidio y con un movimiento pausado presionó el botón para bajar apenas la ventanilla lo suficiente para ver mejor su rostro sin comprometer la Barrera
entre ellos Estoy con hambre señor dijo con una voz temblorosa pero llena de Esperanza alzando su mano hacia la ventanilla Maximiliano la observó con desdén un mal humor mezcla de frustración y fatiga le nubló la mente sin pensarlo mucho comenzó a sacar su billetera y con esto despectivo le dijo tú crees que el dinero crece en los árboles niña Qué te hace pensar que yo tengo que ser tu benefactor espetó con una mueca de desprecio mientras extendía algunos billetes arrugados por la ventanilla casi como si estuviera haciendo un favor la niña los tomó con rapidez
pero no fue solo el dinero lo que hizo que lo mirara con más intensidad sino algo que había en sus ojos algo en su tono que le hizo decir sin pensarlo porque usted es mi papá señor la palabra papá colisionó con el aire del vehículo Maximiliano casi sin aliento paralizado se quedó Mirando a la niña directamente a los ojos sin poder mover los músculos de su rostro un estremecimiento recorrió su cuerpo mientras su mente comenzaba a dar vueltas tratando de comprender lo que acababa de escuchar su rostro perdió todo atisbo de emoción y su corazón
Por un instante olvidó có latir papá esa palabra simple pero aterradora resonó en su mente como un eco lejano la niña al ver su expresión no pareció inmutarse como si hubiese dicho algo lógico y natural dando Un paso atrás para alejarse rápidamente desapareciendo entre la multitud el hombre pasa la vida creyendo que es dueño de su destino hasta que una sola palabra pronunciada por un desconocido lo despoja de todas sus certezas poco pocos instantes después cuando el chófer regresa con el paquete al coche El sonido del motor al arrancar y el tráfico bullicioso de Caracas
vuelven a ocupar el espacio pero para Maximiliano el mundo parece haberse detenido qué acababa de escuchar el Lexus negro seguía su recorrido por las calles de Caracas pero en la mente de Maximiliano Cervantes todo iba a contravía su mundo estructurado y blindado de los dolores ajenos se había resquebrajado con una simple palabra papá esa voz tan pequeña y sin embargo tan devastadora seguí retumbando en suior apoyó un codo en la ventanilla respirando hondo sentía una opresión en el pecho como si algo se huera atascado en su garganta no podí dejar así no podí irse sin
sin Qué exactamente sin aclarar un malentendido sin aclarar que su Mundo perfecto nada tenía que ver con la sordidez de los niños de la calle de repente sin pensarlo dio una orden que sorprendió incluso a su propio chófer detente Carlos pisó el freno de golpe justo cuando el semáforo todavía estaba en verde señor pero Maximiliano ya no escuchaba abrió la puerta y bajó de un salto empujado por una urgencia que ni él mismo entendía la multitud lo envolvió como una marea sofocante no estaba acostumbrado a andar a pie a moverse entre la gente como un
transeunte cualquiera a tropezar con vendedores ambulantes y sentir el sudor pegársela pero allí estaba avanzando a toda prisa esquivando cuerpos como si el destino dependiera de ello y entonces la vio una figura menuda a la distancia la niña mendiga Dios santo qué estoy haciendo pensó para sí su respiración se entrecortan las voces a su alrededor se volvían murmullos ir relevantes apenas ruido de fondo en su carrera desbocada espera pequeña gritó con un tono que ni él reconoció en su propia voz el pasado no está muerto ni siquiera es pasado viene a buscarnos cuando menos lo
esperamos con la voz de quienes no sabíamos que existían ella se detuvo se giró lentamente con una sonrisa tenue como si lo hubiera estado esperando dónde está tu madre dijo Maximiliano jadeante intentando recobrar el aliento y la compostura la niña l deó la cabeza y respondió con una tranquilidad inquietante aquí y allá en todas partes él frunció el ceño Ah comprendo te refieres a que deambula pidiendo limosnas pero la niña negó con la cabeza No papá es que ahora ella es invisible y puede estar en cualquier parte un escalofrío le recorrió la espina dorsal algo
en la certeza de sus palabras en la manera como las pronunció sin titubeo alguno le revolvió el estómago todo esto es absurdo pensó se inclinó poniéndose en cuclillas a su altura por qué sigues llamándome papá la niña Lo miró fijamente porque lo es era la seguridad en su voz lo que más lo inquietaba Ah comprendo quieres decir que parezco algo así como un papá para ti una figura paterna ideal no Es lógico hasta yo lo imaginaría si fuera tú pero la niña suspiró con resignación como si hablara con alguien que se resistía a lo evidente
usted nunca comprende Nada papá primero no entendía que mi mamá se había ido al cielo y por eso podía estar en todas partes y ahora cree que usted no es mi papá de verdad sino de mentira porque yo quiero que lo sea y usted es mi papá porque es mi papá Maximiliano sintió un nudo en el pecho era ridículo era una tontería era está bien está bien murmuró con voz suave y una sonrisa incrédula como tú digas Pero ayúdame a entender cómo te diste cuenta de eso cómo puedes estar tan segura la niña sonrió es
muy fácil papá ahorita estoy muy sucia pero si me lavo la cara y el cabello se daría cuenta de que somos igualitos Solo que yo soy una niña pequeña Maximiliano sonrío era un pensamiento infantil inocente casi enternecedor Qué gran imaginación tiene esta niña pensó con una sonrisa sardónica Pero entonces una sombra de inquietud cruzó su porque ahora que la veía bien bajo el sol abrasador del mediodía Había algo en esos ojos en la forma de sus mejillas en la inclinación de su barbilla un eco distante un reflejo de sí mismo en una versión diminuta con
sesgos femeninos se obligó a apartar la idea de su cabeza Hay algún adulto que cuide de ti alguien cercano desde que tu madre se fue al cielo una vecina Pero ella está muy enferma siempre tose es muy buena pero tiene algo en los pulmones ella no puede cuidar de mí así que me le escapo y consigo algo de comer para las dos un nuevo escalofrío recorrió a Maximiliano Ven conmigo Dijo con una firmeza inesperada en su voz Te llevaré a casa de la vecina y veremos qué se puede hacer por ella y por ti no
las abandonaré la niña sintió sin dudar él la tomó de la mano y empezó a caminar de vuelta al coche pero en su mente una voz resonaba con insistencia con un tono casi burlón como si una parte de sí mismo supiera que estaba a punto de cruzar un umbral sin retorno Qué gran imaginación tiene esta niña está tan necesitada de un padre que se lo dibuja en el primer extraño con aire protector que se le atraviesa y sin embargo una duda venenosa se le estaba metiendo en la piel Por qué la niña lo miraba Como
quien reconoce no como quien espera por qué la certeza en su voz era más fuerte que cualquier lógica y por qué en el fondo de su mente algo dentro de él comenzaba a temblar algunas sombras no nos buscan nos encuentran y en sus ojos vemos los caminos que no tomamos los abrazos que nunca dimos y los nombres que el viento nunca se llevó la puerta del Lexus negro se cerró con un sonido seco dentro del vehículo el aire acondicionado dispersó el calor sofocante del mediodía envolviendo a Maximiliano en un contraste abrupto con la crudeza de
las calles de Caracas pero la frialdad del ambiente no hacía nada por aquietar la turbulencia que se agitaba en su interior La niña se acomodó en el asiento con una naturalidad inquietante como si subir a un auto de lujo fuera lo más normal del mundo sus sus piernas apenas tocaban el suelo y sus manos descansaban sobre su regazo aferradas a su propio aliento de incertidumbre desde el asiento delantero Carlos el chófer miró por el espejo retrovisor con disimulada curiosidad Maximiliano carraspeo forzándolos quiero presentarte a las palabras murieron en su boca se dio cuenta de golpe
de que no sabía su nombre en medio de esa de preguntas sin respuesta volteó hacia ella con el ceño fruncido por cierto cómo te llamas la niña con una sonrisa tranquila respondió sin titubear maximiliana Pero mi mamá me decía Maxi Maximiliano sintió como si el aire se volviera denso a su alrededor su cuerpo se tensó y su estómago se hundió en un abismo desconocido un escalofrío le recorrió la espalda maximiliana su propio nombre reflejado encarnado en una niña que no debería tener ninguna conexión con él el presente no existe sin La sombra del pasado quizás
el mayor de los laberintos no es de piedra sino de sangre y recuerdos olvidados Carlos ajeno a la tormenta interna de su jefe sonrió amablemente a la niña a través del espejo retrovisor un gusto Maxi dijo antes de mirar nuevamente a Maximiliano A dónde debo llevarlos señor Maximiliano tardó un par de segundos en reaccionar parpadeó empujando al fondo de su mente el peso asfixiante de la coincidencia llevaremos a la niña a donde vive aunque no sé dónde es se giró nuevamente hacia ella Cómo se llama el lugar donde está tu vecina la niña arrugó el
entrecejo como si su mente tuviera que recorrer calles y esquinas antes de llegar a una respuesta luego con la misma naturalidad con la que había dicho su nombre pronunció una ubicación que hizo que el pecho de Maximiliano se encogieron señor pero y el paquete que llevamos el millonario mantuvo la mirada fija en el retrovisor pero no dijo nada de inmediato algo dentro de él le decía que lo que fuera que lo esperara en petare era más importante que cualquier compromiso su destinatario tendrá que esperar Carlos el chófer frunció el ceño se enojar si no llega
a tiempo usted sabe Pero Maximiliano aún sumido en su propia tormenta de pensamientos solo murmuró por una sola vez en su vida no se hará su voluntad en este inesperado retraso Carlos no replicó arrancó el auto deslizándose entre el tráfico rumbo a un destino que ninguno de ellos habría imaginado esa mañana Maximiliano apoyó la cabeza en el respaldo pero su mente no hallaba descanso maximiliana era imposible una coincidencia Absurda y sin embargo a ahí estaba esa niña sentada a su lado con su piel curtida por la intemperie con sus ojos enormes y despiertos que parecían
absorber el mundo con una Claridad insoportable apretó los labios incluso con la suciedad marcando su piel podía ver algo inquietante en ella algo en la forma de su mentón en la inclinación de sus pómulos había un eco de sí mismo en ese rostro cerró los ojos Por un instante no no podía ser algunas verdades no se descubren se revelan solas como un Relámpago en medio de la oscuridad y algo le decía que él estaba a punto de ser alcanzado por esa tormenta las calles de petare se extendían como un laberinto de callejones estrechos y desiguales
donde la vida transcurría al borde del abandono y la resistencia en esa geografía de la tierra venezolana el Lexus negro avanzó lentamente como si el mismo automóvil se sintiera un intruso en aquel territorio los ojos de la gente se clavaban en sus ventanas tintadas adivinando que aquel vehículo y lo que contenía dentro no pertenecían a ese lugar desde el asiento trasero Maximiliano intentaba ignorar el ambiente opresivo que lo rodeaba no era miedo lo que sentía sino incomodidad a su lado maximiliana seguía dándole indicaciones con una seguridad que le resultaba inquietante por aquí papá dijo señalando
una Vereda angosta donde debía estacionarse Carlos el chófer resopló con preocupación luego de detener el vehículo señor Esto no es seguro no quiere que lo acompañe Maximiliano Lo miró con determinación Carlos contacta a la unidad de seguridad del consorcio y pídeles que utilicen los sistemas de rastreo satelital quiero que estén al tanto de nuestra posición en tiempo real maximiliana Lo miró con esa mirada que nunca se apagaba es por ahí papá dijo señalando unas escalinatas el rostro de Maximiliano se endureció en un silencio pesado tras bajar unas escaleras de cemento desgastadas por el tiempo y
la lluvia llegaron frente a una puerta de madera vieja con surcos profundos el portón estaba roído como si fuera el último vestigio de una casa que alguna vez fue un hogar Maximiliano no podía entender cómo Alguien podría vivir allí maximiliana La niña se acercó y tocó la puerta con una mezcla de ansiedad y Esperanza Ábreme madeleine soy yo dentro una tos seca y enfermiza respondió como si el sonido de la vida allí fuera un eco roto Maximiliano sintió una punzada en el pecho algo no estaba bien en pocos segundos la puerta se abrió una mujer
joven apareció extremadamente delgada su piel estaba pálida y sus ojos reflejaban la fragilidad de una persona que había vivido en medio de sus propias contiendas su vestimenta Aunque sencilla mostraba una humanidad marcada por la pobreza pero lo que realmente desconcertó a Maximiliano fueron sus ojos cuando la mujer levantó la vista y sus ojos se cruzaron con los de él algo en su interior se quebró no sabía qué era pero algo profundo Se movió dentro de él como si la mirada de esa mujer lo hubiera penetrado hasta lo más profundo de su ser la mujer pareció
desvanecerse al verlo en un impacto no comprensible como si la vida misma se le estuviera escapando Maximiliano corrió hacia ella instintivamente y la alcanzó justo cuando sus piernas comenzaron a ceder la cargó en brazos sorprendido por la ligereza de su cuerpo qué le sucedía pensó madeleine no me dejes sola despierta mi papá me dio dinero y hoy podremos comer dijo la niña entre sosos la niña Comenzó a llorar su voz temblaba con desesperación Maximiliano sintió un torbellino de emociones al ver a la niña tan desbordada por el miedo y la preocupación algo en esa escena
lo golpeó con la brutalidad de la realidad se apresuró a hablar sabiendo que no era tiempo de dudar hay que llevarla de inmediato al hospital maximiliana levantó la vista sus ojos llenos de Lágrimas Hay que cerrar la puerta papá Maximiliano sintiéndose abrumado por la situación solo dijo eso no tiene importancia anda rápido y busca los documentos de esta mujer su cartera su identificación lo que tenga la niña agregó con voz débil pero hay que cerrar con una tranca para que no nos roben lo poco que tenemos Maximiliano se enfureció di una orden maximiliana ve por
los documentos de esta mujer y no prestes atención a cerrar nada ya no volverán a este suburbio desde hoy vivirán en mi mansión la niña absorta y preocupada corrió hacia el interior para recoger lo que fuera necesario Maximiliano la observó por un momento sintiendo que el peso de la realidad estaba cayendo sobre él no sabía por qué pero la conexión con la niña y madelein lo Había tocado más de lo que esperaba en cuestión de segundos maximiliana regresó con la cartera de la mujer en las manos las lágrimas seguían en sus ojos pero su rostro
mostraba una resolución que sorprendió al millonario vamos deprisa al auto iremos al hospital veamos de una vez por todas qué tiene esta mujer llegaron al coche en pocos minutos el auto arrancó Con urgencia mientras Maximiliano pensaba en las sombras que comenzaban a invadir su vida qué conexión había entre madelein y él Cómo era posible que la vida lo estuviera arrastrando hacia este punto poco tiempo después Maximiliano se encontraba de pie frente a la puerta de la mejor clínica Privada de Caracas el personal médico Se movió con rapidez al llegar llevándose a madelein a la sala
de emergencias Maximiliano acompañado de maximiliana fue guiado por una enfermera a una Peña sala de espera la niña caminaba en silencio su rostro sombrío pero la calma que irradiaba resultaba inquietante para él parecí tener unol sobre la situación que él mismo no lograba hallar Maximiliano incapaz de concentrarse se sentó en una de las sillas de la sala sus ojos fijos en la Puerta cerrada de emergencias el tiempo como si se hubiera detenido transcurría de forma agónica no podía dejar de pensar en todo lo que había ocurrido en las palabras de la niña en la conexión
inexplicable que sentía con ella Como si su vida hubiera comenzado a girar en torno a algo mucho más grande que el lujo que siempre lo había rodeado después de lo que pareció una eternidad un médico salió de la sala de emergencias Maximiliano se levantó de inmediato su corazón latiendo acelerado el doctor Lo miró fijamente a los ojos Antes de hablar el estado de la paciente es grave pero hemos logrado estabilizarla sin embargo hay complicaciones debido a una infección pulmonar avanzada necesitamos mantenerla en observación y realizar algunos exámenes adicionales para evaluar su salud a largo plazo
Maximiliano asintió Aunque el peso de las palabras lo dejó en un estado de shock momentáneo miró a maximiliana que estaba sentada en una esquina de la sala jugando nerviosamente con sus manos casi como si intentara mantener la calma en un mar de incertidumbre madlein está bien preguntó la niña con voz grave cargada de preocupación Maximiliano respiró profundamente antes de responder la estabilizaron estará mejor poco a poco dijo intentando sonar tranquilo Aunque la falta de certeza lo dejó con la sensación de que sus propias palabras eran una frágil promesa maximiliana Lo miró con ternura como si
esa esperanza fuera lo único que podía mantenerla a flote en medio de la tormenta Maximiliano se sentó junto a ella observando su rostro cansado pero decidido a que ella también estuviera bien Fue entonces cuando se dio cuenta de que la niña no había comido ni bebido nada desde su llegada sin pensarlo mucho se inclinó hacia ella con voz firme vamos a la cafetería Maxi necesitas comer algo has estado mucho tiempo sin descansar la niña Lo miró su rostro reflejando más preocupación por madelein que hambre negó levemente con la cabeza no tengo hambre papá ya perdí
a mamá Hace unos meses ahora madelen está aquí cómo voy a comer Maximiliano la miró un suspiro escapó de sus labios comprendía La angustia Que la invadía Pero sabía que no podía seguir permitiendo que se descuidar Maxi si no comes no podrás ayudar a nadie y si te caes de cansancio Quién va a cuidar de madeleine Ven vamos a tomar algo solo un poco te lo prometo finalmente la niña accedió aunque con desgano Maximiliano la condujo hacia la cafetería Mientras caminaban ella parecía distante pero la insistencia de Maximiliano era inquebrantable al llegar él mismo pidió
algo ligero para ambos y maximiliana comió a regañadientes con la mirada fija en la puerta de emergencias Maximiliano la observaba preocupado sabía que no era la comida lo que ella necesitaba sino la certeza de que madelen Estaría bien pero también comprendía que por pequeño que fuera ese respiro de acción podría aliviar algo de la angustia acumulada una hora después el doctor regresó a la sala Maximiliano se acercó rápidamente la noticia fue mejor de lo que esperaba está reaccionando favorablemente al tratamiento antibiótico ahora Solo queda esperar Maximiliano se quedó unos momentos en silencio dejando que el
alivio lo invadiera Aunque la situación seguía siendo incierta al menos ahora podía respirar con mayor tranquilidad sabiendo que madelein estaba en buenas manos tras despedirse del Médico Maximiliano se acercó a la niña con voz suave pero firme le dijo vamos a casa madelein está mejor pero necesita descansar está en buenas manos mañana regresaremos a verla por ahora vamos a la mansión maximiliana Lo miró en silencio y tras un instante asintió lentamente como si por fin comprendiera que no podía seguir esperando en la sala la preocupación seguía presente en su rostro pero algo en las palabras
de Maximiliano le brindó Paz Maximiliano la tomó de la mano y juntos caminaron hacia la salida del hospital el aire fresco de la tarde les dio la bienvenida mientras se dirigían al Lexus negro estacionado Maximiliano no pudo evitar echar una última mirada hacia el hospital sabía que aún quedaba mucho por hacer pero por primera vez en su vida había hecho algo por alguien más sin esperar nada a cambio el dolor se convierte en nuestro maestro más sabio cuando decidimos aprender de él no huir de él el coche arrancó y el viaje hacia la mans comenzó
mientras el ocaso caraqueño se desplegaba ante ellos y Maximiliano meditaba sobre todo lo que había sucedido y lo que aún estaba por venir a lo lejos la silueta de la mansión comenzó a tomar forma imponente en el Horizonte Maximiliano sintió como su corazón latía más rápido como si al llegar allí las puertas se abrieran no solo a un espacio físico sino al verdadero desafío la verdadera sorpresa a lo que le esperaba dentro de esas paredes el impaciente destinatario del paquete que llevaba en su auto el coche se detuvo frente a la majestuosa mansión cuya fachada
blanca refulgía con la última luz del día maximiliana miró a su alrededor con una mezcla de asombro y reserva no podía creer la opulencia que la rodeaba Allí todo era impecable grande y pulcro hasta lo irreal pero no se deslumbró su corazón seguía anclado a la fragilidad de madelein la mujer que la había cuidado tras la partida física de su madre Carlos el chófer bajó del vehículo borde el auto con la eficacia de años de servicio y abrió la puerta primero descendió Maximiliano sosteniendo en su mano el paquete envuelto con precisión luego ayudó a la
niña quien al pisar el suelo de gravilla sintió que entraba a otro mundo mientras avanzaba por los jardines la fragancia de las flores invadió los sentidos de maximiliana se detuvo un momento y con la inocencia de quien aún no comprende las fronteras de la riqueza levantó la mirada hacia Maximiliano papá me dejas tomar algunas flores te prometo que no lastimaré el jardín dijo con un tono suave casi suplicante él la observó con extrañeza nadie nunca le había pedido permiso para algo que consideraba tan insignificante suspiró y tras un breve silencio accedió está bien maximiliana solo
no te lastimes escógela De tallos delicados nada de rosas y no te demores más de 3 minutos debo entregar este paquete Con urgencia está bien papá respondió ella con alegría y salió corriendo hacia un ala del jardín perdiéndose entre los parterres de flores coloridas Maximiliano continuó su camino hacia la mansión al cruzar las imponentes puertas de cahoba sintió resonar sus pasos en el suelo de mármol apenas había dado unos pasos cuando una figura descendió apresurada por la gran escalera central era una niña de la misma edad que maximiliana impecablemente vestida llevaba trenzas adornadas con cintas
de colores su expresión era un cóctel de ira y frustración contenida se detuvo en el centro del salón y con las manos en la cintura exclamó con un tono de reproche afilado a esta hora es que vienes Papá desde cuándo estoy esperando ese paquete Maximiliano intentó suavizar la situación Lo sé princesa lo sé se presentaron algunos imprevistos pero la niña lo interrumpió con un bufido impaciente y Cruzando los brazos exclamó tajantemente ahora no lo quiero él trató de Marla mostrando lo que había traído para ella con cuidado desenvolvió el paquete y frente a la niña
apareció un exclusivo bolso rosado para cargar gatos importado de Francia su diseño era tan sofisticado que la ventanilla circular al frente asemejaba un diminuto cubículo espacial hecho para que la mascota felina de la niña pudiera asomarse cómodamente mientras era transportada Mira Isabela es del color que te gust gusta tal como me lo pediste dijo Maximiliano con Tono conciliador esperando arrancarle una sonrisa pero la niña frunció el ceño aún más y giró el rostro con desdén te dije que no lo quiero gritó su voz retumbando en las paredes del Gran Salón justo en ese instante maximiliana
apareció en la entrada sus pequeñas manos sostenían con delicadeza algunas flores silvestres de tallos frágiles y su rostro aunque mustio resplandecía con La pureza de un descubrimiento simple y bello la hija de Maximiliano la vio y su expresión se torció en una mueca de desagrado sus ojos Se abrieron con incredulidad su cuerpo entero se tensó y con un tono afilado Y venenoso exclamó quién es esta intrusa papá acaso la sacaste de un basurero échala inmediatamente de la casa un silencio tenso se instaló en el salón Maximiliano con un peso nuevo sobre sus hombros dejó el
bolso para gatos sobre uno de los suntuosos sofás por primera vez en su vida sintió que debía trazar un límite respiró hondo y miró a su hija con seriedad con una firmeza que jamás había usado con ella luego con voz pausada y controlada le dijo No Isabela No la saqué de ningún basurero y no no se va a ir de esta casa Nunca vuelvas a hablar así de alguien dijo con una seriedad que la niña no reconoció la niña parpadeó con incredulidad nunca antes su padre había desafiado su voluntad un ardor de frustración subió por
su garganta Pero esta vez no encontró la respuesta esperada en los ojos de Maximiliano no había sumisión no había indulgencia ciega solo una determinación que nunca antes había visto en él ella abrió los ojos con sorpresa sin creer lo que acababa de escuchar qué qué dijiste papá Escuchaste bien Isabela esta niña no es Una intrusa es maximiliana y desde hoy vivirá aquí su hija sintió que el suelo se tambaleaba bajo sus pies nunca jamás su padre le había dicho no nunca la había corregido nunca había puesto a nadie por encima de ella pero papá no
la quiero aquí Maximiliano la rió con una mirada firme Aquí no se trata de lo que tú quieras o no quieras continuó Maximiliano sin alzar la voz pero con una autoridad inquebrantable es hora de que entiendas que no todo en la vida Gira a tu alrededor ni el mundo Ni esta casa Ni yo hablaremos mejor después cuando estés calmada por ahora quiero que comprendas que el respeto no se exige con berrinches se gana con la forma como tratamos a los demás es un valor y es lo que hace la diferencia entre ser temido y ser
admirado y en esta casa desde hoy el respeto no será negociable la niña Roja de ira apretó los puños y resopló con Furia incapaz de procesar que su padre le hablara con esa firmeza pero Maximiliano ya no estaba dispuesto a retroceder te odio papá gritó girando sobre sus talones y corriendo escaleras arriba con un sollozo de rabia el sonido de su puerta cerrándose con un golpe resonó en la mansión maximiliana aún sosteniendo sus flores observaba la escena con el corazón encogido no había conocido un hogar como este pero tampoco esperaba que en él huera tanta
frialdad y menos en una niñ de su misma edad el aire en la mansión se sentí más pesado que nunca y Maximiliano supo con absoluta certeza que nada volvería a ser como antes Maximiliano Mira a la niña mendiga y le sonríe con suavidad tratando de calmar el Torbellino que acaba de desatarse en el salón no te preocupes Ya se le pasará tarde o temprano tendrá que aceptarte la niña lo observa con los ojos humedecidos su voz Es apenas un susurro cargado de asombro y ternura no sabía que tenía una hermana también Maximiliano siente un leve
escalofrío suspira y se pone de cuclilla junto a ella bajando la voz como si tratara de desentrañar un Enigma sin resolver insistes en eso pequeña pregunta con una sonrisa que no es de burla sino de desconcierto de dónde sacas en verdad que yo soy tu padre e Isabela es tu hermana la niña baja la mirada un instante como si buscara En su memoria la raíz de su certeza luego con un hilo de voz confiesa mi mamá nunca habló de usted pero madelein sí me dijo una vez que mi papá tenía el mismo rostro que yo
solo que más viejo y con menos sueños también dijo que era un hombre poderoso que solo andaba en el asiento de atrás de coches negros de lujo el único color que le gustaba para sus autos pero que su mayor debilidad era no saber a quién amar de verdad Maximiliano aún con esa sensación extraña en el pecho se vuelve hacia la niña con una leve sonrisa aún no me has dicho cómo se llamaba tu madre la niña levanta la mirada con naturalidad Y responde sin titubeos esperanza Gutiérrez él frunce el ceño levemente intentando Buscar en su
memoria no realmente no conozco a nadie con ese nombre dice con un leve Suspiro y luego la observa con ternura Pero si te hace feliz creer que soy tu papá y llamarme así Yo estaré encantado de serlo para ti La niña resopla con frustración y niega con la cabeza como si hablara con alguien terriblemente lento para entender usted nunca entiende nada papá todo tengo que explicárselo yo sí soy su hija de verdad Maximiliano se queda en silencio el corazón le da un vuelco pero mantiene la compostura Y cómo puedes estar tan segura los ojos de
la niña se clavan en él con una intensidad Arrolladora porque yo escuché una vez a Lina decírselo a mi mamá ella le decía que mi papá era un hombre rico Igualito a mí y con mi mismo nombre Aunque ellas no sabían que yo estaba ahí Y tampoco sé por qué Lina lo sabía supongo que no lo entiendo bien porque aún soy niña Maximiliano siente el suelo moverse bajo sus pies no puede ser ese nombre ese nombre un torbellino se desata en su interior su corazón golpea con fuerza dentro de su pecho de inmediato su voz
emerge con una urgencia incontrolable dime rápido Quién es Lina maximiliana lo observa con extrañeza como si la respuesta fuera tan obvia que le pareciera increíble que él no la supiera papá es muy fácil Lina es madelein pero solo mi mamá podía llamarla así a mí solo me dejaba llamarla madelein decía que Lina era una un apodo muy triste que le traía malos recuerdos Maximiliano siente un escalofrío recorrer le la espalda no puede ser madelein es Lina ahora todo cobra sentido por eso sus ojos le impactaron tanto Aunque su cuerpo hubiese cambiado tanto Lina Lina su
mente ruge con el eco de un nombre que una vez lo fue todo y que un día desapareció de su vida arrancado por la misma mujer que le dio a Isabela el aire se vuelve pesado un viejo dolor un amor enterrado un destino que jamás imaginó encontrar de nuevo Lina y ahora ella estaba ahí al borde de la muerte puedes olvidar un rostro enterrar un recuerdo vestir de silencio un nombre pero si el amor fue verdadero bastará un solo instante una sola mirada para que la llama vuelva a encenderse con el fuego de lo inevitable
Maximiliano siente que el aire se escapa de sus pulmones es un golpe suave pero profundo como si esas palabras hubieran desenterrado algo que ni siquiera sabía que llevaba dentro las lágrimas comienzan a formarse en sus ojos Ardiendo con una fuerza inesperada pero se niega a dejarlas caer con un esfuerzo por recomponerse se aclara la garganta y levantándose oportunamente le sonríe con una calidez que apenas disfraza su conmoción vamos a hablar con el ama de llaves dice con un tono más firme del que siente por dentro hay que poner esas flores en agua y quiero que
elijas donde colocarlas también quiero que cleotilde te instale en una habitación y te prepare el baño quiero que te cambies y te pongas hermosa porque en una hora cenarás en el comedor principal la niña lo mira con asombro como si esa sola idea le resultara inconcebible su voz es suave casi un eco de incredulidad pero ropa de dónde papá Yo no tengo nada más Maximiliano sonríe con ternura acariciando con la mirada aquel rostro que sin querer comenzaba a parecerle demasiado familiar Isabela tiene un vestidor repleto de prendas exclusivas que jamás se ha puesto y ambas
son de la misma talla responde con la certeza de que eso no será un problema sé que te verás muy hermosa maximiliana lo mira fijamente su respuesta llega sin titubeos con esa misma seguridad que la ha acompañado desde que lo encontró en la calle Solo sé que me veré como usted pero en versión niña pequeña papá Maximiliano siente como un nudo se le forma en la garganta exhala un suspiro largo profundo como si en él intentara liberar el peso de todo lo que no entiende luego sin decir nada nada más extiende su mano la niña
la toma sin miedo sin dudas y juntos en un silencio cargado de significado caminan hacia la cocina de La Mansión mientras en el aire flota la sensación de que la vida en su caprichoso destino acaba de cerrarle todas las puertas de escape una hora después el comedor de la mansión resplandecía con una opulencia casi irreal la mesa estaba adornada con candelabros dorados y una vajilla fina que reflejaba el brillo de las lámparas de araña Maximiliano estaba sentado en la cabecera con Isabela a su derecha aún con los labios fruncidos y la mirada cargada de resentimiento
Aunque la niña parecía calmada su silencio era el eco de un enojo latente el sonido de unos pasos suaves interrumpió la tensa quietud Maximiliano alzó la vista y en ese instante el mundo pareció detenerse maximiliana apareció en la puerta con un vestido limpio de tonos claros sus cabellos ahora sueltos y sedosos cayendo en ondas naturales sobre sus hombros su piel antes opacada por la suciedad de las calles resplandecía bajo la luz del comedor pero no era solo eso era su rostro era como verse a sí mismo cada rasgo cada curva en la estructura de su
cara cada Destello en su mirada le devolvía una imagen que le pertenecía y su cabello se veía idéntico al suyo cuando era niño un temblor casi imperceptible recorrió su espalda ese vestido es mío explotó de pronto Isabela rompiendo el silencio su cara se tornó Roja de indignación mientras miraba con Furia A maximiliana quién te crees que eres para ponerte mi ropa papá dile que se lo quite ahora mismo Maximiliano desvió la mirada de maximiliana y fijó sus ojos en su hija legítima su tono fue bajo pero implacable Isabela mantén la compostura la niña frunció el
ceño incrédula pero es mío esa ropa es mía Maximiliano apoyó los codos sobre la mesa entrelazo los dedos y habló con calma pero con una autoridad inquebrantable Isabela te he dado todo lo que has querido sin cuestionarlo pero hay algo que debes aprender esta noche poseer algo no te hace más grande así como perderlo no te hace más pequeña la verdadera grandeza no está en lo que tienes guardado en un vestidor sino en lo que llevas dentro esta es tu oportunidad de demostrarme que dentro de ti hay algo más valioso que un vestido un corazón
capaz de compartir Isabel sintió El golpe de esas palabras como un azote invisible sus ojos se llenaron de rabia y humillación pero Maximiliano no le dio más espacio para responder extendió su mano con un gesto sutil e indicó a maximiliana que tomara asiento frente a él maximiliana ven la cena está servida la niña dudó un segundo como si su cuerpo no supa si dar ese paso miró a Isabela qui la fulmin con mirada y luego a Maximiliano que le sonreí con una calidez que nunca había sentido antes tragó saliva respiró hondo y avanzó hasta sentarse
en la silla indicada el aire en la mansión estaba cargado de una tensión distinta Maximiliano sabía que esta cena no solo era un encuentro entre dos niñas sino la apertura de una verdad que no tardaría en salir a la luz y aunque no lo decía en voz alta su corazón Ya lo sabía aquella niña sentada frente a él no era Una intrusa un banquete exquisito se extendía sobre la mesa platos adornados con delicadas salsas panecillos dorados aún tibios cubier alineados con precisión milimétrica maximiliana observó todo con una mezcla de asombro y confusión la porcelana reluciente
los vasos de cristal el peso de los cubiertos en sus pequeñas manos todo le resultaba ajeno dubitativa tomó el tenedor con torpeza Y luego el cuchillo pero no tardó en darse cuenta de que no sabía cómo usarlos correctamente su forma de sostenerlos era insegura temblorosa como si fueran herramientas de otro mundo intentó cortar un trozo de carne pero el cubierto resbaló entre sus dedos y el trozo de comida quedó intacto en el plato el silencio se rompió con una risa burlona no puede ser soltó Isabel con una mueca de diversión cruel Mírala papá ni siquiera
sabe cómo usar un cuchillo y un tenedor maximiliana sintió el calor subir a sus mejillas bajó un poco la cabeza avergonzada pero no tardó en levantarla con la misma naturalidad con la que siempre enfrentaba las cosas no conocía la vergüenza de quien quiere encajar solo la verdad de quien nunca ha tenido otra opción miró a Isabela con sus ojos grandes y brillantes y con ese aire infantil y desarm respondió Es que en la calle comemos diferente a veces comemos con los dedos y otras veces no comemos Isabela se removió en su asiento Cruzando los brazos
con altivez mientras Maximiliano sin decir una palabra más se acomodaba en su silla con una leve sonrisa de orgullo la respuesta de maximiliana la había dejado sin armas la cena prosiguió casi en silencio solo el tintineo de los cubiertos contra la porcelana interrumpía la quietud tensa de la habitación Pero Isabela no Estaba dispuesta a permitir que esa niña esa extraña se sintiera cómoda en su casa se recargó en su asiento suspiró con fastidio y miró con aire caprichoso a su padre papá murmuró con un tono meloso podrías ir a la cocina y cambiar este jugo
de lechosa por uno de fresa sabes que siempre he preferido el de fresa Maximiliano levantó una Ceja tómate ese jugo Isabela está fresco ella arrugó la nariz con disgusto pero papá alargó la palabra haciendo un leve puchero sabes que me encanta el de fresa y como tú siempre quieres que yo esté feliz Maximiliano suspiró cediendo Está bien Voy a buscarlo se levantó con calma y salió del comedor en dirección a la cocina sin notar el brillo triunfante en los ojos de Isabela Tan pronto como su padre desapareció por la puerta Isabela giró la cabeza y
miró a maximiliana con una expresión de desprecio apenas contenido esto sabe asqueroso soltó con desdén dejando caer su tenedor sobre el plato con un ruido seco le falta la sazón del chef que teníamos antes es insoportable maximiliana la observó en silencio masticando con calma su porción de comida finalmente con una inocencia aplastante murmuró Yo creo que es la comida más sabrosa que he probado en mi vida y Isabela la miró con desdén claro para alguien como tú cualquier cosa es mejor que las obras de la calle verdad sin dejar que maximiliana respondiera Isabela con un
gesto exagerado de disgusto tomó su plato y volcó la comida sobre el suelo pero del lado donde estaba maximiliana el golpe sordo del plato vacío sobre la mesa hizo que la niña mendiga abriera los ojos con sorpresa por qué hiciste eso preguntó con un atisbo de tristeza en La Voz Hay tantas personas con hambre en la calle Isabela se encogió de hombros con indiferencia no me importa el hambre de los demás sino mi propia hambre y yo voto lo que me dé la gana porque para eso soy rica y la comida es mía su voz
sonaba fría carente de empatía luego prosiguió y le diré a papá que despida a ese nuevo chef no sirve para nada se quedó en silencio unos segundos y luego entrecerró los ojos con un brillo peligroso en la mirada mientras continuaba y más te vale que te quedes callada o convenceré a mi papá para que te eche de esta casa y vuelvas a tu callejón maximiliana bajó la mirada pero no en su misión sino en una tristeza genuina no entendía Cómo alguien con tanto podía tener tan poco en su interior Y entonces en un tono pausado
casi como si recitara un recuerdo dijo madeleine siempre dice que algunas personas vuelven su corazón un cofre lleno de tesoros y otras lo hacen un basurero Isabel la miró con el ceño fruncido confundida Y eso qué significa maximiliana suspiró Yo tampoco lo entendía al principio pero ella me explicó que eso depende de lo que guardes dentro de él Isabela la miró Con impaciencia qué tontería pero la niña mendiga continuó sin prestar atención a la burla Yo vengo de hurgar en la basura pero no guardo nada podrido en mi corazón hizo una pausa y cuando volvió
a hablar su voz fue un susurro que cayó sobre Isabela como un golpe invisible es feo no ser bonito por dentro Isabela sintió un ardor en su pecho sus mejillas se encendieron no de vergüenza sino de Furia por primera vez en su vida alguien le decía algo que dolía de verdad justo en ese momento la puerta del comedor se abrió de nuevo Maximiliano regresó con el vaso de jugo de fresa en la mano y lo colocó suavemente frente a Isabela aquí tienes princesa dijo con calma pero Isabela no lo miró su rabia hervía dentro de
ella sentía que había perdido que esa niña esa intrusa la había dejado sin palabras Así que con un tono seco y rencoroso soltó ya perdí el apetito papá demoraste demasiado desvió la mirada con fastidio luego señaló el suelo con fingida sorpresa y esa niña echó la comida al suelo diciendo que no le gustaba Maximiliano l deó la cabeza con lentitud y la escena con la mirada luego sin cambiar su expresión posó sus ojos en maximiliana es eso cierto maximiliana la niña alzó el rostro y negó con la cabeza en silencio Maximiliano suspiró y giró la
mirada hacia Isabela por qué mentiste Isabela Isabela sintió un escalofrío en la nuca su padre nunca le había hablado así se removió en su asiento sintiendo acorralada ahora le vas a creer más a ella que a mí que soy tu hija soltó con rabia contenida Y entonces la voz dulce y tranquila de maximiliana rompió la tensión de la sala él también es mi papá un silencio sepulcral cayó sobre la habitación Maximiliano sintió el aire espeso en su garganta cada fibra de su ser se quedó inmóvil Isabela con los ojos desorbitados giró lentamente hacia su padre
qué has dicho preguntó en un murmullo que pronto se convirtió en un grito papá dime que eso no es cierto Maximiliano tragó saliva sintiendo el suelo desmoronarse bajo sus pies Isabela intentó decir algo pero su voz se apagó la niña no lo dejó continuar responde Ella es mi hermana es verdad papá Maximiliano cerró los ojos como si el peso de la verdad lo apl cuando los abrió vio a maximiliana con sus ojos enormes y serenos llenos de una certeza que él mismo había temido aceptar respiró hondo y con un tono suave pero cargado de un
peso innegable respondió algo sutil que no confirmó ni negó pero lo dijo todo lo que hace a una hermana no es solo la sangre sino el corazón Isabela y mi amor por ti no cambia por nada en el mundo Isabela algunas cosas tiempo para ser comprendidas y cuando estés lista para entender te prometo que hablaremos las palabras quedaron flotando en el aire en cada llanto del niño mimado resuena un acertijo como un eco en el desierto por qué me han dado todo y aún así me siento vacío El Sol de la mañana iluminaba el jardín
de la mansión con un resplandor suave tiñendo de dorado el césped y las flores que aún guardaban perlas de Rocío en sus pétalos Maximiliano había salido temprano rumbo a la clínica sus pensamientos estaban fijos en madelein en su Lina de otro tiempo en esa mujer a la que no había reconocido bajo el peso de la enfermedad y la miseria las niñas se habían quedado en la mansión Isabela se encontraba en el patio trasero escondida entre los arbustos del jardín con el rostro hundido entre sus manos su pequeño cuerpo se sacudía con soyos ahogados incapaz de
contener su angustia a unos metros de distancia maximiliana jugaba descalza en la hierba sintiendo la frescura de la tierra en la planta de sus pies se entretenía recolectando pequeñas flores silvestres cuando de repente El sonido del llanto llegó a sus oídos se irguió con el ceño fruncido y aguzó la vista a lo lejos vio a Isabela encogida hecha un ovillo de tristeza sin dudarlo se acercó con cautela y se inclinó frente a ella qué te pasa Isabela preguntó con suavidad Isabela alzó el rostro con los ojos enrojecidos su orgullo hecho trisas por el miedo y
la angustia es Jerry no lo encuentro mi gato se perdió y no sé dónde está szó su voz quebrada por la desesperación Por un instante olvidó su rencor hacia la niña mendiga solo quería que alguien le ayudara maximiliana la miró con determinación y una seguridad inquebrantable No te preocupes dijo con firmeza lo encontraremos juntas Isabela levantó la cabeza con un Destello de esperanza en la mirada lo prometes la niña asintió con una leve sonrisa lo prometo hubo una pausa maximiliana se quedó pensativa y luego con su característica resolución propuso tengo un plan nos dividiremos en
el jardín tú irás por el ala este y yo por el oeste La que lo encuentre primero le avisa a la otra para resolver juntas si está en algún lugar donde no podamos llegar Isabela aún con lágrimas en los ojos asintió está bien ambas se pusieron en marcha explorando cada Rincón de la inmensa propiedad revolvieron arbustos revisaron bajo los bancos de piedra llamaron su nombre en voz alta pasaron varios minutos hasta que de repente maximiliana apareció corriendo hasta donde estaba Isabela con los ojos brillantes de emoción lo encontré hermana exclamó está atorado en lo más
alto de un árbol creo que algo lo asustó y no se puede bajar Isabela sintió un vuelco en el pecho y corrió hasta el árbol que maximiliana le señalaba allí estaba Jerry maullando en lo alto aferrado a una rama como si su vida dependía de ello Qué haremos ahora preguntó Isabela con el alma en vilo papá no está para resolver maximiliana la miró con seriedad tienes que ser valiente como yo solo tienes que pensar qué haría él de pronto sus ojos brillaron con una idea ya sé pidámosle ayuda al jardinero tiene que haber uno Isabela
frunció el ceño con duda papá le dio permiso para descansar creo que está resfriado hace un par de días que no viene maximiliana se quedó pensativa unos segundos luego con la agilidad de quien ha vivido en la calle corrió hasta la enredadera de la barda lateral y se asomó allí hay un jardinero exclamó emocionada seguro tiene una escalera sin perder un segundo le gritó al hombre explicándole la situación con su entusiasmo infantil el jardinero un hombre mayor de sonrisa amable asintió comprensivo tomó una escalera de Gran tamaño y se dirigió hacia la entrada principal de
La Mansión pidiendo permiso al vigilante para ingresar al jardín y rescatar al gato las niñas esperaron con impaciencia hasta que minutos después el hombre se acercó al árbol colocó la escalera y trepó con destreza con movimientos cuidadosos tomó al asustado Jerry y lo bajó lentamente cuando por fin lo puso en los brazos de Isabela la niña sintió una oleada de alivio y felicidad Jerry estás conmigo de nuevo exclamó con júbilo abrazando a su mascota con fuerza el jardinero se despidió con una sonrisa y se marchó llevándose la escalera maximiliana observando como Isabela acariciaba al gato
con ternura sonrió con picardía Y por qué no lo paseamos de forma más segura sugirió con ese bolso para llevar gatos que te regaló papá Isabela se quedó paralizada bajó la mirada pero yo se lo rechacé le dije que no lo quería y yo tengo mi orgullo murmuró sintiendo un leve nudo en la garganta maximiliana Se encogió de hombros con naturalidad Y qué tiene todos nos podemos equivocar y cambiar de opinión Quieres que lo busque seguro cleotilde sabe dónde está Isabela vaciló un momento luego abrazando más fuerte a Jerry respondió con su antiguo aire de
superioridad pero es mío recuérdalo Aunque lo toques es mío maximiliana sonrió con dulzura lo sé no necesito nada material tuyo para ser feliz por primera vez en su su vida Isabela sintió una punzada de vergüenza en su pecho algo en La pureza de maximiliana la hizo sentir pequeña inspiró hondo y con voz más suave murmuró bueno puede ser de las dos si quieres maximiliana la miró con ternura y negó con la cabeza qué tal si mejores de Jerry así no te enojas conmigo si lo toco ambas se quedaron en silencio por un segundo hasta que
de pronto estallaron en risas maximiliana salió corriendo hacia la casa en busca del bolso minutos después regresó con él en las manos con cuidado ambas colocaron a Jerry dentro acomodándolo con mimo Isabela con una sonrisa satisfecha se colgó la bolsa al hombro y comenzó a pasear con su gato mientras maximiliana caminaba a su lado el aire fresco y la luz del sol envolvían la escena en un Halo de calma inesperada pronto Isabela preguntó en voz baja tienes mamá maximiliana bajó la mirada con un dejo de tristeza no hace poco se fue al cielo hubo un
breve silencio maximiliana interrogó tú s tienes Isabela Isabela se detuvo y bajó la vista acariciando distraídamente la cabeza de Jerry no susurró maximiliana suspiró ah también se fue al cielo Lo siento mucho Isabela negó con la cabeza no no se fue al cielo se divorció de papá y decidió dejarme con él se fue a vivir a Europa y ahora tiene otra familia maximiliana la deó la cabeza estás triste por eso Isabel parpadeó varias veces ni siquiera lo sé muy bien a ella creo que no le gustaba mucho ser mi mamá porque nunca quería que la
abrazara maximiliana sonrió con dulzura No te preocupes tengo una solución también para eso Isabela la miró con curiosidad sí cuál maximiliana tomó aire y con una sonrisa respondió tengo una mamá postiza se llama madele cuando se cure y venga a vivir aquí puedo compartirla contigo Isabela sintió un nudo en la garganta dispuesta a replicar pero por primera vez dejó ir la ira habitual Bueno si tú dices que es dulce y me la puedes prestar Entonces yo puedo Prestarte todo lo que tengo y juntas bajo el cálido Sol de la mañana continuaron su paseo entre risas
con Jerry en la bolsa mientras un lazo invisible comenzaba a formarse entre ellas en la infancia los abrazos son puentes que cruzan los abismos del alma Sanando las heridas antes de que se conviertan en cicatrices Mientras tanto la clínica Privada de Caracas estaba envuelta en un silencio solemne apenas interrumpido por el murmullo de los pasillos y el ir y venir de las enfermeras Maximiliano estaba de pie frente al médico su postura erguida pero su corazón la tiendo con una inquietud que no lograba disimular la paciente ha mostrado una mejora nea informó el doctor con el
tono pausado de quien está acostumbrado a transmitir noticias de vida o muerte su cuadro era una complicación de neumonía Crónica exacerbada por una anemia severa si no hubiera llegado a tiempo habría sido un desenlace muy diferente Maximiliano sintió un peso liberarse de su pecho entonces ya está fuera de peligro el médico asintió sí Aunque necesitará un periodo de recuperación prolongado su estado Aún es delicado pero con el tratamiento y la alimentación de soporte logrará estabilizarse por completo puedo verla preguntó Maximiliano sintiendo la urgencia quemándole la garganta por supuesto ya la trasladamos a una habitación está
despierta aunque aún algo débil Maximiliano hizo un leve gesto con la cabeza al instante Carlos su chófer avanzó desde el fondo del pasillo y le entregó un ramo de flores frescas que había comprado según sus indicaciones sin decir más Maximiliano caminó hacia la habitación con el ramo de lirios y Azucenas cuando llegó a la puerta golpeó con suavidad antes de abrir allí estaba ella madelein o mejor dicho Lina sus ojos vivaces lo contemplaron con una intensidad que mezclaba emoción y estupor a pesar de la palidez de su piel y la fragilidad de su cuerpo seguía
siendo ella la mujer que había sido su mundo en otro tiempo la que creía haber perdido para siempre él se acercó con paso firme y se sentó junto a la cama Estas flores son para mi hermosa Lina susurró colocando el ramo en un jarrón cercano sabía que había algo en tus ojos que me resultaba familiar aunque no podía conocerte por los estragos de tu enfermedad y por todo por cuanto has pasado preciosa mujer ella sonrió con lágrimas contenidas en los ojos Maximiliano susurró con la voz quebrada por la emoción no te esfuerces dijo él inclinándose
ligeramente para acomodarle la manta sobre el pecho ella tragó saliva su mirada brillando con la urgencia de quien ha guardado un secreto demasiado tiempo quisiera decirte tantas cosas Maximiliano negó con la cabeza solo me importa que te recuperes y vayas conmigo a la mansión Aunque es cierto que tengo tantas preguntas y esa niña maximiliana tu vecina de toda la vida ella dice que es mi hija pero no conocía a nadie con el nombre de su madre Esperanza Gutiérrez no logro entender nada mi preciosa Lina madelein cerró los ojos unos segundos y suspiró Cómo está mi
niña hermosa saludable feliz admitió él con un atisbo de ternura en La Voz ahora está en la mansión con mi hija Isabela tienen la misma edad una tos seca interrumpió su conversación madelein llevó una mano a su pecho intentando calmarse Maximiliano alarmado se inclinó de inmediato acariciándole suavemente el cabello mientras le acercaba un vaso de agua bebe un poco tranquila ella tomó algunos orbos y pareció aliviada no tienes que contarme nada no te esfuerces dijo él con una dulzura que no solía Mostrar pero madelein negó con la cabeza Yo quiero yo necesito susurró cerrando los
ojos Por un instante antes de soltarse por completo maximiliana es es tu hija el silencio se convirtió en un abismo en la habitación Maximiliano se quedó inmóvil con la mirada clavada en ella sintiendo un escalofrío recorrer la espalda Lina mi querida y hermosa Lina murmuró sacudiendo levemente la cabeza como si no pudiera procesarlo cómo puede ser eso posible si jamás Tuve algo que ver con una mujer llamada como su madre ella esbozó una sonrisa triste su debilidad no opacaba la fuerza de sus palabras porque Esperanza Gutiérrez no es su madre soy yo Maximiliano palideció sintió
como si el aire en la habitación se hubiera vuelto espeso sofocante qué qué estás diciendo Lina ella me dijo que tuve que hacerla pasar como hija de mi mejor amiga de toda la vida mi vecina Esperanza Gutiérrez Maximiliano negó con la cabeza incrédulo no comprendo por qué necesitabas hacer tal cosa por qué no me lo dijiste Por qué no me buscaste Tengo tantas preguntas dando vueltas y vueltas en mi cabeza madelein pidió un poco más de agua Maximiliano se la dio de inmediato en ese momento una enfermera entró para administrarle un medicamento y monitorear sus
signos vitales Maximiliano permaneció en silencio procesando cada palabra que acababa de escuchar cuando la enfermera se marchó madeleine tomó a aire y prosiguió tuve que hacerla pasar como hija de Esperanza para protegerla Maximiliano sintió un nudo en la garganta protegerla de quién madelein bajó la mirada su voz salió como un susurro quebrado de tu novia de entonces Susana Altamirano Maximiliano se quedó helado ella la madre de Isabela qué tiene que ver en todo esto ella nunca supo que yo madelein negó con la cabeza eso te hizo creer pero ella lo supo todo se enteró de
lo nuestro y me enfrentó Maximiliano sintió un escalofrío recorrer la espalda cómo es posible Ella solo sabía que trabajabas para mí como doméstica en la mansión y nada más Lina continuó con voz débil fue justo en esos días cuando me habías dicho que estabas por terminar con ella y solo estabas esperando el momento oportuno él cerró los ojos un eco del pasado resonó en su mente es cierto intenté terminar con ella porque quería casarme contigo confesó su voz cargada de un dolor antiguo pero luego te fuiste desapareciste sin dejar rastro y semanas después Susana quedó
embarazada y no tuve más remedio que proponerle matrimonio madelein tragó sal ia con dificultad por el contrario el día que me enfrentó me dijo que estaba embarazada y que ya tú le habías pedido matrimonio mostrándome el anillo de compromiso ahora veo que no era cierto que eso sucedió después Maximiliano frunció el ceño Sigo sin entender por qué le diste la niña a esperanza por qué no me buscaste madelein bajó la mirada y su voz se quebró porque ella me amenazó el mundo se volvió un borrón qué qué dices encontró una prueba de embarazo en mi
habitación justo ese día yo aún no te lo había dicho pero te esperaba esa noche para hacerlo creo que alguien del personal la puso sobre aviso nos había visto juntos en algún Rincón de la mansión Maximiliano sintió un nudo en el estómago madelein tosió de nuevo él le acercó el jarabe con manos temblorosas ella continuó como un susurro me dijo que se encargaría de que ese bebé nunca naciera si yo no desaparecía del país que contrataría detectives privados para perseguirme hasta el último Rincón de Venezuela que ella sí estaba esperando un hijo legítimo tuyo Maximiliano
sintió su sangre volverse hielo mintió gruñó Maximiliano apretando los puños el embarazo y el matrimonio fueron después de que tú te fuiste Yo me sentía solo abandonado por ti madelein Lo miró con lágrimas en los ojos yo le creí y tuve miedo no tenía recursos para irme del país no tenía otra opción Así que tuve a nuestra hija en secreto y se la entregué a Esperanza para protegerla para salvarla Maximiliano cerró los ojos su mundo se desmoronaba y en ese instante supo que volvería a ser igual se acercó al regazo de la mujer y sobre
su pecho sollozo como un niño repitiendo te amo Lina siempre te amé a la mujer más hermosa de este mundo la más bella criatura que vieron mis ojos no hay mentira que pueda cambiar la verdad del que ama ni destierro que haga olvidar a quién nació para quedarse en nosotros madelin deslizó sus dedos con suavidad entre los cabellos de Maximiliano como si en cada caricia quisiera calmar un dolor antiguo ese que nunca se había dicho en voz alta su mirada era un abismo de ternura y miedo entrelazados tienes que sacar a maximiliana de la mansión
susurró con un tono bajo pero inquebrantable y yo no puedo ir a vivir contigo allí la niña estaría en peligro si tu esposa me asocia con ella Maximiliano cerró los ojos Por un instante dejando que el peso de esas palabras cayera sobre su pecho como una piedra en aguas profundas luego se incorporó lentamente su rostro aún bañado en lágrimas el alma hecha un Vendaval contenido me divorcié hace mucho de mi esposa su voz tembló apenas Pero siguió nunca quiso a Isabela nuestra hija se embarazó solo para ganarte la partida ahora lo entiendo fue una madre
ausente seca fría y terminó por irse a Europa con otro hombre hace unos años cuando Isabela tenía Apenas seis se pasó las manos por el rostro respirando hondo como si desenterrar esos recuerdos lo hiciera más liviano y más fuerte al mismo tiempo creo que Isabela sintió su desapego y lo transformó en frialdad dentro de ella misma por eso la crié caprichosa intentando suplir con todo lo material aquello maternal que le faltaba madelein Lo miró con una ternura infinita esa que no necesita palabras sino solo un silencio que comprende con una leve sonrisa dejó que su
voz acariciara el aire entre ambos Ahora tiene una hermana de gran corazón Maximiliano la miró Entonces como si la estuviera viendo por primera vez no solo con los ojos sino con cada fibra de su ser con cada latido que durante años la había extrañado sin saberlo se inclinó un poco más hacia ella tomando su mano entre las suyas lo sé Y también tendrá una extraordinaria madre la mujer más bella del mundo porque no pienso dejarte ir otra vez ella entreabrió los labios para responder Pero antes de que pudiera decir nada Maximiliano con el corazón palpitando
en la garganta sostuvo su mano con más fuerza con la certeza del que por fin entiende Lo que siempre debió hacer Lina susurró con una suavidad temblorosa Cásate conmigo la respiración de Madeline se quedó atrapada en su pecho sus ojos brillaron con una emoción contenida una mezcla de sorpresa y felicidad que parecía imposible Después de tanto tiempo pero cuando lo miró supo que la vida le estaba dando una segunda oportunidad y ella no pensaba desperdiciarla asintió y con la voz quebrada por la emoción pronunció la única respuesta posible sí siempre sí Maximiliano cerró los ojos
un instante dejando que esa palabra se impregnar en su alma luego con un suspiro de alivio y amor desbordado la besó en la frente con la devoción de quien después de años de pérdida al fin encuentra el hogar que nunca dejó de esperar transcurrieron un par de semanas Maximiliano había traído a madelen a la mansión después de su alta médica asegurándose de que estuviera instal Ada cómodamente en una habitación con todo el cuidado necesario ahora en el Gran Salón todos estaban reunidos maximiliana e Isabela estaban sentadas frente a él Cada una con una expresión distinta
Isabela con el ceño fruncido aún procesando la llegada de la mujer enferma a su casa y maximiliana con su eterna serenidad infantil esperando la verdad que ya intuía Maximiliano con los brazos cruzados tomó aire Antes de hablar su tono fue pausado pero firme maximiliana hay algo que necesito decirte algo que aunque no cambia lo que eres sí cambia lo que creías saber la niña Lo miró con expectación mientras él proseguía madeleine Lina es tu madre no era Esperanza Gutiérrez hubo un breve silencio pero en vez de sorpresa maximiliana sonrió con una ternura infinita yo ya
sabía eso papá Maximiliano frunció el ceño confundido cómo lo sabías la niña suspiró con paciencia Cruzando los brazos con una expresión de diversión papá a ti siempre tengo que explicártelo todo nunca entiendes rápido todos rieron incluso Isabela aunque con una leve incomodidad maximiliana se acercó un poco más y señaló su tobillo Mira yo tengo el mismo lunar en el tobillo que madelein de la misma forma en el mismo lugar Es igualito Maximiliano sintió un nudo en la garganta sus ojos viajaron al rostro de madelein quien lo miraba con dulzura y siempre me di cuenta de
que ella me quería más que mi mamá Esperanza continuó la niña con su voz suave pero cargada de certeza pero nunca dije nada porque Lina siempre estaba diendo muy enferma y aunque no entendía las amaba a las dos las palabras de maximiliana flotaron en el aire resonando en los corazones de los presentes Maximiliano se pasó una mano por el rostro tratando de asimilar todo lo que acababa de escuchar cuando volvió a mirar a madelen sus ojos se suavizaron de pronto sin contenerse más maximiliana corrió hacia Madeline y se abrazó a ella con fuerza aferrándose como
si quisiera recuperar de un solo gope todos los años perdidos mamá Te amo szó con el corazón desbordado madele la estrechó contra su pecho acariciando suello con ternura mientras su vo temblaba de emoción te amo con toda mi alma hija mía solo por mi enfermedad te lo océ susurró con la mirada húmeda intentando proteger a Isabella de la verdad sobre su malvada madre Maximiliano sintiendo que era el momento se inclinó hacia Isabela con unaula con la firza de Qui entiende que ha verdades que deben decir am Isabela coma con profundidad también ties quego he maximiliana
es mi hija signica ustedes dos son her Isabela bajó la mirada sintiendo una mezcla de emociones en su pecho durante tanto tiempo había creído que era la única la Intocable la especial ahora su mundo Estaba cambiando pero no de la forma en la que temía Cuando levantó los ojos encontró la mirada limpia de maximiliana esa niña que a pesar de todo nunca había intentado hacerle daño sintió Un calor extraño en su pecho algo que había estado ausente en su vida Desde hacía mucho tiempo maximiliana le extendió la mano con una sonrisa tenue Si quieres puedo
ser tu hermana si no quieres fingiré que no lo somos para que tú seas feliz las palabras de la niña derritieron las últimas murallas de Isabela sus labios temblaron sus ojos se llenaron de Lágrimas y sin pensarlo más se arrojó en un abrazo hacia maximiliana sosteniéndola con fuerza como si de pronto comprendiera que ya no estaba sola Perdóname murmuró Isabela con la vo quebrada Perdóname poro lo te hice Por como traté maimana sonrió apreta con misma Fer Perdóname a m por nocar antes a papá y no antes sé sentí sol maimón latir con ferza Y
entonces con la seguridad de un hombre que sabe lo que quiere anunció con solemnidad y desde ahora madelein será la madre de ambas porque voy a casarme con ella las niñas lo miraron con asombro Isabela aún con las emociones revueltas se volvió lentamente hacia madelein su mirada era tímida casi temerosa Como si no supiera si tenía derecho a lo que estaba a punto de pedir me regalas una abrazo de mamá susurró madeleine sintió que su alma se quebraba y uía al mismo tiempo sin decir una palabra abrió los brazos y en un instante Isabela se
acurrucó en ellos dejando salir un llanto que llevaba años guardado maximiliana se unió al abrazo y sin pensarlo más Maximiliano también los envolvió En sus brazos cerrando el círculo de lo que alguna vez estuvo roto y así el amor reclamó su espacio Tejiendo los hilos de una familia que había estado esperando por demasiado tiempo días después en los jardines de La Mansión bajo la luz dorada de la tarde Maximiliano y madelein se dieron el sí acepto frente a un altar cubierto de flores blancas maximiliana e Isabela vestidas con trajes delicados sostenían los anillos con una
alegría radiante en sus rostros mientras los votos eran pronunciados las niñas Se tomaron de la mano entendiendo que su historia apenas comenzaba y cuando Maximiliano besó a madelein sellando aquel destino que el tiempo había querido arrebatarles supieron que el amor cuando es verdadero siempre encuentra el camino de regreso regálanos un like para que apoyes nuestro trabajo y ayudes a que hoy se alimente un perro abandonado no olvides compartir esta historia con quien la necesite Recuerda que mientras más comentas y compartes más podemos seguir llevando historias que cambian vidas Si escribes tu hombre podemos incluirlo en
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