Gael tenía hambre no ese tipo de hambre que te hace pensar en qué vas a comer más tarde sino la que te retuerce el estómago y te nubla la cabeza la que no te deja pensar en otra cosa que no sea encontrar algo lo que sea para llenar el vacío en el vientre llevaba todo el día merodeando por las calles buscando alguna moneda en los semáforos o esperando que alguien le regalara un pedazo de pan pero nada así que estaba ahí apoyado contra una pared en una de las zonas más caras de la ciudad observando
a la gente entrar y salir de los restaurantes Entonces los vio un hombre alto y elegante vestido con un traje impecable caminaba con una niña pequeña de la mano la niña debía tener unos 6 años con cabello oscuro recogido en una coleta y un vestido amarillo que brillaba con el sol parecía una muñeca de porcelana el hombre la miraba con una sonrisa inclinándose un po para hablar con ella mientras entraban a uno de los restaurantes más lujosos de la zona Gael se quedó mirándolos desde la acera sin nada mejor que hacer desde donde estaba podía
verlo sentarse en una mesa cerca de la ventana el hombre pidió algo al mesero y luego se inclinó hacia la niña hablándole con ternura no bebas el jugo tan rápido Valeria Pero me gusta papá Gael sintió un leve nudo en el estómago no recordaba la útima tima vez que alguien le habló con tanta paciencia ni siquiera recordaba la última vez que alguien le habló entonces la vio una mujer de cabello lacio y gafas oscuras entró en el restaurante con paso seguro no parecía una clienta más sino alguien con un propósito se movió entre las mesas
sin llamar la atención y en cuestión de segundos deslizó la mano sobre el vaso del hombre vertiendo un polvo transparente en la bebida Gael parpadeó había visto bien miró a su alrededor pero nadie más parecía haberse percatado de lo que había hecho la mujer era un restaurante lleno pero el lugar donde se sentaba el hombre estaba en una esquina más apartada fuera de la vista directa del resto de los clientes además la mujer había sido rápida discreta como si supiera exactamente cómo moverse sin llamar la atención la mujer se enderezó y miró a su alrededor
sus ojos pasaron fugazmente sobre Gael pero sin darle importancia caminó hacia la salida y al pasar junto a él sacó un billete arrugado de su bolsillo y se lo entregó toma chamaco No viste nada Gael sintió el peso del billete en su mano sucia era más dinero del que solía ha en semanas su corazón latía rápido sabía lo que significaba meterse en problemas con gente como ella pero luego algo cambió dentro del restaurante El hombre regresó a la mesa y vio su vaso pero en en lugar de beberlo se lo pasó a la niña toma
cariño puedes beber el mío Valeria sonrió y tomó el vaso con ambas manos Gael sintió que el estómago se le encogía la mujer que había puesto el polvo en la bebida se detuvo en Seco en la calle y miró por la ventana sus labios se separaron ligeramente como si estuviera a punto de gritar sus dedos se crisparon sobre su bolso como si dudara entre entrar de nuevo o seguir adelante su mirada pasó fugazmente por la niña y por un instante pareció vacilar pero en cuestión de segundos apretó la mandíbula giró sobre sus talones y desapareció
entre la multitud Gael no pudo apartar la mirada de la niña Valeria bebió un sorbo luego otro y de repente dejó de sonreír frunció el ceño y llevó las manos a su pecho como si algo dentro de ella estuviera mal su respiración se aceleró y sus ojitos se llenaron de papá balbuceo y después su cuerpo se desplomó sobre la mesa el hombre se levantó de golpe Valeria los meseros y clientes comenzaron a voltear murmurando entre ellos algunos se pusieron de pie pero nadie sabía qué hacer Gael sintió un nudo en la garganta no podía quedarse
callado no esta vez corrió hacia la entrada del restaurante y gritó con todas sus fuerzas señor lleve a su hija ahora al hospital si quiere que viva Hugo Montenegro sintió comoo el mundo se detenía su hija se desplomaba En sus brazos su cuerpo pequeño temblaba y su piel comenzaba a perder color el restaurante que momentos antes estaba lleno de conversaciones y risas ahora se había sumido en un silencio tenso Valeria Mírame hija gritó sacudiéndolo la niña solo dejó escapar un quejido débil las palabras del niño de la calle sonaban en su cabeza como un eco
lejano llévela al hospital si quiere que viva el pánico nubló su mente pero su instinto lo empujó a actuar no había tiempo que perder sin pensarlo dos veces cargó a Valeria En sus brazos y salió corriendo del restaurante apenas escuchó los gritos de los meseros y clientes a su alrededor su única preocupación era encontrar ayuda taxi rugió al llegar a la acera mirando desesperadamente a los autos que pasaban sin detenerse Gael todavía de pie junto a la entrada del restaurante observó la escena con los ojos muy abiertos sus pequeños puños se apretaron no podía quedarse
quieto sin dudarlo corrió a la calle y se plantó frente a un taxi que venía a toda velocidad el conductor frenó bruscamente y el chirrido de los neumáticos perforó el aire qué te pasa chamaco quieres morir Hugo no esperó más se la lanzó hacia el auto abrió la puerta trasera y metió a Valeria con rapidez al hospital más cercano pagaré lo que sea pero vámonos ya mientras el taxi arrancaba Hugo sacó su teléfono con dedos temblorosos pero apenas marcó se detuvo Guzmán tenía amigos en todas partes incluso dentro de la policía si llamaba a alguien
y la información llegaba a los oídos equivocados pondría en peligro a Valeria no podía arriesgarse taxista dudó Por un segundo pero al Ver el estado de la niña pisó el acelerador Gael los vio desaparecer en la distancia todavía con el billete de la mujer arrugado en su mano su corazón latía con fuerza no debió quedarse callado no esta vez en el hospital el tiempo se convirtió en un enemigo cruel Hugo irrumpió en urgencias con Valeria en brazos gritando por ayuda mi hija se está muriendo dos enfermeras corrieron hacia a él y tomaron a la niña
con rapidez qué tomó la niña preguntó una de ellas mientras la acostaban en una camilla no sé estaba bien y de repente Hugo pasó una mano por su cabello desesperado alguien puso algo en su bebida la enfermera intercambió una mirada preocupada con su compañera llévenla a urgencias rápido los médicos y enfermeros se movieron a toda velocidad Empujando la camilla a través de las puertas dobles Hugo intentó seguirlo pero una enfermera le puso una mano en el pecho señor déjenos Hacer nuestro trabajo Hugo sintió como si le arrancaran el alma se quedó ahí con los puños
cerrados viendo cómo se llevaban a su hija incapaz de hacer nada unos minutos después un médico con bata blanca y expresión seria salió por la misma puerta señor Montenegro Hugo se enderezó de inmediato Cómo está mi hija el doctor suspiró la niña ingirió una sustancia tóxica estamos estabilizándose cometido un error de pronto una sombra apareció frente a él Tú Hugo Montenegro lo miraba con intensidad sabes algo Gael tragó saliva yo yo vi sus dedos se apretaron alrededor del billete Hugo se inclinó hacia él su voz más baja más contenida mi hija está en el hospital
si sabes algo y no lo dices podrías estar dejando que el responsable se salga con la suya Gael levantó la vista lentamente en los ojos de Hugo no solo había desesperación Había algo más un ruego sincero respiró hondo fue una mujer ella puso algo en su bebida y luego me dio esto abrió la mano y le mostró el billete me dijo que no había visto nada Hugo sintió un nudo en el estómago puedes describirla Gael asintió con la cabeza sí Y creo que sé dónde encontrarla Hugo Montenegro no podía permitir que la rabia lo dominara
su hija estaba en un hospital luchando contra un veneno Que no estaba destinado para ella y la única persona que tenía respuestas era un niño de la calle con ojos demasiado atentos para su edad miró a Gael que aún sostenía el billete que la mujer le había dado el niño parecía nervioso pero no se echó atrás dijiste que conoces a esa mujer dijo Hugo con voz firme Gael asintió con un leve movimiento de cabeza la he visto antes anda con gente peligrosa dónde insistió Hugo cael bajó la mirada dudando sabía que hablar significaba meterse en
problemas y él había aprendido que los problemas podían costarle la vida pero cuando volvió a mirar el rostro de Hugo vio algo diferente no era solo enojo o desesperación era algo más profundo sé de un lugar donde podría estar murmuró Hugo lo observó Por un instante evaluándolo no tenía tiempo para juegos me llevas ahora Gael tragó saliva si aceptaba no había vuelta atrás está bien dijo al final el barrio al que Gael lo llevó estaba lejos de los rascacielos y hoteles de lujo donde Hugo pasaba la mayor parte de su tiempo las calles eran estrechas
y sucias con basura acumulada en las esquinas y edificios descuidados el aire olía a humedad y cigarro y las miradas de la gente no eran amigables Hugo sintió el peso de su traje y su postura segura aquí se veía fuera de lugar seguro que está aquí preguntó ajustándose la chaqueta cael miró alrededor y señaló un pequeño edificio con una puerta metálica oxidada si necesita esconderse Este es el lugar Hugo caminó hasta la puerta y golpeó con fuerza después de unos segundos un hombre gordo con una cicatriz en el mentón y un diente de oro abrió
y los miró con desconfianza qué quieren Hugo sacó un fajo de billetes y se lo tendió busco a una mujer morena cabello liso usa gafas oscuras su nombre es Elena Beltrán el hombre tomó el dinero lo contó con calma y sonrió con burla no conozco a nadie con ese nombre Hugo dio un paso adelante su expresión endureciéndolas el hombre dejó escapar una carcajada seca Si yo fuera tú Montenegro daría la vuelta y me largaría no tienes idea de en lo que te estás metiendo Hugo estaba a punto de perder la paciencia cuando sintió un leve
tirón en su camisa está ahí susurró Gael Hugo giró la cabeza Justo a tiempo para ver a una silueta moverse entre las sombras alejándose del edificio con paso apresurado Quédate aquí le ordenó a Gael antes de salir corriendo Helena Beltrán sabía que la habían descubierto su corazón latía con fuerza mientras apretaba el bolso contra su cuerpo y aceleraba el paso no debió haber venido aquí giró en una esquina buscando la mejor ruta de escape Pero antes de poder correr más una mano fuerte la sujetó del brazo y la estampó contra la pared se acabó Helena
gruñó Hugo con el rostro a centímetros del suyo ella lo miró con una sonrisa helada Hugo qué sorpresa él la sujetó con más fuerza por qué intentaste matarme quién está detrás de esto Elena no respondió solo sonrió como si estuviera esperando algo entonces Hugo lo escuchó un clic frío detrás de su cabeza el sonido de un arma siendo cargada Hugo Montenegro sintió el frío metal del arma contra su nuca su cuerpo se tensó pero su mente seguía funcionando rápido no podían matarlo aquí no así frente a él Helena Beltrán sonreía con burla con los ojos
llenos de una confianza peligrosa deberías haberte quedado en tu mundo Hugo susurró suelta a la dama ordenó una voz masculina Detrás de él Hugo giró ligeramente la cabeza y vio a un hombre Delgado de piel curtida y ojos fríos sostenía el arma con firmeza Pero había algo en su postura que delataba nerviosismo si fueras a disparar ya lo habrías hecho dijo Hugo con calma el hombre frunció El seño No juegues conmigo haz lo que digo Elena aprovechó la distracción y se zafó del agarre de Hugo ajustó su blusa con un gesto de superioridad y miró
a su compañero con impaciencia no tenemos tiempo para esto acaba con él el dedo del hombre empezó a presionar el gatillo Hugo sabía que tenía solo un segundo para actuar con un movimiento rápido giró sobre su talón y golpeó la muñeca del agresor desviando el arma justo antes de que se disparara la bala impactó contra la pared haciendo que algunos escombros cayeran sin darle tiempo a reaccionar Hugo le lanzó un puñetazo al estómago haciéndolo doblarse de dolor el arma cayó al suelo con un sonido seco Elena dio Un paso atrás con los ojos muy abiertos
maldición sin perder tiempo Hugo la agarró de nuevo esta vez sujetándola por el brazo con más fuerza no vas a escaparte otra vez gruñó el hombre en el suelo tosió y se sujetó el vientre sin fuerzas para levantarse Quién te envió preguntó Hugo apretando el agarre sobre Elena ella sonrío sin miedo todavía no lo has descubierto Hugo sintió que la rabia le quemaba la garganta lo sabía Tomás Guzmán dijo más para sí mismo que para ella Helena inclinó la cabeza sin confirmar ni negar siempre fuiste un hombre inteligente Montenegro pero también un hombre muerto si
sigues metiéndote donde no te llaman Hugo apretó la mandíbula sabía que no sacaría nada más de ella en ese momento se inclinó sobre el hombre en el suelo que aún jadeaba por el golpe Dile a tu jefe que esto no ha terminado sin soltar a Elena empezó a arrastrarla fuera del callejón pero ella no iba a Rendirse tan fácil con un movimiento repentino hundió su tacón en el pie de Hugo y se liberó de un tirón Hugo intentó alcanzarla pero justo cuando estaba por sujetarla sintió un golpe seco en la espalda Se tambaleó aturdido giró
la cabeza y vio a un hombre corpulento con una navaja en la mano un cómplice no te metas donde no te llaman Montenegro mascó el hombre interponiéndose Entre él y Elena Hugo se preparó para pelear pero en ese breve instante de distracción Elena ya había desaparecido entre los callejones unos segundos después Gael apareció corriendo con los ojos muy abiertos la dejaste escapar Hugo resopló y se pasó una mano por el cabello frustrado no importa ahora sabemos quién está detrás de esto Gael tragó saliva Tomás Guzmán Hugo asintió y no voy a descansar hasta que pague
por lo que hizo sin decir más se giró y comenzó a caminar de vuelta al coche ga lo siguió en silencio la cacería había comenzado el hospital olía a desinfectante y quietud Hugo Montenegro atravesó las puertas de vidrio con pasos largos y firmes pero por dentro sentía que estaba al borde de perder el control a su lado Gael caminaba con cautela mirando todo a su alrededor con incomodidad se detuvieron en la recepción mi hija Valeria Montenegro dijo Hugo Con urgencia Necesito saber Cómo está la recepcionista tecleó en la computadora y levantó la vista con expresión
neutra el doctor la está revisando voy a avisarle que usted llegó Hugo asintió y cruzó los brazos impaciente su mirada se posó en Gael que estaba parado cerca de la pared observando sus zapatos sucios como si quisiera desaparecer Siéntate le indicó Hugo señalando una de las sillas de la sala de espera Gael dudó pero luego obedeció si sintiéndose fuera de lugar nunca había estado en un hospital A menos que fuera para buscar comida en la basura minutos después un médico de bata blanca y lentes delgados salió por una de las puertas señor Montenegro Hugo se
enderezó de inmediato Cómo está mi hija el doctor suspiró la estabiliz afortunadamente la cantidad de sustancia ingerida No Fue suficiente para ser fatal pero estuvo cerca estamos analizando Qué tipo de veneno fue Hugo sintió un alivio momentáneo pero la rabia seguía Ardiendo en su pecho quiero verla puede pasar pero solo unos minutos todavía está muy débil Hugo no esperó más y siguió al doctor antes de entrar al cuarto echó un vistazo a Gael que seguía sentado con la cabeza baja por un momento pensó en decirle que lo esperara pero no lo hizo Cuando entró a
la habitación su corazón se encogió Valeria estaba acostada con unos de peluche entre sus brazos su piel aún estaba pálida pero respiraba tranquila sus pequeños ojos Se abrieron lentamente al sentir la presencia de su padre papá susurró con voz débil Hugo se acercó Y tomó su mano con cuidado Estoy aquí mi amor Todo va a estar bien Valeria intentó hablar pero estaba demasiado cansada apretó Un poco la mano de Hugo antes de cerrar los ojos otra vez el empresario se quedó a su lado en silencio observando su rostro frágil esa mujer casi me la arrebata
respiró hondo y se puso de pie doctor dijo antes de salir Avíseme en cuanto tengan los resultados del veneno el médico asintió cuando Hugo salió de la habitación encontró a Gael en el mismo lugar el niño levantó la cabeza y lo miró con curiosidad pero no preguntó nada dijiste que conoces a esa mujer dijo Hugo de repente Gael asintió sí y que anda con gente peligrosa el niño bajó la vista incómodo Hugo se acercó y habló más despacio Necesito saber dónde puede estar ahora si me ayudas te aseguro que nadie podrá tocarte Gael mordió su
labio pensativo sabía que hablar significaba arriesgarse pero quedarse callado significaba dejar que esa mujer lo hiciera de nuevo respiró profundo y alzó la mirada creo que sée un lugar pero es peligroso Hugo no dudó Entonces vamos Gael tragó saliva y se puso de pie sabía que a partir de ese momento ya no había vuelta atrás el auto de Hugo Montenegro se movía con rapidez por las calles de la Ciudad de México a su lado Gael miraba por la ventana con nerviosismo sabía que lo que estaban por hacer era peligroso dónde exactamente crees que está preguntó
Hugo con la vista fija en la carretera él dudó un momento antes de responder hay un bar en la zona centro se llama el Oasis ahí la gente se esconde cuando no quiere ser encontrada Hugo presionó más el acelerador si Elena estaba ahí no la dejaría escapar otra vez el bar estaba en una calle oscura con un letrero de neón parpadeante que apenas iluminaba la entrada se notaba que era un lugar donde las preguntas incomodaban y la ley no entraba Hugo estacionó y apagó el motor Quédate aquí pero Gael negó con la cabeza si voy
contigo te escucharán un tipo como tú no entra aquí sin llamar la atención Hugo lo observó con desconfianza pero el niño tenía razón su ropa elegante lo hacía ver fuera de lugar bien aceptó pero mantente cerca entraron juntos el aire estaba cargado de humo de cigarro y alcohol barato un par de hombres jugaban cartas en una esquina mientras otros bebían en la Sin voltear a ver a nadie Gael avanzó sin titubear y se acercó al barman un hombre gordo con una cicatriz en la ceja busco a alguien dijo el niño el barman levantó una Ceja
y sonrió con burla tienes agallas chamaco quién Helena Beltrán el hombre dejó de sonreír Hugo vio la reacción y supo que iban por buen camino sacó un fajo de billetes y lo puso sobre la barra Solo quiero saber dónde está el barman miró el dinero luego a Hugo y después a Gael finalmente tomó los billetes y suspiró estuvo aquí anoche estaba nerviosa dijo que iba a encontrarse con alguien en un galpón abandonado en la calle 16 con quién preguntó Hugo el barman resopló Y sonrió de lado esa información cuesta más Hugo se inclinó sobre la
barra con la mandíbula apretada No te hagas el idiota sabes con quién se reunió el barman se quedó en silencio unos segundos y luego murmuró Tomás Guzmán Gael miró a Hugo con los ojos muy abiertos lo habían confirmado sin perder tiempo Hugo giró sobre sus talones y salió del bar con Gael pisándole los talones cuando entraron al auto Hugo encendió el motor y se giró hacia el niño sabías que ese hombre hablaría verdad Gael se encogió de hombros la gente como él siempre Habla solo hay que saber qué ofrecer Hugo esbozó una sonrisa el niño
Tenía calle vamos a la calle 16 el auto arrancó a toda velocidad la cacería continuaba el auto de Hugo Montenegro se detuvo frente a un edificio abandonado en la calle 16 la estructura vieja y descuidada se alzaba entre la oscuridad con ventanas rotas y grafitis cubriendo sus paredes era el tipo de lugar donde la gente desaparecía sin dejar rastro Gael tragó saliva Estás seguro de esto Hugo apagó el motor y miró al niño si Elena está aquí es nuestra única oportunidad de atraparla Gael miró alrededor inquieto aquí no viene la policía por eso debemos ser
rápidos respondió Hugo saliendo del auto Gael dudó un segundo antes de seguirlo el silencio dentro del galpón era espeso solo El eco de sus propios pasos resonaba en el suelo polvoriento Hugo avanzó con cautela escaneando cada rincón con la mirada Si Tomás y Elena se habían reunido aquí tenía que haber pruebas de repente Gael se detuvo escucha Hugo se quedó quieto y afinó el oído desde una de las habitaciones al fondo se oían voces apagadas se acercaron en silencio y se escondieron detrás de una pared rota nos están buscando dijo una voz femenina Elena no
importa respondió una voz masculina pronto Montenegro estará acabado Hugo sintió que la rabia le subía por el hecho era la voz de Tomás Guzmán su antiguo socio su enemigo Gael miró a Hugo Con nerviosismo qué hacemos Hugo apretó los puños y susurró escuchamos Helena suspiró dentro de la habitación no debimos hacerlo tan obvio si el niño no hubiera hablado Montenegro nunca habría sospechado Tomás soltó una carcajada baja y qué importa siempre supo que vendría por él lo único que no esperaba era que su su querida hija estuviera en medio Hugo sintió un nudo en el
estómago el veneno no era para Valeria era para él Elena se acercó más a Tomás y ahora qué Tomás hizo una pausa Antes de hablar Montenegro caerá pero quiero que lo haga con sus propias manos si lo acorralan tomará decisiones desesperadas Y entonces será fácil hundirlo Elena sonrió me gusta como piensas Hugo no esperó más salió de su escondite y apuntó directo a Tomás Lástima que no te dará tiempo Elena y Tomás se sobresaltaron Montenegro Elena retrocedió Un paso Tomás en cambio sonrió con burla vaya vaya qué sorpresa se acabó Guzmán gruñó Hugo la policía
vendrá en cualquier momento Tomás soltó una carcajada y crees que eso me preocupa de repente sacó un arma de su chaqueta y la apuntó a Hugo Gael es ido detrás de la pared sintió el pánico recorrer su cuerpo Todo estaba a punto de salirse de control Hugo Montenegro sintió el peso del arma apuntándole al pecho sabía que Tomás no dudaba en matar Elena se quedó a un lado observando la escena con una sonrisa tensa ahora qué Tomás lo matas aquí mismo Tomás inclinó la cabeza Disfrutando del momento No aún no mantuvo el arma firme y
dio un paso a hacia Hugo siempre fuiste un hombre inteligente Montenegro pero cometiste un error Hugo no se movió cuál Tomás sonrió con burla pensar que podías vencerme dos veces Helena cruzó los brazos y miró a Tomás con impaciencia si no lo matas ahora se escapará Tomás chasqueó la lengua no lo entiendes Helena no quiero que muera Hugo frunció el seño Entonces qué quieres Tomás bajó el arma lenta mente pero su expresión seguía siendo calculadora quiero que pierdas todo Hugo sintió un escalofrío sabía que Tomás no buscaba solo venganza buscaba destruirlo voy a hacer que
cometas un error uno que nadie pueda ignorar Tomás se giró hacia Elena Dile a nuestro amigo que traiga al niño Hugo sintió un golpe en el pecho el niño Elena salió rápidamente por la puerta trasera del galpón y Hugo lo entendió todo en ese instante Gael intentó moverse pero Tomás levantó el arma de nuevo Ni lo pienses el corazón de Hugo l tía con fuerza no lo permitiría segundos después Helena regresó con un hombre alto y robusto que arrastraba a Gael con rudeza el niño se retorcía intentando liberarse pero el hombre lo sostenía con fuerza
Déjenme ir Hugo sintió la rabia arder en su pecho déjalo él no tiene nada que ver con esto Tomás se encogió de hombros en realidad sí lo tiene él fue quien te advirtió no Gael miró a Hugo con miedo pero también con determinación No te preocupes por mí susurró el niño Hugo apretó los puños no dejaría que Tomás se saliera con la suya pero Tomás sonrió con malicia voy a hacerte una oferta Montenegro se acercó a Gael y le acarició el cabello con burla si tiras tu denuncia y desapareces el niño se va libre Hugo
sintió que todo su cuerpo se tensaba y si no lo hago Tomás suspiró como si estuviera aburrido Bueno sería una lástima Gael tragó saliva sabía que Hugo tenía una decisión difícil Hugo miró a Tomás con frialdad no te saldrás con la tuya Tomás sonrió complacido entonces veamos cómo termina esto el tiempo se agotaba Hugo tenía que actuar Hugo Montenegro sintió la presión del momento caer sobre sus hombros Gael estaba Atrapado indefenso y Tomás Guzmán tenía el control sabía que un solo movimiento en falso podía costarle la vida al niño tienes hasta tres para decidir anunció
Tomás con una sonrisa fría uno Hugo sintió un nudo en el estómago no tienes que hacer esto dos Gael se removió en el agarre del matón pero este lo sujetó con con más fuerza Hugo no hagas nada por mí gritó el niño Tomás levantó la ceja y apuntó el arma a la cabeza de Gael tres Hugo se movió con un impulso rápido lanzó un puñetazo directo al rostro de Tomás el impacto fue brutal haciendo que el arma se desviara y disparara hacia el techo Gael aprovechó la distracción para morder la mano del hombre que lo
sujetaba y se soltó corriendo hacia Hugo corre Hugo empujando al niño hacia la salida Helena sacó un cuchillo de su chaqueta y se lanzó contra Hugo Pero él la esquivó en el último segundo y la empujó contra la pared Tomás se recuperó del golpe y con Furia disparó de nuevo La bala pasó a centímetros de Hugo cael salió del galpón corriendo su corazón latiendo desbocado tenía que buscar ayuda Hugo aún sin arma se lanzó contra Tomás y lo golpeó con toda su fuerza la pistola cayó al suelo y ambos hombres comenzaron a pelear Elena intentó
intervenir pero Hugo la derribó con un empujón brutal Tomás con la nariz sangrando sonrió con burla siempre fuiste bueno con los golpes Montenegro Pero eso no cambiará nada Hugo lo sujetó por el cuello de la camisa tú intentaste matar a mi hija no voy a dejar que sigas libre de repente el sonido de sirenas rompió el aire Gael lo había logrado Tomás se tensó y miró a Elena Tenemos que irnos Pero antes de que pudieran moverse la puerta del galpón se abrió de golpe la policía había llegado los oficiales entraron con armas en alto manos
arriba Hugo levantó las manos lentamente dando Un paso atrás Tomás y Elena intentaron correr pero los agentes fueron más rápidos y los rodearon Tomás Guzmán y Elena Beltrán están bajo arresto Hugo observó cómo los esposan sintiendo por primera vez que su hija estaba a salvo Gael apareció en la puerta jadeando pero con una sonrisa de alivio Hugo se acercó al niño y le puso una mano en el hombro hiciste lo correcto gaela sintió sin saber qué responder por primera vez en mucho tiempo sintió que alguien estaba de su lado Hugo Montenegro observó en silencio como
Tomás Guzmán y Elena Beltrán eran empujados dentro de la patrulla sus rostros ya no mostraban arrogancia sino Furia y frustración sabían que habían perdido Gael de pie a su lado respiraba con dificultad aún no asimilaba lo que había sucedido uno de los oficiales se acercó a Hugo señor Montenegro recibimos la denuncia del niño y llegamos lo más rápido que pudimos Hugo miró a Gael él salvó mi vida El oficial miró al niño con sorpresa y luego asintió tendrán que ir a a la estación a declarar Pero podemos llevarlos al hospital antes si lo desean Hugo
suspiró sintiendo por primera vez en días un peso menos sobre sus hombros Quiero ver a mi hija El oficial asintió y señaló una patrulla suban los llevaremos Gael se quedó inmóvil yo no puedo ir Hugo frunció el ceño Por qué Gael bajó la mirada incómodo no puedo entrar a un hospital así noom más la gente como yo no pertenece a esos lugares Hugo lo observó por un momento el niño tenía razón la sociedad estaba diseñada para ignorar a los que no tenían nada pero eso no significaba que él lo permitiría ven conmigo Gael dudó no
tienes que hacer esto Sí sí tengo que hacerlo dijo Hugo con firmeza subimos juntos o no subo Gael parpadeó sorprendido nadie había dicho algo así por él antes finalmente asintió Y subió a la patrulla junto a Hugo cuando llegaron al hospital el corazón de Hugo se aceleró apenas entró caminó directamente hacia la habitación de Valeria la encontró despierta sentada en la cama abrazando su Osito de peluche Cuando lo vio sus ojos se iluminaron papá Hugo sintió un nudo en la garganta había estado tan cerca de perderla se acercó y la abrazó con fuerza sintiendo su
pequeño cuerpo cálido contra el suyo Lo siento princesa Valeria Lo miró con inocencia Por qué Porque no estuve ahí cuando más me necesitaste ella apoyó su cabecita en su pecho pero ahora sí estás aquí Hugo cerró los ojos y la abrazó más fuerte Sí ahora estaba ahí y no pensaba volver a fallarle Gael de pie en la puerta miró la escena sin saber si debía entrar pero Valeria lo vio y sonrió es el niño que me ayudó Hugo se giró hacia él y luego miró a su hija Sí él nos ayudó mucho Valeria le hizo
un gesto con la mano para que se acercara ven Quiero que seas mi amigo Gael titubeó Pero al final se acercó con timidez por primera vez en su vida sentía que pertenecía a algún lugar Gael nunca había estado en un hospital de verdad Alguna vez se había acercado a la entrada para buscar comida en la basura pero si sipre lo echaban antes de que pudiera encontrar algo ahora estaba dentro pero no como un intruso se paró al lado de la cama de Valeria incómodo sin saber qué hacer la niña lo miraba con curiosidad abrazando su
Osito de peluche Cómo te llamas preguntó con una sonrisa Gael dudó Gael Gael repitió ella como si estuviera probando el sonido de su nombre me gusta el niño se encogió de hombros no estaba acostumbrado a que la gente se fijara en él y mucho menos a que le hablaran con tanta naturalidad Hugo observó la interacción en silencio su hija Tan pequeña y frágil había estado a punto de morir por un veneno que no era para ella y el niño que tenía frente a él fue el único que tuvo el valor de hablar cuando todos los
demás miraban hacia otro lado Valeria inclinó la cabeza Quieres jugar conmigo Gael parpadeó sorprendido no sé jugar Valeria soltó una risita Eso no es verdad todos saben jugar Hugo notó la tensión en Gael el niño no sabía cómo reaccionar cuando alguien le ofrecía algo sin esperar nada a cambio no tienes que hacerlo si no quieres dijo Hugo con calma Gael miró a Hugo y luego a Valeria después de un momento tomó asiento al borde de la cama y tomó el osito que ella le ofrecía está un poco viejo comentó es mi favorito dijo Valeria se
llama Benito Gael giró el osito entre sus manos sin saber qué hacer con él pero Valeria sonrió y empezó a hablarle como si fueran amigos de toda la vida y poco a poco Gael dejó de sentirse fuera de lugar horas después en el pasillo del hospital Hugo se cruzó de brazos y miró al niño con seriedad no puedes volver a la calle Gael bajó la mirada no tengo a dónde ir Hugo tomó aire sabía que lo que estaba a punto de decir cambi aría todo quieres venir conmigo Gael Lo miró Con incredulidad qué tienes que
tener un lugar donde dormir Dónde comer yo puedo darte eso Gael entrecerró los ojos desconfiado Por qué Hugo cruzó los brazos porque me salvaste la vida porque salvaste a mi hija Gael se quedó en silencio no estaba acostumbrado a que alguien se preocupara por él no tienes que decidir ahora dijo Hugo solo piensa en ello Gael asintió pero en su interior sabía que esa oportunidad era única tal vez por primera vez en su vida no tenía que seguir huyendo Gael no podía dejar de pensar en lo que Hugo Montenegro le había dicho quieres venir conmigo
era una pregunta sencilla pero para él no tenía una respuesta fácil llevaba años Sobreviviendo solo la calle era peligrosa Sí pero Era lo único que conocía nadie le había ofrecido algo así antes nadie le había dado la oportunidad de elegir desde el pasillo del hospital podía escuchar la risa de Valeria dentro de la habitación la niña hablaba con su padre contándole cosas sin parar como si nada malo hubiera sucedido Gael suspiró nunca había tenido una familia se apoyó contra la pared y se cruzó de brazos Qué significaría aceptar la oferta de Hugo no volver a
dormir en el suelo no tener que robar para comer no tener que vigilar siempre su espalda pero también significaba confiar en alguien y eso era lo que más miedo le daba dentro de la habitación Hugo Montenegro observaba a su hija con una mezcla de alivio y preocupación Valeria estaba a salvo pero nada garantizaba que Tomás Guzmán no intentara algo más se inclinó hacia ella y le apartó un mechón de cabello de la frente cómo te sientes princesa Valeria sonrió bien Benito también Hugo sonrió al ver que su Osito de peluche estaba abrazado a su pecho
sabes qué Benito casi se metió en una gran aventura de verdad sí un niño muy valiente nos ayudó a salvarlo Valeria parpadeó y luego sonrió Gael Hugo asintió sí Gael La niña se quedó pensativa por un momento y luego miró a su padre con seriedad papá puede quedarse con nosotros Hugo la miró sorprendido Por qué dices eso Valeria abrazó a su osito más fuerte porque no tiene casa porque es bueno Hugo suspiró su hija Siempre había sido de gran corazón Eso depende de él Gael seguía en el pasillo cuando sintió una mano pequeña jalando su
manga se giró y vio a Valeria mirándolo con sus enormes ojos oscuros vienes con nosotros Gael se quedó helado Valeria lo estaba invitando como si fuera lo más natural del mundo yo no sé Valeria inclinó la cabeza mi papá cuida de mí también puede cuidar de ti Gael tragó saliva y si no me acostumbro Valeria le tomó la mano con confianza nos acostumbraremos juntos Gael miró la pequeña mano sujetando la suya por primera vez en su vida alguien le daba la oportunidad de pertenecer a algo respiró hondo está bien Lo intentaré Valeria sonrió y tiró
de su mano vamos a decírselo a papá Gael dejó que lo guiara con el corazón latindo fuerte en el pecho quizás después de todo no estaba destinado a estar solo Hugo Montenegro observó a Gael Y Valeria entrar juntos a la habitación la niña lo llevaba de la mano como si ya lo considerara parte de su mundo Gael se detuvo en la puerta incómodo no estaba seguro de cómo decirlo pero Valeria no le dio tiempo papá Gael quiere quedarse con nosotros Hugo que lo observaba con una sonrisa esperanzada respiró hondo pero quiero intentarlo Hugo asintió lentamente
no era una promesa pero era un comienzo bien Vamos a hacerlo funcionar Gael Lo miró con desconfianza no tienes que hacerlo por lástima no lo hago por lástima respondió Hugo con seriedad lo hago porque sé que mereces algo mejor Gael apretó los labios procesando sus palabras era difícil confiar pero parte de él quería creer que esta vez era diferente Hugo miró a Valeria te gustaría que Gael estuviera con nosotros la niña sonrió sí Hugo suspiró y se agachó frente a Gael no será fácil habrá reglas escuela responsabilidades Gael respiró hondo estoy acostumbrado a que las
cosas no sean fáciles Hugo sonrió de lado en eso somos parecidos Gael asintió entonces Lo intentaré Valeria aplaudió emocionada y lo abrazó sin previo aviso ahora somos una familia Gael se quedó rígido por un momento no recordaba la última vez que alguien lo abrazó pero lentamente levantó los brazos y la abrazó de vuelta tal vez después de todo no estaba destinado a estar solo El Sol de la mañana entraba por las enormes ventanas de La Mansión Montenegro para Gael la casa Era un mundo completamente desconocido todo todo era demasiado grande demasiado limpio demasiado diferente estaba
sentado en la mesa del comedor con un plato de comida frente a él el aroma del pan recién hecho flotaba en el aire pero él no tocaba nada no estaba acostumbrado a que le sirvieran la comida sin tener que pelear por ella Hugo lo observó desde el otro extremo de la mesa si no te gusta podemos hacer otra cosa Gael negó con la cabeza no es eso solo no sé cómo hacer esto Hugo apoyó los codos en la mesa y entrelazo los dedos no hay una forma correcta solo come cuando tengas hambre Gael Lo miró
aún desconfiado parte de él esperaba que en cualquier momento lo echaran entonces Valeria entró corriendo en la habitación y se subió a la Silla junto a él papá hoy quiero enseñarle a Gael Cómo se juega a la cuerda Hugo sonrió Eso depende de él Valeria se giró hacia Gael con emoción quieres Gael dudó pero la alegría en los ojos de la niña era contagiosa tal vez podría intentarlo está bien respondió en voz baja Valeria aplaudió con entusiasmo Te va a encantar Gael tomó un trozo de pan y le dio un pequeño mordisco por primera vez
en su vida no tenía que preocuparse por dónde dormiría esa noche Hugo lo observó y asintió para sí mismo el camino no Sería fácil pero lo recorrería juntos tal vez después de todo Gael había encontrado su hogar la vida a veces nos pone en el camino de personas inesperadas pero son esas conexiones las que pueden cambiarlo todo Qué te pareció la historia de Gael y Hugo crees en las segundas oportunidades déjanos tu comentario y cuéntanos tu opinión No olvides darle me gusta Si te emocionó esta historia y compartirla con alguien que tamb necesita creer en
nuevos comienzos si te gustan historias como esta suscríbete al Canal Para no perderte ninguna cada semana te traemos relatos llenos de emoción y lecciones de vida y ahora cuéntanos desde qué país nos estás viendo