Mi nombre es Marcos Romero y soy médico mi vida siempre giró en torno a la ciencia y la medicina y nunca di cabida a lo sobrenatural ni a las supersticiones mi mundo Era uno de hechos comprables y explicaciones racionales al menos así era hasta que recibí una oferta que cambiaría mi vida para siempre todo comenzó con una llamada inesperada de un viejo amigo Carlos no hablábamos Desde hacía años pero siempre lo consideré una persona de confianza su voz aunque amistosa tenía un tono de urgencia Marcos tengo una propuesta para ti dijo sin rodeos es un
trabajo en el Vaticano necesitan a alguien de confianza y con tu experiencia al principio pensé que era una broma yo trabajando en el Vaticano no soy precisamente el tipo de persona que imaginaba en un lugar tan sagrado y misterioso sin embargo Carlos insistió en que me reuniera con él para discutir los detalles la curiosidad mezclada con la necesidad de un cambio en mi vida profesional me llevó a aceptar su invitación una semana después llegué a la ciudad del Vaticano mis primeras impresiones fueron de asombro y respeto la majestuosidad de los edificios la historia que emanaba
de cada piedra y la estricta seguridad que rodeaba el lugar me hicieron darme cuenta de que no estaba en un sitio cualquiera al entrar fui recibido por un grupo de guardias suizos sus uniformes brillantes y rostros serios me llevaron a través de un laberinto de Pasillos y puertas hasta una oficina donde me esperaba un grupo de altos sacerdotes la formalidad y el rigor con que me trataron me hicieron sentir pequeño casi insignificante uno de ellos un hombre de rostro Severo y ojos penetrantes me explicó En qué consistiría mi trabajo su voz era grave y autoritaria
llenando la sala con cada palabra Dr Romero su tarea aquí es de suma importancia y debe ser tratada con la máxima discreción usted cuidará de ciertos individuos que están bajo nuestra custodia personas que hizo una pausa buscando las palabras adecuadas no pueden ser tratadas en ningún otro lugar mi escepticismo natural se activó de inmediato Qué tipo de individuos Por qué necesitan a un médico especializado el sacerdote me miró fija mente antes de responder estas personas están poseídas por entidades malignas demonios Dr Romero Y es crucial que se mantengan vivos hasta que encontremos una solución definitiva
mi primera reacción fue reír pensé que era una especie de prueba pero la seriedad en sus rostros me hizo comprender que hablaban en serio sentí un nudo en el estómago una mezcla de incredulidad y miedo a pesar de mis dudas firmé el contrato la paga era Irresistible y en el fondo quería saber más quería entender Por qué Carlos me había recomendado y Qué era lo que realmente se escondía tras esos muros sagrados decidieron Mostrarme lo que ocultaban en los túneles los guardias suizos nos escoltaron a través de un laberinto de Pasillos hasta llegar a una
puerta de acero masivo al abrirla sentí un escalofrío recorrer mi columna vertebral descendimos por una escalera de piedra que parecía no tener fin las paredes estaban adornadas con viejos tapices y símbolos religiosos que no reconocí a medida que bajábamos el aire se volvía más denso y frío la sensación de opresión aumentaba con cada paso finalmente llegamos a una gran subterránea el ambiente era sombrío y la luz era tenue proporcionada por antorchas colocadas en las paredes la sala estaba dividida en varias celdas cada una con puertas de hierro macizo guardias armados patrullaban el área observando cada
movimiento con atención el sacerdote me condujo a una de las celdas y me indicó que mirara adentro lo que vi me dejó sin palabras un hombre demacrado y encadenado estaba en el suelo sus ojos de un rojo intenso me miraban con una Furia y un odio indescriptibles este es uno de nuestros prisioneros más antiguos dijo el sacerdote ha estado aquí por más de una década los demonios que lo poseen no muestran signos de debilitarse su tarea Dr Romero es asegurarse de que se mantenga con vida hasta que podamos expulsar a las entidades Sin poner en
riesgo a otros el hombre en la celda comenzó a gritar una mezcla de palabras inteligibles y gruñidos guturales el sonido era inhumano como si varias voces estuvieran hablando a la vez instintivamente di Un paso atrás sintiendo una mezcla de miedo y compasión esto es una locura murmuréis Que para los sacerdotes lo sé dijo el sacerdote de rostro Severo pero es nuestra realidad necesitamos su ayuda dror Romero usted puede hacer una diferencia aquí miré de nuevo al prisionero y por primera vez en mi vida sentí que mi entendimiento del mundo se tambaleaba podría realmente ser cierto
estaba enfrentando algo más allá de la ciencia a pesar de mis dudas algo en mi interior me dijo que debía aceptar el desafío si había alguna posibilidad de ayudar a estas personas tenía que intentarlo asentí lentamente aceptando mi papel en esta extraña y aterradora nueva realidad me desperté temprano al día siguiente todavía abrumado por lo que había visto en los túneles mi mente científica luchaba por aceptar la posibilidad de que los demonios fueran reales pero las imágenes de los prisioneros Encadenados y sus ojos rojos como brasas seguían rondando mi mente hoy tendría mi primer encuentro
formal con uno de estos prisioneros y no sabía qué esperar el sacerdote de rostro Severo el mismo que me había revelado la naturaleza de mi tarea me esperaba en la entrada de los túneles sin decir una palabra me condujo a la celda del primer prision que iba a tratar el camino parecía más sombrío que el día anterior cada paso resonando en la piedra fría y dura bajo nuestros pies llegamos a una celda aislada fuertemente custodiada por dos guardias armados al abrir la puerta de hierro una oleada de aire fétido y Pesado me golpeó tragué saliva
y me preparé para lo que estaba a punto de ver dentro de la celda en un rincón oscuro estaba el prisionero era un hombre de mediana edad pero su estado físico era deplorable su piel estaba pálida y estirada sobre los huesos como si no hubiera visto la luz del Sol en años las heridas abiertas cubrían sus brazos y piernas algunas infectadas y otras recién abiertas estaba encadenado al suelo y a pesar de su evidente ición sus ojos brillaban con una intensidad aterradora Buenos días doctor dijo el sacerdote Este es el prisionero número 47 lleva aquí
8 años ha intentado autoeliminan mundo se fijaron en mí con una mezcla de curiosidad y desprecio sentí un escalofrío recorrer mi espalda así que tú eres el nuevo Doctor dijo con una voz rasposa y gutural qué crees que puedes hacer por mí hombre de ciencia me acerqué lentamente tratando de mantener la compostura estoy aquí para ayudarte mi trabajo es tratar tus heridas y asegurarte de que te mantenga saludable el prisionero soltó una carcajada que resonó en la celda saludable repitió burlón Y quién va a mantener saludable tu alma doctor ignoré su comentario y empecé a
examinar sus heridas el aroma a muerte y putrefacción era casi insoportable Pero tenía que concentrarme en mi trabajo mientras limpiaba una de las heridas más profundas el prisionero me observaba fijamente conozco tus secretos Marcos dijo de repente usando mi nombre de pila sé lo que hiciste Cuando tenías 16 años recuerdas a Clara Mi corazón se detuvo Por un instante nadie ni siquiera Carlos sabía sobre Clara fue una tragedia de mi juventud que había enterrado profundamente en mi mente Cómo podía este hombre Este supuesto poseído conocer ese detalle Cómo cómo sabes eso pregunté mi voz temblando
ligeramente el prisionero sonrió mostrando dientes amarillos y afilados no subestimes lo que sabemos doctor tus secretos más oscuros están abiertos para nosotros como un libro y pronto tu mente también será nuestra Me obligué a seguir trabajando pero mis manos temblaban intentaba racionalizar lo que estaba ocurriendo quizás había algún expediente o informe que el prisionero había visto O tal vez era una coincidencia una táctica para desestabilizar sin embargo la precisión de sus palabras me dejó profundamente inquieto Después de terminar de limpiar y vendar sus heridas el sacerdote me llevó fuera de la celda mientras la Puerta
de Hierro se cerraba detrás de nosotros el prisionero lanzó una última advertencia volverás doctor volverás Y entonces lo entenderás todo esa noche tuve pesadillas con Clara el prisionero y los ojos rojos que me observaban desde la oscuridad los días se convirtieron en semanas y mi rutina en el Vaticano se volvió una sombría monotonía cada mañana descendía a los túneles subterráneos preparándome mentalmente para enfrentar las atrocidades que me esperaban mi trabajo consistía en mantener con vida a los prisioneros curar sus heridas y asegurarme de que no sucumbieron a las entidades que habitaban en sus cuerpos atendía
a varios prisioneros cada día algunos eran hombres otras mujeres y todos compartían una mirada de desesperación y odio en sus ojos sus cuerpos estaban cubiertos de Cicatrices tanto antiguas como recientes y muchos presentaban signos de desnutrición severa sin embargo lo que más me desconcertaba era la resistencia inhumana que mostraban un día mientras atendía a un prisionero particularmente violento que había intentado morderme varias veces uno de los guardias se acercó era un hombre robusto con cicatrices visibles en su rostro y brazos un testimonio de los horrores que había enfrentado doctor cómo lo llevas me preguntó su
voz baja y grave suspiré limpiando la sangre de mis manos cada día es más difícil de soportar estos prisioneros su resistencia es inhumana cómo pueden sobrevivir a tales heridas El guardia asintió su rostro endurecido por la experiencia he visto cosas que no creerías estos demonios no son de este mundo tienen una fuerza y una resistencia que desafían toda lógica lo miré buscando alguna señal de escepticismo pero solo encontré una resignación que me inquietó Cómo haces para lidiar con todo esto le pregunté El guardia se encogió de hombros no nos queda otra opción hemos hecho un
juramento para proteger el mundo de estas entidades cada día es una batalla Pero sabemos lo que está en juego si estos demonios se liberan el caos sería inimaginable las noches eran aún peores los túneles nunca estaban verdaderamente en silencio los murmullos y gritos de los prisioneros llenaban el aire creando Una atmósfera de constante tensión me costaba dormir atormentado por las imágenes de los prisioneros y las palabras que susurraban sobre mis pecados y secretos Era una noche tranquila al menos tan tranquila como podía ser en los túneles subterráneos del Vaticano había terminado de revisar las heridas
de los prisioneros y me dirigía a mi pequeño despacho para anotar mis observaciones del día el silencio sepulcral solo era roto por los ocasionales gritos y murmullos que emanaban de las celdas de repente un estruendo ensordecedor resonó por los pasillos el suelo vibró bajo mis pies y el sonido metálico de una Puerta de Hierro retumbó como si hubiera sido arrancada de sus bisagras mi corazón a latir con fuerza mientras me dirigía apresuradamente hacia el origen del ruido Dios mío exclamé al ver la escena que se desarrollaba ante mis ojos la celda del primer prisionero el
hombre de ojos rojos que había atendido mi primer día estaba abierta de par en par los guardias estaban en completo caos corriendo en todas direcciones tratando de contener lo que par ser una Furia desatada El prisionero con una fuerza inhumana había roto sus cadenas y ahora se movía con una velocidad y agilidad imposibles para alguien en su estado físico se ha liberado gritó uno de los guardias su voz llena de pánico el prisionero agarró a un guardia por el cuello y con un movimiento brusco lo arrojó contra la pared con tal fuerza que el cuerpo
se desplomó al suelo inerte la sangre comenzó a manchar las piedras antiguas del túnel otro Guardia intentó acercarse con un arma pero el prisionero se lanzó sobre él clavándole los dedos en los ojos y arrancándole la cabeza de un solo tirón la sangre salpicó por todas partes tiñendo el aire con un olor metálico y nauseabundo me escondí en una esquina paralizado por el miedo el prisionero se movía como un animal salvaje abatiendo a los guardias uno tras otro cada ataque era más brutal que el anterior vi cómo arrancaba el brazo de un guardia y lo
usaba como un garrote para golpear a otros rompiendo huesos y aplastando cráneos con una facilidad Espeluznante los gritos de dolor y desesperación llenaban el aire mezclándose con los gruñidos guturales del prisionero sus ojos rojos brillaban con una ferocidad inhumana y su risa era una mezcla de locura Y triunfo intenté moverme Pero mis piernas no respondían estaba Atrapado en una pesadilla viviente uno de los guardias un hombre corpulento y valiente logró herir al prisionero con su arma pero incluso mientras la sangre brotaba de la herida el prisionero no parecía debilitado al contrario parecía alimentarse de su
propio dolor volviéndose aún más feroz con un salto inhumano se abalanzó sobre el Guardia desgarrándose y lo mordió en el cuello arrancándole un enorme trozo de carne haciendo que cayera y se desangre en el suelo me quedé paralizado en una esquina incapaz de moverme el miedo me tenía Atrapado observando impotente como mis compañeros eran abatidos uno tras otro cada segundo que pasaba la brutalidad de los ataques se intensificaba vi como un guardia era levantado de el suelo y estrellado contra la pared su cuerpo rompiéndose bajo la fuerza del impacto la desesperación llenaba el aire los
sacerdotes llegaron Poco después sus rostros pálidos y llenos de preocupación comenzaron a recitar oraciones y a rociar agua bendita intentando contener la furia del prisionero con su fe pero las palabras sagradas parecían tener poco efecto el prisionero se movía con una rabia desenfrenada como si estuviera alimentado por una fuerza Más allá de lo humano retírense gritó uno de los sacerdotes llamen a todos los refuerzos los guardias restantes ahora organizados formaron una línea defensiva sus armas apuntaban al prisionero listos para abrir fuego en cualquier momento pero el prisionero no mostraba signos de detenerse se lanzó contra
la línea rompiendo la formación con una fuerza que parecía imposible para alguien en su estado la situación se volvió desesperada los guardias disparaban sin cesar tratando de mantener al prisionero a raya Pero él seguía avanzando como un demonio imparable las balas lo alcanzaban pero cada herida que sufría parecía solo aumentar su Furia sus ojos rojos brillaban con una intensidad casi sobrenatural y su risa resonaba en los túneles como una burla a nuestros esfuerzos en medio del caos uno de los sacerdotes un hombre de edad avanzada con una mirada de determinación inquebrantable dio un paso adelante
levantó una cruz de plata y comenzó a recitar una oración en latín su voz resonando con una autoridad que hizo eco en los túneles el prisionero se detuvo por un momento como si la voz del sacerdote lo hubiera alcanzado de alguna manera sus ojos se clavaron en la cruz y una expresión de odio puro cruzó su rostro con un grito gutural se lanzó hacia el sacerdote Pero esta vez los guardias estaban listos abrieron fuego simultáneamente una andanada de balas que perforaron el cuerpo del prisionero desde múltiples ángulos el prisionero cayó al suelo su cuerpo temblando
mientras la vida se desvanecía de sus ojos rojos pero Incluso en sus últimos momentos su mirada estaba llena de desafío con su último aliento pronunció una maldición que resonó en los túneles una promesa de venganza que nos dejó a todos helados no he terminado murmuró antes de quedar inerte el silencio que siguió fue opresivo los guardias ensangrentados y agotados miraron el cuerpo del prisionero con una mezcla de alivio y temor los sacerdotes continuaron sus oraciones bendiciendo el lugar y rociando más agua bendita me dejé caer al suelo sintiendo que mis piernas no podían sostenerme más
habíamos ganado esta batalla pero a un costo terrible los túneles estaban llenos de cuerpos y sangre un recordatorio brutal de la ferocidad de los demonios que enfrentábamos el cuerpo del prisionero yacía inerte en el suelo perforado por decenas de balas el aire estaba cargado con el olor metálico de la sangre y el humo de las armas de fuego los guardias exhaustos y heridos comenzaron a organizarse para limpiar el lugar y retirar los cuerpos de sus compañeros caídos los sacerdotes continuaban murmurando oraciones intentando purificar el espacio de la presencia maligna que había quedado me acerqué al
cuerpo del prisionero con cautela aún temblando por la adrenalina y el miedo a pesar de la brutalidad de la escena algo en su mirada final me inquietaba profundamente sus ojos Aunque apagados parecían contener una chispa de conocimiento que me llamaba doctor aléjese del cuerpo dijo uno de los guardias poniendo una mano en mi hombro ya hemos sufrido suficientes bajas asentí pero no pude evitar sentir que había algo más que necesitaba saber en eseo momento el sacerdote de edad avanzada que había liderado la última defensa se acercó a mí con una expresión grave doctor Romero hay
algo que debe saber dijo su voz suave pero autoritaria este prisionero antes de morir pronunció una maldición no debemos tomarla a la ligera el sacerdote hizo una señal a dos de sus compañeros quienes trajeron un libro Antiguo y viento lo abrieron ante mí revelando páginas llenas de escrituras arcanas y símbolos que no reconocía estos demonios no son simplemente entidades malignas que poseen cuerpos humanos continuó el sacerdote son manifestaciones de un mal antiguo una fuerza que ha existido desde antes de que el hombre caminara por la tierra cada uno de estos prisioneros es un receptáculo para
estas fuerzas y su objetivo final es mucho más siniestro de lo que podemos imaginar sentí un nudo en el estómago mientras el sacerdote hablaba cada palabra parecía hundirme más en un abismo de horror y desesperación Qué quiere decir con eso pregunté mi voz apenas un susurro el sacerdote me miró fijamente sus ojos llenos de una sabiduría y y un sufrimiento que solo los años podían otorgar estos demonios buscan liberar a su líder una entidad conocida solo como el oscuro si logran liberarse y reunirse podrían desatar un apocalipsis sobre el mundo por eso nuestro trabajo aquí
es tan crucial debemos mantener los contenidos a toda costa el impacto de sus palabras me golpeó como una de ladrillos Pero cómo es posible contener algo así pregunté buscando desesperadamente una solución en sus ojos el sacerdote suspiró cerrando el libro con un golpe sordo es una lucha constante doctor Romero utilizamos todos los medios a nuestra disposición la fe La ciencia la magia antigua pero siempre estamos al borde del Abismo cada día es una Victoria temporal sentí una mezcla de desesperación y determinación crecer en mi interior por un lado estaba aterrorizado por lo que había aprendido
Pero por otro sabía que no podía darme por vencido había aceptado este trabajo y ahora entendía la verdadera magnitud de mi responsabilidad esa noche mientras intentaba dormir las palabras del prisionero moribundo seguían resonando en mi mente no he terminado su maldición una promesa de venganza se había gravado en mi mente Como una advertencia de los horrores que aún estaban por venir mi trabajo continuó pero cada día era una lucha para mantener mi cordura los túneles del Vaticano con sus oscuros secretos y su atmósfera opresiva parecían conspirar para que mi espíritu me encontraba más alerta más
paranoico esperando el próximo ataque el próximo horror que desataría el caos un día mientras revisaba mis notas y trataba de encontrar algún sentido en la locura que nos rodeaba uno de los guardias se acercó su rostro pálido y tenso me dio una mala sensación inmediata Dr Romero hay un nuevo prisionero dijo su voz baja y apremiante los sacerdotes quieren que venga de inmediato este es diferente peor que los anteriores sentí un nudo en el estómago cada prisionero que había conocido hasta ahora había sido una prueba de resistencia y terror qué podría ser peor que ellos
me dirigí hacia la celda designada acompañado por varios guardias y dos sacerdotes el ambiente estaba cargado de tensión y la expresión en sus rostros me decía que estaban tan preocupados como yo llegamos a una celda al final de uno de los túneles más profundos donde la luz era tenue y el aire más pesado la Puerta de Hierro estaba reforzada con múltiples cerraduras y símbolos religiosos grabados en su superficie este es el prisionero número 66 Dijo uno de los sacerdotes su voz firme pero temblorosa Fue capturado hace poco su fuerza y habilidades superan a cualquier otro
que hayamos enfrentado debemos ser extremadamente cautelosos al abrir la puerta el aire dentro de la celda me golpeó con una fuerza casi tangible un olor a azufre y putrefacción llenaba el espacio en el centro encadenado y con la mirada perdida estaba el prisionero sus ojos no eran rojos como los anteriores sino negros como la noche sin rastro de humanidad su cuerpo Aunque demacrado emanaba una energía oscura y peligrosa Marcos susurró su voz profunda y resonante te estaba esperando me acerqué con cautela mi mis manos temblando mientras preparaba mis instrumentos el prisionero observaba cada movimiento con
una intensidad que me ponía la piel de gallina qué eres logré preguntar mi voz apenas un susurro El prisionero sonrió mostrando dientes afilados como cuchillas soy la oscuridad que se oculta en el corazón de los hombres Soy el fin y el principio y tú Marcos eres solo un peón en un juego mucho más grande sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo Había algo en su voz en sus palabras que me hizo comprender que este prisionero era diferente no era solo un poseído era una manifestación pura del mal los sacerdotes y guardias redoblaron las medidas de seguridad
reforzaron las puertas aumentaron las patrullas y establecieron protocolos estrictos para cualquier interacción con el prisionero número 66 se implementaron turnos de vigilancia las 24 horas y las oraciones se intensificaron tratando de mantener a raya la oscuridad que emanaba de esa celda a pesar de todas las precauciones el miedo y la tensión eran palpables cada día parecía una batalla para mantener el control Y cada noche los susurros de los prisioneros llenaban los túneles prometiendo Caos y destrucción la tensión en los túneles del Vaticano era palpable el nuevo prisionero comenzaba a mostrar signos de ser una amenaza
inminente su mera presencia parecía intensificar la oscuridad que se sentía en cada Rincón de las catacumbas los guardias y sacerdotes estaban en alerta constante y yo sentía que cada segundo que pasaba nos acercaba más a un desastre Inevitable el prisionero 66 no solo estaba encadenado físicamente parecía mantener a todos los que lo rodeaban atrapados en una especie de campo de miedo y desesperación sus ojos negros seguían cada uno de mis movimientos y aunque permanecía en silencio la mayor parte del tiempo cuando hablaba sus palabras eran como veneno para el alma tienes miedo doctor me preguntó
un día mientras limpiaba una de sus heridas que de alguna manera seguían abiertas y supurantes a pesar de todos mis esfuerzos Puedo oler tu miedo es delicioso intenté mantener la compostura Mi trabajo es mantenerte con vida no conversar contigo él sonrió una expresión sin alegría que solo acentuó la oscuridad en sus ojos no puedes mantenerme con vida yo no estoy realmente vivo soy la esencia de lo que temes la oscuridad que se esconde en tu corazón Me senté en mi pequeño despacho revisando notas y registros buscando cualquier pista que pudiera ayudar a contener a esta
entidad pero lo que encontré fue algo mucho más perturbador entre los viejos documentos que había recopilado había uno en particular que llamó mi atención era un antiguo manuscrito escrito en latín que hablaba de un ritual oscuro este ritual según el texto había sido usado siglos atrás para invocar a entidades malignas y encadenar lasas a cuerpos humanos los prisioneros no eran simplemente personas poseídas eran receptáculos creados deliberadamente para contener a estos demonios al día siguiente enfrenté a los sacerdotes con esta revelación es cierto pregunté mostrando el manuscrito estos prisioneros fueron creados deliberadamente para contener a estos
demonios los sacerdotes intercambiaron miradas nerviosas finalmente el el sacerdote de edad avanzada el mismo que había liderado la defensa contra el prisionero escapado asintió lentamente sí doctor Romero hace siglos nuestros predecesores tomaron medidas extremas para proteger al mundo de estas entidades se usaron rituales antiguos para atraparlos en cuerpos humanos pero lo que comenzó como una medida de protección se convirtió en una mald sentí una mezcla de horror y comprensión Entonces ustedes los crearon y ahora estamos sufriendo las consecuencias de sus acciones el sacerdote asintió su expresión grave el mal debe ser contenido pero también debe
ser vigilado cada generación ha tenido que pagar el precio por los errores del pasado mi tiempo en el Vaticano me cambió para siempre enseñó que la ciencia y la fe no Son opuestas sino complementarias en la lucha contra lo desconocido Y aunque mi cuerpo está viejo y cansado mi espíritu sigue siendo fuerte sabiendo que en algún lugar alguien más está manteniendo la oscuridad a raya ahora años después de mi retiro decido contar Mi historia el mundo merece conocer las atrocidades y los misterios ocultos tras los muros del Vaticano durante mi tiempo allí vi cosas que
desafiaban toda lógica y razón la lucha contra la oscuridad no era solo física sino también espiritual y psicológica escribo estas palabras con la esperanza de que futuras generaciones aprendan de nuestros errores y continúen la lucha con renovada fuerza y determinación la oscuridad Estará presente pero mientras haya luz siempre habrá esperanza